-No, no puedo morir aquí- susurraba un joven ninja de cabello castaño, piel morena y ojos color esmeralda. 

Este caminaba con mucha dificultad, cada paso parecía un cruel castigo. 

"¡Ese maldito Hashirama! ¡Esto no se quedará así, juro que te mataré!" pensó con mucha ira el ninja de la cascada. 

Tras varias horas de camino el chico podía sentir como sus heridas se abrían, dejando escapar grandes cantidades de sangre. 

-Mi-Mierda- soltó el castaño tratando de apresurar el paso, pero una de sus piernas perdió fuerza haciéndolo caer al suelo.

Quiso levantarse pero era inútil, su cuerpo ya no respondía, ni siquiera era capaz de gritar por un poco de ayuda. 

Antes de desmayarse pudo distinguir que a lo lejos un grupo de personas se acercaban corriendo hacía él. 

Regresó este hermoso proyectó nwn ❤⭐ ❤⭐ Van a llorar aún más jajajaja