La Guerra
Steve llevó a Diana y a Apocles a la sala donde estaban sus superiores discutiendo sobre el estado de la nación aliada y enemiga con respecto a la guerra que se ha estado librando durante cuatro años, el espía les dijo que se quedaran detrás de la puerta en lo que hablaba con ellos. Un hombre alto con un bastón era el que estaba hablando al respecto.
???: Alemania es una nación inmensamente orgullosa y jamás se rendirá.
En eso, muchos se quedaron callados al notar como la pareja había entrado estando detrás de los asientos de un lado de esos líderes.
???: La única forma de terminar esta guerra y establecer la paz mundial es negociando *nota a los dos* un armisticio.
Cabe recalcar que Diana era la única mujer de la sala, a lo que uno de los líderes le pidió a Apocles que la sacara de ahí, a lo que este no entendió porqué, así que Steve tuvo que sacarlos a los dos de la sala para que ellos pudieran seguir discutiendo del tema.
???: Nuestro único objetivo en este momento es buscar la paz a roda costa *vuelven a discutir los líderes*
Diana: *se asoma* ¿Porqué no lo dejan hablar? Está hablando de paz.
A lo que Steve la saca rápidamente de ahí y al terminar la reunión, se reunieron con uno de esos líderes para hablarle sobre el libro de la Doctora Veneno y de sus planes para hacer gases tóxicos. Cabe aclarar que el líder estaba reclamándole a Apocles del porqué dejó que su mujer entrara a la sala, por lo cual ambos se sintieron ofendidos en lo más profundo de su ser, ciertamente las mujeres tenían muy poca opinión en el Mundo del hombre, Steve le explicó sobre los posibles planes escritos en la libreta y que necesitan una junta con los generales para averiguar más del tema.
???: Capitán Trevor, *llegando* decían que lo habíamos perdido en una misión, pero aquí está sano y salvo y con unos amigos.
General: Una disculpa por la interrupción señor.
???: No, no, no, tonterías, gracias a esta hermosa mujer la cámara guardó silencio para que pudiera decir unas palabras, Sir Patrick Morgan para servirles.
Apocles: Apocles...
Diana: Diana...
Ambos: Princ...
Steve: Prince, son el señor y la señora Prince, ellos y yo trabajamos juntos, de hecho me ayudaron a conseguir la libreta, es del laboratorio de la Doctora Maru, creo que la información que contiene cambiará el rumbo de la guerra, señor.
Patrick: ¿Pero qué es esto? *analiza la libreta* La Doctora Veneno en persona.
Pasamos de esa escena a otra mostrando como los generales estaban analizando las pistas de un mapa del territorio Alemán con unas fotos del General Ludendorff y de la Doctora Maru mientras Diana y Apocles leían unos documentos que estaban sobre la mesa.
General 1: Criptografía no tuvo suerte, *hojeando la libreta* parece una mezcla de dos lenguas, pero hasta ahora no han determinado que lenguas son.
Diana: Otomano y Sumerio.
Generales: *la miran* ...
Apocles: Je, seguramente alguien más de aquí ya lo sabía.
General 2: ¿Quién es esta mujer?
Steve: Es...mi secretaria, su esposo la acompaña hoy.
General 1: ¿Y puede leer Otomano y Sumerio?
Steve: Es que...su esposo le enseñó mucho.
General 1: Bueno, tiene sentido, si ambos saben entonces lean lo que dice la libreta.
A pesar de las ofensas del general hacia Diana, la pareja se mantuvo firme y comenzó a leer las hojas.
Diana: Es una fórmula para crear un nuevo tipo de...gas mostaza a base de Hidrógeno en vez de Azufre.
General 2: Las máscaras anti-gas serían inútiles contra el Hidrógeno.
Apocles: El libro dice que planean liberar el gas...¿En el frente?
Steve: ¿Cuándo?
Apocles: No dice ¿En el frente de qué?
Steve: *a su General* Señor, es la prueba que necesitamos, tiene que averiguar donde fabrican el gas, tiene que quemarlo todo y destruirlo.
General 2: Ludendorff fue visto por última vez en Bélgica.
General 1: No pueden vernos enviando tropas a Bélgica ocupada por Alemania ya que estamos negociando su rendición.
Steve: Señor, he visto ese gas con mis propios ojos, y si se utiliza matará a todos en ambos lados y por toda su unidad.
General 1: Eso hacen los soldados, capitán.
No hace falta decir que al escuchar esto, Diana y Apocles se sorprendieron por lo que dijo el señor ¿Cómo puede enviar tranquilamente a cientos de tropas a morir y les afecte en lo más mínimo mientras están a salvo en sus asientos?
Steve: Entonces envíenme, como apoyo logístico, al menos deme la oportunidad de derribar la operación de Ludendorff.
General 1: ¿Está demente? No puedo enviar elementos a estas alturas.
Steve: Señor, yo puedo...
Patrick: Ahora más que nunca el Armisticio es de particular importancia, debe negociarse, debe firmarse y esta es la única forma en que terminará la guerra.
General: Capitán, no hará nada y es una orden.
La pareja esperaba que Steve continuara insistiendo, pero...
Steve: Si señor, lo entiendo señor.
Diana: Yo no.
Steve: Diana, se que es confuso pero...
General 1: ¿Quién es esta mujer?
Steve: Ella...
Apocles: *molesto* ¡No, tampoco los apoyo! *se acerca a los Generales* ¿Sacrificarán a sabiendas todas esas vidas como si valieran menos que la suya? ¿Cómo si no valieran nada? De donde venimos los líderes no se esconden en sus puestos como cobardes, ¡Luchan junto a sus soldados hasta morir en batalla con ellos con honor!, pero ya me doy cuenta que eso les falta y por mucho.
Diana: *seria* Debería estar avergonzado ¡A todos deberían darles vergüenza!
La pareja salió furiosa de ahí, ya no soportaban el comportamiento de esos señores que sacrificaban vidas sin mover un dedo por ellos en el campo de batalla. Steve los siguió tratando de que se detuvieran.
Steve: Por favor, deténganse.
Diana: *se gira molesta* ¡¿Ese es tu líder?! ¡¿Cómo puede decir y creer en eso?!
Apocles: *igual* ¡Y tú! ¡¿Tú deber era solamente darles un libro?! ¡No fuiste firme, no luchaste a pesar de las vidas que están en juego!
Steve: ¡Estaba buscando una forma de convencerlo!
Diana: ¡¡Se trata de Ares!! ¡Él no estaba abierto a negociaciones o rendiciones! ¡Las millones de personas que mencionaste morirán!
Steve: ¡De cualquier modo iremos!
Apocles: *confundido* ¿Mentiste entonces?
Steve: ¡Soy un espía, eso es lo que hago!
Diana: *seria* ¿Cómo sabemos que no nos estás mintiendo ahora?
Entonces Steve toma el lazo de la verdad que tenía Diana escondido y se lo ata a la mano.
Steve: Los llevaré al frente, seguramente vamos a morir, *con miedo* es una pésima idea, *se quita el lazo* necesitaremos refuerzos.
El trío se fue a un bar donde iban a estar los refuerzos de los que hablaba Steve, el primero fue Sameer, un experto en lenguas tanto como Apocles y Diana.
Sameer: *mira a Diana* Por todos los cielos, que obra de arte.
Steve: Sameer, ellos son el Señor y la Señora Prince.
Sameer intenta abrazar a Diana pero Apocles le pone su mano en su pecho para que no lo haga.
Steve: Si, no haría eso si fuera tú, *a la pareja* Sameer trabaja bien en cubierto, puede lograr lo que sea en tantas lenguas como ustedes.
Apocles: *Italiano* Non lo trovo così impressionante (No me parece tan impresionante).
Sameer: *Italiano* Tua moglie è per me, i tuoi occhi sono dolci come il suo sorriso. (Tu mujer lo es para mí, sus ojos son tan suaves como su sonrisa.
Diana: *Chino* 你的眼睛看起來還想要更多東西。 (Y tus ojos tienen aspecto de querer algo más)
Sameer: *Chino* 我也會說中文,騙子。(También hablo chino, tramposa).
Apocles: *Griego* Και μπορείς να απαγγείλεις τον Σωκράτη στα αρχαία ελληνικά; (¿Y puedes recitar a Sócrates en Griego antiguo?)
Sameer: *sorprendido* ....
Steve: *los mira* ¿Terminaron? *a Sameer* ¿Y Charlie?
En eso los cuatro miran a un hombre golpeando a otro sobre la barra donde servían las bebidas, pasando a golpearlo contra la pared.
Apocles: Al menos es bueno con los puños.
Steve: Si, pero ese no es Charlie.
Entonces el hombre tumba al otro de un golpe cayendo al suelo.
Steve: *viendo al hombre que cayó* Ese es Charlie.
Ya pasando a una mesa, los cinco comenzaron a platicar de la situación.
Diana: ¿Porqué estaban peleando?
Charlie: *un poco borracho* Confundí su vaso con el mío.
Diana: *le susurra a Steve* Este hombre no sabe pelear.
Steve: Es un tirador experto, dispara hacia a las personas.
Sameer: Desde verdaderamente lejos.
Charlie: Nunca lo ven venir jejjejeje.
Apocles: ¿Y cómo sabes a quien matas si no ves su rostro?
Charlie: No lo sé, créeme es mejor así.
Apocles: Estarías peleando sin honor.
Charlie: ¿A quién le pagan por tener honor? ¿Hmm?
Sameer: *a Steve* Entonces ¿Cuál es el trabajo, jefe?
Steve: Tenemos dos días para entrar a Bélgica.
Charlie: ¿Cuanto dinero hay?
Sameer: Más vale que pague bien.
Steve: Ah si, la cosa es que...¿Ya les dije que será rápido? Será por una buena causa, libertad, amistad, terminar la guerra...
Sameer: No tienes dinero ¿Verdad?
Steve: No.
Sameer: *Suspira y mira Diana* *Francés* Tout ce que je veux maintenant, c'est une photo de ce beau visage. (Lo único que quiero ahora es una foto de ese bello rostro).
Diana: *francés* Vous n'aurez pas besoin de photo, car je vous accompagnerai. (No necesitarás una foto, porque iré con ustedes).
Sameer: *se da cuenta* Espera, ¿Qué?
Steve: Los dejaremos a ambos en el frente.
Sameer: ¿Cómo que los dejaremos?
Charlie: *a Apocles* No te ofendas pero si mueres tratando de ayudar a tu mujer a salir de una trinchera no será por nuestra culpa.
En eso, el hombre que golpeó a Charlie se le acercó con una pistola, pero Diana lo toma de la mano inmovilizándolo y Apocles de un empujón de su palma mandó a volar al hombre al otro lado del bar rompiendo un poco la pared.
Sameer: *en shock* Estoy tan...asustado como frenético.
En eso, por la puerta entran Etta Candy, la Secretaria de Steve y Sir Patrick, a lo que todos se levantaron por respeto.
Patrick: No caballeros, siéntense, supongo que están planeando algo que hará que los encierren o los maten.
Steve: Y usted está aquí para impedírnoslo.
Patrick: No, es más, alguna vez fui joven y si gozara de mejor salud quisiera pensar en que haría lo mismo, *a Steve* lo que está haciendo es muy honorable, por lo tanto, he venido a apoyarlos, extraoficialmente claro, ¿Cuál es su plan?
Steve: Si hay otra fábrica de armas hay que buscarla y destruirla junto con Ludendorff y Maru.
Patrick: En ese caso, para no levantar sospechas, su secretaria Etta quizás pueda dirigir la misión desde mi oficina.
Etta: *sorprendida* ¿Dirigir?
En eso, el general puso un sobre con varios billetes en la mesa.
Patrick: Y aquí hay suficiente para varios días.
Steve: Gracias señor.
Patrick: Es un enorme placer, cuídense mucho y que tengan suerte.
Así, Steve, Diana y Apocles se dirigieron hacia el muelle pasando por una estación de trenes donde la pareja notó a soldados despidiéndose de sus mujeres y niños, notaban el sacrificio que hacían por sus familias y seres queridos. En eso, se detienen en un carrito de helados y al probarlos, Apocles y Diana no pudieron disimular sus muecas de lo delicioso que estaba el helado, durante toda su vida ambos solo habían comido comida veraniega, carne, legumbres, incluso vino, pero jamás habían probado algo que se sienta frío y dulce al mismo tiempo.
Apocles: *al vendedor* Por los dioses...*feliz* ¡El Helado es maravilloso!
Diana: *igual* Debería estar muy orgulloso de este logro.
Vendedor: Emmm, claro, gracias.
Steve: *gira los ojos* Si, debería estarlo.
Al llegar al muelle y reunirse con el resto del equipo, Apocles y Diana pudieron notar con pesar como varios hombres regresaban de la guerra por un puente en muletas, en sillas de ruedas, en camillas, algunos sin brazos y otros sin piernas junto con problemas de orientación en la cabeza para mantenerse de pie, la guerra no era algo que se deba tomar a la ligera, mucho menos esta guerra, que tal como dijo Steve, era la Guerra de todas las Guerras.
Diana: *con pesar* Esto es...horrible.
Apocles: *igual* Que los dioses los aguarden, tendrán esas heridas por el resto de sus vidas.
Steve: Por eso estamos aquí, para hacer algo al respecto.
El grupo tomó un pequeño barco de vapor para llegar a la frontera del muelle donde más adelante se estaba dando un conflicto, al ir avanzando entre los refugiados, la pareja pudo ver a varios atendiendo sus vidas y resguardando sus recursos.
Diana: ¿Qué clase de arma mata inocentes?
Steve: En esta guerra...todas las armas.
Apocles: *mira al cielo* Ni una sola luz de esperanza llega a estas costas...tendremos que ser esa luz por ellos.
El trío asintió de acuerdo mientras que Sameer y Charlie los miraban un poco confundidos. Los Cinco siguieron caminando y al anochecer se encontraron en un campamento junto a un hombre alto, tanto como Apocles, según Steve y los demás él tenía ascendencia de una antigua tribu del pasado, le decían Jefe por eso mismo.
Jefe: *refiriéndose a la pareja* ¿Y quienes son? *extiende su mano a Apocles*
El hombre dijo aparentemente su nombre en su lengua nativa, Apocles y Diana se sorprendieron un poco al no ser capaces de entender ese lenguaje.
Apocles: Yo soy Apocles, y ella es mi esposa Diana.
Jefe: Entiendo *a Steve* ¿Donde los encontraste?
Steve: Ellos me encontraron.
Diana: Lo salvamos del océano.
Steve: Es una larga historia, no hay necesidad de dar detalles.
Unos momentos más tarde, Jefe les contó a Diana y a Apocles que él no estaba de ningún lado de la guerra, solo llevaba personas de un lugar a otro ayudándolas en lo que podía, para él es mejor así, puesto que la última guerra en la que estuvo le quitó todo a su pueblo, siendo los responsables...la gente de Steve, pero al parecer Jefe no le guarda rencor, debe saber que eso sucedió antes de que el espía naciera, por lo que no tiene la culpa de lo que su gente hizo en el pasado. A la mañana siguiente, los seis estaban en marcha hacia el frente.
Al acercarse al campo de batalla, Apocles notó a mujeres yéndose del lugar con sus hijos y a unos hombres intentando hacer que dos caballos salgan del barro con el carruaje usando sus látigos, Charlie le dijo que no tenían tiempo para preocuparse por eso pero el príncipe hizo caso omiso y fue a ayudar, le quitó el látigo al señor y antes de que este le reclamara, Apocles levantó levemente el carruaje con sus manos para que los caballos pudieran salir del barro sorprendiendo a los que lo vieron.
Apocles: *le da el látigo al hombre con un leve empujón* Para la próxima, busque rodear el barro en vez de atravesarlo, después de todo, no es usted el que está cargando las cosas.
Dijo para después acariciar a los caballos que se mostraron notablemente agradecidos con él, Apocles entonces notó que habían más personas que necesitaban ayuda, un niño había perdido a su madre y un hombre había perdido una pierna, les dijo al grupo que se adelantara ya que los iba a alcanzar más tarde, Diana aceptó el gesto y fue con el resto del grupo. Diana y los demás llegaron a las trincheras, donde los Alemanes disparaban morteros para evitar que los aliados avanzaran hacia ellos.
Ese lugar era conocido como "Tierra de Nadie", porque ninguna persona puede pasar esa oleada de ataques. Una mujer del pueblo que fue tomado por los Alemanes le dijo a Diana en su idioma que ellos se llevaron todo, las casas, la comida y que a los que no pudieron escapar los tenían como esclavos, la amazona ya no podía soportar esto, así que, en contra de las decisiones e insistencia de Steve, Diana se fue al frente de la trinchera para caminar por la tierra de nadie usando su armadura amazónica.
El resto del grupo, sobre todo Charlie, pensaron que ella estaba loca, pero en eso, una corriente de aire salió detrás de la trinchera desde arriba viéndose como un objeto blanco aterrizaba junto a Diana, siendo este Apocles usando su propio traje.
La pareja se miró asintiendo con una sonrisa mientras comenzaron a caminar, una bala se dirigió hacia Diana pero ella con un movimiento de su antebrazo golpea la bala con su brazalete desviándola, otra bala iba hacia Apocles pero este solo pone su palma extendida y atrapa la bala aplastándola de un apretón. Los alemanes notaron la presencia de ambos amazónicos a lo que comenzaron a disparar con más intensidad pero ambos repelían las balas con facilidad, hasta que ambos de un salto llegan a la trinchera enemiga.
Donde comenzaron a golpear y a destruir las armas de los alemanes mientras los británicos salieron de su trinchera hacia el bando enemigo acabando con varios soldados alemanes, el bando aliado comenzó a ganar terreno con Diana y Apocles lanzando a los enemigos por los aires, llegando al pueblo que fue tomado por los alemanes, donde Diana bloqueaba las balas con su escudo y Apocles derribaba a los soldados con un golpe a gran velocidad para luego saltar ambos a la ventana de un segundo piso.
Donde estaban más soldados que los habían atacado desde arriba donde la pareja comenzó a darles una paliza sacándolos del edificio por las ventanas haciendo que reciban mucho daño por la caída, para después ambos también salir por una ventana corriendo por el techo de una casa mientras veían al resto de su grupo corriendo debajo de ellos derribando una gran puerta que daba al centro de la ciudad, donde un tanque alemán comenzó a dispararles pero Apocles rápidamente embistió el tanque volcándolo para luego cargarlo y lanzarlo contra unos barriles de combustible generando una gran explosión.
Apocles: Ups, creí que eran barriles con agua.
En eso, más alemanes comenzaron a dispararle pero Diana y Steve llegan cubriendo entre los tres sus espaldas, Apocles golpeaba, Diana los lanzaba con su lazo y Steve les disparaba y golpeaba con su escopeta, los tres se estaban protegiendo mutuamente, aunque el espía sentía que él estaba de más entre ellos dos. De repente, una bala le atinó en un brazo a Steve quien suelta un quejido de dolor, el responsable fue un francotirador que estaba en la torre de la catedral del pueblo, a lo que Apocles vuela hacia él y de un golpe lo manda a volar varios metros.
Al descender como si no tuviera gravedad, todos los pobladores y soldados británicos comenzaron a aplaudir y gritar por la victoria sobre el enemigo, Diana y Apocles se abrazaron aliviados de que esas personas estuvieran a salvo. La gente del pueblo les dio las gracias a los dos, incluso les ofrecieron su dinero pero ellos amablemente los rechazaron, esta noche el pueblo iba a celebrar por esta victoria, entonces Diana, Apocles, Steve y los demás se juntaron para tomarse una foto para recordar este día, el día en que habían ganado terreno frente a Alemania.
Más tarde, Steve llamó a la oficina de Sir Patrick para decirle a él y a su secretaria Etta donde se encontraban, ella le dijo que estaban cerca del Alto Mando Alemán, donde se encontraba el General Ludendorff, el responsable de todo, donde se iba a dar una fiesta de gala en celebración de que los Alemanes firmarán el Armisticio, a lo que al escuchar esto, Patrick le dijo que...
Patrick: *por el teléfono* Bajo ninguna circunstancia deben acercarse a esa fiesta por la noche ¿Entendido? Arruinarían todo lo que hemos logrado hasta ahora, no pongan en peligro el Armisticio.
Steve: Señor, no habrá Armisticio una vez que Ludendorff bombardee todo el frente.
Diana: Steve, no te preocupes por amenazar el acuerdo de paz, Ares jamás dejará de...*se da cuenta*
Steve: ¿Qué pasa, Diana?
Diana: Claro, tiene mucho sentido, Ares desarrolló un arma, la peor que se haya creado.
Steve: Te refieres a Ludendorff.
Diana: No, me refiero a Ares...¡Ludendorff es Ares!
Steve: *al teléfono* Señor, es nuestra última oportunidad para descubrir donde está el gas y para averiguar como piensa utilizarlo Ludendorff.
Patrick: *en el teléfono* No, no, no, lo prohíbo, ¿Me oyes? ¡Lo prohíbo!
Steve: Oh, señor, lo estoy perdiendo, *cuelga y mira a la pareja* Así que Ares ¿eh?
Apocles: Si lo piensas tiene sentido, digo ¿Quién más no querría que se firmara la paz?
Steve: Yo se quien...un humano ambicioso.
Continuará...
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