Los artistas
Haruki se encontraba sentada cerca de la entrada de la base, traía una blusa blanca adornada con rosas rojas, acompañada de un shor tinto, botas negras y como toque final, llevaba el collar del jashinista.
La niña soltó un suspiró algo triste, sin mucho ánimo tomó la libreta y el lápiz estaba a su lado.
"¿Tardaran mucho?" pensó el pequeño sol.
*Flashback*
Unas horas atrás los inmortales estaban en su habitación preparándose para salir a una nueva misión.
-Haruki tenemos trabajo pendiente, así que saldremos un rato- le aviso el moreno.
-¿A dónde van?- preguntó el rayito con curiosidad.
-A la aldea de la arena, así que compórtate mocosa del demonio- dijo Hidan molestando a la niña.
Kakuzu terminó de colocarse su máscara para después agacharse a la altura del solecito.
-Escucha Haruki, los líderes se quedarán en la base, si tienes algún problema ve con ellos, Tobi también estará por aquí, no le hagas caso, siempre hace estupideces- esa última oración hizo reír a la niña.
-Pero debo advertirte lo siguiente, Deidara y Sasori llegarán pronto, no los molestes, no te harán daño, pero tampoco podemos asegurar que serán buenos contigo, así que si puedes, evítalos a toda costa- ordenó el castaño.
*fin del flashback*
Haruki trató de enfocarse en sus dibujos, se sentía nerviosa al no estar cerca de aquellos zombies.
-¡Haru-chan~!- se escuchó una voz chillona.
La niña miró hacia atrás y vio al buen chico corriendo a toda velocidad.
-Tobi-sama- saludó la menor con una sonrisa.
El enmascarado se detuvo a unos centímetros de la menor.
-No, no, no, muy mal Haru-chan- negó con su dedo el enmascarado.
Haruki se extrañó por ese gesto.
-Tobi no es "sama", ¡Tobi es "onii-chan"!- gritó el buen chico con mucha alegría.
-¿Onii-chan?- preguntó el solecito inclinando un poco la cabeza.
-¡Exacto!, ¡Tobi es tu hermano mayor!- y de un momento a otro el chico tomó a la niña entre sus brazos dándole un abrazo de oso.
-N-No puedo respirar- se quejó la pequeña tratando de apartar al mayor.
El enmascarado se rió divertido y luego se dio cuenta del cuaderno que la niña aún sostenía.
-¿Qué es eso Haru-chan?- señaló la libreta.
-¿Eh?-
-Parece importante- dijo Tobi tratando de agarrar el cuaderno pero la niña no se lo permitió.
-Bueno, aquí hago dibujos- confesó la pequeña avergonzada, después de todo, solo los inmortales sabían esas cosas.
-¿¡En serio!?, ¿¡puedo ver, ¿¡puedo ver!?-
Haruki dudo un poco pero al final accedió.
-Está bien- dijo la pequeña pasándole el objeto.
Tobi analizaba cada uno de los dibujos, era increíble que esa niña tuviera tanto talento.
-Dibujas muy bien a mis sempais- la halago el enmascarado.
-Gracias- sonrió el solecito.
-¡También deberías dibujar a Tobi!, ¡Tobi es muy genial y fuerte!- dijo el buen chico haciendo unas cuantas poses, que divirtieron a la niña.
-Onii-chan, tengo un poco de hambre- confesó la menor.
-Ven Haru-chan, creo que vi unas galletas en la cocina- la agarro de la mano para ir a la cocina, pero antes de avanzar la pequeña dejó en el piso sus materiales.
Justo cuando los chicos se retiraron, los artistas llegaron a la base.
-Que extraño, siempre que entramos Tobi nos recibe casi gritando, hm- dijo el rubio mirando a todos lados.
-Es mejor así, a veces su tono me irrita- confesó Sasori mientras salía de su enorme marioneta.
-Si tiene razón, Danna, hm- sonrió Deidara.
Ambos avanzaron con la intención de ir a sus habitaciones y descansar un rato, pero por accidente el chico de ojos azules piso la libreta de Haruki.
-¿Qué es esto?, hm- levantó el cuaderno y lo abrió curioso.
Los renegados pasaron las páginas con cuidado, contemplando las ilustraciones.
Unas risitas los hicieron mirar hacia el frente.
La menor y el buen chico venían comiendo galletas.
-¡Sempais bienvenidos!, ¡Tobi los extraño mucho!- saludo como de costumbre.
-Deidara-sama, Sasori-sama, bienvenidos- la pequeña hizo una reverencia.
El dúo artístico guardó silencio unos segundos para luego mirar al pequeño sol.
-Mocosa, ¿esto es tuyo?, hm- pregunto el rubio extendiendo el cuaderno.
-S-Si, es mío- respondió la niña tomando su pertenencia
Tobi al notar que su hermanita se puso incomoda la guió a unos metros de ahí y la sentó para que pudieran terminar su postre.
Deidara y Sasori intercambiaron miradas extrañados por el repentino comportamiento de la menor. Y en vez de irse a su cuarto, los ninjas se sentaron ahí mismo.
Notaban que la niña bromeaba con Tobi pero de momentos los miraba de reojo como si estuviera al pendiente de sus movimientos.
El rubio cansado de esa incómoda situación decidió confrontar al pequeño sol.
-¡Oye mocosa!-la llamó el artista, haciendo que Haruki diera un saltito del susto.
-¿Pa-Pasa algo malo, Deidara-sama?- preguntó la niña un poco nerviosa.
-Tu madre te contó sobre nosotros, ¿verdad? hm-
La menor inclinó la cabeza sin entender la pregunta.
-Ya sabes, el idiota de cabello plateado que le encanta ser apuñalado, hm- aclaro Deidara.
Haruki sonrió por aquella extraña descripción.
-Si, Hidan-sama me contó sobre ustedes-
-¿Qué te dijo?- hablo Sasori con tranquilidad.
-Pues, que ustedes son artistas, Deidara-sama hace figuras de arcilla y Sasori-sama tiene marionetas llenas de veneno- contestó Haru-chan jugando con sus dedos.
-Es un buen resumen- dijo el pelirrojo levantando una de sus cejas.
-¿Los inmortales te dijeron algo más?, hm-
-¿Algo más?, bueno, Kakuzu-sama dijo que no los molestara porque podrían atacarme- soltó la menor, descolocando a los presentes.
"Ese maldito tacaño" pensaron al mismo tiempo maestro y alumno.
-Mocosa tranquila, nosotros no te haremos daño, hm- dijo Deidara recuperándose de aquellas palabras.
-Pe-Pero Hidan-sama me confesó que si alguien los hace enojar explota en mil pedazos o se convierte en marioneta para siempre- explicó la niña agitando sus brazos.
Sasori al escuchar eso se dio una bofetada en la cara.
"¿En serio?, ¿son tan celosos y protectores que nos hacen quedar como unos malditos monstruos?" pensó el pelirrojo.
-¡Tus padres son unos idiotas, hm!- grito el rubio.
La niña miraba a sus superiores sin entender la situación.
-De cualquier forma, queríamos decirte que nos encanta tu arte- hablo el marionetista dedicándole una pequeña sonrisa al rayito de sol.
Haruki abrió los ojos sorprendida y de inmediato se ruborizo.
-¿De verdad?-
-Tienes una forma de dibujar única, deberías juntarte con nosotros, entre artistas nos entendemos, hm- soltó el chico de la arcilla.
La pequeña se levantó del piso y se fue a sentar al lado del chico de ojos azules y este sin dudarlo le acarició la cabeza con ternura.
Tobi estaba a punto de reclamar que le habían quitado a su hermana menor, pero unas presencias lo hicieron callar y sudar frío.
-Dei-da-ra-chan- se escuchó una voz muy familiar.
El rubio levantó la mirada topándose con la tétrica sonrisa de Hidan y claro, le sacó un buen susto al artista.
-¡QUÍTALE LAS MANOS DE ENCIMA, MALDITA RUBIA MAL TEÑIDA!-
Varios golpes se dejaron escuchar por toda la base, más un fuerte grito de dolor.
Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ esperó les guste.
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