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Capitulo 15: El chico perezoso que detestaba los deportes (Parte 1)

Era un día lluvioso cómo hace tiempo atrás...

En medio de la pista de atletismo un Haru empapado estaba haciendo sentadillas y flexiones bajo una lluvia intensa.

–Treinta y ocho, treinta y nueve–mientras este se ejercitaba, un encapuchado se acercó a él.

¿Estas bien amigo?–

–Ah Sato, me siento de maravilla ughh...–contesto con poco aliento.

–¿Que paso? Natsuo me dijo que estabas deprimido...¿fue esa chica?–

Haru detuvo su ritmo de entrenamiento y volteó a ver a Sato.

–Ella tiene novio ahora...pero no debo deprimirme, si no quién sabe que sucederá después de todo....

CASI ME DOY POR MUERTO...

Actualmente en la residencia Yamaka...

–Papa...Mamá...yo..Lo siento...–

Aquella disculpa fue sincera y no, no había odio o piedad, pensé "Es hora de madurar y dejar atrás este asunto"

"Un ojo por ojo crea un mundo de ciegos"

–Ran...–

–No...disculpanos a nosotros... por ser padres tan terribles...–

–No, es mi culpa, debí perdonarlos en el momento que se disculparon–

–Ran-chan...–la madre de Ran se acercó con lágrimas en los ojos y con sus manos detrás de la espalda.

–Ran-chan...¡Feliz cumpleaños!– su madre mostró un pequeño regaló.

Asi que es por eso que estaban tan arreglados–dijo viendo a ambos ya que su padre se había arreglado y afeitado y su madre se maquillo.

(Madre de Ran)

(Padre de Ran)

–Mama, papá festejemos esto juntos–la pareja al oír lo que dijo su hijo empezaron a llorar.

–Ran en verdad lo siento...nosotros–

–Ya no importa...ahora... festejemos–

Rato más tarde...

–¡Wuuaahh! ¡En verdad lo siento hijo!–Ran y su padre reían mientras oían como lloraba su madre.

Cariño creo que bebiste demasiado–

–¿Eh? No he bebido casi nada, escucha Ran-chan a partir de ahora, aprovecharemos el tiempo perdido viajando y haciendo cosas en familia y...–la mujer no termino hablar ya que se dio duro contra la mesa.

–Si, definitivamente bebió mucho–papa levantó a mamá con delicadeza y paso su brazo alrededor de su cuello.

–Oye hijo llevaré a tu madre a arriba y la acostaré, vuelvo en un momento–

En el momento que papá dijo eso recordé que había dejado a Mashiro en espera a mi respuesta de ese beso.

–Papa...–el se volteó a verme.

–¿Que pasa?–

–Se que es tarde pero saldré un momento, será por aquí cerca– mi padre asintió y subió las escaleras.

Salí de casa y tome mi bicicleta y fui en dirección a la casa de Mashiro.

En la casa de Mashiro...

–Ma-chan has estado muy callada hoy, ¿Te pasa algo?–pregunto Rin, que Mashiro al oír esto dio un salto de la silla mientras esta se sonrojaba.

–N-No ¿pero que dices? Estoy normal–

–¿Mmm? Ya veo, ¿será ese chico?–pregunto Rita con un tono coqueto.

–¿Eh? ¿Chico de quién hablas? ¿De Sato?–

–No, yo hablo de...–de pronto el timbre sonó.

–Oh ¡alguien llama yo iré!–

–¡Ella escapó!–pensaron Rin y Rita.

Mashiro corrió hasta la puerta hecha un huracán.

–Si diga ¡¿Ehhh?!–esta al percatarse de quién estaba en la puerta del asombro tropezó.

–Wow...–al verla que iba a caerse rápidamente la tome de la cintura y la acerque a mi.

–Ehh esto...gracias–luego de un rato ambos no sentamos a conversar afuera obviamente bajo una sombrilla del restaurante de su familia ya que aún llovía.

–Ya veo...así que te reconciliaste con tus padres–

–Si–

–Me hace feliz, me hace tan feliz que finalmente puedas ser feliz...Ran-kun–

Aquellas dulces palabras las dijo con un tono triste.

–No lo hice por mi cuenta–

–¿Eh? Pero tú..bueno ahora que lo pienso ¿Que te hizo cambiar tanto?–

En ese instante no supe que contestar no sabía si la ofendería o no pero al menos quería que supiera algo.

–Tu sabes...–la mire fijamente.

–¿Huh?–hizo con una sonrisa forzada, al instante cambio a un rostro enrojecido.

–Ow...–expreso con timidez, y ahí fue me sentí raro pero decidí hacerlo de una vez ya no me importaba si yo era un monstruo inexperto en el amor, no importaba ser un monstruo enamorado de un angel, lo único que pude pensar en ese momento fue...

–Mashiro...–

Mashiro se quedo en blanco al ver lo que hizo Ran, pero sin darse cuenta se perdió en aquel beso y sentimientos que sentía por ese chico, el no era perfecto, había pasado un infierno, el no era amable, era alguien retorcido pero aún así en el fondo ese muchacho se esforzaba por cambiar, por más que lo demás lo tirasen abajo este seguía luchando desesperadamente por salir de ese mundo oscuro.

Con Sato...

Ahí estaba yo junto a Sakurazawa Sumi ambos estábamos resguardados bajo el techo de un templo y bajo ese mismo techo ella había escrito un mensaje en su celular.

"¿Te parece bien si vamos a mi departamento?"

–¿Eh?–a diferencia de Sato el cual estaba confundido, Sumi se avergonzó por la pregunta que hizo.

"Para resguardarnos de la lluvia, en unas horas empezará hacer frío así que..."

–Ah, okay  bueno a mí no me molestaría, pero a ti...–ella instantáneamente negó con la cabeza.

–Okay entonces...–

Ambos asentimos y cuando estábamos a punto de arrancar en dirección a su departamento, se me ocurrió quitarme mi sudadera gris y dársela, bueno soy un chico y hay que ser caballeroso.

–Espera toma...–me la quite se la puse, subiendo el cierre le puse la capucha.

–Asi no te mojaras–dije con una sonrisa, ella se veía muy pequeña, era adorable.

Sumi se sonrojó.

¿Lista?–ella asintió con determinación.

Así ambos corrimos en dirección a su departamento, algo que no me di cuenta es que estabamos tomados de la mano.

Rato después de que ambos corrieran...

–Haaa, al fin llegamos...–dije mientras aún jadeaba.

–Fufu...–voltee a ver Sumi ya que escuche una pequeña risa.

–¿Mmm? ¿De que te ríes?–

–¿Eh?...etoo...f-f-fue e-emocionante..–contesto con su timida y dulce voz, yo me quedé mirandola como idiota ya que tengo que admitir que era linda.

Ella se acercó a la puerta y busco en su bolso la llave para así abrir la puerta y con un gesto con su mano, me dio la señal para que pase.

–Permiso–llegue al escalón de la entrada me senté y me quité los zapatos miré el lugar en donde dejé los míos y justo al lado estaban los zapatos de Sumi que se sacó hace un momento, ella los había dejado tirados sin más.

–Ja...una niña–murmuré acamodandolos perfectamente.

Mientras Sato terminaba de sacarse los zapatos Sumi se quedo mirandolo y vio como su cabello estaba mojado y como caía gotas de agua del mismo.

–Bien entonces ¿Huh?–lo que parecía ser una toalla en mi cabeza bloqueo mi visión seguida de una voz.

–G-Gracias...–escuche que al segundo unas delicadas manos empezaron a secar mi cabello con la toalla.

–Sumi-san puedo hacerlo yo mismo...–

–A-Agradecimiento...–

–¿Cómo agradecimiento?–pregunte ya que lo había dicho en voz baja.

–Si–

–Okay, entiendo aunque me siento algo avergonzado...–

–Listo...–dijo ella.

–Gracias–respondi para así voltearme y ver que estaba arrodillada detrás de mí.

–¿Que?–

–Quitate la camiseta–

(Sumi en casa es extremadamente calamada e inocente)

–¡¿Eh?!–

–Esta mojada ¿No?–

–B-Bueno si pero... Sumi-san ¿acaso olvidas que soy un chico?–el escucharla hablar era realmente extraño, era tan calmada y dulce, con una mezcla de inocencia y estupidez.

–Tranquilo papá y mamá suelen venir a visitarme y mi padre dejo una camiseta suya aquí–dijo mostrándome una camiseta negra, y sigo diciendo, que hable tan fluidamente es muy raro, tengo miedo.

–Ahhh, está bien me cambiaré...–me quede mirando a Sumi esperando a que se volteé.

–¿Que?–pregunto ladeando la cabeza.

Maldición estaba por gritarle pero con esa expresión en su rostro decidí no hacerlo.

–V-Volteate, necesito privacidad...–

–Ah si...–

Sumi se volteó mirando su regazo con una sonrisa inocente, acto seguido está como una gata curiosa se volteó un poco para ver de reojo a Sato, y justo ver su espalda bien formada, algo de que está se sorprendió es de una pequeña cicatriz cerca de su omóplato y otra cerca de su riñon.

–Estas mirando ¿Verdad?–

–N-No..para nada–

–Ya está, puedes voltear–al momento de voltearme un ladrido vino de una de las habitaciones llegando hasta la sala en donde estábamos.

–Ah ¡Suzuri!–exclamo ella al ver que un bola de algodón gigante se acercaba a mi.

–Wow...oh es un perro–

–Lo siento el es Suzuri, está muy juguetón hoy, tal vez es porque no le he dado comida–expreso Sumi.

–Ah ya veo–nunca mejor dicho ya que mi estómago también gruñó.

–Ah no he comido nada desde esta mañana, sabes tal vez será mejor que me vaya a casa no quiero...–dije dejando a Suzuri y yendo a la puerta que al abrirla pude ver que estaba cayendo un chaparrón.

–Ah....–

–Sientate–me dijo Sumi con el cabello sobre el rostro.

–¿Eh? S-si–

–E-Esta mal que no hayas comido nada podrías desmayarte–comento preocupada yendo a la cocina.

–Esta bien al menos déjame ayudart..ah oye–ella me sentó nuevamente frente a la mesa de centro.

–E-Eres mi invitado así que no es necesario–

–¡No es así vine porque tú me lo dijiste!–

–¡Si era para que no te mojaras pero aún así si paso al menos déjame preparar algo!–exclamo con un sonrojo.

(Ambos son igual de tercos)

–¡Pero me siento mal dejando que hagas todo sola, al menos déjame cortar los vegetales!–

–¡Pero!...pero...perooo–dijo bajando el volumen de su voz y a hacer un puchero.

–Esta bien...solo eso...–

–Gracias–ambos nos dirigimos a la cocina que era divida del comedor por una pequeña pared.

–Bien empecemos con esto–tome la pulsera de mi muñeca izquierda pero en realidad no era un pulsera era una liga para el cabello, acto seguido até mi cabello.

Sumi se quedo impresionada viendo la suavidad y docilidad del cabello de Sato.


–Whoaa...–

–¿Mmm?–hice mirando a Sumi.

–N-Nada comencemos a hacer esto–

Rato después de cocinar...

–Mmm...que rico–

–¿Verdad que si?–pregunte orgulloso.

–¿Sabes cocinar Sato-kun?–pregunto con estrellas en los ojos.

–Bueno si algo así trabajo con Rita-san así que tengo que saber bastante de ello–

–Increible...bueno al final terminaste haciendo tu casi todo–dijo algo avergonzada.

–Bueno no hay problema, me divertí, aunque estas extramente expresiva y hablas sin ninguna dificultad, tanto que asusta–

–¿Eh? Ahh uhggg...–de pronto su aura  alegre e inocente, se transformó en su aura tímida habitual.

De pronto a Sumi se le vino el recuerdo de las cicatrices en la espalda de Sato y dudo un momento en preguntar pero, arrugo su falda y puso una mirada decidida.

–Sato-kun tu...

Sumi no logró preguntar debido a que el celular de Sato sonó en tono de llamada.

–Ah perdona lo apagaré estamos comiendo después de todo–

–Ah...e-esta bien contesta tal vez es Rita-chan tal vez...este preocupada.

–Esta bien gracias...–me puse de pie y fui en dirección a la puerta y salí un momento al balcón mirando la lluvia, pero cuando centre mi vista en la pantalla de mi celular vi que era Natsuo.

–Ah Natsuo ¿Que pasa?–

–Ah hola Bro perdona por molestar pero...es Haru el realmente no está bien...–

Continuará...

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