Aprovechando que el día estaba por terminar, Hidemi decidió explorar el mundo ninja. Usando sus nuevas alas, se elevó lo más alto que pudo, asombrado por la belleza que percibían sus ojos.

Pasó entre las nubes, sintiendo como las pequeñas gotas de agua se pegaban sobre su rostro provocando una agradable sensación.

"Esto es increíble" pensó el chico mientras baja un poco hasta llegar a un enorme árbol, dónde decidió tomar asiento.

Ya que no tenía mucho de existencia decidió explorarse así mismo. Sus palmas tenían aquellas peculiares bocas del artista, lo que indicaba que todavía podía generar explosivos. Vio que en cada una de sus uñas tenía un color de esmalte diferente, cosa que le provocó risa, pues era lógico, ya que estaba hecho de tres personas diferentes. A pesar de que aquella cueva se había quemado al momento de salir, ahora ya no tenía ni una marca, lo que le decía que también tenía los poderes regenerativos del jashinista.

El renegado quiso pararse, pero entonces un mareo lo hizo volver a su lugar, parecía inestable, uno de los involucrados ya no estaba dispuesto a seguir con la conexión.

Desesperado por no querer desaparecer, decidió sujetarse con fuerza para luego recargarse sobre el tronco.

-Permanezcan juntos, todavía no puedo retirarme, tengo mucho que demostrarles, sus técnicas y habilidades están en buenas manos-

Pero eso no era suficiente, su cuerpo comenzaba a dar signos de que estaba a nada de fragmentarse.

-Itachi, ¿acaso no te encanta esta inmortalidad?, después de tanto tiempo tu cuerpo está sano, debes de sentirte aliviado, dime Hidan, ¿la habilidad de volar no es impresionante?, eres libre de ir donde te plazca, y Deidara, ¿no son maravillosos estos ojos benditos?, por fin tienes el sharingan bajo tu control, es mejor que no lo desperdicies-

Y en un instante, Hidemi había recuperado el control total.

-Que chicos tan lindos- susurró la fusión activando el sharingan para después dejarse caer desde aquella altura.

En el camino por el bosque, el renegado práctico sus técnicas con la guadaña, destrozando todo lo que había a su paso. Incluso busco arcilla para fabricar las explosiones del rubio, acabando con una gran parte del terreno que logró recorrer, y en su paso dejando quemada la vegetación y arrebatandoles la vida a cualquier ser que hubiera estado en su camino.

Cuando la noche llegó, buscó una agradable cueva, donde usó sus alas para cubrirse del frío y gracias a las habilidades que poseía por parte del Uchiha logró hacer una agradable fogata.

-Buenas noches criminales, mañana buscaremos con qué divertirnos- susurró Hidemi antes de caer dormido.

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A la mañana siguiente, el menor se despertó agradecido de seguir en una sola pieza.

-Otro gran día- comenzó a volar con el propósito de buscar a un nuevo oponente, pero en lugar de eso, vio como tres hombres con capas negras y nubes rojas corrían a toda velocidad.

Hidemi se ruborizó un poco al reconocer a los sujetos.

Se emocionó tanto por su presencia, que decidió aterrizar para darles una sorpresa.

Kakuzu, Kisame y Sasori detuvieron sus pasos al percatarse de que arriba de ellos levitaba alguien.

-¿Cómo están chicos?, ¿acaso nos estaban buscando?- saludo la fusión con una gran sonrisa.

Y en lugar de recibir un gesto amable, fue sujetado y envuelto por los hilos del moreno.

-¿¡Ha!?, ¿¡pero qué demonios es esto!?- gritó Hidemi.

Pero todo empeoró cuándo vio que el pelirrojo preparaba los lanzallamas de sus manos y el espadachín hacía sellos para una de sus técnicas de agua.

Enojado por el comportamiento de los mayores, el menor decidió activar sus ojos y con todas sus fuerzas logró romper la trampa de Kakuzu.

-¿¡POR QUÉ DEMONIOS ME ESTÁN ATACANDO!?, ¡DE VERDAD QUE SON UNOS ESTÚPIDOS PAGANOS DE MIERDA!-

Aquel insulto dejó a los presentes quietos, pues solo había una persona en toda la Tierra que utilizaba insultos como ese.

-No puede ser, lo que dijo Zetsu es real- el avaro se llevó una de sus manos a la cara, tratando de calmarse.

-Esos mocosos consiguieron la conexión- dijo el marionetista.

-A pesar de que los veo, no puedo creerlo- comentó Kisame.

El menor al ver que sus compañeros se habían calmado decidió aterrizar, para poder presentarse formalmente.

-Mucho gusto en conocerlos, mi nombre es Hidemi, y soy el vínculo de los chicos problemáticos, espero que nos llevemos bien- hizo una pequeña reverencia esperando alguna aprobación de su existencia, pero al levantar la cabeza se percató de las expresiones de sus superiores.

Los tres parecían estar realmente incómodos, incluso Kisame que era el más relajado y bromista, se notaba inquieto por su presencia.

-Oigan, ¿cuál es el problema?, creí que estarían encantados conmigo, están ante la presencia de un ser único e inigualable - dijo el chico con aires de grandeza.

"Qué charlatán" pensaron los mayores al mismo tiempo.

Sasori se le acercó para sujetarlo del brazo.

-Escucha, es mejor que regresemos a la base, los líderes en verdad quieren verte-

Hidemi frunció levemente el ceño, algo en esas palabras le dió muy mala espina.

-De acuerdo, a puesto que Tobi me dará una mejor bienvenida-

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En la guardia, un pobre enmascarado lloraba a mares tirado directo en el suelo.

-¡Mi sempai, mi hermoso sempai se ha ido!- gritó Tobi a todo pulmón.

La fusión se cruzó de brazos claramente molesto por aquel berrinche, mientras que los líderes lejos de estar molestos parecían encantados con el nuevo chico.

Tras varios minutos de tomar notas, Sasori se dirigió a sus superiores, pero estos solo sonrieron para después retirarse, dejando confundido al experto en venenos.

-Marioneta, ¿debemos preocuparnos?- preguntó Kakuzu.

-Te soy sincero, creo que esto ya se salió de control-

-¿A qué te refieres?, Hidemi parece estar muy bien- señaló Kisame.

-Exacto, ese es el problema, ese chico a pesar de todo, ha estado en total control, ni una vez ha mostrado signos para separarse- dijo el pelirrojo llamando la atención de sus compañeros.

-¿Qué es lo que les está pasando?- el moreno ya se estaba alterando.

-En ciertas conexiones hay riesgos, y parece que frente a nosotros tenemos el mejor ejemplo-

-Pero cuando Kazuki apareció no mencionaste nada de esto- dijo el tiburón.

-Es diferente, Kazuki está hecho de un sentimiento, se formó desde el corazón de los inmortales y llegó a este mundo con el propósito de protegerlos-

El avaro se avergonzó un poco por eso, quiso protestar pero sabía que no era momento.

-Dime Kakuzu, cuando están unidos, ¿son capaces de frenar los deseos de Kazuki?- preguntó Sasori.

-Pues, la mayor parte del tiempo sí, pero algunas veces el chico se las arreglaba para hacer su voluntad y decir cosas sin nuestro permiso- recordó el moreno.

En ese instante Kisame logró comprender de lo que hablaba su amigo.

-Los mocosos perdieron el control-

-Si, aquella fusión fue creada únicamente para el campo de batalla, si lo que dijo Zetsu es verdad, solo vino a este mundo en busca del caos y la destrucción, de algún modo de las arregló para silenciar las voluntades de aquellos chicos dejando únicamente sus deseos e impulsos-

Kakuzu apretó los puños sin poder entender cómo fueron tan irresponsables con eso.

-¿Quieres decir que no se pueden separar?-

-A voluntad ya no, llevan mucho tiempo conectados, y si no los separamos ahora, podrían quedarse de ese modo para siempre- sentenció Sasori.

-Bien, recuperemos a nuestros compañeros- dijo Kisame sujetando a Samehada.

Pero para su desgracia Tobi había escuchado toda la plática, y en un impulso por traer de vuelta al rubio tomó un especie de báculo, y fue directo a la fusión para darle un fuerte golpe en la cabeza.

-¡Tobi al rescate!- gritó el buen chico con su arma en el aire.

Hidemi alzó una ceja y sin ningún tipo de dificultad paró el arma usando únicamente dos dedos.

-¿Qué es lo que estás haciendo?- preguntó el menor sin comprender el juego del buen chico.

-¡Mis sempais dijieron que debes separarte, Tobi vino a ayudar, Tobi recuperar a sus amigos!- dijo el enmascarado tratando de liberarse de aquel agarre.

La expresión de Hidemi se tornó sombría, sus ojos demostraban dolor y mucha ira.

-¡Aléjate de mí!- de una patada mandó a volar al buen chico hasta el otro extremo de la cueva, estrellándose contra la pared rocosa.

Los presentes fruncieron el ceño molestos por tal ataque, ya que sus amigos jamás serían capaces de lastimar de gravedad a Tobi.

Poco a poco Hidemi se giró para encarar a los mayores.

-¿Por qué?, ¿por qué quieren que desaparezca?, ¿cómo es que no pueden ver qué soy la clave para gobernar este mundo?, con mis habilidades juntas soy capaz de eliminar cada una de las naciones-

-Puede que sea cierto, pero hay un detalle en tu contra, eres una fusión inestable- señaló Sasori haciendo hervir la sangre del menor.

-Yo...- susurró el chico mientras una gran cantidad de chakra se formaba a su alrededor.

Los mayores al ver el peligro retrocedieron unos pasos.

-No soy...- Hidemi abrió los ojos mostrando el sharingan.

Y como era de esperarse terminó explotando.

-¡INESTABLEEEEEEEE!- aquel gritó provocó que la estructura temblará, agrietando el piso y las paredes, haciendo que varios pedazos de rocas cayeran desde el techo.

-Todos afuera, si luchamos aquí adentro destruirá toda la base- dijo Kakuzu para ir directo a la salida junto con sus compañeros.

-Ya no voy a permitir que unos vejestorio me digan lo que tengo que hacer, de ahora en adelante, las órdenes las doy yo- Hidemi extendió sus alas, con el propósito de alcanzar a los mayores.

Cuando llegó afuera los tres ninjas lo esperaban con sus mejores técnicas a la vista.

-Me honra que me tomen en serio, así retrasarán un poco su derrota- caminó hacia ellos mientras en sus manos ya estaba moldeando algunas piezas de arcilla.

-Inmortalidad, sharingan y explosiones en una misma persona, esto no será nada fácil- comentó Kisame con una sonrisa incómoda.

Y antes de que la batalla diera inicio, la fuerte voz de Pain se dejó escuchar por todo el lugar.

-¡Hidemi, esto ha ido demasiado lejos, es hora de que pares!-

La fusión miró hacia arriba notando que el líder lo miraba furioso.

-¿Me preguntó qué se sentirá que un Dios se postre ante mis pies?- dijo el menor con un nuevo objetivo en la mente.

-Te aseguro que nunca lo vas a averiguar- el mayor avanzó con rapidez, llegando a la fusión, colocando una de sus manos sobre el pecho del chico.

-¡Shinra tensei!-

Ese golpe directo empujó al menor de tal modo que se golpeó con varios árboles hasta lograr detenerse usando la guadaña de Hidan.

Con mucho dolor y daño, todavía Hidemi era capaz de estar en pie.

-¿Eso es todo lo que tienes, Pain?-

Pero entonces una gran bola de papel cayó directo sobre él, haciendo que finalmente logrará fragmentarse.

Apareciendo inconscientes los chicos problemáticos de Akatsuki.

Aquí les traigo el capítulo nwn ❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨esperó les guste.

P.D: Hidemi tarde o temprano volverá....