Paz
-¿Cuánto tiempo nos hará esperar?-
-Shhhhhhh, tenga paciencia Sasori-san, recuerde que tiene que hacerlo a su ritmo-
Kakuzu comenzaba a despertar gracias al ruido de aquellas voces tan familiares.
El castaño sentía el cuerpo muy ligero, casi podía jurar que estaba flotando, se movió en su lugar sin detectar algún dolor, lo que era bastante extraño considerándose lo que vivió en el campo de batalla.
Con mucha dificultad abrió los ojos, parecía que se levantaba de una larga siesta.
Parpadeo varias veces aclarando su vista, recibiendo una increíble sorpresa.
Frente a él se encontraba el marionetista y aun lado su maestro.
-¿Sasori y sensei?- fue todo lo que salió de su boca.
-Te estuvimos esperando un buen tiempo- dijo el pelirrojo con una pequeña sonrisa.
-Me alegra verte otra vez, mi pequeño- habló el mayor.
Kakuzu agito su cabeza varias veces sin comprender lo que pasaba.
-Esto no es imposible, ustedes están- el moreno no pudo completar la oración ya que el pelirrojo lo interrumpió.
-Si, estamos muertos-
Al oír eso, el avaro se incorporó para ver mejor a los presentes.
-Quiere decir, que yo también estoy muerto ¿cierto?-
Sasori agacho la mirada, mientras que su maestro sonrió sintiendo pena por el moreno.
-Si Kakuzu, a este lugar es donde todos buscan su anhelada paz- contestó el mayor acariciando la cabeza del castaño.
-Pero aún te queda un largo camino-dijo el marionetista, ganándose la atención de su compañero.
-¿Esto no es todo?-
-Claro que no, aquí solo es el punto de partida, debes caminar por aquel sendero, pero te advierto esto, una vez que cruces ya no podrás regresar- señaló el pelirrojo un pequeño camino que daba hacía una espesa niebla.
-Si eso es verdad ¿por qué ustedes siguen aquí?-
-Jajajaja es obvio, quería verte otra vez mi lindo estudiante- dijo el mayor atrapando a Kakuzu en un fuerte abrazo.
-Nadie debería caminar solo, yo también estoy esperando a alguien- comentó Sasori de forma tranquila.
-Entiendo, estás esperando al chico de las explosiones- dijo Kakuzu con una sonrisa burlona.
-Callate, que tú también tienes que esperar a un mocoso-
Eso borró de golpe la sonrisa del moreno, era verdad, aun podía reunirse con su escándalos fanático.
"Hidan, deseo verte, pero también quiero que vivas y disfrutes, si nuestro destino es encontrarnos aquí, seré paciente y te esperare" pensó el moreno sintiendo un gran alivio.
El mayor se puso de pie, dándose cuenta de que ya era hora de partir.
-Bueno señores, ya tengo que irme-
-¿Tan pronto sensei?- preguntó el moreno con tristeza..
-Lo siento mi niño, pero hay personas esperando del otro lado- para él también era difícil decir adiós.
-Suerte- dijo Kakuzu tratando de despedirse.
-Gracias, oh por cierto, Sasori-san me contó algunas cosas de tu novio, vaya que tienes gusto extraños, pero igual lo apruebo Jajajajajajaja- el mayor salió corriendo dejando en shock a su discípulo.
-¡ERES UN MALDITO IDIOTA!-grito el moreno avergonzado.
Sasori se tapó la boca tratando de no reírse por las expresiones del tacaño.
-Te odio estúpida marioneta- si no estuvieran muertos, Kakuzu ya le hubiera arrancado la cabeza de un golpe.
-Espero que esos idiotas no nos hagan esperar mucho tiempo- comentó el marionetista cruzando los brazos.
-Si, yo también lo esperó-
"Hidan, caminemos juntos"
Solo queda un capítulo para el final nwn ❤✨❤✨❤✨❤✨❤
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