Humillados y algo avergonzados, los menores caminaron por el castillo en busca del lobo, debían quitarle la joya y marcharse inmediatamente. 

Y entonces lo vieron, Ren descansaba en su forma animal en la estancia junto a la chimenea, su rostro reflejaba tanta paz, qué les era todavía más difícil acabar con la misión. 

Con calma, el jashinista sacó una de sus estacas decidido a acabar con la vida del anfitrión. 

Pero al estar a escasos centímetros del lobito, sus manos comenzaron a temblar dejando caer el arma sobre el suelo, ya que después de todo lo que había pasado, simplemente no podía traicionar a ese ser que lo había considerado su familia. 

-¡Maldición, estúpido perro sarnoso!- se quejó el jashinista sin poder creer el poder que tenía Ren sobre su congelado y muerto corazón. 

Deidara giró los ojos para crear varias arañas de arcilla que escalaron sobre el pelaje del licántropo. 

Solo una palabra, y ese lobo volaría en mil pedazos, pero antes de que pudiera pronunciar cualquier cosa, el lobito se giró mostrando de panza, acción que le causó tanta ternura al artista que en un segundo retiró sus creaciones. 

-No puedo matarlo, es demasiado bueno, hm- admitió el rubio llevándose ambas manos al rostro. 

Solo quedaba Itachi, que tampoco tenía la más mínima intención de hacerle daño a Ren, por lo que decidió solamente robarle la joya, pero al momento de que sus manos se colocaron alrededor del cuello del animal, este abrió los ojos dejando al Uchiha en estado de shock. 

El mayor que no entendía del todo lo que estaba pasando, decidió lamer las extremidades de la comadreja. 

-Me haces cosquillas- dijo Itachi haciéndose a un lado. 

-¿Terminaron de cenar, mis hermosos cachorros?- preguntó el lobo mientras movía su colita. 

Los renegados intercambiaron miradas para después soltar un gran suspiro. 

-Ren, escucha, tenemos que decirte algo importante- comentó el Uchiha haciendo que la emoción del mayor se desvaneciera. 

-¿Qué ocurre?- ahora el animal sonaba preocupado. 

-Verás, nosotros- y antes de que el portador del sharingan pudiera seguir, una presencia obligó a los asesinos a mirar hacia cierto punto del cuarto, se trataba del espía de Akatsuki. 

-Les traigo noticias, resulta que el reino que está en la parte oeste ha causado varios problemas, y los líderes quieren que lo eliminen- habló Zetsu.

-Con toda esa nieve dudó mucho que podamos cruzar- señaló Hidan mientras observaba por una de las ventanas. 

-Veamos cómo se comporta de aquí a mañana, si todo mejora podemos volar en una de mis creación, hm- 

-Ren, ¿cómo es ese reino?- preguntó Itachi llevándose una gran sorpresa, pues su anfitrión se colocó en posición de ataque y sin dudar ni un segundo se le fue encima a la extraña planta hasta atraparlo entre sus colmillos. 

-¡AHHHHHHH!, ¡QUITENMELO, QUITENMELO!- gritaba con desesperación el espía. 

Los jóvenes sin saber qué hacer corrieron a la cocina en donde llenaron varias cubetas con agua helada y así lanzarlas a la cara del lobo. 

Y en efecto, en cuanto su pelaje hizo contacto con el agua, el animal liberó a Zetsu. 

-¡ME LARGO DE AQUÍ!- sentenció la planta para luego hundirse y desaparecer. 

Por otra parte, Ren se sacudía, tratando de secarse. 

-¿¡Se puede saber por qué trataste de comerte a nuestro compañero!?, ¡hm!- exigió saber el rubio. 

-Lo siento, en mi estado animal actuó mucho por instinto, y algo me decía que él era peligroso- contestó el mayor mientras se labia el pelaje. 

-¿Zetsu peligroso?, vaya estupidez- dijo el jashinista alzando una ceja. 

-Como sea, será mejor que vayas a bañarte o de lo contrario te enfermarás- comentó Itachi, notando como se sacudía el cuerpo del lobo debido al frío. 

Ren los miró un momento para luego volver a su buen humor. 

-¿Quieren entrar a la tina con su padre?- 

Esa pregunta enfureció a los menores, tanto así, que no dudaron en patearlo hasta mandarlo a volar al pasillo. 

“¿¡Cómo es posible que le tengamos cariño a este asqueroso loco!?” pensaron al mismo tiempo los renegados. 

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Luego de esa pelea, buscaron a sus compañeros para compartirles el mensaje de Zetsu, cosa que desconcertó a los asesinos, pues no habían escuchado antes de aquel lugar. 

Todos decidieron tomar asiento en la sala para discutir qué se podía hacer y quienes irían.

Deidara fue el primero en ofrecerse, pues sin su arte les sería imposible infiltrarse debido a que estaban en las montañas. 

Itachi fue el segundo en ofrecerse, pues con sus técnicas de fuego se encargaría de reducir todo a cenizas, sin mencionar que era el ideal si se necesitaba sacar alguna información. 

Kakuzu y Kisame estaban por levantar la mano, cuando Hidan se les adelantó, argumentando que si se trataba de liquidar ratas él era el mejor. 

Sasori le dedicó una mala mirada, pues si bien el religioso era bueno en combate, era riesgoso mandarlo ya que en un momento de locura podrían fusionarse y traer de vuelta de Hidemi. 

El marionetista estaba a punto de discutir, cuando de repente Ren interrumpió la junta, solo que ahora estaba en su modo humano. 

-¿Por qué desean eliminar al reino de Haru?, la vegetación es próspera, la fauna es diversa y son grandes exportadores de materia prima- 

-Porque son órdenes de Pain, no podemos hacer nada al respecto- respondió Kisame encogiéndose de hombros. 

-¿Acaso son amigos tuyos?- preguntó el tesorero. 

-Los cuatro reinos somos aliados, aunque no puedo decir que seamos del todo cercanos- contestó Ren avanzando hasta quedar cerca de sus niños. 

-Eso quiere decir que conoces sus puntos débiles- señaló el marionetista. 

El mayor asintió llamando la atención de los presentes. 

-Pero debo advertirles algo, si se atreven a destruir a uno de ellos, los otros los cazaran y no se detendrá hasta que sus cabezas estén servidas en bandejas- 

Esas palabras provocaron las risas entre los renegados, pues no era la primera vez que se metían en problemas de tal magnitud. 

-No te preocupes Ren, podemos con eso, hm- le aseguró el rubio. 

-Si, no tienes nada que temer sacó de pulgas- comentó Hidan aun con una sonrisa sobre su rostro. 

-En ese caso vengan conmigo, debo de darles algo muy especial- dijo el lobito indicando con su mano para que lo siguieran. 

Los menores de Akatsuki se levantaron para ir detrás del anfitrión. 

Makami los llevó a un cuarto, en donde había un enorme ropero, del cual sacó tres abrigos blancos, pero en la parte trasera de estos se portaba un símbolo de un lobo. 

-Ponganselos, los protegerá del frío, además les va a garantizar que pase lo que pase, no tendrán la culpa de tal destrucción- 

Los hermanos inclinaron la cabeza confundidos, ¿a que se refería Ren con eso?, ¿qué significaban sus palabras?. 

Al pasar unos cuantos segundos los chicos se despejaron de sus capas, para ponerse el regalo del lobo. 

Al verlos vestidos asi, el mayor sonrió para después darles un fuerte abrazo. 

“No deben preocuparse de nada mis pequeños cachorros, papá se hará responsable por sus travesuras”. 

Aquí les dejo el capitulo nwn ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️ espero les guste.