Los siguientes dos días fueron pesados para los inmortales, su mocosa no paraba de llorar, recordaba una y otra vez como aquellos horribles hombres le arrebataron la vida al doctor Toudo y por la noche era peor, Haruki no podía dormir gracias a las pesadillas. 

Al amanecer del tercer día, la niña se encontraba dormida en la cama y a su lado estaba el inmortal. Kakuzu se había quedado dormido en una silla vigilando a Haruki. 

Todo era paz, hasta que el sonido de la puerta abriéndose despertó al moreno. 

El mayor abrió sus ojos y vio que todos sus compañeros estaban dentro de la habitación, todos a excepción Tobi. 

Kakuzu contempló los rostros de aquellos seres tan entrometidos, y por sus sonrisas pudo entender que harían de su vida un infierno. 

-¿Así que Hidan y tú decidieron adoptar una niña?-habló Kisame con un tonito que sacó al moreno de sus casillas. 

-Escuchamos que le pusiste el nombre, quien diría que el cruel de nuestro tesorero podía llegar a ser una ternurita- dijo el marionetista con una ceja levantada. 

Kakuzu en serio quería matarlos, hasta le picaban las manos de la rabia, todo lo que pasaba por su mente eran los crueles escenarios donde él se encargaba de darles una lección a los malditos, pero no quería despertar a los mocosos gritando o destruyendo media base. 

Hidan al escuchar tantas voces se revolvió entre las sábanas y poco a poco abrió los ojos percatándose de la presencia de sus compañeros. 

-¿Qué carajos hacen en nuestro cuarto?- preguntó el religioso de mala gana sentándose en la cama. 

-¿No es obvio tarado?, queríamos conocer a tu hija,hm- Deidara no iba a perder esta gran oportunidad. 

-¡Cierra la maldita boca artista de mierda!- grito el fanático avergonzado. 

-A todo esto, ¿quién es el papá y quién es la mamá?- dijo el espadachín sonriendo de oreja a oreja. 

Hidan se sonrojo y apretó los dientes con enojo. 

-Oh vamos kisame no danna creo que es obvio que este tarado masoquista es la pasiva de la relación, solo miralo, su piel luce tan radiante,hm- 

Con ese comentario Kisame explotó en carcajadas, Deidara también empezó a reír agarrándose el estómago, Sasori quiso mantener la compostura pero al final las ocurrencias de su aprendiz lograron sacarle una sutil risita, en cambio el Uchiha se tapó la boca divertido, no tanto por las burlas de sus amigos sino por las caras que puso el dúo zombie. 

Pero antes de que los inmortales pudieran hacer algo vieron que Haruki estaba despertando. Los renegados guardaron silencio, mirando curiosos la escena. 

La niña se tallo un ojito y vio que el fanático estaba a su lado. 

-¿Hidan-sama?- 

-Mocosa deberías dormir un poco más- dijo el jashinista acariciandole la cabeza. 

-Ya no tengo sueño- contestó la menor con una tierna sonrisa. 

El moreno se levantó de su silla sin importarle las miradas que le pegaban los presentes, tomó asiento al otro lado de la niña para poder sobarle la espalda. 

-¿Estás segura?- 

-Si Kakuzu-sama- hablo con alegría el pequeño sol. 

-Les habla con mucho respeto- dijo Itachi. 

Haruki se quedó helada al escuchar otra voz en el cuarto, giro su cabeza y vio a 4 figuras enfrente de su cama que la hicieron entrar en pánico. 

Sin saber que hacer por todos los temores acumulados se incorporó un poco para abrazar al religioso. 

Todos se sorprendieron al ver que la pequeña no dejaba de temblar en los brazos del jashinista. 

Hidan y Kakuzu intercambiaron miradas preocupados. 

-Haruki no tengas miedo, recuerda que estás en la base de Akatsuki, aquí solo entran los miembros de la organización- dijo el moreno tratando de calmarla. 

-¿Eh?- la niña extrañada levantó la cabeza para toparse con la sonrisa de Hidan. 

-Míralos con cuidado y trata de pronunciar sus nombres- 

El solecito aun temerosa paso saliva y con cuidado se giró para ver a sus invitados. 

Su vista pasó primero al joven de ojos azules y cabellera rubia, que al observarlo unos segundos dejó de tener miedo. 

-¿Dei-Deidara-sama?- 

El artista levantó una ceja incómodo por ser llamado "sama" pero supuso que era su forma de demostrar respeto, así que le sonrió, indicandole que no se había equivocado. 

La pequeña un poco más segura observó al hombre de cabello rojizo y baja estatura. 

-¿Sasori-sama?- 

La marioneta asintió dándole la razón. 

Ahora miraba al mayor de ojos rojos y grandes ojeras, que por su apariencia se sintió intimidada. 

-¿I-Itachi-sama?- 

El uchiha también asintió sin demostrar ninguna emoción. 

Por último vio al más alto, su piel era azul y tenía la apariencia de un tiburón. 

-¿Kisame-sama?- 

Al escuchar eso el espadachín sonrió mostrando sus afilados dientes. 

-Ohhh~¿así que tus papis ya te habían hablado de nosotros?- pregunto divertido Kisame. 

La niña sonrió incómoda por ese comentario y más al sentir el aura asesina que envolvía a los inmortales. 

Haruki se puso de rodillas para después hacer una reverencia. 

-Mucho gusto en conocerlos, mi nombre es Haruki, espero no darles problemas- se presentó la niña. 

Todos la miraron intrigados, ¿como ese frágil y tímido ser podía convivir con humanos tan horribles?. 

En eso la puerta de la habitación se abrió de golpe dejando ver al buen chico. 

-¡Volvi mis sempais!- grito Tobi sosteniendo una bolsa rosa con un liston amarillo. 

-¿Donde diablos estabas idiota?, hm- pregunto el rubio irritado por ese repentino escandalo. 

Pero el enmascarado no le contestó, solo se rio para después acercarse a la niña que lo miraba insegura. 

-¿Sabes quien soy?- preguntó el enmascarado con su típica voz infantil. 

Haru-chan lo pensó un poco. 

-¿To-Tobi-sama?- dijo la menor nerviosa. 

-¡Correcto!, ¡yo soy Tobi!, ¡y soy un buen chico!, ¡aquí tienes tu premio!- le dio la esponjosa bolsa. 

Con cuidado el rayito de sol la abrió y se alegró mucho al ver que contenía varios dulces. 

-¡Muchas gracias Tobi-sama!- sonrió Haruki un poco sonrojada por la emoción. 

El enmascarado se rascó la cabeza avergonzado.

Los inmortales soltaron un gruñido molestos porque su niña le ponía demasiada atención al infantil de Tobi, acción que no pasó desapercibida por el resto de los miembros. 

-¿Mamita se puso celosa?, hm- se burló el artista de ojos azules. 

-¡HASTA AQUÍ LLEGASTE RUBIA!- y de un salto Hidan ya tenía a Deidara en el suelo. 

Sasori miró a la niña esperando que la pequeña se asustara por tal espectáculo pero eso no pasó, Haruki sonreía sin preocupaciones. 

"Que mocosa tan extraña" pensó el marionetista. 

-Tobi ve a buscar a los líderes, diles que la niña ya despertó- le ordenó el pelirrojo. 

-¡A la orden Sasori-sempai!- 

La pequeña observó como el enmascarado se retiraba a toda velocidad. 

-Tobi-sama es un poco extraño- dijo la menor llamando la atención de los presentes. 

-Te acostumbraras- le aseguro el espadachín. 

-¿Haruki hay algo que quieres saber de nosotros?- preguntó Itachi tratando de hacerla sentir segura. 

El solecito lo medito y entonces se le ocurrió una gran pregunta. 

-¡Si!, ¿ustedes también son monstruos?- preguntó la niña con alegría. 

Eso dejó en blanco a los renegados, tanto que Hidan tuvo que soltar a Deidara al verlo en ese estado. 

Pero al que más le afectó fue a cierto tiburón que se encontraba en un rincón completamente deprimido. 

Ahora era el turno de Hidan y Kakuzu para burlarse. 

¿Dije algo malo?- preguntó la pequeña al ver que los mayores estaban en shock. 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ espero les guste.