Salvación
Para Douma Kanae era una chica muy extraña, no entendía su enorme amabilidad, su positivismo a cualquier cosa, como sentía lástima por esos monstruos que le arrebataron a sus padres.
Siempre pensó que ella sonreía para no mostrar su tristeza, que en el fondo siempre ha estado enojada.
—¿Porque sonríes?.—El pequeño Douma le pregunto a la Kocho, quien tranquilamente limpiaba su espada, ella al escucharlo solo cerró sus ojos, dando una de sus más dulces sonrisas.
—Porque soy feliz.—Esa respuesta recibió, pero tan solo eso lo dejo mas confundido, al pobre niño que aún no entiende las emociones, que jamás ha experimentado ningún sentimiento realmente.
Kanae fue capaz de notar como el pequeño Douma no parece muy convencido con su respuesta. —Douma...—Le llama, y el niño la voltea a ver. —Como cazadora de demonios mi vida puede ser corta...—Le explica con su dulce voz que solo transmite paz. —No quiero estar molesta y triste... Si me es posible tan solo quiero sentir felicidad, no quiero que mi pasado me defina.—
—Pero Shinobu-Sama...—Ella posó su mano sobre la cabeza del albino.
—Algunas personas les cuesta más olvidar su pasado, y sabes, no hay que preguntarnos el porque, pues puede haber algo que no sabemos...—El niño y la cazadora se ven, aún le sigue pareciendo extraña Kanae. —Respeto la ira de mi hermana... Y espero que algún día pueda olvidarla.—El vio como esos lindos ojos mostraron cierta preocupación.
—Shinobu-Sama odia a los demonios, ella simplemente no puede perdonarlos.—Agrega el pequeño Douma para mirar a otro lado, pues sintió como sus mejillas ardían.
—Lo se... Después de todo ellos mataron a nuestros padres.—
—Entonces, ¿Porque?... ¿Porque tú sientes lástima por ellos, porque no guardas rencor?.—Mas preguntas hace el pequeño Douma, Kanae eleva su vista hacia el cielo despejado.
—Es muy triste...—Menciona con una voz apagada, Douma no comprendió. —Tal vez ellos extrañan ver la luz del día... Jamás serán capaces de reunirse con su familia por el pecado de matar para vivir.—Kanae alzo su mano, cerrando después lentamente sus ojos. —Eso es muy lamentable, ellos mueren siendo odiados por todos, asesinados porque no fueron capaces de soportar el sol quemando su cuerpo para liberarse de su maldición.—
—Debe ser muy difícil morir de hambre.—
—Es muy difícil morir solo... Por eso, quiero de todo corazón poder salvar a los demonios.—El pequeño Douma ya no supo que decir, tan solo pensó que el sueño de la mujer que lo rescató era tonto.
Terminó por dormirse en su regazo, mientras recordó como le rescató.
—Su hijo, no deberían utilizarlo para esto.—Habia aparecido ella, con una mirada seria, ella no estaba sonriendo como siempre.
—¡Es un Dios!.—Agrego un seguidor, para después mirar al sonriente Douma que aún tenía rastros de lágrimas en su rostro, después de todo estuvo escuchando a lamentables personas todo el día, es tan cansado.
—Es solo un niño, un precioso niño que merece amor... No tiene porqué escuchar historias lamentables, ni cargar con el dolor de desconocidos.—Kanae se fue acercando cada vez más al niño, y así se agachó frente a él.
—Soy Kanae Kocho, ¿Cómo te llamas?.—
—Douma.—Agrego secamente, aunque sonriendo, ella solo pensó que era muy triste la situación del pequeño.
Los seguidores quisieron acercarse, pero la silenciosa hermano menor no dudo en sacar su espada para mantenerlos a raya.
Kanae suspiro, para así levantarse. —Lo siento mucho... Te haré tomar una decisión difícil.—La joven Kocho le ofreció su mano. —¿Quieres venir conmigo, o prefieres quedarte aquí?.—El albino parpadeo un par de veces sin entender porque esa joven mujer se comporta y habla así, aunque está de lo más tranquila.
En cambio sus seguidores... Le empiezan a gritar, incluso reclamar, el rueda los ojos, está harto de está vida, así que solo piensa que sería divertido probar una diferente.
La mano pequeña sostuvo la mano de Kanae, con el odio de los seguidores se fueron, y desde ese día empezó a vivir con las Kocho's.
Recibiendo una cálida bienvenida por la hermana mayor.
—Douma.—Abre poco a poco sus ojos, sus recuerdos ya habían terminado. —Lo siento por despertarte... Pero ya debemos cenar.—El pequeño niño talla sus ojos un poco a la vez que bosteza, Kanae ve eso con ternura y se ríe. —Vamos.—Asi lo tomo de la mano y se fueron.
Aunque Kanae le parecía extraña y no la comprendía del todo le gustaba, su mera compañía le agradaba y mucho, se dio cuenta que al fin experimentaba un nuevo sentimiento.
El cual no duró mucho.
Ahora estaba frente al lecho de muerte de Kanae, quien era sostenida por Shinobu, solo llora pero aún muestra esos ojos llenos de ira.
La Kocho había insistido para que no viera tal escena, pero él deseaba verla, hasta el último minuto de su vida. —Douma...—Llora, y por alguna razón la mano que sostiene de Kanae tiembla mucho.
Pronto se da cuenta que es la suya. —Me alegro mucho por haberte conocido, espero tengas una vida larga.—Kanae se esforzó por sonreír, pero el dolor en su cuerpo apenas se lo permitió.
Douma no decía nada, tan solo la miraba, deseando que está extraña chica no muera. —Se que algún día, tu empezarás a sentir cada sentimiento, solo espera por ello.—Douma no la soltó, se aferró a ella.
Aún así Kanae murió.
Se supone que él era un Dios, ¿Porque no pudo salvarla?, Solo se pregunto mientras el cuerpo de Kanae ya era enterrado, todos lloraban menos él.
No fue juzgado, tan solo recibió abrazos.
No sabía exactamente si realmente le dolía la muerte de Kanae, piensa que solo será aburrido está vida sin ella.
Él se quedó hasta la noche en la tumba de Kanae, mirando a ese cielo iluminado por las estrellas por alguna razón pensó en la mirada de Kanae, y después en el demonio que la asesinó, la luna superior uno.
Pero él no guardaba rencor ante tal demonio, en cambio lo vio como algo normal que Kanae haya sido asesinado por él, aunque era una pilar no fue suficiente para ganar, se podría decir que la muerte de ella fue "justa", luchó pero perdió, algo que suele suceder siempre.
Douma dejo en claro que no se unió a los cazadores de demonios por ella... Si no para intentar experimentar un sentimiento, lo que fuera.
La selección final fue demasiado fácil según el, algunos lo alabaron por eso, Douma solo sonreía falsamente, incluso aún cuando fue felicitado por crear el aliento del hielo, tan solo lo había hecho por mero aburrimiento, esperando que una de sus técnicas no sirviera y así estar cerca de la muerte.
Pero no, las perfeccionó con mucho entrenamiento, vaya suerte solo pensó.
Lucho, fue herido, recibió agradecimientos sinceros, amado de verdad por quiénes lo rodean, pero nada sintió, incluso cuando la misma Shinobu le dijo que estaba orgullosa de él, la pilar del insecto que no era capaz de cortar cabezas, pero gracias a su inteligencia y enorme odio hacia los demonios creaba venenos para luchar.
A veces le gustaba ver en ella a Kanae, después de todo adoptó la personalidad de la difunta, pero Douma era capaz de sentir toda esa falsedad, se notaba todo el enojo que guardaba hacia los demonios en sus ojos. —Deja de hacer eso.—Douma la enfrentó, Shinobu solo le sonrió, fingiendo no entenderle.
—¿Que cosa?.—Le cuestiona.
—No pretendas ser Kanae.—Dijo sin rodeos, pero la sonrisa de la Kocho. —Dijiste que querías seguir los pasos de tu hermana, tratar de dialogar con los demonios... Pero solo los terminas matando, dolorosamente, porque sufriste en el pasado por ellos, te crees con el derecho de juzgarlos.—Solto sin más todas esas palabras, sin ponerse a pensar lo que sentía Shinobu. —No tienes ese tipo de amabilidad, solo deseas vengarte...—
—¿Me estás llamando hipócrita?.—La sonrisa de Shinobu se desvaneció. —Los demonios son los monstruos, no yo.—
—No eres bondadosa, cuando haces sufrir a un demonio, seguro deshonras a tu hermana y a sus creencias...—Una bofetada recibió tras tanta indolencia, justamente cuando ya venía la batalla final muchas cosas han salido a la luz.
Shinobu reaccionó tarde a su ataque de ira. —Dejemos esto por la paz...—Se dio la vuelta y se fue.
Douma solo tocó su mejilla, casi no había dolido, después de todo Shinobu era débil.
No sintió culpa alguna, de hecho hasta vio de manera positiva lo sucedido, si van a morir que sea sin mentiras.
Tomo su posición, entraría a la dimensión infinita y con suerte moriría.
...
Quién diría que su deseo se haría realidad, estaba frente a la luna superior uno, tan imponente, pero él no piensa quedarse atrás, a pesar de que ya fue herido, una mejilla con un gran corte. —Así que tú mataste a Kanae.—Dijo con una sonrisa tranquila.
—¿Kanae?.—Cuestiono el demonio. —Es un nombre de mujer ¿No?, Hace años tuve una pelea con una pilar, usaba el aliento de las flores, con una gran resistencia, pero carecía de velocidad eso fue su perdición. —
No hubo reacción por parte de Douma, incluso le daba la razón, recuerda que Kanae era fuerte, pero cuando la veía entrenar de daba cuenta que su velocidad no era mucha. —¿Y cuál será mi perdición?.—Se atrevió a preguntar con tranquilidad.
—Facil.—Kokushibou se lanzó contra él, yendo directo para acabarlo de una vez. —Tu desinterés en vivir.—Los ojos arcoiris vieron como él se acercó peligrosamente, pero algo sucedió, una espada lo protegió.
Shinobu había aparecido justo a tiempo, inyectó veneno en el cuerpo, juró por un momento ver a Kanae salvando su vida, tras darse cuenta de su error solo pensó en lo idiota que era. —Hmm.—Kokushibou empezaba a descomponer el veneno, y Douma aprovechó para atacarlo, a pesar de eso la luna supo cómo defenderse.
La pelea empezaba a alargarse, a pesar de que Shinobu usa sus venenos no logra nada, Douma está empezando a cansarse, se frustra un poco al no tener ningún progreso.
Entonces se pone a pensar en Kanae, ella debió luchar sóla con él, recuerda los cortes que tenía en su cuerpo, profundos, se pregunta cuantos le habrá hecho Kokushibou, cuánto dolor soporto, no tuvo a nadie que la ayudará. —¡Douma!.—Grito Shinobu.
Se distrajo y nuevamente se ve cerca de la muerte, pero esta vez reaccionó a tiempo, o eso creyó.
Lo había cortado, la sangre escupió, sonrió, está vez al fin cerca de la muerte, y pudo ver a Kanae, con una mirada seria, por primera vez no está sonriendo. —¿Que haces?.—Pregunto secamente.
—¿No es obvio?... Estoy muriendo, se acabó.—Sonreia con dolor, la herida es profunda está seguro que no sobrevivirá aunque lo atiendan a tiempo.
—Aun no... Puedes seguir, matar al demonio.—Douma solo se burló.
—¿Porque no lo hiciste tu entonces?... Se supone que eras una pilar, fuerte, y aún así fuiste asesinada por él.—Al fin esos arcoiris brillan, una extraña sensación hay en sus mejillas es cálida y se deslizan lentamente sobre estas. —¿Porque me abandonaste Kanae?... ¿Porque moriste?, Yo te amaba, de verdad que lo hacía, soñaba con el día para ser mayor y confesarte mi amor.—Apreto fuertemente sus manos, se siente como un loco hablando consigo mismo.
Después de todo la Kanae que está frente suyo, solo es un producto de su imaginación. —Douma, lo siento.—La vio sonreír. —Pero tu puedes, no estás solo.—Miro un segundo a Shinobu, que se preocupa al notar que no dice ni una sola palabra, pareciendo estar estático, además siente como Kokushibou ya se acerca peligrosamente. —Yo creo en ti.—
Douma al fin despertó y en ese instante tomo la espada de Shinobu. —Ve.—Le entrego la suya, y el cazador fue directo al cuello de Kokushibou, enterró la espada y dejo que el veneno hiciera lo suyo, eso le costó uno de sus brazos, después sujeto fuertemente la mano de Kokushibou para que no usará la espada, espera a que el cuello se pudra, le da una mirada cómplice a Shinobu.
Ella asiente, no es capaz de cortar cuellos de demonios debido a la dureza que estos tienen, pero a Douma se le ocurrió que si puede pudrir lo suficiente el cuello de Kokushibou sin duda ella podrá cortarlo, está es su carta de triunfo. —¡Ahora!.—La Kocho atacó desde atrás, Kokushibou se esforzó por zafarse pero Douma no lo permitiría, en un intento desesperado por liberarse su propio cuerpo libero cuchillas, cortando nuevamente a Douma, dando cortes mortales, pero no sé dejaría doblegar tan fácil, menos mal Shinobu con su velocidad fue capaz de evadirlos.
—Hermana, por favor.—Uso la espada de Douma, la cabeza de Kokushibou al fin fue cortada, con el precio de una vida.
Douma al saber que tenían el triunfo se dejo caer al fin, escuchó a Shinobu llorar. —Lo siento por lo de antes... Y gracias por haber sido mi hermana menor.—Cerro sus ojos.
Despertó en un lugar mejor, con Kanae, vestía un lindo kimono, siempre tan hermosa, ella estaba llorando pero lo recibía con una alegre sonrisa. —Kanae... Yo realmente fui feliz.—Se abrazaron.
—Prometo que en otra vida estaremos juntos.—Ella dijo, y los pétalos los cubrieron.
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