Había pasado varios meses desde que eliminó a la luna inferior número cuatro. Un cuervo kasugai había avisados a Oyakata-sama lo sucedido, también Kyojuro. Kagaya le había ofrecido un puesto de pilar a Yuichiro, este se negó, cuando Muichiro se enteró intentó convencer a su hermano pero siguió negándose.
Rengoku empezó a solicitarlo para "ayudar" a hacer los deberes de su finca, aunque en realidad lo hacía para entrenarlo. Al principio se negaba y se marchaba, pero el energético rubio era insistente y terminó accediendo. Los entrenamientos eran duros y largos, en un inicio utilizaban solamente los bokken para entrenar, pero conforme seguían con la constancia estos se rompían cada vez con más facilidad, a lo cual se vieron obligados a entrenar con katanas reales.
Se tiró en el suelo con algo de cansancio, había estado entrenando desde las 6:00 am, la hora que el Pilar acostumbraba a citarlo, había estado alrededor de seis horas continúas entrenando con el mayor. Había estado un rato admirando las nubes, el hermano menor del hashira le había ofrecido algo de comida, tomó un oniguiri simplemente. El pequeño rubio había intentado una que otra vez ensamblar una conversación con el kakushi, Senjuro era tímido, pero realmente amigable. Claro, su cometido no dio frutos, el azabache solo ser algo (muy) apático.
— ¿Ya te vas? — Cuestionó el energético pilar. El de menor rango volteó a verlo parpadeando con algo de molestia.
— Estoy saliendo de tu finca, ¿que parece que hago? — Le dio la espalda a los hermanos Rengoku
— ¡Debería ser algo más amable! — Exclamó (grito) el hashira viendo como este se iba sin decir nada.
El camino a la finca de la niebla verá tranquilo, la gente del pueblo ya estaba acostumbrada a la presencia de aquel "niño enmascarado". Compro algo de rábano blanco, su tubérculo favorito, también algo de comida para preparar.
Muichiro tenía una misión en un pueblo lejano, ese día había partido a las 6:00 am, o estaba a punto de hacerlo cuando Yuichiro salió de casa. Entro a la pequeña finca y dejo sus getas en el genkan. Luego pasó a la cocina donde dejó los víveres.
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Getas: Tipo de sandalia de madera japonesa
Genkan: Tengo entendido que ahí dejan las sandalias, mejor investiguen si quieren saber que es exactamente.
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Pensó en ducharse para quitarse todo aquel sudor y descansar un rato hasta que a alguien se le ocurriera llamarlo para ayudar, pero esto ya no sucedía a menudo ya que daba servicio en la finca del pilar de la niebla. Se quito si mascara y larga chaqueta quedando con el pantalón hakama modificado y la camisa blanca de cuadros, su cabello estaba atado en una cola de caballo. Pronto un cuervo kasugai empezó a volar alrededor de el graznando, a lo que tuvo que taparse los oídos.
— Tsk... ¿Que tu no eres la molesta cuervo de mi hermano? — Preguntó viendo a la ave de nombre Ginko, aunque solía olvidar el nombre del ser emplumado por el desinterés que le tenía — No se como te soporta, eres muy irritante — Claramente este comentario molestaría por completo a la hembra, quien de inmediato le pinchó una mejilla — ¡Auch! ¡Maldito cuervo! — Le dio un "ligero" manotazo a la ave derribándola — Si tú estás aquí... — El ave de grandes pestañas no le dio tiempo de terminar, ya que voló a atacarlo, Yuichiro la esquivó con facilidad, y se dirigió a la habitación que compartía con su hermano.
Cerró el shoji detrás suyo, Ginko picoteaba el papel de la puerta corrediza molesta por los comentarios del Tokito. Yuichiro suspiró con algo de molestia, en el futón estaba su gemelo, estaba totalmente cobijado, aún con su yukata que usaba de pijama, parecía estar completamente dormido, ¿enserio era tan irresponsable?
Se hincó en el suelo, al costado izquierdo de Muichiro, el menor le daba la espalda. Puso sus manos en el brazo y espalda de su hermano empezando a moverlo bruscamente para despertarlo.
— ¡Despiértate idiota! ¡Se supone que tienes una misión esta noche, ya es medio día y si quieres llegar a tiempo tienes que corrr casi todo el camino! ¡Si no te levantas ahora mismo entrenaré contigo y ahora si te dejo calvo! — Amenazó, aunque era una amenaza muy tonta, aún recuerda aquella vez en la que su hermano había llorado por haber perdido un mechón de cabello durante el entrenamiento.
— Basta... nii-san... — Pidió con un cansancio notable en su voz, el mayor suspiro y lo soltó. Muichiro se sentó con pesadez en el futón, su piel lucia más pálida, además de que tenía grandes ojeras, y la nariz y mejillas algo rojas
— ... ¿estas bien? — Preguntó en tono neutro viendo el estado de su hermano
— Hai *sniff* — Sorbió algo de mocos que escurrían por su nariz — Solo me siento algo cansado... — Los mocos volvían a escurrir por su nariz, con la manga de su yukata se limpió los mocos mientras que su gemelo lo veía asqueado
— Eso es asqueroso... — Murmuró sacando la lengua con repugnancia. Se acercó más a su hermano y puso el torso de su mano derecha en la frente contraria y apoyó su mano izquierda en el suelo para evitar caer sobre el. — Tu frente se siente caliente... — Farfulló mientras su hermano seguía sirviéndose los mocos.
Se paró y fue hacia el shoji, de inmediato Ginko se lanzó hacia el picoteándole la cabeza. Yuichiro tomó a la pestañuda ave en sus manos con molestia, y la metió en una jaula que él mismo había comprado a pesar de las protestas de Muichiro. Salió de su cuarto hacia el genkan, donde dejaba su mochila junto a las getas. La cargó sobre su espalda para no tener que dar vueltas innecesarias, cuando llegó al cuarto que compartía con su hermano, se hincó a su izquierda, saco un termómetro y se lo dió a su gemelo — Pontelo en la axila — El menor asintió y obedeció moviendo ligeramente la tela de su yukata. Espero unos escasos minutos a que el mercurio terminara de subir. Tomó el objeto de cristal leyendo donde indicaba — Tienes 38.8°c, tienes fiebre. Hoy no irás a misiones — Dijo simplemente limpiando con un pañito el termómetro y guardándolo
— ¡P-pero nii-san! ¡Estoy bien! — Exclamó intentando poner su mejor cara, pero empezó a estornudar de forma repetitiva
— Creo que tienes un resfriado. Te quedarás aquí y punto final. Debes descansar. — Su voz sonaba como siempre, neutral. Muichiro no se sentía bien, tenía ligeros escalofríos, le dolía la garganta y la cabeza, aparte de la aparente fiebre, pero aún así tenía que ir a una misión y a la reunión de pilares.
— Nii-san, pero tengo una misión, ¡no puedo dejar a la gente por su suerte! — Dijo en un tono suplicante esperando que su hermano recapacitara en dejarlo ir.
— Una vida más o una vida menos, no hace mucho impacto en el mundo — Respondió secamente
—¡No lo digas de esa manera! ¡Eres muy cruel, nii-san! — Exclamó algo molesto, Yuichiro solo suspiró
— Tu misión es lejana, estaría más tranquilo que sea en este mismo pueblo, además, dijiste que ibas a irte desde en la mañana, llegarás tarde
— ¿Y si vas conmigo?
— No, debes quedarte a reposar, tomar muchos líquidos, usa ropa cómoda, entre otras cosas. Yo iré con Shinobu a buscar algún medicamento. — Dijo en un tono serio levantándose del suelo con intención de irse
— ¡Caw! ¡Caw! ¡Reunión de pilares en cuarenta minutos! — Ginko graznó, una gota de sudor resbaló por la sien de Muichiro, mientras que su hermano se paraba en seco frente al shoji
— ¿Muichiro...?
— Lo había olvidado... iba a ir a la misión después de la reunión... ¡Achu! — Yuichiro giró para verlo, el menor ya estaba esperando la regañiza
— ¡¿TE HACES LLAMAR PILAR Y SE TE OLVIDAN TUS RESPONSABILIDADES?! ¡TÚ ERES EL QUE QUISO DICHO NIVEL, NADIE TE OBLIGÓ! ¡¿CÓMO PUEDES SER TAN IRRESPONSABLE?! ¿POR QUÉ ERES TAN OLVIDADIZO? ¡ALGÚN DÍA TERMINARÁS OLVIDANDO HASTA COMO RESPIRAR SI SIGUES ASÍ! — Exclamó molesto, algo exagerado, pero solía regañar a su gemelo hasta por la mínima cosa
— Gomenasai... — Miraba algo nervioso al mayor, el cual acariciaba su sien — Pero... no puedo faltar... tendría que esperar seis meses más... y además Oyakata-sama suele decirnos cosas importantes... — Explicó esperando que su hermano lo comprendiera un poco
— Aún así no irás — Dijo serio
Muichiro se quedó pensando un poco en busca de una solución, no podía faltar así nada más, estaba enfermo, servía como una justificación, podía pedirle a algún pilar que le dijera de que trató la reunión, pero prefería interpretar por si mismo las reuniones. Un pequeño recuerdo de cuando eran niños se lee vino a la mente, con una posible solución.
•*Flashback*•
Muichiro estaba dibujando en la sala principal de su casa, aquel día en particular se había despertado tarde, por lo cual no pudo acompañar a su padre a talar madera como todas las mañanas.Estaba aburrido, su hermano había salido a quien sabe donde, posiblemente a talar madera con su padre, su madre estaba haciendo el desayuno, pero el niño era pésimo en el área de cocina. Solo tenía siete años, y necesitaba en que gastar su energía, su madre no los dejaba salir a menos que estuvieran juntos o si eran cuidados, él juntos a su mamá ya habían hecho el aseo de la casa, por lo cual ya no tenía nada que hacer. Estaba tendido en el suelo cerca de la mesa donde su madre cortaba los vegetales dibujando a su familia en una hoja de papel, no era el mejor dibujante, pero estaba orgulloso y satisfecho de su trabajo.
Tanta era su concentración que tenía el ceño fruncido, haciéndolo parecer tal vez un poco molesto. Su madre pasó cerca de él con un tazón de arroz crudo recién lavado, Muichiro se sentó en el suelo rápidamente sin fijarse, golpeando su cabeza contra las piernas de su madre, haciéndola desequilibrarse y casi caer, afortunadamente no cayó al suelo y no tiró el arroz.
— ¡Mamá! — Exclamó preocupado y arrepentido por casi tirar a su madre.
— No te preocupes, Yuichiro, yo lamento no fijarme por donde iba, ¿ya trajiste los pescados? ¿Dónde está tu padre? — Su mamá solía ser algo distraída, en ese momento no le ponía mucha atención a su hijo.
— ¿Ah? Mamá, ¡soy Muichiro! — Exclamó un confundido Muichiro levantándose del suelo y caminando a donde su madre. La mujer volteó a verlo ante tal afirmación, para luego reír con algo de gracia.
— Jaja, lo siento Mui, tú y Yui son muy parecidos físicamente, prácticamente idénticos, por eso solemos vestirlos de distintos colores, si no fuera por eso y por sus personalidades, prácticamente nunca sabríamos quien es quien. Mamá hoy está muy distraída, no me fijé en que eras tú. — La mujer se puso de cuclillas y acarició su cabello con ternura y delicadeza sonriéndole ampliamente a su hijo menor.
Muichiro la vió algo desconcertado, ¿enserio no los distinguen tan fácilmente? Pronto llegó su hermano con una cesta llena de pescado, su padre estaba detrás de él, ambos tenían los pies mojados. Su papá se ofreció a ayudar a su mamá a hacer el desayuno, mientras que Muichiro y Yuichiro dibujaban. Alguno de los dibujos que hizo el menor de los gemelos se podía ver a él enojado, y a su hermano un tanto más alegre de lo normal. Lo había pensado toda la mañana y parte de la tarde, en ningún momento soltó su dibujo, ni para desayunar, comer, acompañar a su padre a talar árboles, para nada.
— Nii-san — Yuichiro escuchó la voz de su hermano, salvo no lo veía, pero si sentía su presencia cerca, dirigió su mirada al armario, fue a este y abrió la puerta corrediza de madera algo confundido. De inmediato sintió como una mano lo jalaba y cerraba la puerta del armario, pero con una abertura de aproximadamente cinco centímetros.
— ¿Qué sucede, Muichiro? ¿Por qué estamos en un armario? — Preguntó intrigado ladeando la cabeza viendo directo a los ojos a su hermano
— Yui-nii, mira — Alzó su dibujo de ellos dos, estaba oscuro en aquel lugar, el pequeño rayo de luz que se colaba por la puerta lo dejó apreciar el dibujo.
— ¿Somos tú y yo? — Preguntó tomando el dibujo en manos, su gemelo asintió — ¿Por qué luces enojado? — Interrogo señalando el dibujo de "su hermano"
— ¡Ese eres tú! — Exclamó con una sonrisa, el ladeo la cabeza sin entender — Hoy en la mañana mamá me confundió contigo, dijo que nos viste con ropa diferente para diferenciarnos— Explicó alegremente — ¡Y se me ocurrió una idea!
— ¿Quieres que cambiemos de lugar? — Yuichiro alzó una ceja intrigado, mientras que Muichiro parecía estar en blanco — Te conozco bien y con eso es suficiente para saber que insinúas — Estaba sonriendo ligeramente, Muichiro pareció alegrarse
— ¿Podemos cambiar de lugar? ¡Por favor Yuichiro! — En cuanto su hermano asintió, sus ojos parecieron iluminarse y lo abrazó — ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — Exclamó aún abrazándolo
— De nada. ¿Pero no crees que mamá y papá se darán cuenta por como actuamos? — Interrogo aún siendo abrazado por el menor
— Solo tengo que actuar gruñón como tú y ya — Se separó de él sonriéndole, aunque aquel comentario inocente no pareció agradarle mucho a su hermano mayor, no tardó mucho para que este le diera tremendo golpe en la nuca —¡Auch! ¡Nii-san! — Exclamó con algunas lágrimas en los ojos.
— Niños, ¿todo bien? ¿Donde están? — Escucharon la voz preocupada de su padre. El oji-rubí se percató que el armario estaba algo abierto, pensando en la posible respuesta de donde podrían estar sus hijos abrió este, y evidentemente, ahi estaban, tenían unas expresiones drías y neutras, aunque en los ojos de su hijo mayor habían algunas lágrimas lo cual lo intrigó — ¿Pasa algo, Yuichiro? — El negó con la cabeza — ¿Que hacían?
— Le enseñaba a M-Yuichiro mi dibujo — El menor de los Tokito sonrió ampliamente alzando su "obra maestra".
— ¡Wow, Mui! ¡Dibujas muy lindo! Dime, ¿por qué luces enojado ahí? — Preguntó aún viendo el dibujo. Yuichiro puso los ojos en blanco, no sabía que responder, la verdadera razón era que ese era el con la ropa de su hermano, pero si lo decía no tardarían en darse cuenta de su pequeño plan que estaba siendo ejecutado.
— Muichiro dijo que en el dibujo está enojado porque yo le pegue — El de vestimentas negras miro a su gemelo y le saco la lengua de manera burlesca, el mayor hizo lo mismo.
— Niños, cálmense — Pidió amablemente el hombre a lo cual ambos asintieron. — Iré a vender leña, ¿quieren acompañarme? — Los gemelos se vieron entre sí y luego a su progenitor y negaron — Umh... ¿bien? Ya me voy — Se le hizo muy raro aquello, ello dos siempre pedían ir, pero ahora simplemente se negaban. Posiblemente no pasaban nada.
En cuanto el adulto se fue, ambos dejaron de fingir ser el otro. — ¡Nii-san! ¡Si se lo creyó! — Exclamó un alegre Muichiro
— Lo se, pensé que no lo haría. — Comentó de igual manera
— No seas pesimista, papá se lo creyó muy fácilmente.
— Tienes razón.
Nota: Duraron una semana intercambiando roles .
•*Fin del flashback*•
— Nii-san, tengo una idea. — Su voz se escuchaba rara por la congestión nasal, a lo cual el mayor hizo su mayor esfuerzo por aguantar la risa
— Pfff... d-dime — Dijo más risueño de lo común, Muichiro frunció el ceño e infló los cachetes haciendo un tierno puchero.
— ¿Y si cambiamos de lugar como cuando éramos niños? Nuestros, uniformes son iguales, solo te presto una de mis chaquetas gakuran, ya que la mía tiene botones dorados — Yuichiro juraba que alrededor de su hermano había varios brillos, la idea no le gustaba del todo
— No lo se Mui... tengo trabajo de kakushi... — Se excusó rascándose la nuca, su hermano lo vio con cara de enserio
— Pero si no haces nada como kakushi, todos se quejan de ti — Yuichiro miro a su hermano por unos minutos y suspiró
— Bien... iré a cambiarme — Dijo vencido yendo al armario para tomar su uniforme y la chaqueta de su hermano y luego al baño para cambiarse. Después de unos minutos salió. — ¿Y?
— Mmm... nadie se dará cuenta que no eres yo. Shinazugawa-san suele enojarse por que viene gente que no son pilares a las reuniones, así ya no se enojará. — Sonrió —¡Muchas Gracias nii-san!
— Quiero dangos a cambio — Dijo simplemente
— ¿Qué?
— Este favor no es gratis — Respondió seriamente
— Bien, pero los hago yo
— Mejor no — Hizo una cara de asco
— ¡Pero no cocino tan mal!
— ¡Ni arroz puedes cocinar!
— ¿Y que? ¡A ti las garzas de origami te salen todas feas!
— ¿Pero doblar papelitos en que me ayuda a sobrevivir? — Muichiro no encontraba ningún argumento más que decirle, así que solo le sacó la lengua, acción que fue imitada por su hermano
— ¡CAW! ¡CAW! ¡SE HACE TARDE PARA LA REUNIÓN DE PILARES! ¡FALTAN 20 MINUTOS!
— Ya me voy, Muichiro — Se despidió dirigiéndose a la salida de la habitación
— Bien. Cuídate, Yuichiro. Ginko, acompáñalo — Tanto el ave y el chico voltearon a verlo con disgusto al escuchar esas dos ultimas palabras — Deben de intentar llevarse bien. Ambos son muy molestos, se van a llevar bien
[...]
Yuichiro había llegado cinco minutos tarde, por fortuna, Oyakata-sama aún no salía si quiera a saludarlos, la suerte estaba de su lado. Debía comportarse como su hermano, este no solía hablar mucho durante las reuniones y solía pasársela viendo a las nubes, siempre traía una leve sonrisa, previa fácil. Cuando llegó se percató de que Tomioka estaba apartado de los demás pilares, el nunca había interactúanos con los hashiras, solo con Tomioka, Rengoku y Kochou, y la última lo amenazaban constantemente (como kakushi) y no confiaba mucho en ella.
— ¡Hola, joven Tokito! — Escuchó la energética y fuerte voz del pilar de la llama quien se acercaba, el solo lo miro y lo saludo con la mano.
— ¡Tokito-kuuuun! ¡Hace mucho que no te veía! — Exclamó una chica de cabello llamativo dirigiéndose a abrazar al menor quien no tuvo que otra que aceptar el abrazo
— M-me... vas a... r-romper los huesos... — Dijo con dificultad, o moría asfixiado o terminaba con huesos rotos
— ¡Gomenasai! — Lo soltó e hizo una reverencia avergonzada. Yuichiro vio a un chico extraño, tenía vendas en la boca y una serpiente albina en el cuello, su uniforme tenía botones dorados, lo cual indicaba que era un hashira, juraba no haberlo visto en los escasos acercamientos que tuvo con los pilares
— ¿Quien es el? — Ladeó la cabeza señalándolo
— ¡El es Iguro-san! ¿No te acuerdas de él? — Preguntó la oji esmeralda algo sonrojada
— El patrón de la finca a llegado — Escuchó las voces de Nichika y Hinaki. Todos dejaron de hacer de inmediato lo que hacían y guardaron silencio viendo en dirección a la finca, un hombre con una extraña cicatriz en la frente salía de esta, las dos niñas se arrodillaron y gatearon a cerrar el shoji, luego volvieron con su padre, Hinaki se puso a su derecha mientras que su padre le daba la mano, Nichika a su izquierda y su padre puso su mano en su hombro, para darse más seguridad al caminar. Al estar al frente de los pilares con los rayos del sol golpeando su cara, dirigió unos segundas su mirada al cielo y nuevamente la miró enfrente.
— Bienvenidos, queridos hijos. Hoy hace buen tiempo. Me alegro que volvamos a reunirnos las mismas caras medio año después..— Su voz era serena y tranquila como siempre, antes de que hablara los pilares se habían arrodillado, menos el más bajito de los pilares, este miraba al pájaro de su hermano que volaba a su alrededor sin realmente prestar mucha atención. Tomioka, el pilar que estaba a su derecha, lo tomó suavemente del hombro e hizo que se inclinara, Yuichiro reaccionó de inmediato y lo hizo.
— Nosotros también nos alegramos de verlo bien, oyakata-sama. Rezaremos para que siga gozando de buena salud y felicidad. — Respondió de forma alegre la pelirosa
— Arigato, Mitsuri
3434 palabras
23/06/2023
Me quede sin ideas gente 😭😭
Por eso deje el capituló a medias 🗿👍
Ya vieron el caso de Vanessa N Evil? 💀
Yo aquí sintiéndome culpable por tomar gatitos de la calle que posiblemente tengan dueño (si tenían dueño pero no los reclamaron xdxd) y está weona con las mamadas que sale 💀💀👺
Ojalá las autoridades hagan algo 💀
Y si hago un capituló de los quintillizos interactuando con los gemelos?? c:
Y quiero aclarar, en un capituló que edite aclare que Shinobu se convirtió en pilar hasta los 18 años y Muichiro hasta los 13 años según un video que encontré por ahí en internet
Solo lo sé si Obanai fue antes o después de Muichiro pero aquí pondremos que después
Y si tienen ideas para el capituló siguiente por favor díganme
Teorías 👉
Ideas 👉
Sugerencias 👉
Me encanta leer sus comentarios!!
Ahora intentaré actualizar mi fanfic de Tapioca demonio 🛐🛐
Byeeee :D
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