Hidan, que fue el primero en recuperarse de aquel estresante frío, acercó las bebidas calientes a sus amigos, en un intento de que también se pudieran reponer. 

El jashinista tenía una cara llena de preocupación, pues el tono de piel de sus camaradas seguía casi igual, si no los hacia entrar en calor pronto podría ser fatal. 

Por un segundo se le ocurrió volver a fusionarse con los menores pero entonces recordó lo inestable que era Hidemi, que más que ayudarlos podría terminar en llevarse a los 3 a la tumba. 

Y justo cuando estaba a nada de dejarse guiar por su desesperación, el lobo entró a la sala, mostrando su forma animal y en el cuello colgaban aquella maldita joya que los había metido en semejante problema. 

-¿Cómo siguen, pequeños?- preguntó la bestia manteniendo su distancia. 

-Estan muy fríos- soltó Hidan, sintiendo una gran impotencia por no saber cómo ayudar a los chicos. 

-Entiendo- el mayor caminó hasta quedar al lado de los jóvenes, y de un momento a otro el animal cambió su tamaño de modo que envolvió a los ninjas con su cuerpo, haciendo que quedarán recargados en el amplio pelaje oscuro. 

El religioso estaba a nada de apuñalarlo, y antes de que pudiera sacar un arma, el calor del lobito comenzó a relajar a los menores. 

Las mejillas de Itachi y Deidara recuperaron su color, aliviando al creyente que no dudó en darles un fuerte abrazo. 

-Gracias, Jashin-sama- murmuró Hidan, sacándoles una sonrisa a los menores. 

-Tranquilo, ya estamos bien- dijo Itachi correspondiendo esa sincera muestra de afecto. 

-No llores tarado, la comadreja y yo somos más fuertes de lo que crees, hm- Deidara le dio unas palmaditas al fanático a modo de consuelo. 

Ren, que había sido testigo de esa escena tan pura y conmovedora, comenzó a mover su cola demostrando que él también se sentía feliz. 

“Estos niños son de verdad especiales” pensó el lobo dejando caer su barbilla al suelo, dejando que esos jóvenes siguieran apoderándose de su calor. 

************************************ 

Habían pasado tres días desde su encierro, y los chicos seguían siendo distantes con su anfitrión. 

Fuera de sus compañeros de Akatsuki los menores no habían interactuado con otro ser humano, animal o cosa. Pain era muy severo en eso de entablar vínculos fuera de la organización, por lo que les era confuso cómo debían llevarse con aquel ser tan misterioso. 

El Rey que deseaba que los chicos se sintieran como en casa, les prepara todos los días platillos deliciosos, les otorgó la habitación más amplia, incluso vagaba por el castillo en su forma animal. 

A pesar de sus buenas intenciones, los chicos problemáticos seguían rechazando la generosidad del anfitrión, pues ellos no creían que existía la bondad sin una condición de por medio. 

No fue hasta el quinto día, que Ren se acercó al artista de forma sutil, acostándose a su lado como si fuera un cachorro. No esperaba una interacción, y aún así el rubio lo sorprendió con unas cuantas caricias, que recibió con mucho gusto. 

En el octavo día, Itachi encontró la biblioteca privada del lobo, y a pesar de que moría por leer esos libros tan antiguos, su vista se había deteriorado demasiado como para distinguir las letras. Ren notó el malestar en sus ojos, buscó entre los muebles unas viejas gafas que le habían pertenecido a su padre, y sin dudarlo se las obsequió al Uchiha. Como agradecimiento el chico le acarició el mentón.  

En el doceavo día, Hidan decidió rezarle a su Dios, haciendo un círculo de sangre en el suelo para después atravesarse el corazón con una de sus estacas. Actuación que fue presenciada por el Rey, que de golpe cayo al suelo inconsciente pensando que el jashinista se había suicidado. El ruido de Ren cayendo de golpe al suelo hizo que el menor lo auxiliara, dejándolo dormir sobre su regazo. 

Digamos que toda esta serie de extravagantes acontecimientos logró acercalos de modo que ninguno imaginó. 

**********************************

Una tarde mientras los chicos veían como caía la nieve por la ventana, Ren decidió volver a tocar su instrumento pero esta vez emitiendo un ritmo diferente, que provocó que los chicos se pusieran a bailar. 

Estaban tan sumergidos en la música, que no se percataron que aquella extraña luz se estaba volviendo a apoderar de ellos. Y en un abrir y cerrar de ojos, Hidemi había vuelto. 

Ren se quedó en shock por lo que tenía a escasos metros de él, no sabía qué hacer, incluso había dejado de respirar. 

Por otra parte la fusión de los chicos de desvaneció, ya que los tres se encontraban avergonzados de sus acciones. 

-¿¡Qué fue eso!?- preguntó Ren con los ojos brillosos de la emoción. 

-¡OLVIDA LO QUE VISTE!- pidieron los menores apenados de que alguien los viera en ese estado. 

-¡Ni loco!, ¡jamás en mis 150 años había presenciado tal belleza, por favor, vuelvanlo a hacer!- suplicó el mayor casi de rodillas. 

Los jóvenes se quedaron en blanco por lo que les había soltado aquel loco. 

-¿De verdad tienes esa edad?, ¿O solo nos estás tomando el pelo?- Hidan no podía creer tal cosa, aunque luego recordó que Kakuzu también era una especie de ser antiguo. 

-Digamos que envejezco con lentitud- contestó Ren mientras le guiñaba un ojo. 

-Aléjate de nosotros, maldito fenómeno, hm- el rubio aventó al lobito de forma cómica, ya había confianza como para hacer esa clase de bromas. 

**********************************

Una noche, Itachi notó que la nieve había parado, aunque todavía el clima se sentía bastante frío. Junto con sus amigos buscaron a Ren para preguntarle si ya casi era momento de irse, pero entonces vieron que el Rey iba a la parte trasera del castillo. 

Con mucho cuidado lo siguieron, solo para ver cómo éste abría una enorme puerta de hierro. Y del otro lado los esperaba un gran estanque que ahora estaba congelado, al igual que su vegetación. 

El mayor agitó sus extrañas botas, dejando salir de estas un parte cuchillas, que le permitieron desplazarse por el hielo. 

Ren danzaba en aquella superficie helada, formando varias formas con sus pies. Cada movimiento de su cuerpo era tan elegante, tan delicado, tan hipnotizante. 

A los pocos segundos el guardián se percató que tenía espectadores y claro, los invito a bailar con él. 

De los tres, solo Hidan de animó a ponerse ese extraño calzado para ir al lado de su anfitrión. Y como era de esperarse, el platinado demostró una gran destreza en el patinaje. 

Desde la orilla sus camaradas le aplaudían y lo elogiaban. 

Entonces el mayor tuvo una idea loca, con una mano toma la cintura de Hidan y con la otra se encargó de que se entrelazaran sus dedos. Ahora ambos bailaban una especie de vals que logró provocar las burlas de los menores. 

El fanático al principio de apeno bastante pero ahora se divertía con las ocurrencias del lobo. 

Como acto final, Ren alzó a Hidan mientras le daba varias vueltas, sacándole unas fuertes carcajadas. 

Deidara estaba a nada de lanzar otro comentario cuando esa extraña luz familiar le cerró la boca. 

-No puede ser- susurró Itachi percatandose de que ese par estaba a nada de fusionarse. 

Afortunadamente Hidan logró reaccionar, liberándose de forma brusca de los brazos del más alto. Su forcejeo fue tan desesperado que por accidente pateó la cara de Ren, haciendo que la cuchilla le cortada parte de la mejilla. 

El guardián cayó de espaldas con varios hilos de sangre recorriendo su rostro. 

Aquí les dejo el capitulo nwn ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️ espero les guste.