Los inmortales decidieron quedarse un rato más en aquella montaña, para acostarse y sentir la fresca brisa.

Todo era tan sereno y lleno de calma, ninguno de los dos quería que eso terminará. 

-Kakuzu, ¿como era tu aldea?- habló el menor aun con la vista en el cielo. 

El mayor sonrió un poco, hace mucho que no recordaba el lugar donde había nacido. 

-¿Para qué quieres saber eso?-pregunto el moreno.  

-Solo es curiosidad, yo nunca viaje a ese sitio- contestó Hidan. 

-Pues, la última vez que puse un pie en esa  aldea, fue hace unos 30 años, tenía que recoger una información y para serte sincero, no había cambiado casi nada, aún conservaba esa maravillosa cascada- respondió el castaño sintiendo algo de nostalgia.

El fanático sonrió, mientras giraba su cabeza para ver al mayor. 

-¿Extrañas esa vida?- soltó el jashinista. 

-No, nunca- contestó Kakuzu con seguridad. 

Eso le saco unas risitas al creyente. 

-Mi aldea era muy controladora- dijo Hidan colocando sus manos atrás del cuello. 

-¿A qué te refieres?- 

-Siendo un lugar turístico, teníamos que dar una buena imagen, por lo mismo no tuvimos misiones importantes, ya que éramos personas "pacíficas" y quien se atreviera a desobedecer esas reglas, era castigado- explicó el creyente. 

Kakuzu de inmediato enfocó su vista en su compañero.

-¿Te hicieron daño?- 

-Jajaja algunas veces, digamos que era todo un rebelde- dijo el menor. 

-¿Por eso buscaste la inmortalidad?-

-Quería vengarme de esa bola de estúpidos hipócritas, me arrebataron una gran oportunidad, sino fuera por el culto de Jashin, yo seguiría bajo su merced- dijo Hidan frunciendo el ceño. 

El mayor asintió comprendiendo las acciones de su pareja. 

-Anciano- 

-Dime-

-Después de todo esto,¿significa que ya estamos saliendo?- preguntó el menor sujetando la mano del más alto. 

-No- contestó el moreno de forma rápida. 

Hidan se quedó en blanco al oír aquella fría respuesta y de inmediato se sentó para comenzar a reclamar. 

-¿¡QUÉ!? ¿¡CUAL ES TU PUTO PROBLEMA!? ¡HACE RATO ME BESASTE!- el religioso podía sentir la ira recorriendo sus venas. 

-Me gustas Hidan, pero no podemos estar juntos- y eso fue suficiente para acabar con la poca cordura del jashinista. 

El fanático se puso encima del moreno, dedicándole una mirada llena de dolor. 

-¿¡Y POR QUÉ NO!? ¡EXPLÍCAME!- volvió a gritar el jashinista. 

-Porque somos parte de Akatsuki- contestó el moreno de forma seria. 

-¿Y eso que tiene que ver?- Hidan ahora estaba muy confundido. 

-Tenemos concentrarnos en las metas de la organización, recuerda que Pain nos dijo que los propósitos de Akatsuki nos traerán un gran beneficio, por eso estamos aquí- aclaró el hombre de ojos verdes. 

Hidan soltó un suspiró para colocarse aún lado del moreno. 

-¿Ahora que hacemos?- preguntó el menor. 

Kakuzu también se sentó, tomando las manos de su pareja. 

-Hagamos esto, pronto iremos a cazar a los jinchurikis, y ese será el último trabajo que haremos para la organización, luego de eso tendremos tiempo para estar juntos- dijo el moreno apretando su agarre. 

-¿¡En serio?!- el fanático había regresado a la normalidad.

Kakuzu sonrió al ver el estado del creyente. 

-Si, solo se paciente- pidió el moreno mientras acariciaba la mejilla del más bajo. 

-Es una promesa- el religioso no podía estar más feliz. 

-De acuerdo, es una promesa mocoso- 

"creo que aun puedo cambiar mi destino"

Quedan 5 capítulos para el final nwn ❤✨❤✨❤✨❤✨❤ espero les este gustando.