Kasumi se levantó del suelo para ir directo a su deteriorada mesa y tomar una manzana. 

-Lo siento, pero no pienso dejar la comodidad de mi hogar para atravesar medio mundo y alimentar tu extraña fantasía- dijo la menor dándole una mordida a su fruta. 

-Entiendo que te dé miedo, ya que este sitio es a lo que estás acostumbrada pero te prometo que no permitiremos que algo de pase- al terminar de decir eso una afilado cuchillo paso al lado de la sacerdotisa tirándole su flor roja junto con algunos mechones de cabello. 

Yumi tenía muy abiertos los ojos, ya que no se esperaba tal ataque por parte de su hermanita. 

-Deja de tratarme así, aún sin mi vista, soy capaz de acabar con la vida de cualquiera- dijo Kasumi sacando de una sus mangas otro cuchillo que por su color parecía hecho de plata. 

La mayor se puso de pie, tratando de no darle importancia a aquella amenaza. 

-No era mi intención ofenderte- 

-Pues lo hiciste, detesto que ustedes piensen que soy débil y vulnerable- se sincero la chica. 

La religiosa sonrió para luego acercarse y darle un abrazo. 

-De verdad lo lamento, no importa lo peligrosas que seas para mí siempre serás mi pequeña hermanita- 

De mala gana la menor le devolvió el abrazo. 

-Si de verdad necesitas que te acompañe, iré a ese bobo viaje- soltó Kasumi.

-No quiero obligarte- se sincero la mayor. 

-Te debo mucho, tu me criaste y me protegiste en mis peores momentos, supongo que con este favor estaremos a mano, soportar al idiota de Hidan es una verdadera tortura- 

-Por favor, es tu hermano favorito- dijo Yumi haciendo reír a la menor. 

-Es verdad, Hidan me ataca y me insulta como su igual y eso me encanta- dijo Kasumi agradecida con los tratos tan bruscos e impulsivos del creyente, que al crecer la ayudaron a sentirse normal.

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Casi media hora después los inmortales regresaron con varios trozos de madera, los cuales Kakuzu acomodó en la pequeña chimenea para hacer fuego. 

-Por fin hay luz, detesto estar tanto tiempo a oscuras- dijo el creyente. 

-Uy, si, debe ser horrible no poder distinguir nada- dijo Kasumi acostándose en uno de los muebles de madera. 

-No eres graciosa, estúpida rata enana- dijo el creyente colocándose al lado de ella para agarrarle la mano. 

-Vamos, no seas amargado- dijo la menor sintiéndose como en los viejos tiempos. 

El moreno al ver que ambos estaban sumergidos en su mundo decidió ir al lado de la sacerdotisa. 

-Parecen muy cercanos- comentó el mayor llamando la atención de Yumi. 

-Lo son, cuando vivíamos juntos se metían en muchos problemas- dijo la religiosa recordando cómo eran regañados por su madre y algunos aldeanos.

-Es bueno que ya no estén peleando- dijo Kakuzu, la verdad ya era mucho soportar los gritos de su pareja como para ahora soportar los llantos de la chica ciega. 

Yumi aprovechando que Hidan estaba distraído, decidió averiguar un poco más sobre el moreno y su papel en la vida del jashinista. 

-Kakuzu-sama, ¿desde cuándo trabajas con mi hermano?- 

-Un poco más de dos años- dijo el mayor retirándose su máscara. 

-Ustedes también parecen llevarse bastante bien- soltó la sacerdotisa haciendo que el tesorero le dedicará una mirada llena de confusión. 

-¿Qué insinuas mocosa?- 

-Nada, solo digo que, para ser dos ninjas hostiles tienen una agradable relación- y claro que eso molestó al moreno. 

-No te metas en nuestros asuntos- dijo Kakuzu de tal modo que asustó a la chica. 

-Tampoco tiene que ponerse a la defensiva mi señor, después de todo, mi hermano no significa nada para usted, ¿cierto?, solo es un religioso molesto- 

El avaro frunció levemente el ceño para después quitarse su estorboso gorro. 

-No se que pretendes lograr con esta conversación, pero te detendré aquí, no necesito darte explicaciones, lo que pase entre nosotros no te incumbe, conoce tu lugar- y con eso el moreno se alejó de la chica para irse al otro extremo del árbol y descansar un rato. 

Yumi se quitó su pesada arma de la espalda para también descansar, se dejó caer al suelo de tal forma que Hidan no pudo evitar ponerle atención.

-Oye, ¿pasa algo?- dijo el creyente separándose un poco de Kasumi. 

-Nada, solo estoy agotada- dijo la menor para luego darle la espalda al fanático. 

Hidan levantó una ceja para luego darse cuenta de que Kakuzu también les estaba dando la espalda. 

"¿Eh?, ¿acaso se pelearon?" pensó el fanático con la intención de ir con su hermana pero freno sus pasos para mejor ir al lado del moreno. 

-¿Mi hermana te hizo enojar?- preguntó Hidan con curiosidad. 

Kakuzu giró un poco la cabeza para después responder. 

-Solo descubrí que es igual de fastidiosa que tú- confesó el mayor haciendo reír a su pareja. 

-Eres un viejo tacaño y aburrido- dijo Hidan para sentarse junto a él y recargarse en el hombro del más alto. 

-Quitate idiota- 

-No quiero, tengo mucho sueño y tú eres más cómodo que este apestoso suelo- señaló el fanático para luego soltar un gran bostezó. 

Kakuzu sonrió permitiéndole al jashinista acomodarse mejor. 

A la distancia Yumi cerró los ojos con fuerza queriendo ignorar su descubrimiento. 

"No voy a darme por vencida" 

Aquí les traigo el capítulo nwn❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️ esperó les guste. ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️