Kazuki y Deidara caminaban en silencio, algo afectados por el fuerte golpe que les había proporcionado el artista de cabello rojo. 

Ambos chicos sostenían con fuerza sus cabezas, presintiendo que en cualquier momento aparecería un bulto por la hinchazón. 

-Estupido muñeco barato- susurró Kazuki sin entender como aquella marioneta tenía una protección tan letal. 

El rubio estaba por quejarse cuando otra duda llegó a su mente. 

-Ahora que lo pienso, ¿también eres religioso o prefieres el dinero?, hm- 

El mayor al oír eso, decidió meditar unos segundos antes de darle una respuesta. 

-Digamos que depende mucho de la situación- contestó Kazuki dejando al chico de las explosiones de verdad confundido. 

-Eso no tiene sentido, debes de tener inclinación por alguno, hm- 

Pero en vez de molestarse por las insistentes palabras del rubio, la fusión solo le sonrío, para después picarle de forma infantil la punta de la nariz. 

-Algun día lograrás entenderlo, estúpido mocoso- y con eso Kazuki aceleró el paso colocándose al lado de Sasori.

Deidara contempló a lo lejos la presencia de aquel ser, que desde su aparición sólo había logrado confundirlo y enfadarlo. 

"Que tipo tan extraño" pensó el rubio tratando de alcanzar a sus mayores. 

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Al caer la noche, el marionetista decidió que era hora de tomar un descanso, después de todo, sus compañeros necesitaban protegerse del clima y también debían recuperar algo de energía.

Al momento que Kazuki se dejó caer de espaldas sobre el pasto, quedó profundamente dormido, cosa que fastidio al artista de ojos azules, pues ahora él sería el encargado de encender la fogata. 

De mala gana, el joven rubio atravesó la vegetación en busca de madera, consiguiendo algunas cuantas ramas secas, que solo les darían calor por algunas horas. 

Una vez que las llamas se formaron, el ex ninja de la arena abandonó su pesada marioneta para así poder tomar asiento al lado del menor. 

Durante un rato reinó el silencio, cosa que comenzó a poner incómodo al pelirrojo ya que eso no era algo normal en su escandaloso estudiante. 

Con calma el mayor decidió girarse hacia el rubio llevándose una gran sorpresa. Deidara observaba de manera fija a Kazuki, casi como si quisiera hacerlo explotar usando sus muy llamativos ojos. 

-¿Qué demonios te pasa?- preguntó Sasori mientras le daba un zape a su discípulo. 

El joven soltó un grito de dolor, ya que era la segunda vez que le lastimaban la cabeza. 

-Eso solo que, todo este asunto de Kazuki es de verdad molesto, hm- 

-Necesito más información, sigo sin entender tu enojo- 

Y así como así, el chico explotó. 

-¡SU EXISTENCIA NO TIENE NINGÚN PUTO SENTIDO, SE SUPONE QUE LA CONEXIÓN SOLO LA PUEDEN LOGRAR AQUELLOS SERES COMPATIBLES, QUE MUESTREN UN EQUILIBRIO ENTRE SUS FUERZAS, CHAKRAS Y SENTIMIENTOS!-

Sasori frunció levemente el ceño ante el alboroto del chico.

-¿Cuál es tu punto?- 

-¡POR FAVOR, POR AÑOS HEMOS VISTO COMO ESE PAR DE ZOMBIES SE HAN TRATADO DE LASTIMAR DE MIL FORMAS DISTINTAS, DEMOSTRABAN UNA NULA TOLERANCIA HACIA LOS INTERESES DEL OTRO!, ¿¡Y AHORA RESULTA QUE SON LO BASTANTE EQUILIBRADOS Y MADUROS PARA CREAR ESE TIPO!?, ¡PARECE UNA TERRIBLE BROMA!- 

Luego de sacar a la luz todas sus inconformidades, Sasori le dedicó al menor una mirada llena de desaprobación.

-Vaya, esto sí que es interesante, hasta un revoltoso cómo tú es capaz de sentir celos enfermizos- 

Las palabras del marionetista quebraron por completo al ninja de la arcilla, fue tanto el shock que su cuerpo se quedó paralizado. 

-Escucha bien Deidara, en primer lugar, deja de asumir que lo sabes todo, esos inmortales podrán ser unos locos cuando están ante nosotros, pero tú no sabes todo lo que han vivido como compañeros, si pudieron lograr algo tan complejo como la fusión, significa que en serio hay algo más en ellos que solo odio- 

El semblante firme del pelirrojo hizo que el menor se encogiera en su lugar.

-Y en segundo lugar, las ideologías nunca han logrado separar del todo a las personas, si bien Hidan y Kakuzu son dos seres muy distintos, eso no significa que en el fondo no sientan respeto uno por el otro- 

Deidara agachó un poco la mirada, avergonzado de su metida de pata, tal vez Kazuki tenía razón, él no era capaz de comprender ni un poco la fusión. 

Sasori al notar el arrepentimiento en la cara del chico, decidió colocar su mano sobre el hombro de su pupilo. 

-Oye, no dejes que una mala experiencia nuble tu juicio, por las circunstancias Hidemi no tuvo otra opción más que ser un arma, pero eso no significa que no pueda cambiar, en el futuro trata de darle otra oportunidad, verás que todas las fusiones pueden llegar a tener un balance siempre y cuando estés con la gente correcta- dijo el pelirrojo dedicándole una cálida sonrisa que conmovió al joven de los ojos azules. 

-Gracias, Sasori no Danna, hm- respondió Deidara dedicándole el mismo gesto, aunque ese mágico momento no duró mucho, ya que los fuertes ronquidos de Kazuki se apoderaron de la situación.

El mayor soltó una risita mientras que el rubio apretaba su puño con fuerza.

"Este cabrón" pensó el chico de las explosiones tratando de no romperle la cara a su amigo.

Poco a poco el fuego se fue debilitando, dejando a la vista un hermoso cielo estrellado, que no tardó en ser admirado por el dúo artístico. 

Ambos contemplaban aquellas lejanas luces, sin imaginar que serían testigos de una magnífica lluvia de estrellas. 

-¡Ohhhhhhhhh!- dijo Deidara emocionado.

-Sabes, ahora que lo pienso bien, se parecen a nuestro arte, de alguna forma su existencia siempre será eterna pero a veces nos darán espectáculos fugaces, que sólo seremos capaces de apreciar en el momento- señaló Sasori ganándose por completo la atención del rubio. 

El menor observó detenidamente a su maestro, comprendiendo porque desde hace mucho tiempo había querido unirse con él. 

"Sasori no Danna, es el único que me ha hecho sentir comprendido y aceptado" 

De forma impulsiva, Deidara tomó la mano de superior. Aquella extremidad tan fría y sin vida, logró proporcionarle de algún modo una gran seguridad y valentía. 

"Por fin lo entiendo" pensó el menor antes de que ambos comenzarán a brillar, para luego desaparecer junto con las últimas chispas de la fogata. 

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La luz fue tan resplandeciente y abrumadora, que obligó a Kazuki a despertarse. 

Con cuidado abrió sus ojos, tratando de encontrar a sus compañeros, pero en vez de eso, vio que a un metro de él se encontraba un ser extraño, que por supuesto asustó al ninja. 

Cómo pudo se puso de pie para luego retroceder unos cuantos pasos. 

-¿¡Quién carajos eres!?- gritó el religioso haciendo una exagerada pose de pelea. 

Gracias a la oscuridad le era difícil distinguir al individuo, pero una vez que las nubes que cubrían la Luna se disiparon, aquel rayo de luz iluminó la zona, dejando a la vista a un chico que se encontraba de rodillas. 

Kazuki caminó hacia él, quedando de piedra al notar su apariencia. 

Se trataba de un chico con cara de angelito, su cabello caía sobre sus hombros, resaltando en la oscuridad ya que estaba teñido de un lindo color anaranjado pero en las puntas reposaba un tono parecido a la sangre, cómo si eso fuera poco, la mitad de su rostro estaba cubierto por un largo fleco, dejando a la vista el ojo derecho, aunque esté desprendía un brillo parecido al oro. 

-No es posible- dijo el más alto, para dejarse caer en frente de este. 

Una gran sonrisa se dibujó sobre el rostro Kazuki, emocionado por aquel nuevo integrante. 

-¿Son ustedes cierto?, los artistas de cuarta- 

Cómo respuesta el más bajo solo asintió. 

-Jajajajaja, es un gusto conocerte, ¿cuál es tu nombre?- dijo Kazuki extendiéndole el puño a modo de saludo. 

El artista dudó un poco, pero al final decidió saludar apropiadamente a su compañero. 

-Yo soy Seito, es un placer, hm- 

Un nuevo personaje entra en la historia 😎✨

Espero les guste mucho el capítulo nwn ❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️