Era una mañana tranquila de domingo, el sol iluminaba las calles, la brisa era fresca indicando que el clima era perfecto para descansar. 

En el tercer piso de un humilde departamento se encontraba acostado en su cama Hidan. Aquel chico que tenía la costumbre de dormir en ropa interior no daba señales de quererse levantar y sus ronquidos lo delataban. 

La puerta de su cuarto fue abierta dejando ver a cierto rubio. 

-Este idiota duerme como una roca,hm- dijo Deidara divertido. 

El menor se acercó a su amigo para pellizcarle una mejilla. 

-mmmm, ay, ¡ay!, ¿¡qué carajos!?- se levantó de golpe el mayor sintiendo un fuerte ardor en su rostro. 

-Al fin despertaste idiota,hm- 

-¡Rubia!, ¡maldito bas- pero sus gritos quedaron a medias al darse cuenta que estaba casi desnudo y de un jalón tomó sus sábanas cubriendo hasta el cuello. 

-¿¡Cuántas veces te he dicho que no entres asi a mi habitación!?- se quejó Hidan con un leve rubor. 

-Jajajajajaja ay por favor, vivo contigo desde hace años, además, he visto mejores, hm- 

-¡Cierra la boca mocosa del demonio!-

-Bueno ya, calmate, solo vine a decirte que voy a mis clases de arte, limpie la casa y te deje el desayuno en la mesa, hm- dijo el menor acomodando la mochila que traía en la espalda. 

-Que lindo Deidara-chan, como siempre eres la mejor esposa del mundo- Hidan intentó abrazar al chico pero este se quito haciendo que callera al piso de cara. 

Deidara camino tranquilo hacia la puerta y la cerró dando un último adiós a su compañero. 

El jashinista se sentó en el piso sobándose su muy adolorida nariz. 

-Auch, duele- el religioso con flojera se levantó apoyándose en su cama para después ir al comedor. 

-¡Ah!, ¡comida!- se acercó a la mesa donde había un vaso de jugo de naranja, y en el plato estaban servidos un par de huevos acompañados con un trozo de carne.

En menos de 10 minutos el fanático había devorado su desayuno quedando satisfecho y con mucho sueño. 

-Bueno ire a dormir un poco más- se levantó de la silla dispuesto a echarse otra siesta, pero unos toquidos en su puerta lo detuvieron. 

"¿Quien sera?, no pueden ser los chicos, Kisame dijo que llevaría a Tobi al parque acuático y la rubia tiene llave,mmmm, ¡ah!, ¡de seguro son predicadores!, ¿¡cuántas veces tengo que decirles que en este lugar se alaba al Dios jashin!?" 

Hidan camino enojado y de golpe abrió la puerta. 

-¡Largo de aquí, o Jashin-sama les dará un castigo divino!- grito furioso. 

-¿Así saludas a todas las personas?- preguntó calmado cierto moreno.  

-¿Eh?- el menor levantó la vista y se quedó helado al ver que su invitado era nada más y nada menos que Kakuzu. 

-¿¡C-C-C-Como sabes donde vivo!?- preguntó nervioso el chico de ojos violetas. 

-Hace unas noches yo te traje aquí, ¿lo olvidas?- respondió el mayor encogiéndose de hombros. 

El vocalista se dio un golpe mental, había olvidado ese pequeño detalle.

-¿Puedo pasar?, necesito hablar contigo- 

-Este, bueno, si pasa- se hizo aun lado para que el avaro cruzara la puerta. 

Mientras Hidan cerraba la puerta, el más alto inspeccionó con la vista el hogar de su acosador, pero algo llamó su atención. 

-¿No está tu compañero?- 

-¡Tsk!, mi rubia tiene clases, llegará en unas horas- la verdad al chico no le gustaba estar solo. 

-Entiendo- 

-¿Y-Y de que quieres hablar anciano?, creí que no me querías ni a dos metros de distancia- dijo el menor con un tono de voz frío.

Kakuzu suspiro tratando de acomodar sus ideas, no quería hacer un caos más grande. 

-Itachi y Sasori me contaron todo- se cruzó de brazos el moreno. 

El menor desvío la mirada como respuesta. 

-Hidan yo, yo no soy bueno entendiendo a las personas, no me caracterizo por ser alguien sentimentalista, la verdad siempre he sido indiferente ante las relaciones- aclaró el avaro. 

Eso dejó sorprendido al chico de cabello plateado. 

-Tus acciones me incomodaron, con trabajo soporto a mis subordinados y eso que los conozco desde hace años, el que trataras de meterte a mi vida de esa forma me dio a entender que eras un mocoso inmaduro y también un desconsiderado- cada palabra que salía del mayor hacia que Hidan se encogiera, le dolía sentir ese desprecio. 

-Pero también aceptó que actúe mal, no debí amenazarte, fue imprudente de mi parte no ver más allá de tus acciones, además mis compañeros me señalaron que aquella noche que me ayudaste te hice pasar un mal rato- sonrió el moreno. 

Hidan enfocó su vista en el mayor. 

-Quiero ofrecerte una disculpa, no era mi intención herir tus sentimientos, asi que por favor, perdóname- dijo Kakuzu haciendo una leve reverencia. 

Hidan sonrió apenado dándose cuenta de que aquel avaro era una excelente persona. 

-También perdóname Kakuzu, tus chicos me ayudaron a darme cuenta que solo estorbaba en tu vida y por eso trate de alejarme de ti- admitió el menor tirando su orgullo. 

-Escucha mocoso, no puedo corresponderte, espero lo entiendas- 

-Jejeje si lo entiendo, no te preocupes, me conformo con que no me odies- dijo Hidan relajando el ambiente. 

El moreno le regresó el gesto y estiró su mano hacia el chico. 

-Si te parece bien, podemos volver a empezar y olvidar todo esto, ¿trato?- 

-¡Trato!- el fanático apretó su mano, por fin estaban en paz. 

Ambos se miraron aliviados, solo les hacía falta hablar. 

-Bien, ahora que somos amigos, necesito que me ayudes con tus chicos de la banda- 

-¿Ha?, ¿y ellos que tienen que ver?- preguntó el vocalista. 

-¿Así que no sabes el incidente que hubo en el bar?- levantó una ceja el mayor. 

-No, la rubia y el tiburón no me dijeron nada- 

"Lo tratan como a un niño" 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ esperó les guste.