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Definitivamente había algo diferente en aquel chico peli gris, aquella figura que bien podría mostrar si no tuviera aquella vestimenta encima, podrían llamarlo loco pero por el simple hecho de que esta bailando mientras lo mira de forma coqueta, hace que su pene se ponga demasiado duro.

Debía ser honesto, jamás en su puta vida se había sentido atraído por un hombre, y joder que estaba cometiendo un delito horrible al estar pensando miles de escenas obscenas con aquel chico. El tenía muy en cuenta que las relaciones entre hombres estaba mal visto en la sociedad ¿Ahora se imaginan con alguien de la realeza?.

—¿Que le pareció?.—Soltó un leve quejido al darse cuenta que su pene estaba más duro que nunca, además de que sería muy mala idea tocarse en este instante con toda una multitud observándolo.

—Estuvo...excelente...—Sonrió sacando levemente su lengua sin despegar su mirada de Jimin, el ya había terminado su baile así que decidió irse a donde estaba nuevamente su mejor amigo.

—Oh por Dios, siento que voy a vomitar— su corazón no dejaba de palpitar demasiado rápido que sentía que se iba a salir de su pecho.—El rey no dejaba de verme...—

—Hey hey, tranquilo, era obvio que iba a verte.— tomó su mano para llevarlo a un lugar alejado de todas las personas para que pudiera tomar un poco de aire fresco.—Jamás te había visto así Jimin, ¿Que rayos fue lo que pasó?.—

—N-no lo se...solo...— soltó un suspiro presionando con fuerza el abanico en su pecho cerrando sus ojos unos cuantos segundos.—No podía dejar de verlo y el hacía lo mismo conmigo...—

Jimin se sentía totalmente inquieto, no dejaba de morder su labio inferior recordando al rey con una vista tan penetrante, no podía creer que haya actuado de esa forma frente a el, es decir, siempre suele moverse para verse un poco más destacado ante sus demás bailarines porque el es el principal, pero esta vez no lo hizo con esa intención.

—¡Chicos!—

—¡Taehyung!.— exclamó Jungkook corriendo hacía el para poder lanzarse encima y abrazarlo con fuerza.—Pensé que no vendrias.—

—Claro que vine, por cierto Jimin, estuviste increíble, no hay día que no lo hagas bien.—Sonrió mostrando sus dientes mirando a su mayor. 

—Tiene razón, estuviste muy bien Jiminnie.—

—Maestro...— sus mejillas se tornaron de un color carmesí al ver de nuevo a Chanyeol, no podía evitarlo, sus sentimientos hacía su maestro jamás han cambiado, a veces piensa que en lugar de eso a incrementado.

—¿Te parece si vamos ahora mismo al lago?.— Al momento en que este sonrió Jimin no dudo en sonreír de igual manera poniéndose a su lado.

—¡Claro, vamos!.—

—Jimin, ¿Que pasa con la ceremonia de ahora?.—  ambos ya estaban caminando lejos de ellos dos, por lo que soltó un suspiro y miró a Taehyung. —¿Y...si nos vamos a un lugar más privado?.—

Ya se había hecho de noche dejando que la luna ilumine el hermoso bosque que quedaba cerca del palacio, además de que había un silencio profundo así que lo único que se escuchaba era los grillos y los animales que había dentro. A pesar de que todo estuviera tan tranquilo, había alguien que no lo estaba del todo.

Jimin no dejaba de jugar con sus dedos con nerviosismo, no le estaba gustando para nada que hubiera un silencio entre ambos, además de que evitaba a cada instante la mirada de su mayor tratando de parecer normal,  ¿Cuando dejara de comportarse como un idiota?.

—Se que no nos hemos visto mucho desde aquél día.— esta vez volteo a verlo prestándole total atención a lo que este decía.

El menor mordió su labio inferior asintiendo levemente.

—Lo se...¿Como se encuentra ella?.—
Su corazón no podría soportarlo más, prometió olvidar completamente aquel tema, pero tampoco quería quedarse callado.

—Esta muy bien, los pequeños han crecido demasiado.— soltó una leve risa. —Algún día deberías ir a visitarnos.—

Un amor prohibido, eso era lo que sucedía, ¿Cuantas veces Jimin tendrá que dejar de fingir esto?, sabía que las posibilidades que el y Chanyeol terminaran juntos era menos del 0 porciento.

—N-no puedo...— susurró.

¿Entonces porque no renunciaba? Si seguía de esta manera terminaría más lastimado y solo, desdé que se dio cuenta de sus sentimientos, pensó en que si le decía el también entendería y lo aceptaría como es, fue una mala idea ir aquel día a los entrenamientos con la intención de confesarle todo, sin saber que terminaría con el corazón roto.

—¿Porque no?.—

—P-porque...yo..— la garganta le dolía demasiado, sentía que algún momento terminaría llorando. —Porque te amo Chanyeol.— repetía en su cabeza una y otra vez.

—Jimin.— Se acercó en cuanto escuchó un sollozo proveniente de el.—Pequeño...¿Porque lloras?.—

—N-nada, es solo que me alegra que HeoSolji noona y tu esten juntos.— odiaba tanto mentir. —Se que ustedes han pasado por mucho, así que merecen ser felices.— ¿Pero porque el no?.

—Cuando encuentres a una chica linda, ¿Puedes presentarmela?.— poso sus manos en los hombros de Jimin haciendo que este lo viera. —También me gustaría tanto verte feliz.—

Sin darse cuenta, se habían detenido justo en frente del lago en el que habían acordado verse, en donde se conocieron por primera vez. Debió rechazar esto desde un principio.

—¡Claro Chanyeol Hyung!.— una promesa que posiblemente jamás se cumplirá.

—Debo salir del pueblo el día de mañana. — parecía que esto no se podía poner aun peor. —En cuanto regrese, prometo llevarte a comer unos tallarines.—

—Claro...—

—Fue bueno pasar tiempo contigo Jiminnie.—

—Ya estoy harto, con esto es suficiente.— aunque no lo parezca estar sentado viendo a personas que solo le hacían perder el tiempo; era muy cansado. —Diles que ya no pasen.—

Namjoon asintió haciendo una leve reverencia.

—¡EL REY HA DECIDIDO!.— exclamó llamando la atención de todos los presentes. —¿A quien escoje mi señor?.—

Jimin regresó de inmediato a donde se suponía que tenían que estar Jungkook y Taehyung, no los vio por ningún lado dándose a la idea de que podrían estar haciendo aquellos dos, no podía creer que su primo y el tonto de su mejor amigo estarían en una pequeña aventura, sumamente peligrosa para ambos, solo podía rezarle a todos los Dioses que no los descubrieran o terminarían mal.

Caminó nuevamente a toda la multitud de las personas quienes no dejaban de murmurar cosas no entendibles, supuso que alguien había hecho algo grandioso o incluso un accidente.

—¿Que estará pasando?.— se preguntó a si mismo pasando entre la gente para poder llegar hasta al frente.

—¡PARK JIMIN ES EL ELEGIDO!.—

Por un momento pensó que se iba a desmayar al escuchar su nombre proveniente del Rey y de todos los de su alrededor preguntándose quien era aquel afortunado Park Jimin. No sabía que hacer exactamente, sus nervios volvieron a llegar a su cuerpo, fue entonces que miró hacía arriba encontrandose de nuevo con los ojos del Rey mirándolo solamente a el.
Tragó un poco de saliva antes de caminar hasta el centro y levantar su mano en alto.

—Yo soy Park Jimin su majestad.—

—Felicidades niño, ven al palacio ahora mismo.— asintió varias veces con una leve sonrisita, no podía creer que el entre todas las personas que participaron, lo eligió a el.

No dudo ni un segundo en correr hacía donde era entrada del palacio la cual estaba totalmente abierta, supuso que para que el pudiera entrar y así fue como lo hizo.

Las puertas se cerraron de inmediato detrás de el.

28/06/20
Yellow2Min💛