Una vez que se despejó la niebla, Kakuzu pudo ver por completo al chico dragón. 

Tenía una expresión fría y serena, parte de sus mejillas estaban cubiertas por escamas verdes, que resaltaban con su pesada armadura resplandeciente. 

"Parece mayor que Hidan" pensó el moreno al notar las facciones de este. 

Con calma Ryu se llevó la mano a la cabeza para después mirar a todos los presentes. 

-Espero que sea importante, ya que me hicieron regresar a mi forma humana- por su tono de voz se notaba disgustado. 

Kasumi y Masaru sonrieron divertidos, para después abrazar con fuerza al más alto. 

-¡Nos da mucho gusto verte tortuguita!- dijo la ciega tocando la cara de su hermano. 

-¿Cómo has estado víbora?- pregunto el menor sin soltar a su superior. 

El hombre de cabello verde giró sus ojos para después corresponder esa exagerada muestra de afecto. Todo parecía en orden, hasta que su atención se fijó en el tesorero. 

Con cuidado se separó de sus hermanitos, para después colocarse frente a Kakuzu. 

-¿Y usted quién es?- 

Pero antes de que el avaro se pudiera presentar, los escandalosos y entrometidos menores se adelantaron. 

-¡Es el novio de Hidan!- gritaron al mismo tiempo Kasumi y Masaru. 

Eso dejó en shock a la sacerdotisa, mientras que el creyente sentía que los colores se le subían al rostro por la humillación. 

Cuando Hidan se recuperó, les soltó dos golpes a sus hermanos haciendo que ambos cayeran al agua. 

-¡LOS VOY A MATAR, ASQUEROSOS PAGANOS DE MIERDA!- 

Y así los tres comenzaron a pelear en el agua, ignorando las altas temperaturas, que no eran suficientes para matarlos pero sí para irritarles luego la piel. 

Yumi suspiró dispuesta a separar a los tres antes de que se hicieran más daño. 

Kakuzu agitó su cabeza ignorando el escándalo, para presentarse formalmente. 

-Soy compañero de Hidan, ambos trabajamos para la organización Akatsuki, yo me encargo de las finanzas y manejar información en el mercado negro- 

Al escuchar eso Ryu frunció levemente el ceño para después extenderle la mano al mayor. 

-Mucho gusto, soy el hermano mayor de Hidan, me disculpo por todos los problemas que ese chico pudo haberle causado, quitándole su personalidad irritable y su voz chillona, resulta ser una persona bastante tolerable- 

El moreno levantó una ceja para después tomar la mano del menor, sintiendo un calor extraño. 

-Y otra cosa, ¿de verdad no hay nada entre ustedes?- y con eso la temperatura en la palma de Ryu comenzó a subir. 

Kakuzu soltó un quejido por el ardor. 

-Como si a mi me fuera a interesar un mocoso sin cerebro, que con trabajo sabe ser ninja- respondió el mayor. 

Al ver que el chico dragón no tenía intención de soltarlo, endureció su brazo para apretar con fuerza al menor haciendo que este dejara su agarré. 

Lo único que evitó que ambos se atacaran, fueron los escandalosos gritos de los chicos que ahora tenían la piel completamente. 

-¡Esto de verdad arde!- gritó Hidan, haciendo sonreír al moreno.

"Si que es un idiota" pensó Kakuzu divertido olvidando su molestia. 

Ryu se percató del repentino cambio de humor, pero por las circunstancias decidió auxiliar a sus hermanitos. 

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Cuando las cosas se calmaron, el grupo buscó un terreno aceptable dónde tratar las recientes heridas. 

El moreno cosía algunos cortes de su compañero y con unas yerbas que fueron recomendadas por Ryu, hizo una crema casera para aliviar a Hidan. 

-¡AUCH!, ¡CON CUIDADO MALDITO VEJESTORIO!- se quejo el fanático. 

-¿Por qué tengo que hacer esto por ti?, eres un llorón- dijo Kakuzu un poco molesto, sabía que en cualquier momento el cuerpo de su pareja sanaría. 

-¡CIERRA LA BOCA Y SIGUE TALLANDO, MI PIEL DE VERDAD QUEMA!- 

De forma brusca el avaro dejó caer su mano, con la intención de lastimar y molestar al religioso. 

-¡ME LAS VAS A PAGAR DESGRACIADO!- 

Y con eso el moreno soltó una risita divertido por las expresiones del más bajo. 

A la distancia, Yumi se encargaba de sus hermanitos, ambos estaban acostados reposando la medicina. 

-Ese tarado no aguanta ni una simple bromita- dijo Kasumi mientras se volvía a acomodar las vendas de su rostro.

-Aun así valió la pena- comentó Masaru. 

-Ya no contestaron mi pregunta, ¿por qué están aquí hermanos?- volvió a hablar Ryu antes de tomar asiento al lado de estos. 

-Queremos invitarte a presenciar la primavera con nosotros, como una vez lo prometió mamá- explicó la sacerdotisa. 

-Olvidenlo, no abandonaré mi hogar por algo así, ustedes saben que no soporto bien las bajas temperaturas- 

Masaru comenzó a reírse al recordar cómo de niños el chico debía dormir en el interior de la chimenea, cubierto de ceniza y suciedad. 

-Oh vamos hermano, sabemos que tú armadura tiene una capacidad térmica, además, si no vienes te perderás del mejor triángulo amoroso- dijo Kasumi con maldad. 

Eso quitó por completo la expresión serena de Ryu y tensó a Yumi. 

-¿Qué es lo que acabas de decir?- pidió saber el dragón. 

-Lo que escuchaste lagartija, Hidan está siendo perseguido por nuestra hermana y ese hombre alto y amargado- la ciega sonrió al saber que había provocado un nuevo caos. 

Los grises ojos de Ryu se enfocaron en la sacerdotisa haciendo que se pusiera nerviosa. 

-No puedo creer que después de tantos años sigas con esa absurda obsesión- habló el mayor haciendo que Yumi apretara los dientes. 

-No es obsesión, yo de verdad lo quiero, ustedes no saben nada de nuestra unión- 

-Lo único que sé es que Hidan no le pertenece a nadie, deberías dejar de imponer tu voluntad- dijo Ryu. 

-No te queda compórtate como el hermano mayor- dijo la chica haciendo que este se girará. 

-¿Y yo que tengo que ver en todo este plan?- 

-Yumi piensa que estarás de su lado, porque de cierta forma se la debes- señaló Masaru. 

Eso dejó pensando a Ryu, pues luego de todo lo que habían pasado en la infancia, el chico de cabello verde estaba en deuda con la sacerdotisa. 

Ryu tiene 25 años ✨⭐

Aquí les dejo el capítulo nwn❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️ esperó les guste. ❤️✨️❤️✨️❤️✨️