El castaño ya se encontraba a fuera de la cueva, justo como habían acordado. Llevaba veinte minutos esperando a su compañero. 

"¿Por qué demonios tarda tanto?, la cita fue su idea suya" pensó Kakuzu algo impaciente, no quería admitirlo pero de cierto modo también estaba emocionado por ésta salida. 

-¡Anciano!- se escuchó la voz del inmortal. 

-Que lento eres-dijo el mayor haciendo enojar al menor. 

-¡Callate avaro!- se quejó el jashinista. 

-¿Y bien?, ¿a donde vamos mocoso?-preguntó el moreno cruzando los brazos. 

-Jejejejeje , tu solo relajate Kakuzu-chan, esto te va a encantar- de su capa saco una pequeña antorcha, que de inmediato prendió iluminando parte del lugar. 

-Sigueme- pidió el creyente con una gran sonrisa. 

Y así los inmortales se adentraron en el bosque, Hidan iba adelante guiando el camino, mientras que su compañeros lo examinaba de arriba a bajo, dándose cuenta de que el menor no portaba su pesada guadaña. 

"¿Qué estara tramando este mocoso?" pensó el moreno tratando de decifrar las intenciones del creyente. 

Luego de un rato, los renegados habían llegado a una pequeña montaña, la cual tenía unas escaleras de madera algo deterioradas. 

-Tenemos que subir- informo el menor colocando su pie en el primer escalón.  

Kakuzu lo miro dudoso, pero decidió seguirle el juego, después de todo era una "cita". 

En la cima de aquel lugar el moreno se dio cuenta de que había un terreno plano, lleno de pasto y lindas flores. 

-¡Anciano, ven rápido!- gritó Hidan haciendo una señal con su mano para que se acercara. 

Cuando Kakuzu quedó enfrente de Hidan, este agacho un poco la cabeza para apagar el fuego. 

Por un momento todo fue oscuridad, pero poco a poco el lugar se empezó a iluminar, gracias a las brillantes estrellas que decoraban el cielo esa noche. 

El escenario era magnífico, todo alrdedor combinaba a la perfección. 

-Es increíble- dijo el castaño formando una pequeña sonrisa en su rostro. 

Hidan sujeto la mano del mayor y con cuidado lo sentó en el pasto. 

-Que bueno que te gusto-hablo el menor sin soltar la mano del moreno. 

-Me sorprende que alguien como tú, conozca un lugar así, ¿a quien le pediste ayuda?-pregunto Kakuzu de forma burlona. 

-Ci-Cierra la boca anciano de mierda- tartamudeo Hidan avergonzado. 

El castaño se sentía feliz, nunca imaginó que ese chico tan brusco le prepararía una sorpresa como esa. 

Nunca antes alguien lo había tratado de esa forma. 

-Hidan, ¿por qué te gustó?-preguntó Kakuzu apretando la mano del religioso. 

El fanático quería responderle pero los nervios se apoderaron de su cuerpo. 

-Solo no lo entiendo, siempre estamos peleando, discutimos por cualquier cosa, no tenemos nada en común, además también esta la diferencia de edad- señaló el moreno. 

Hidan fruncio el ceño, molesto por tantas tonterías.

-¿¡Y ESO QUE IMPORTA!?, ¿¡EN SERIO TE PREOCUPAN TODAS ESAS RIDICULECES!?, ME DA IGUAL TU EDAD O QUE SEAS HOMBRE, SOLO SE QUE DESDE EL MOMENTO QUE NOS CONOCIMOS QUISE PASAR EL RESTO DE LA ETERNIDAD CONTIGO- gritó el menor con todas sus fuerzas.  

Kakuzu retrocedió un poco de la impresión, pero ahora todo tenía sentido, si ese fanático era capaz de darle una respuesta así de honesta y torpe, tal vez si era la persona que había estado esperando todos estos años. 

-Sabes mocoso, yo también tengo algo para ti, pero necesito que cierres los ojos-dijo el castaño de forma tranquila. 

Hidan se extraño por ese comentario pero de igual forma cumplió la petición del más alto. 

Kakuzu retiró su máscara dejandola en el suelo, tomo con ambas manos el rostro del menor, dándole un tierno beso. 

El creyente le correspondió rodeando la espalda del moreno con sus brazos, son el fin de profundizar aquella muestra de cariño. 

Con calma el mayor rompio el beso, observando el rostro de aquel chico. 

-Creo que es una noche perfecta- dijo Kakuzu con una sonrisa, contagiando al religioso. 

"No puedo creer que me gusta este idiota"

Quedan 6 capítulos para el final nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤ espero les este gustando la historia.