Kakuzu no podía salir de la impresión, ahora comprendía por qué durante tantos años Hidan tuvo que cuidar a la joven de cabello blanco, debió sentirse en verdad indefensa ante esa situación traumática. 

Entonces el mayor se giró para ver cómo las hermanas juntaban sus frentes, como queriéndose brindar protección. 

-¿Y atraparon a los bastardos que la atacaron?- preguntó el moreno. 

Antes de responder eso, el creyente dejo escapar un quejido. 

-No, esos infelices huyeron antes de que la gente de la aldea pudiera hacer algo, esa enana fue la unica que sobrevivió, por lo que al quedar huérfana mi madre decidió adoptarla- 

“Pero que desgraciados” pensó Kakuzu. 

Yumi se apartó un poco de la menor para acariciarle una de sus mejillas, tal como un ser amoroso lo haría. 

-Hidan también está aquí- sonrió la sacerdotisa. 

-Lo sé, reconocería ese insufrible tono de voz en dónde sea- dijo Kasumi haciendo enojar al jashinista. 

-¡ESTÚPIDO TOPO ALBINO!- de forma impulsiva el religioso tomó una roca y se la lanzó a la chica. 

Kakuzu y Yumi se sorprendieron por la acción del creyente, pero lo que los dejó sin habla, fue que la mujer de cabello blanco esquivó como si nada ese ataque.

-Eres tan predecible masoquista, que hasta una ciega como yo puede ver tus patéticos movimientos- se burló Kasumi para arrojarle una pequeña piedrita a Hidan dándole justo el frente. 

-¡DUELE!- gritó el chico de los rituales. 

Kakuzu soltó una risita ante tal escena, jamás hubiera imaginado que esa chica que a la vista se veía indefensa pudiera portar tal habilidad. 

-Buen tiro- dijo el tesoro llamando la atención de Kasumi. 

-No puede llevarme todo el crédito, la enorme cabeza de Hidan me facilitó las cosas- contestó la menor sintiendo una gran curiosidad por el extraño sujeto de voz gruesa. 

-¡HASTA AQUÍ LLEGASTE MALDITA PAGANA!- el menor se le lanzó, haciendo que ambos se fueran al suelo. 

-¡ALÉJATE DE MÍ, NO QUIERO QUE SE ME PEGUE LA ESTUPIDEZ!, ¡O TU OLOR A MUERTE!- se quejó Kasumi mientras que Hidan le jalaba el cabello con algo de fuerza. 

-¡RESPETAME ANIMAL, YO SOY TU SUPERIOR!- 

-¡SOLO EN EDAD, EN LO DEMÁS ERES UN COMPLETÓ INÚTIL!- y de un rápido movimiento le arañó la cara a Hidan dejando unas marcas rojas. 

La sacerdotisa se dio un ligero golpe en la frente sin poder creer que ese par se seguían comportando como unos simples niños. 

Yumi alzó la mirada notando que el moreno comenzaba a cansarse de tanto alboroto. 

-Yo me encargo de mi compañero y tú de la mocosa- soltó el más alto mientras se tronaba los nudillos. 

-Trato hecho- sonrió la sacerdotisa empuñando su lanza. 

Lo siguientes golpes que se escucharon fueron tan intenso que cada pequeña criatura que habitaba ese bosque se puso alerta. 

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Luego de 30 minutos de castigo, Kasumi y Hidan se dieron por vencidos, quedando de rodillas sobre el pasto, con uno que otro chichón que resaltaba de sus cabezas. 

-Disculpense, ahora- les ordenó el moreno. 

Ese tono de voz puso nervioso al creyente, ya que solo significaba que Kakuzu podría comenzar una matanza. 

-Bien, lo lamento, ¿contentos?- dijo el creyente haciendo que Kasumi frunciera el ceño ante la respuesta de su hermano. 

"¿Desde cuándo Hidan sigue órdenes?" pensó la chica de cabello blanco estirando su brazo para acariciar la mano del fanático. 

-Yo también lo lamento, es que estaba muy feliz y no supe cómo expresarlo- se sincero Kasumi esperando la respuesta de su hermano. 

Pero en vez de darle una respuesta verbal el jashinista se apoyó en el hombro de la chica. 

Kakuzu sonrió debajo de su máscara, Hidan tenía una manera única de expresarse, era una de las cosas que le agradaban de ese chico tan escandaloso. 

-Ya que las cosas se calmaron, por favor permítame presentarme correctamente, mi nombre es Kasumi, protectora de este bosque- dijo la chica haciendo una reverencia. 

El mayor también se inclinó demostrando respeto. 

-Yo soy Kakuzu, tesorero de la organización Akatsuki y compañero de Hidan- 

-¿Compañero?, debiste haber hecho cosas horribles en tu vida para que el destino te emparejara con este amante del dolor, tranquilo rezaremos por ti- 

-Sigue de graciosa y los ojos no serán lo único que te faltarán- la amenazó el creyente. 

-Eres tan sensible, por eso no tienes pareja, nadie podría aguantar a un llorón como tú- dijo Kasumi esquivando la estaca que iba hacia su pierna. 

La chica dio un salto apartándose rápidamente de Hidan, pues sabía que ese loco no se rendía fácilmente, además, quería conocer a Kakuzu de una forma más personal. 

-¿Puedo, Kakuzu-sama?- preguntó la chica del vestido blanco mientras estiraba sus manos hacia el moreno. 

El mayor dudó un poco, pero al final accedió. 

Ahora Kasumi pasaba sus pálidas manos por el rostro de Kakuzu, acariciando sus costuras.

"Que sujeto tan único" pensó la menor bajando hasta llegar a los hombros del más alto. 

Hidan miraba la escena muy disgustado, por alguna razón la imagen de la chica recorriendo el cuerpo del tesorero lo llenaba de irá. 

Kasumi se colocó en el pecho del mayor, sintiendo más de una palpitación. 

"¿Pero qué demonios pasa?" estaba por recargarse en el moreno pero fue detenida por Hidan. 

-¡Ya es suficiente, deja en paz a Kakuzu!- gritó el religioso sujetando los brazos de la chica. 

"Ohhhhhhhhhh, pero qué interesante reacción" pensó Kasumi divertida, era la primera vez que su hermano mayor demostraba ese tipo de celos, tan directos y posesivos. 

Hidan al ver lo que había hecho, soltó rápidamente a su hermana, pero era demasiado tarde, todos habían sido testigos de ese comportamiento tan extraño. 

Aquí les dejo el capitulo nwn ✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️ espero les guste.