Promesa
Konoha, 17 años después
Era una noche de verdad hermosa, el viento soplaba con delicadeza, la Luna estaba en su punto máximo brindándole a la aldea un brillo en especial, simplemente se respiraba paz.
Y en una casa cerca del bosque descansaba un hombre maduro, acostado sobre el piso de madera, contemplando el techo, agradecido por su tiempo libre, pues su esposa e hijo habían salido a una fiesta de cumpleaños, y por lo que sabía llegarían tarde.
Shikamaru cerró los ojos con la intención de dormir una pequeña siesta, pero el ruido de los arbustos moviéndose llamó su atención.
Con calma se incorporó para ver cómo emergía de las ramas un ciervo, que se notaba alterado.
El mayor extrañado por ese comportamiento se acercó al animal para acariciarlo pero este esquivaba su mano con temor.
-¿Qué sucede?- preguntó Nara teniendo un mal presentimiento.
Y entonces el animal se giró señalando el camino, cosa que dejó a Shikamaru es shock, pues se trataba de la misma ruta que guiaba la tumba de su enemigo el jashinista.
Sin pensarlo dos veces, se echó a correr temiendo lo peor.
**********************************
Cuando llegó al punto, vio como algunos de los ciervos estaban en el suelo, al igual que algunos ninjas que pertenecían al Clan Nara.
Se apresuró para sentir el pulso de sus compañeros, y por algún milagro todavía seguían con vida.
-No se preocupe Shikamaru-san, la descarga que les di no era letal, despertarán en unas horas con un terrible dolor de cabeza-
El mayor al escuchar esa voz se puso en guardia, tratando de averiguar de dónde venía.
De repente un especie de dardo fue lanzado hacia Shikamaru dándole gusto en el cuello.
-¡Mierda!- con rapidez el mayor se lo sacó para después notar como su cuerpo se debilitaba, haciéndolo caer de rodillas.
De las sombras una figura salió, mostrando una enorme sonrisa.
-Lamento eso, pero escuche que la gente de la nación del fuego es algo difícil así que tuve que tomar medidas drásticas-
De aquella oscuridad emergió una mujer de larga cabellera anaranjada, un ojo
como amatista y piel tan clara como la nieve. Portaba un abrigo blanco y en su cuello colgaba el símbolo de Jashin-sama.
-Al fin nos conocemos señor Nara, mi nombre es Haruki, es un placer conocerlo- dijo la chica sin quitar su expresión de felicidad.
Shikamaru apretó los dientes para de un movimiento rápido juntar sus manos liberando varias de sus sombras, que se lanzaron directo contra Haruki.
-Vaya modales- la menor que ahora poseía una lanza, la giró varias veces para después golpearla contra el suelo liberando una fuerte descarga eléctrica.
La técnica del mayor se esfumó al instante, alertando al hombre de Konoha, ya que los rayos llegaron hasta él provocando un daño considerable.
La chica soltó una risita al ver el estado de su enemigo, pues parecía estar sufriendo.
-¿Ya se calmó mi señor?, por favor le pido que no intente nada o de lo contrario me obligará a ser más ruda-
-¿Quién demonios eres tú?- dijo Shikamaru con dificultad.
Con calma, Haruki tomó asiento en una de las rocas para empezar a platicar.
-Lo crea o no, soy la última miembro de la organización Akatsuki-
-Eso es imposible, fuimos cuidadosos con los registros de esos fenómenos, sólo hubo dos mujeres, una está muerta y la otra todavía es sirviente de Orochimaru-
-El lógico que no haya información sobre mí, ya que mis superiores se encargaron de borrar hasta el más mínimo rastro de mi existencia, justamente para protegerme de gente como ustedes- soltó la chica.
-¿Y por qué ellos harían algo así?-
Una tétrica sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer confundiendo al hombre de las sombras.
-La respuesta es muy simple, porque yo era la hija de Hidan y Kakuzu, los hombres que tu y tu gente se encargaron de asesinar-
Esa respuesta hizo que Shikamaru retrocediera un poco de la impresión, ¿como eso era posible?.
“Ya veo, entonces volvió para ajustar cuentas ” pensó el mayor tratando de idear un plan para atacar, pero la mujer que llevaba rato observando cada uno de sus gestos, se puso de pie para acercarse y quedar a unos cuantos centímetros de él.
Haruki le sujetó la barbilla, obligando a Shikamaru a mirarla directo a los ojos.
-Supe que mi papá asesinó a tu maestro, dime, ¿cómo te sentiste?, ¿lloraste?, ¿agonizante?, ¿tu sangre hervía de la ira al recordar cómo alguien tan preciado para ti caía en un charco de su propia sangre?-
El mayor frunció el ceño demostrando que su paciencia comenzaba a acabarse.
-Respóndeme, ¿cómo fue ese día que decidiste acabar con el dúo zombie?-
Harto del descaro de la menor, Shikamaru decidió sincerarse con la mujer.
-Desde el momento que mi maestro dejó de respirar odie con todas mis fuerzas a esos malditos bastardos, planeé con cuidado sus muertes, deseando que sufrieran lo suficiente para hacer justicia, esos monstruos se lo merecían-
Pero para su sorpresa, Haruki parecía imperturbable.
La menor soltó al chico Nara para alejarse, manteniendo una distancia prudente.
-Sabe, la primera parte de mi vida estuve sometida por un infeliz que se divertía conmigo dañando mi mente y mi cuerpo, pensé que jamás sería capaz de abandonar ese infierno, pero entonces llegaron esos monstruos y me rescataron, me dieron comida, ropa, un techo donde dormir y aunque le parezca imposible de creer me brindaron todo el amor posible-
Haruki hizo una pausa, para sujetar con fuerza el símbolo de su Dios.
-Ellos eran mi mundo y yo a cambio me convertí en su legado, llegué a creer que estaríamos juntos por el resto de la eternidad, pero la guerra se acercaba y tuve que separarme de ellos, esperando con ansias el día en que pudiéramos volver a combatir juntos-
Shikamaru estaba atento a las palabras de la mujer.
-Uno pensaría que después de los abusos físicos, sexuales y psicológicos, podría superar cualquier tipo de dolor, pero entonces por medio de mi cuidadora tuve que enterarme de las muertes de mis héroes, y por fin pude experimentar lo que era el verdadero sufrimiento- de pronto la expresión de la chica cambió, ahora su rostro reflejaba sólo desprecio.
-¿Quiere saber cómo me sentí cuando supe que Konoha había terminado con la vida de mi familia?, ¿cómo a la edad de 10 años volvía ser una huérfana y me imaginaba la agonía de sus tutores?-
De forma feroz, la menor sacó la espada que había sido un regalo de Kisame apuntando directo al corazón de Shikamaru.
-¿¡CÓMO CARAJOS CREE QUE ME SENTÍ CUANDO CAÍ EN LA CUENTA QUE JAMÁS VOLVERÍA A SENTIR LOS BRAZOS DE MIS PADRES!?-
Haruki se aproximó al hombre, dejando caer la punta de su arma sobre su ropa.
-¡HACE 17 AÑOS TU PERDISTE A TU MAESTRO, PERO YO PERDÍ MI ESPERANZA, MI RAZÓN PARA VIVIR, MI FUERZA, MI VOLUNTAD!-
Aplicando algo de fuerza, el filo de la espada atravesó un poco el pecho del mayor haciendo que una gran mancha de sangre apareciera.
Shikamaru se aguantó el dolor para volver a abrir la boca.
-¿Es por eso que estás aquí no es cierto?, para tomar venganza-
A pesar del enojo, la chica volvió a sonreír.
-Eso sería lo justo, ¿no es cierto?, hacer que paguen con la misma moneda-
Pero entonces Haruki retiró el regalo de Kisame para volverlo a guardar en su funda.
-Aunque la verdad no es exactamente a lo que vine- se sinceró la menor recuperando la compostura.
-¿Qué?-
-Estoy aquí para hacer realidad una promesa, quiero llevarme los cuerpos de mis padres-
Como pudo, Shikamaru se puso de pie para encarar a la chica.
-¡Eso no puede ser posible, no dejaré que ese maldito de Hidan vuelva a estar suelto!-
La escandalosa risa de Haruki lo dejó quieto, en verdad se parecía a la del creyente.
-Tu ignorancia es de verdad hilarante, por favor permíteme iluminarte, la inmortalidad de mi papá no era perfecta, es cierto, los daños físicos eran pan comido para él, pero por desgracia seguía siendo un ser humano con necesidades básicas, sin alimentos o agua era claro que moriría, así que no debe angustiarse, en ese pozo solo quedan huesos- explicó Haruki.
El mayor agachó un poco la mirada sin creer del todo lo que le decía la chica de Akatsuki.
-También me enteré que Otousan fue llevado a tu aldea para unos experimentos, y que al parecer su cadáver sigue en ese hospital, así que te pido que lo traigas-
Shikamaru sonrió de lado, para luego estirar el cuerpo,indicando que la sustancia que antes había entrado en su sistema había perdido por completo su efecto.
-Se terminó el tiempo, tendré que capturarte antes de que provoques algún daño- dijo Nara volviendo a la posición de pelea.
-Es imposible dialogar civilizadamente con la gente de la hoja, bueno supongo que no me queda de otra más que ponerme seria- la menor sacó de su vestimenta un frasco que contenía en su interior un extraño líquido rojo y burbujeante.
De un solo movimiento la chica lo destapó liberando una fragancia algo particular.
-Sasori-sama compartió conmigo el secreto para realizar los mejores venenos, y gracias eso pude desarrollar esta hermosura, solo una gota es capaz de provocar un daño colosal- como prueba, la menor dejó caer un poco sobre el pasto, haciendo que varios metros del terreno se pudriera.
-Como si fuera a dejar que eso me tocara- dijo Shikamaru con una sonrisa engreída, pues sabía muy bien que su ventaja era el combate a distancia.
-Mi señor, no preparé esto para usted, sino para su gente, tengo un clon con este mismo veneno ubicado en la fuente de agua que abastece todo Konoha, sino obedece mis órdenes daré la señal y cientos de personas morirán con tan solo tocar ese líquido contaminado-
La cara del mayor se deformó al escuchar eso.
-Sea un buen chico y comportese, a menos de que quiera perder a la mitad de su población- dijo Haruki con una sonrisa burlona.
Sin tener más alternativa, Shikamaru decidió ceder a sus peticiones.
-Bien, te traeré a Kakuzu-
-Y para asegurarme de que no haga nada estúpido, mi fiel amigo te acompañará- la menor silbo haciendo que de las ramas apareciera su ave de arcilla.
La figura comenzó a volar cerca del chico de las sombras indicando que lo seguiría.
-Aoi me dirá si me traicionas, no intente dar aviso a sus camaradas, o solo empeorará las cosas-
*********************************
Pasaron las horas, y Haruki había sido capaz de recolectar los restos del jashinista, los cuales los había depositado sobre una carreta.
-Ya está papá- dijo la menor mientras lo cubría con una manta.
Tras varios minutos el mayor apareció, cargando con sus sombras el cuerpo envuelto de Kakuzu.
La chica se apresuró para examinarlo y en efecto se trataba de su tutor.
-Tranquilo Otousan, pronto nos iremos de aquí- dijo el Solecito para colocar al moreno junto a Hidan.
-Cumplí mi parte del trato, ahora deja a todos tranquilos-
Haruki alzó una ceja, para después mirar al hombre.
-Sí supongo que sí, brindemos por eso- la menor alzó la botella y de golpe comenzó a beberse el líquido dejando al mayor en shock.
Una vez que terminó, la chica soltó un gran suspiro para luego relamerse los labios.
-Tiene un ligero sabor a cereza-
-¿Pero qué demonios?-
-Verá, este veneno es especial, solo daña plantas, pero es inofensivo para los seres humanos o animales- Haruki le sacó la lengua de forma juguetona lo que hizo enfadar al chico de las sombras.
-¿¡QUÉ ES LO QUE PRETENDES MALDITA LOCA!?-
-Jajajaja solo quería recuperar a mi familia, nunca tuve la intención de lastimar a Konoha, pero sabía que se pondría difícil la situación por eso use algunos trucos- comentó la menor.
-Luego de todo lo que me dijiste no puedo creerte-
El solecito hizo una pausa para luego mirar hacia el monumentos de los Hokages.
-No mentí cuando dije que los odiaba, pero tampoco mentí cuando dije que era fiel a Akatsuki, y eso significa estar de acuerdo con sus decisiones, sin importar absurdas que sean, supe que Konan, Nagato y Obito le cedieron a ese tal Naruto el futuro del mundo ninja, y si eso es suficiente para ellos, entonces lo es para mí-
Haruki sujeto los extremos de la carreta con la intención de retirarse, pero fue detenida por Shikamaru.
-¿Volveremos a verte?-
-Quien sabe, el destino es de verdad impredecible- dijo la menor para luego desaparecer entre las sombras, siendo acompañada por su pájaro.
**********************************
Tras varios días de camino, la chica por fin había llegado a su destino.
-Es más hermoso de lo que había recordado- dijo la menor caminando entre el túnel para ver cómo aquellas flores tan oscuras como la noche y otras tan intensas como la sangre seguían floreciendo a pesar de los años.
¿Quién hubiera imaginado que ese lugar donde hace tiempo fue la boda de los inmortales seguiría en pie?.
Haruki sacó una pala para comenzar a cavar dos tumbas.
Cuando supo que eran lo bastante profundas, colocó a sus padres, cubriendolos con la tierra hasta que ya no se notaban sus cuerpos.
El solecito se quitó su collar para colocarlo sobre la tumba de Hidan, mientras que en la tumba de Kakuzu colocó una fotografía donde aparecía con ella.
Con todos sus sentimientos encontrados, la chica se acostó en medio de sus padres, permitiendo que aquellas pesadas lágrimas que guardó por años recorrieran su calida mejilla.
-Por fin se cumplió la promesa papás, volvimos a estar juntos-
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro