El tiempo pasó, los renegados ya ni siquiera sabían cuánto llevaban encerrados en ese lugar, y por raro que fuera, los tratos hacia ellos no eran desagradables, les proporcionaban buena comida y sus nuevas habitaciones eran cómodas.

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Deidara y Hidan seguían atados, pero ahora en unas amplias camas. 

-¿Cómo se encuentran el día de hoy las dulzuras?- dijo Shizuko entrando a la habitación. 

-No entiendo ni una mierda de lo que pasa aquí- dijo el jashinista mirando con odio a la chica.

-¿Qué no se supone que nos ibas a disciplinar?, hm- el artista también estaba confundido por la amabilidad de todos. 

-Oh sí, cuando anuncié que tenía dos lindos omegas, tuve tantos clientes, que me exigieron buenas condiciones, deben de estar presentables para la subasta- explicó la alfa levantando un dedo.

-¿¡SUBASTA?!- gritaron los renegados, tratando de levantarse, pero eso solo hizo que el fanático callera al suelo y el rubio se golpeara contra el pared. 

-Tranquilos mis niños, puede que les toquen buenos amos, la mayoría son asquerosamente ricos- 

-¡MUERETE, MALDITA HIJA DE PUTA!- luego de ese insulto Hidan se acercó lo suficiente para morder con fuerza la pierna de aquella mujer hasta hacerla sangrar.

-¡Eso duele, maldito idiota!- se quejó Shizuko apartándose del creyente. 

El religioso sonrió un poco al ver que provocó a esa arrogante alfa. 

-No pudo creer que a Kakuzu le guste un salvaje como tú- soltó la chica en voz baja, pero el religioso la escuchó. 

-¿Cómo conoces al anciano?- preguntó el fanático, sintiendo un poco de celos. 

Aquella mujer que desprendía un aura asesina lo miró por encima de su hombro antes de salir del cuarto.

-Eso no es de tu incumbencia- dijo Shizuko cerrando la puerta con fuerza. 

Hidan se sentó para escupir la sangre de esa odiosa mujer, maldecía no poder usar sus extremidades, de lo contrario ya hubiera preparado su ritual. 

-Parece que a ella le gusta Kakuzu, hm- señaló el rubio, que aún se encontraba sobre la cama.

-¿Y eso que importa?- 

-Tu competencia es dura, ella es igual de avara y para colmo es un alfa, hm- 

-¡En lugar de preocuparte por mi vida amorosa, piensa en cómo salir de aquí antes de que nos vendan a unos malditos perros pervertidos!- gritó Hidan arrastrándose hasta quedar al lado de la cama del rubio. 

-No tengo mi arcilla, tú no tienes tus armas, y con estas estúpidas y pesadas cadenas no podemos movernos mucho, nuestra única oportunidad es que los chicos lleguen, hm- dijo el artista acostándose en la cama para mirar de cerca a su amigo. 

-¿Y si ellos no llegan?- preguntó el creyente mirándolo directo a los ojos. 

-No lo sé, hm- dijo Deidara agachando la mirada, pues era una posibilidad.

Con esa respuesta Hidan cerró los ojos, temiendo lo peor. 

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Los dos omegas siguieron la rutina, hasta que ese horrible día llegó. 

Shizuko se adentró en la habitación con unas bolsas en sus manos. 

-¡Despierten mis lindos chicos, hoy serán las estrellas de mi show!- gritó la alfa, sacándole un escalofrío a los menores. 

"Creo que nadie vendrá" pensó Hidan, apretando los dientes. 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨ esperó les guste.