CAPÍTULO X:
EL SECRETO DE LOS SANNIN

La noche ya había caído en el bosque de Konoha mientras la pelea entre Kakashi y sus alumnos seguía dándose aún, y el grupo shinobi parecía aún no haber gastado ni un tercio de su energía. Seguían de pie como si recién hubiesen comenzado, mientras eran observados desde lejos por la mismísima Hokage y su aprendiz, junto a Jiraiya, un ex-miembro de los Sannin legendarios y sensei de Naruto. Los adultos exhibían una sonrisa de orgullo al ver a sus dos alumnos demostrarle su verdadero potencial al Hatake, sabiendo que habían hecho un grandioso trabajo con ellos esos últimos años y no apartaban la mirada, casi sin pestañear por temor a perderse algo.

El ruido de la lucha y el de los grillos era lo único que se escuchaba sobre el profundo silencio de la noche. O bueno, eso pensaba el viejo escritor hasta que de un momento a otro oyó unos profundos ronquidos. Por un segundo creyó habérselo imaginado, pero al ver como Tsunade y Shizune desviaban la mirada de la batalla por primera vez en horas, mostrándose igual de confundidas que él, supo que no era desvarío suyo. El hombre aprovechó el que la lucha hubiese cesado un poco y se alejó del árbol en que estaba recostado yendo hacia donde provenían los ronquidos movido por la curiosidad, siendo luego seguido por la Hokage. La sorpresa no tardó en llegar a su rostro cuando se halló con la fuente de los ronquidos.

-¡Oh, vaya! ¿Pero qué tenemos aquí? -rió el hombre ante la escena que se montaba frente a él.

Una niña de alborotado cabello plateado dormía ruidosamente a los pies de un árbol con un libro sobre su pecho. Jiraiya se acuclilló a un lado de la niña y la observó curioso. Le recordaba a alguien, sin duda.

-Es la mocosa de Kakashi -le informó la Hokage.

Con que era ella. Se parecía mucho a su madre, aunque el cabello era sin duda el legado Hatake.

-Así que era cierto... -murmuró para sí, con la mano en la barbilla.

-Claro que lo era. ¿Acaso crees que mentí en la carta que te envié? -la mujer frunció el ceño.

-Bueno, no. Pero debes admitir que es difícil de creer -se defendió, viendo como la niña se removía un poco entre sueños-. ¿Es la hija de...?

-Kimi -lo interrumpió ella antes de que acabara la frase-. Ella conoce a su madre por ese nombre.

El hombre frunció el ceño, para luego asentir comprendiendo el porqué. Su mirada se dirigió hacia el libro que la niña leía y no pudo evitar sonreír al reconocer la portada y la letra de la autora.

Sin embargo Shizune los miró sin comprender antes de hablar.

-¿A qué se refiere con que conoce a su madre con ese nombre, Lady Tsunade? -se atrevió a preguntar.

La mujer intercambió una mirada fugaz con su compañero antes de contestar. Era algo muy delicado como para tratarlo a la ligera y hablarlo en un lugar tan inseguro como en el que estaban, donde cualquiera podría escuchar.

-Ese fue el nombre de su madre cuando ejerció en ANBU.

-¿Quiere decir que no es su nombre verdadero? -la azabache se mostró enormemente sorprendida.

La Hokage asintió.

-Sospecho que la niña ni siquiera sabe que su madre era shinobi. Ella se lo escondió muy bien, al igual que su verdadera identidad.

Shizune se mordió la lengua, tratando de aguantar la curiosidad que repentinamente le generaba la niña.

-¿Por qué ella haría eso? -soltó.

-Ella fingió su propia muerte y huyó -habló esta vez el Sannin-. Su nombre era demasiado conocido en el mundo shinobi y no tardarían en encontrarla y matarla si se divulgaba.

-¿M-Matarla? -susurró Shizune-. ¿Quién era ella y que hizo para que quisiesen matarla?

Hubo un silencio y Shizune supo que ninguno le respondería.

-La batalla se retomó, lo mejor será volver si no queremos perdernos de nada -interrumpió Tsunade al oír el sonido de una explosión.

Jiraiya asintió y se sacó su chaleco rojo para cubrir a la niña con él, quien inmediatamente sintió el calor de la prenda y se acurrucó. Sonrió un poco y se puso nuevamente de pie, yendo de regreso junto a su compañera a dónde inicialmente veían la batalla. Sin embargo Shizune quedó allí de pie, mirando a la peliplateada dormir profundamente. ¿Quién había realmente su madre? ¿Por qué la Hokage y el Sannin lo guardaban tan en secreto? ¿Ellos la habían conocido? Por lo que sabía, hace doce años la tal Kimi había escapado embarazada de la niña y se hizo pasar por muerta, ¿acaso la perseguían? Y si era así, ¿por qué? ¿Acaso había hecho algo terrible? No, eso no podía ser. Jiraiya había mencionado que el verdadero nombre de la mujer era demasiado conocido entre los shinobi... ¿Tanto poder era el que tenía aquella Kimi?

-¡Shizune!

Ella no la oyó, demasiado ensimismada en sus propios pensamientos y observó a la niña con más atención, como si el verla por más tiempo podría responder a todas sus preguntas.

-¡Shizune, ven ahora!

La azabache sacudió la cabeza al percatarse que la llamaban finalmente.

-¡Voy, Tsunade-sama! -le dirigió una última mirada a la chica, antes de correr en dirección a su sensei.

🍃

El enfrentamiento ya había acabado. Naruto y Sakura habían conseguido ambos cascabeles luego de haber engañado a su sensei con contarle el final de su nuevo libro, y la Hokage ya les había anunciado que los tres conformarían el "Equipo Kakashi" para misiones futuras. Ellos ahora serían colegas.

Kakashi caminaba detrás de sus alumnos mientras leía su preciado libro, camino a Ichiraku, con una dormida Sakuma en su espalda aún con el chaleco del Sannin resguardándola del frío. No le sorprendía el hecho de que se hubiese dormido en medio de la batalla, ella tenía sueño desde esa mañana gracias a que últimamente se dormía muy tarde. Tal vez debía de dejar de exigirle tanto. Después de todo era solo una niña, no podía esperar resultados tan sorprendentes a tan corta edad. Pero no podía evitar hacerlo. Sabía que una guerra se aproximaba, y quería estar seguro de que ella podría protegerse si él no estaba a su lado. O si algo malo llegaba a pasarle y moría en combate, no quería que ella estuviera indefensa.

Suspiró preocupado. No quería perderla a ella también, al igual que perdió a su padre, más tarde a sus amigos y a su sensei. Ella era la única familia que le quedaba.

¿Cuándo dejaría de preocuparse de las cosas que pasaron o pasarían? Debía de enfocarse en el presente, se dijo a sí mismo al ver cómo sus antiguos estudiantes reían a lo lejos.

-Todo tuyo de nuevo -Jiraiya apareció a su lado-. A partir de ahora está en tus manos, Kakashi.

Kakashi miró a Naruto, quien corría junto a Sakura hacia Ichiraku.

-Debemos estar listos, los Akatsuki están comenzando a moverse. Voy a ir a ver que puedo investigar de ellos -lo miró de reojo y Kakashi asintió-. Y sobre Sakuma, felicidades. Se nota que es una niña asombrosa. Solo los grandes ninjas roncan de esa manera tan estruendosa -rió y palmeó el hombro de Kakashi, quién en ese momento sonreía apenado-. Cuida de ella. Si él descubre que está aquí, no tardará en asomarse por la aldea y podría causar problemas -lo miró nuevamente con seriedad.

-Sí, lo sé -murmuró, viendo a Sakuma sobre su hombro. La niña comenzaba a babearle el hombro-. Ya he hablado con la Hokage sobre ese asunto.

El Sannin asintió.

-Bien, me alegra haber podido conocerla, pero ya debo irme -el hombre sonrió un poco al ver a la niña-. Hasta luego -juntó sus manos y desapareció en una nube de humo, dejándole a la niña su chaleco como un presente.

Kakashi quedó estático en su lugar, mirando el suelo dónde antes había estado parado Jiraiya. No podía permitir que el asunto de que Sakuma era hija de Kimi se supiera. Ya era bastante malo el que se hubiese esparcido la noticia de que era su hija.

-¡Kakashi-sensei~! -Sakura lo sacó de sus pensamientos.

-¿Hum? -el hombre volvió su atención hacia sus alumnos.

-¡Pensamos que debería saber que decidimos que usted nos invitará el Ramen! -rió Naruto.

-¡Ahora vamos! -Sakura lo llamaba a lo lejos-. ¡Andando!

-Uuh, lo siento, chicos. Tengo que entregar una lista de los nuevos equipos y aún no están completas -se excusó, con tal de no pagar la cuenta que sabía que sería costosa si uno de los clientes era un hambriento Naruto. Además de verdad quería saber que sucedía en el siguiente capítulo-. También debo llevar a Sakuma a su cama, la pobre parece muerta. Lo lamento, me tengo que ir -y sin más, desapareció en una explosión de humo.

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Ya sé que quieren matarme por agregarle más expectativa a la tal Kimi de la que ya tenía, pero juro que no es por gusto y ya tenía todo planeado desde un inicio, no es nada personal je

Y sí, pronto sabrán de que se trata y quien es ese "él" al que se refirieron los ancianos.

Este capítulo fue solamente para hacerles saber que no todo es tan simple y que de hecho hay muchos secretos por descubrir aún, y esa es una de las razones por la que también es muy breve.

Jiraiya ya conoció a Saku, y parece que al igual que la Hokage, también conocía a Kimi.

ACLARACIÓN: El que Naruto dijera que tenía nueve se debe a lo despistado que es, sin embargo ella ronda entre los 11-12 años. Perdón por confundirlos.

Bueno, los dejo con sus teorías locas en la cabeza. Amo hacerlas sufrir muajajaja (no me culpen)

Bye! 🍃