Kakuzu estaba en un callejón sin salida, solo tenía dos opciones, o era honesto y le revelaba todo al creyente exponiendo sus extraños sentimientos o se marchaba de ahí sin decir una palabra, lo que provocaría que Hidan escogiera a la sacerdotisa. De cualquier forma estaba más que acabado. 

El jashinista estaba de brazos cruzados esperando la respuesta de su compañero, era extraño ver como los papeles entre ellos se habían intercambiado, ahora Hidan parecía el maduro y el avaro un problemático. 

El moreno apretó los puños, para después abrir la boca. 

-Ella ha estado jugando con nosotros, nos hizo perder mucho tiempo en este tonto proyecto, así que le dije que se quedara con su dinero- 

Aquellas palabras dejaron al chico de los rituales en shock, era la primera vez que su pareja rechazaba efectivo. 

-Dile a tus hermanos que regresen a sus hogares, nosotros tenemos verdaderos asuntos que resolver- Kakuzu estaba por marcharse pero fue detenido por las fuertes manos del inmortal, las cuáles se aferraron a la capa del mayor.

-¡Escúpelo todo imbécil, eso no me aclara ni madres!, ¿¡por qué ya no quieres estar cerca de mi familia!?- 

Con el enojó a tope, el avaro simplemente dejó de reprimir todo. Se giró de forma tosca para luego gritarle en la cara a su compañero.

-¡PORQUE ESA PATÉTICA MOCOSA ESTÁ ENAMORADA DE TI!, ¡Y SOLO PENSAR EN VERTE CERCA DE ELLA HACE QUE ME HIERVA LA SANGRE!- 

Con la respiración agitada, Kakuzu miró con firmeza al jashinista, por desgracia para él, su chico parecía estar en una especie de trance. Tardó unos segundos en recuperar sus sentidos y poco a poco retrocedió hasta chocar con uno de los árboles. 

-¿Qui-Quiere decir que todas sus peleas eran por mi?- preguntó Hidan nervioso. 

El tesoro soltó un gruñido al ver el pánico reflejado en el rostro de su amigo. Había sido un completo idiota, ahora no habría forma de que volvieran a la normalidad, su irá lo orillo a destruir lo poco que había construido al lado de ese jóven.

-Hidan, yo…- pero antes de que pudiera continuar, una fuerte explosión acompañada de varios gritos hizo que los inmortales se pusieran en guardia. 

-¿¡Qué demonios está pasando!?- dijo Hidan para ver cómo en el cielo la enorme silueta de un reptil trataba de atrapar a alguien. 

El dúo zombie se apresuró a llegar al punto de combate, en dónde los hermanos del creyente tenían sus armas listas, mientras que Deidara, Tobi y Sasori parecían divertidos con la pelea. 

-¿Qué ocurre aquí?, ¿a quién está persiguiendo esa lagartija?- preguntó Kakuzu ya que parecía que todos estaban presentes.

-A mi compañero- entre las sombras aparecieron aquellos ojos color sangre, tan fáciles de identificar. 

-¿Comadreja?- dijeron al mismo tiempo los inmortales. 

-Kisame pudo detectar el chakra de todos ustedes a unos cuantos kilómetros, así que decidimos pasar para ver si necesitaban algo y de la nada se apareció esa cosa- señaló itachi con su dedo al enorme animal que se habría pasó entre la vegetación para alcanzar al tiburón. 

Masaru lanzó su látigo a los pies del Uchiha, haciendo que este diera un pequeño salto para evitar el golpe.

-Disculpa, pero esa "COSA" es mi hermano mayor, y tal vez reaccionó de ese modo porque no es normal que los tiburones hablen o tengan extremidades- 

Deidara y Tobi estallaron en carcajadas, dejando a los chicos de Hidan algo confundidos, pues no entendían nada. 

-Lo crean o no, ese sujeto de piel azúl es humano- aclaró el marionetista. 

-¿¡Ehhhhhhhh!?- gritaron Yumi y Masaru. 

-¿De-De verdad lo es?, podría jurar que al tocar su rostro sentía unas branquias- recordó Kasumi. 

Itachi frunció el ceño molesto, de verdad le desagrada que la gente opinara sobre el físico de su pareja. 

Hidan trató de alejar a la comadreja, pero la fuerte voz de Kisame dejó quietos a todos los ninjas. 

-¡Suiton: daibaku suishouha!- una enorme esfera de agua apareció en medio del bosque atrapando a Ryu. 

El espadachín flotaba frente al reptil sin saber en el peligro que se había metido.

-¡No, debe de salir de ahí!- gritaron los hermanos asustando a los chicos de Akatsuki. 

-¡Eso no funcionará, ese dragón puede durar horas sin oxígeno, además su cuerpo libera una temperatura extrema!- dijo la sacerdotisa. 

-¡En unos minutos hervirá tanto el agua, que su amigo quedará como pescado frito!- señaló Masaru asustado.

De forma rápida el artista moldeo un pájaro de arcilla, para después abordarlo, junto con el buen chico. 

-Tobi, ¿ya sabes lo que tienes que hacer?, hm- 

-¡Por supuesto sempai!, ¿haremos "eso" verdad?- 

-¡Exacto, haremos "eso", hm!- La enorme  ave despegó colocándose en la cima de aquella técnica. 

Tobi flexionó las rodillas para luego dar un gran brinco. 

-¡Bala de cañón!- gritó el enmascarado para caer al fondo de la burbuja de agua. 

Kisame al percatarse de la presencia de su amigo sonrió. 

-¿Qué estás haciendo aquí chico?, yo puedo contra este monstruo- comentó el bijuu sin cola. 

Entonces el chico infantil se abrió la capa dejando que varias arañas de arcilla salieran, para dirigirse a diversas partes de aquella esfera. 

"Bien, ya es hora de irnos" pensó Tobi para tomar la mano de Kisame, y así sacarlo antes de la catástrofe. 

Una vez que los chicos de Akatsuki estuvieron fuera del agua, Deidara activó sus pequeñas bombas. 

-¡Katsu!- 

El jutsu fue desechó, al igual que la transformación de Ryu, el daño que provocó el rubio fue suficiente para que esté volviera a su forma humana. 

Hidan junto con sus hermanos salieron corriendo para auxiliarlo, por suerte para el joven reptil, solo había salido con algunos moretones. 

*************************************

Por la mañana, Yumi atendía las nuevas heridas del dragón, mientras que Kasumi y Masaru trataban de pescar en el río más cercano. 

Sasori arreglaba uno de sus brazos, mientras que sus costados descansaban un chico de ojos azules y un tipo enmascarado de dudosa procedencia. 

Kisame, itachi y Hidan platicaba sentados bajo un manzano, el jashinista les relató todo lo que había tenido que vivir al lado de sus hermanos y como ahora los habían contratado para una importante misión. Pero en medio de su historia, giró un poco la cabeza para ver cómo Kakuzu estaba sobre una roca, sosteniendo entre sus manos un deteriorado mapa. 

A pesar de todo el caos que armaron sus chicos, en ningún momento dejó de pensar en las palabras del avaro. Había tantas cosas que quería preguntarle, pero, ¿y si eso los distanciaba aún más?. 

Tras una larga charla, el creyente se despidió de sus compañeros, para ir y tomar asiento al lado del moreno. 

Kakuzu se sobresaltó un poco con la presencia del chico religioso, no esperaba que después de tal confesión volviera a acompañarlo. 

Se quedaron en silencio, sin atreverse a mirarse, la vergüenza que ambos desprendían era demasiado obvia, tanto así, que Sasori se cubrió un poco la boca, conteniendo la risa que le provocaba ese par de zombies. 

-Lamento todos los problemas que te causó la tonta de mi hermana- dijo Hidan tratando de acomodarse mejor en su lugar.

-No eres responsable de sus estupideces- contestó Kakuzu tratando de volver a su lectura.

-Entonces, ¿estabas celoso de Yumi?, ¿por eso querías renunciar a tu recompensa?- preguntó el menor, notando como el avaro apretaba el papel hasta arrugarlo. 

De mala gana, el mayor se tragó su orgullo. 

-Si, ¿tienes algún problema con eso?- 

Hidan sonrió con un leve rubor en sus mejillas.

-No, ninguno- contestó el creyente sin quitar esa expresión tan clara de felicidad que en verdad enfureció al tacaño. 

-Bien- Kakuzu decidió guardar el mapa de nuevo en su capa, no quería destruirlo solo por un impulso. 

Al ver que el semblante de su compañero se había relajado, el fanático se recargo sobre él de forma juguetona. 

-Sabes Kakuzu-chan, si hubieras sido honesto desde el principio, te habrías ahorrado muchos corajes jejeje- 

-¿Eso qué significa?- 

-Que no estoy seguro de lo que tenemos, pero sea lo que sea, me agrada- confesó Hidan. 

Gracias a su gorro y máscara, nadie pudo darse cuenta de que Kakuzu se había sonrojado, a veces olvidaba que su compañero podía ser demasiado honesto y directo.

-¿Puedo pedirte un favor?- preguntó el creyente sin despejarse el mayor.

-¿Qué quieres?- 

-Quiero que sigamos con esta misión, para que yo pueda cumplir mi promesa y tú obtengas el dinero del trato- 

El moreno soltó un suspiro, sintiéndose nuevamente sin escapatoria, cuando se trataba de Hidan, le era imposible hacerse el fuerte.

-De acuerdo, pero más te vale que hables con la mocosa, de otro modo terminaré arrancándole la cabeza- 

-Jajajajaja está bien, cuenta conmigo, anciano de mierda- 

Aquí les traigo el capítulo nwn ✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️ ✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️ espero les guste. ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️❤️✨️