Kakuzu, que no deseaba participar en esa interacción tan infantil, solo se limitó a mirar la escena en donde el religioso le estiraba de forma exagerada más mejillas a la niña, mientras que la pequeña agitaba sus pies como si quisiera moler a patadas a su oponente. 

"Pero si son igualitos" pensó el moreno divertido al ver que ambos seguían con su pleito, sin tener la más mínima intención de ceder. 

De repente la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una enfermera. 

-Una disculpa, pero terminó la hora de visita- su sonrisa amable se borró al ver que cierto jashinista agredía la cara de la paciente. 

-¡Co-Con permiso!- dijo cerrando la puerta con rapidez. 

"Algo me dice que nos darán otro sermón" suspiro el avaro con pesar, pues sabía muy bien que le pasarían el reporte al doctor. 

-Hidan, es hora de irnos, así que ya suéltala- ordenó el moreno. 

-¡Tsk!, te salvaste enana- dijo el menor soltando a la pequeña que tenía la cara roja. 

-Camina que se nos hace tarde- señaló el castaño dándole unos pequeños empujones al creyente para que se moviera. 

-Ya voy anciano, nos vemos luego Haru-chan- se despidió el jashinista de forma burlona. 

La niña le sacó la lengua molesta,  lo que hizo que Hidan soltara unas escandalosas carcajadas. 

"Ese idiota" el tacaño avanzo hacia la salida pero sintio un jalon en su capa y al mirar hacia atras, se dio cuenta de que la menor lo tenia bien agarrado.  

Kakuzu se dio vuelta, para luego arrodillarse y quedar a la altura de la niña. 

-Escucha mocosa, tenemos mucho trabajo pendiente, Hidan y yo no somos niñeras ,no podemos permanecer siempre a tu lado por siempre- 

Esas palabras hicieron que la menor se encogiera apenada. 

-Pero eso no significa que no volveremos a verte- aclaró el moreno.  

De inmediato la mocosa levantó la mirada sorprendida. 

-Se paciente, se que estaras bien sin nosotros, eres mas valiente de lo que crees, no cualquiera se enfrenta al idiota de mi compañero y sale con vida- sonrio Kakuzu al ver que la pequeña estaba mas tranquila. 

Como respuesta, la niña de ojos morados tomó la mano del moreno, indicando que ya podía irse sin pendientes. 

-Nos vemos, Haruki- poco a poco el mayor se levantó, para ir directo a la puerta. 

En el pasillo Hidan esperaba a su pareja. 

-¿Por qué tardaste tanto?- se quejó el creyente. 

Pero el avaro decidió ignorar su comentario, solo quería recoger el dinero e ir a la cueva. 

-¡Oye, no me ignores!- 

Y antes de que el moreno pudiera ponerlo en su lugar, una voz familiar hizo que ambos se quedarán quietos. 

-Hidan-san y Kakuzu-san, ¿puedo hablar un momento con ustedes?- 

Los inmortales se quedaron en shock al ver que cierto doctor desprendía un aura asesina, que hacía que todos los encargados del piso salieran corriendo. 

Y como Kakuzu lo predijo, aquel especialista se encargó de darles un buen sermón. 

-¿Se puede saber por qué se peleaba con la paciente?- 

-Solo le daba una lección, esa enana debe de aprender a respetar a sus superiores- se defendió Hidan. 

Toudo miró al avaro en busca de una mejor explicación. 

-La mocosa lo miró mal y eso le molesto- le resumió los hechos el castaño. 

-¡ESO NO ES VERDAD, CLARAMENTE ME DIJO IDIOTA CON SUS OJOS!- 

-Sí pero, ¿quién no te lo ha dicho?- se burló Kakuzu. 

-¡TE VOY A MATAR, PAGANO ESTÚPIDO!- 

El doctor agarró con fuerza el puente de su nariz, empezaba a arrepentirse de mandar a esos dos con la niña. 

-Bueno, cambiando de tema, ¿pudieron averiguar algo sobre ella?- preguntó el hombre de la bata blanca. 

-Si, pero no es mucha información- 

-Por favor díganme lo que saben-  

-Tiene 8 años, no sabe quienes fueron sus padres, probablemente fue secuestrada o entregada a muy corta edad- dijo Kakuzu con seriedad. 

-Entiendo, ¿y tiene nombre?-  

-Haruki- 

-Es, es un lindo nombre- sonrió Toudo.  

-He escuchado mejores- se quejó el jashinista. 

El moreno rodó sus ojos con fastidio, se nota que su compañero era todo un mocoso. 

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Luego de 15 minutos de plática con el encargado de la pequeña Haru-chan, el dúo zombie camino hacia la base de Akatsuki donde por alguna extraña razón Zetsu los esperaba. 

-Equipo inmortal, los líderes quieren hablar con ustedes- dijo la extraña planta para después hundirse en el suelo. 

-¡Por el amor a Jashin-sama!, ¿¡y ahora que querrán esos desgraciados!?- en estos momentos todo lo que Hidan deseaba era ir a su cuarto y echarse una buena siesta. 

Kakuzu no dijo nada, solo frunció el ceño, tenía un mal presentimiento. 

De mala gana ambos se dirigieron a la habitación donde normalmente Pain los citaba para darles su famoso discurso sobre la paz. 

El moreno abrió la puerta y vio a sus superiores algo molestos. 

-Hidan y Kakuzu, necesitamos que nos aclaren ciertas cosas- habló la chica del origami. 

-Y espero que sus argumentos sean convincentes- dijo su jefe con un tono frío. 

-¿De-De qué hablan?- preguntó el religioso tratando de ocultar su miedo. 

Hubo un momento de silencio hasta que Pain decidió volver a abrir la boca. 

-¿Por qué estaban en un hospital cuidando a una menor de edad?- soltó el líder. 

Ambos ninjas se pusieron pálidos al ser descubiertos de esa forma. 

-Zetsu nos lo informó, así que por favor hablen- pidió "amablemente" Konan. 

-Es una larga historia- contestó el mayor recuperándose del shock. 

-Tenemos tiempo- dijo Pain. 

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Y así, los renegados tuvieron que contarles todo lo que había pasado con la niña, desde su encuentro en la mansión hasta su estancia en el hospital. 

-Interesante, ¿desde cuando los miembros más sanguinarios de Akatsuki hacen trabajos de caridad?- preguntó el líder con una pequeña sonrisa. 

-Cierra la puta boca, maldito- contestó Hidan entre dientes. 

-Solo será hasta que la mocosa se recupere, la paga es buena- dijo el avaro con molestia. 

Pain meditó un poco para después asentir, indicando que estaba de acuerdo con ellos. 

-En ese caso no hay problema, sigue siendo parte de su antigua misión- concluyó Konan. 

-Me imagino que quieren que esto permanezca en secreto- dijo el líder con un tono casi burlesco. 

Ninguno le contestó, no querían seguirle el juego, ya se habían humillado lo suficiente. 

-¿Qué pasa?, ¿les aterra saber que en el fondo son seres tiernos y blandos?- 

Hidan se le fue encima pero Kakuzu lo alcanzó a agarrar del cuello de la capa.  

-¡REPITELO INFELIZ PAGANO!-  

-¡HIDAN , YA CIERRA LA BOCA!- Y sin dejar su agarre, el moreno lo arrastró afuera de la habitación dando terminada la junta. 

Konan ya cansada, se acercó a su amigo de la infancia. 

-Pain, ¿está bien que sigan viendo a esa pequeña niña?- se escuchaba un poco insegura. 

-No te preocupes, está en buenas manos- contestó el Dios aun divertido por el pequeño incidente. 

Aquí les dejo el capitulo nwn ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️ espero les guste.