En la guarida de Akatsuki, un rubio se encontraba en su cama, sintiendose inquieto por la conversación que tuvo con el religioso.

"No puedes quedarte con los dos" 

Recordó el rubio sonriendo un poco, era obvio que ese no era su plan, pero ahora que lo pensaba, su indecisión lo hacía ver de ese modo, como si estuviera jugando con los dos. 

"Tengo que hablar con Danna" pensó el omega mientras se ponía de pie para ir a la habitación de su superior.

Al estar enfrente de aquella puerta, el artista respiró hondo y tocó con calma.

-Pasa- se escuchó la voz del pelirrojo. 

Deidara entró viendo a su maestro en el suelo reparando una de sus marionetas.

-¿Qué quieres mocoso?- preguntó el mayor sin dejar de hacer su labor. 

-N-Necesito hablar contigo Danna, hm- dijo el rubio conteniendo sus nervios. 

-Claro, dime- Sasori no notó que su estudiante estaba por estallar de tantas emociones. 

El chico de ojos azules estaba acostumbrado a la indiferencia de su maestro, pero esta vez haría que le prestara atención. 

-Sasori no Danna, ¿que somos nosotros?, hm- preguntó Deidara apretando los puños y mirando con firmeza al marionetista. 

El mayor al oír eso no tuvo ningún tipo de expresión de sorpresa o asombro, solo sonrió un poco para por fin mirar al chico que tenía enfrente de él. 

-Supongo que hablas de nosotros como pareja, ¿no?- el pelirrojo estaba muy tranquilo, tanto que provocaba la ira del rubio. 

-Si asi es, hm- ahora el tono del menor había cambiado, ya no temblaba su voz. 

Ambos se quedaron en silencio sin decir nada, pero las miradas en ellos eran muy expresivas. 

-Deidara yo siento mucho aprecio hacia ti, con los años me empezó a agradar tu compañía y no me perdonaría si algo te llegara a pasar, pero- 

-¿Pero?- ya estaba teniendo un mal presentimiento.

-Yo no siento ese tipo de amor por ti, no creo que exista un destinado para todos y no busco uno- se sinceró el marionetista. 

Por otro lado el estómago del menor se revolvió por tal respuesta, ahora entendía porque todos estos años jamás se sintió completo al lado de su maestro. 

-Yo-Yo lo entiendo Danna, gracias por ser honesto conmigo, hm- sonrió el omega tratando de ocultar su tristeza. 

-Mocoso enserio lo siento- ahora el alfa lo miraba con pena. 

-No se preocupe jeje, creo que ire por un poco de agua, nos vemos Danna, hm- y de forma rápida el artista salió del cuarto, para caminar por el largo pasillo. 

**************** 

El rubio caminó apresurado a su habitación, ya que sentía que las lágrimas saldrían en cualquier momento. 

-¿Eh?, sempai, ¿es usted?- se escuchó detrás de él una voz muy chillona. 

Deidara detuvo sus pasos para ver al enmascarado. 

-¡Deidara sempai adivine, tobi fue a un pueblo cercano y le compró sus dulces favoritos!- gritó el buen chico extendiendo una bolsa. 

Con calma el artista se dio la vuelta para ver el contenido de aquella bolsa y era cierto, en su interior habían varias golosinas. 

El rubio tomó su regalo para después abrazar con fuerza a su compañero. 

-¡S-S-S-Sempai! ¿¡qué pasa!?- el enmascarado se alteró por tal muestra de afecto.

-Por favor, quédate así- susurro el omega ocultando su rostro en el pecho del alfa. 

Tobi dejó de hacer escándalo para mirar al rubio y notó que este temblaba como si estuviera llorando, ante eso el buen chico correspondió el abrazó ,acariciándole la espalda. 

-Todo estará bien sempai, Tobi siempre estará para ayudar a Deidara-sempai- lo reconfortó el mayor. 

-To-Tobi, ¿y-yo te gusto?,hm- preguntó el artista temiendo otro rechazo. 

-¡Tu me encantas sempai!, ¡tobi piensa que eres genial!- respondió con alegría el alfa. 

Deidara no puedo evitar sonreír por esa respuesta, incluso las lágrimas por un momento pararon al sentir el aroma del más alto. 

-Eres un idiota Tobi, hm- 

-Si pero soy tu idiota sempai- le respondio el buen chico apretando mas el abrazo. 

"Hidan, creo que ya hice mi elección" pensó el rubio dejándose llevar por el momento. 

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