Un gran cambio
Kakuzu que logró salir gracias a los poderes de la menor, se arrastró por la orilla hasta quedar cerca de sus compañeros, entre ellos un religioso que de verdad se veía alterado.
-¿¡TE ENCUENTRAS BIEN!?, ¿¡QUÉ LE PASÓ A MI HERMANA!?- gritó Hidan mientras se colocaba al lado del moreno.
Con algo de dificultad, el avaro se sentó, quitándose de encima su gorro junto con su máscara.
-Le quedaba poca energía, a este paso se congelará si no la sacamos de ese maldito charco- señaló el tacaño.
Fue entonces que los hermanitos del religioso miraron las marcas que les había puesto Yumi, percatandose que en ellos ya no existían, la única que quedaba en visible era la de Kakuzu.
Los chicos problemáticos se arrodillaron ante el tesorero, sosteniendo parte de su pantalón, demostrando que estaban al borde del colapso.
-Se lo suplicamos, salve a nuestra hermana, es el único que puede hacerlo, sigue bajo la protección de su Diosa- dijo Kasumi arrepentida de todas sus acciones.
Como respuesta el mayor sacó varios hilos de su cuerpo, obligando a todos los presentes a retroceder.
-Espero que esto funcione- sin perder el tiempo, Kakuzu mandó a uno de sus monstruos a buscar a la chica.
**********************************
En el fondo del lago, Yumi contemplaba con sus pocas fuerzas las criaturas de cristal que nadaban a su alrededor.
Pero entonces notó como estas se dispersaron asustadas, pues un enorme fenómeno había invadido su espacio.
"¿Qué es eso?" pensó la mujer sin poder distinguir con exactitud aquella cosa que la sujetaba.
Yumi, ya no soportó más, había caído inconsciente, lo que hizo que la bestia de hilos nadara lo más rápido posible, no solo para que la chica no muriera ahogada, sino también porque el cuerpo de ese ser estaba empezando a congelarse.
Cuando dieron con la superficie, Kakuzu estiró ambos brazos para llevar a la chica con sus compañeros, y justo cuando la dejo en el suelo, la marca del moreno se desvaneció.
La bestia comenzó a retorcerse, ya que poco a poco comenzaba a cristalizarse, obligando a su hermos a hundirse, y claro que la muerte de ese ser afecto al avaro, que se tiró nuevamente para sostenerse el pecho con fuerza, pues había perdido uno de sus corazones.
"Maldita sea" pensó Kakuzu para girarse y ver como los renegados trataban de despertar a la chica.
-¡ESTUPIDA SACERDOTISA, NO TE ATREVAS A MORIR!- gritaba el jashinista mientras agitaba el cuerpo de la menor.
Al oír la desesperación en su pareja, el moreno lo hizo a un lado, para proporcionarle a la sacerdotisa respiración de boca a boca.
Una imagen que dejó a más de uno en shock, incluyendo al creyente.
Tras unas tres reanimaciones, Yumi comenzó a escupir el agua que se había atorado en su cuerpo, para posteriormente toser con fuerza, alegrando a todos los presentes.
-¡Onee-san!- gritaron sus hermanitos dándole un fuerte abrazo.
Hidan también decidió unirse a la celebración, dándole un beso en la cabeza a la chica demostrando lo aliviado que estaba.
Los mercenarios sonrieron por aquel escenario, de verdad que esos 4 tenían una relación especial.
Aunque la alegría duró poco, ya que algo le estaba pasando a Yumi.
Al jashinista se le borró su clara expresión de felicidad al notar que aquella mujer estaba teniendo un gran cambio físico. Aquella cabellera que era como la noche ahora era de un tono rosa, esos ojos iguales al Sol se volvieron grises, las uñas de sus manos y pies se pintaron de azul, sin mencionar que su piel ya no tenía el tono de la nieve, sino de la Luna.
Kasumi que seguía recargada sobre la mayor, sujetó el cabello de su hermana notando que ahora era ondulado y no lacio, cosa que hizo que de inmediato se quitará en pánico.
-No puede ser- susurró la chica.
Masaru sin entender el repentino susto miró a Yumi para soltar un grito agudo y correr hasta donde estaba el grupo de ninjas.
-Esto es malo, es muy malo- dijo el chico tapándose las orejas.
La sacerdotisa que ya se había recuperado por completo el sentido miró hacia el frente notando que todos la miraban sorprendidos.
-¿Qué sucede?-
Hidan soltó un gran suspiro, para luego alejarse de ella y colocarse a una distancia prudente.
-No vayas a enloquecer- dijo el creyente mostrándole una sonrisa incómoda.
-¿De qué estás hablando?- al inclinar la cabeza confundida un mechón de pelo cayó sobre su frente dejando a la sacerdotisa quieta.
Hubo un momento de silencio hasta que Yumi se puso de pie para ir directo al lago y ver su reflejo.
La mujer soltó un grito tan fuerte y desgarrador que obligó a los presentes a taparse los oídos.
-¿¡Qué demonios le pasa!?, ¡hm!- exigió saber el artista.
-¡Es complicado de explicar!- contestó Hidan para correr hasta ella, colocándole su uniforme de tal modo que cubriera casi todo su cuerpo.
-¡Onee-san cuenta hasta 10, cuenta hasta 10!- pidió Masaru que ya no soportaba los chirridos.
-¡De nuevo se volvió loca!- gritó Kasumi sintiéndose algo mareada ya que a ella le afectaban más los tonos elevados.
**********************************
Una hora más tarde, entre llanto y varios golpes, los hermanos lograron apaciguar a la sacerdotisa haciendo que esta cayera en un profundo sueño.
Aprovechando que todo volvía a la paz, los ninjas decidieron marcharse de ahí, pero dado que el viento estaba algo fuerte, optaron por refugiarse en una pequeña cueva.
Una vez instalados, prendieron fuego con la intención de descansar unas cuantas horas.
No sin antes interrogar al jashinista, ya que querían comprender porque su hermana había soltado tal berrinche solo por un cambio de look.
Al principio fue complicado, pero la presión del grupo lo hizo confesar todo.
-Verán, ella tenía una madre, que los primeros años de su vida la trató como una maldita princesa, era cálida y la decía constantemente que la adoraba, y como si fuera poco, Yumi había salido con su mismo aspecto-
Hidan hizo una pausa recordando esa parte desagradable de su pasado.
-Pero cuando notó que su niña también tenía poderes increíbles no dudó en entregarla a un grupo de malditos sacerdotes que se encargaron de torturar a mi hermana y tratarla como un maldito animal para experimentos, luego de eso, Yumi empezó a aborrecer su imagen, por lo que cuando logró dominar algo de sus habilidades se creó esa imagen, algo que fuera todo lo contrario al primer amor que conoció-
Itachi que llevaba todo ese rato en silencio decido tomar la palabra.
-Ahora todo está claro, cuando ella se vio en el lago tuvo un ataque de pánico, recordó de golpe todo el sufrimiento que vivió por años hasta que ustedes la encontraron, ¿cierto?-
Hidan asintió tratando de olvidar la imagen de su hermana encadenada en ese frío lugar.
-Algunos padres son una verdadera basura- comentó Kisame.
-Un cerdo que crío hasta que lo mandaron al matadero, ahora entiendo porque se aferró a la primera persona que le mostró amor sin segundas intenciones- dijo Sasori avergonzando al jashinista.
Kakuzu agacho la mirada sintiendo pena por la chica, y a la vez una gran empatía, pues era capaz de comprender su dolor, ya que también había pasado por algo bastante similar.
6 meses sin actualizar este fanfic, vaya que lo tenía abandonado jajaja
Espero les guste el capítulo nwn ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro