Día 6 - Latido del corazón
Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.
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Chica linda
Sin darse cuenta, se toma más tiempo para elegir su ropa. Observa en el espejo cada aspecto de su cuerpo, para acentuar lo que hay que acentuar y rebajar lo que hay que rebajar. Luego recuerda que esa media hora que perdió eligiendo ropa fue inútil ya que tendría clases, y debía simplemente vestirse con el uniforme escolar. Kyoka se recuesta en su cama, y se siente tonta. Acaricia su suave cabello en el que estuvo probando tantos peinados, hasta que se dio por vencida con el arte de la peluquería —que sin duda no era lo suyo— y simplemente se pasó un delicado labial color rosa viejo en su labios. Dentro de poco tendría que salir para la Academia y no tenía idea de cómo se sentía, del porque nació aquélla necesidad de arreglarse. Entonces piensa en aquél beso en su mejilla, tocando en el lugar como si hubieran quedado residuos que le hagan volver a vivir el momento. Como aquéllas palabras que le siguieron:
“También, increíblemente, haré que te enamores de mi.”
Una pequeña risa sale de sus labios, arropandola con aquellos sentimientos que estaba descubriendo. Kaminari era tan tonto, piensa, mientras sus dientes blancos se relucen en su boca.
Con mirada distraída acerca su mirada a la alarma; mierda. Se sienta en la cama y busca su calzado, cuándo siente que golpean su puerta. Tal Vez Momo la había ido a buscar, al ver que se tardaba tanto.
Corre hasta la puerta soltando disculpas de antemano con su amiga, cuándo abre corrobora rápidamente que no es ella.
—Hola —saluda Kaminari desde la puerta, levanta la mano y sonríe para acompañar el saludo.
—¡Kaminari! —lleva una mano hasta uno de sus auriculares, para enredar el dedo en él. Mientras que con la otra cierra la puerta- ¿Qué haces aquí?
—¡Me gustas! —suelta el chico alegre, como si nada— Te lo diré todos los días hasta que me correspondas, después posiblemente te lo comience a decir más seguido.
Ella ríe, que exagerado. Kaminari besa su mejilla, haciendo que ella se sonroje e intenté golpearle. Él ríe mientras esquiva, hasta que ella se da por vencida y camina hasta el ascensor.
—Hey —dice el chico caminando detrás de ella.
—¿Que pasa? —pregunta, mientras aprieta el botón.
Kaminari se para a su lado e inclina la cabeza, para llegar a ver su rostro.
—Te ves linda con ese labial —la puerta se abre y Kaminari se apresura a subir, se arrodilla para atar sus agujetas; y cuando ve que las puertas del ascensor comienzan a cerrarse, nota que los pies de la chica siguen afuera.
Levanta la mirada muy deprisa, para decirle algo. Cuando ve que Kyoka tiene la mano tapando su boca, y un fuerte sonrojo en su rostro; se queda sin habla. Sin pensamientos, sólo la imagen de aquélla hermosa expresión y su corazón regalandole mil latidos por minuto.
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