❁ཻུ۪۪Capítulo 7~驚き
El vampiro se levantó del colchón, acomodando con suavidad al azabache en la mullida cama. Quería dejarlo dormir un poquito más, porque había llorado hasta el cansancio. Kim sabía de sobra que necesitaba recuperarse luego de desahogarse de esa forma tan dolorosa, por lo que lo arropó con el edredón que los estuvo cubriendo de la brisa de la fría noche.
Desde que ese pequeño cachorro apareció en su vida, el peligris se sentía capaz de afirmar que, con solo tenerlo a su lado, se le facilitaba descansar de una manera tan pacífica como lo hacía en el pasado. Llegando a tal punto de conciliar el sueño, como si fuera algo esencial para él, aunque en realidad no lo necesitaba.
También rememorando dulces recuerdos que le daban una seguridad que creyó perdida.
Taehyung comenzó con la rutina que se impuso desde hace días atrás, preparando el desayuno para Jungkook. Limpiando y arreglando las cosas que ocupaba en el proceso, mientras esperaba con ansias a que el licántropo hiciera acto de presencia por el marco de la puerta. Muy dispuesto a devorar lo que sea que le hubiera preparado para llenar su estómago que parecía de un lobo adulto.
Media hora más tarde, el azabache llegó a saludarle con sus manitos tallando sus ojitos, con el objetivo de alejar los rastros del sueño en el que estuvo sumido por un buen tiempo. No consiguiendo evitar sentirse avergonzado por lo sucedido en la noche anterior, pues un tierno sonrojo cubría sus pálidos y rellenos mofletes.
Aunque para sorpresa del menor, el vampiro no dijo nada al respecto. Kim actúo con total naturalidad frente suyo. Le sonrió con comprensión, y cuando el niño se acercó hasta donde se encontraba, el peligris le regaló varias caricias en la cabeza. El azabache experimentó una absoluta relajación, ronroneando por aquel cariñoso tacto en sus cabellos oscuros.
Con rapidez entablaron una conversación en la que Taehyung observaba con calma al menor que probaba su comida con auténtico gusto, hasta que todos los alimentos poco a poco fueron desaparecieron del plato.
—Tae, hoy quiero hacer algo diferente.
El cachorro llamó su atención, tratando de sonar lo más seguro posible después de la escena de ayer, a lo que el mayor le observó con una ceja alzada que delataba su curiosidad.
—¿Qué quieres hacer, Jungkookie?
—Quiero jugar en mi forma lobuna...
Taehyung abrió la boca por la sorpresa. Era la primera vez que lo mencionaba.
—Claro que sí cachorrito, será como tú desees. ¿Puedo preguntar el motivo? No es que esté mal tu proposición, pero pudiste hacerlo días atrás. Y que sepas que no debes pedirme permiso para eso, jamás te prohibiría algo así.
Jungkook se lo pensó con detenimiento, pero de todas formas le respondió con honestidad al mayor.
—Deseo conectarme con mi animal interno. Los lobos deben hacerlo cada cierto tiempo para reafirmar esa unión que es tan importante para nosotros—contó con cierta timidez por la mirada fija del vampiro sobre su persona. Esos ojos escarlatas a veces eran tan profundos, volviéndose enigmáticos según el azabache, a tal punto de no poder intuir lo que pensaba el peligris—. No lo hice antes porque no sabía si podría molestarte.
—Jungkookie, no debes preocuparte por cosas así. No sé mucho sobre tu especie, pero puedo deducir que esto es importante para ti, así que hazlo siempre que quieras.
Taehyung le mostró su sonrisa cuadrada, y levantó su pulgar en una señal de aprobación. Entregándole al cachorro la confianza que necesitaba.
—Como ya sabías, también puedo transformarme en un murciélago, pero no es como que tuviera una unión con este animal o algo parecido. Simplemente lo hago y ya, cuando yo quiera y en el lugar que desee.
Jungkook asintió comprendiendo lo que el peligris quería expresarle.
—Por eso lo mejor es que vayamos al patio para que tengas más espacio. Supongo que ya sabes todo lo que debes hacer para mutar a lobo, ¿verdad?
—Sí, gracias Tae...
El azabache le mostró una pequeña sonrisa. Jungkook se fue a buscar otro conjunto de ropa lo más rápido que pudo, queriendo tenerlo listo para cuando finalizara con su transformación. Mientras tanto, el vampiro se retiraba con dirección al patio de su mansión, ubicándose debajo del roble que se adueñaba de dicho lugar, y que a su vez le regalaba la sombra necesaria para soportar ese día que tenía todas las intenciones de ser brillante y caluroso.
El menor apareció en el lugar después de varios minutos, comentándole que, tras acabar con su ronda de juegos en su forma lobuna, se vestiría con la ropa nueva que eligió en la bonita sala. Aquel plan le pareció adecuado al vampiro, pero este no demoró en interrogarle sobre qué es lo que quería hacer cuando ya estuviera transformado; a lo que el azabache le respondió con simpleza que bastaba con que le lanzara algunas ramas para que las atrapara o si quería, también podía perseguirle para que corriera sobre sus cuatro patas.
Todo esto le parecía muy adecuado al cachorro, por lo que era lo que usualmente hacía con sus padres. Sin embargo, a Taehyung para sus adentros le causaba mucha gracia verle tan serio al momento de explicarle, porque sin duda se sintió perdido al respecto, pero el azabache lo notó a simple vista. Era una pena contar con una experiencia nula cuando se trataba de costumbres lobunas, aunque era magnífico que el menor si supiera lo que debía hacer para entretenerse.
Cada detalle que sabía hasta el momento, se debía a que lo estaba aprendiendo con Jungkook, pero si era sincero, le alegraba en demasía ver que el cachorro estaba más que animado con el plan propuesto por él mismo.
El niño se concentró lo mejor que pudo, conectándose con el animal que vivía en su interior. Con lentitud fue transformándose a la vista del curioso vampiro, quien lo vio desaparecer por un instante, porque la ropa que estuvo usando hasta ese preciso momento le cubrió en su totalidad, apenas notándose un bulto en medio de estas prendas.
Taehyung ahogó un grito al verlo emerger de ahí. La sorpresa pintada en cada facción de su etéreo rostro.
La estampa frente a sus orbes era la de un precioso cachorrito en todo el esplendor de la palabra. Era pequeño y muy peludo, sus ojos que usualmente poseían un tono oscuro, cambiaron a un bello color azul cielo, tan profundo, pero a la vez muy radiante, lucía una tierna naricita negra que le incitaba a tocarla sin parar, y un espeso pelaje azabache que se veía mucho más suave y sedoso a comparación de su cabello cuando tenía aspecto humano.
—Jungkookie, eres precioso—expresó, escapando de morir de tanta ternura. El cachorro se acercó sin importarle más nada, pues le encantó la bonita reacción del mayor, acomodándose en el regazo del contrario, esperanzado en la idea de que el vampiro le diera el doble de mimos en esa forma antes de comenzar a jugar hasta el cansancio.
Taehyung no tardó en comprender lo que el azabache quería hacer, por lo que no se lo pensó dos veces para comenzar a dar caricias en el lindo pelaje con mucha devoción, escuchando ronronear al menor.
—Tan tierno, podría pasar toda la eternidad acariciándote, cachorro. Eres muy suavecito, como una tierna bola de pelos—aseguró con dulzura, pues descubrió que después de tantos años, algo tan banal como eso podría dejarle más que encantado.
Jungkook soltó un sonidito rebosante de gusto por las sensaciones tan gratificantes que le invadían, mientras comenzaba a olfatear con más vehemencia el aroma a romero que amaba que el mayor poseyera en su cuello.
—Cachorro, me haces cosquillas—rio suavecito, observando de reojo como la colita de este se movía de un lado al otro, muy contenta. Sin embargo, el susodicho no detuvo su accionar hasta estar satisfecho, o más bien, hasta que su parte animal se sintiera realizado al haber marcado lo mejor que pudo con su olor- el cual apenas se estaba desarrollando- al bonito vampiro de ojos escarlatas.
—Ya, Jungkookie. Ahora que te detuviste, vamos a divertirnos un poco.
Taehyung se incorporó del suelo, después de que el azabache hiciera lo mismo, esperando a que este procediera a realizar alguna acción que él pudiera seguir. Sin querer alargarlo más, Kim tomó una rama que encontró cerca de su pie, llamando la atención del infante al moverla frente a sus ojos.
—Tráela, cachorrito.
El obediente lobo acotó el pedido, y así continuaron por un buen rato, con la risa del mayor inundando por completo el lugar, divirtiendo muchísimo al cachorro. Minutos después, Jungkook corría de un lado al otro para que el vampiro no lo atrapara, hasta que, en un determinado momento, los dos cayeron al suelo de lleno, por lo que el menor no pudo evitar frenar ese impulso de su parte animal.
Necesitaba hacerlo o se descontrolaría. Con insistente emoción, el cachorro se dispuso a lamer la cara de Taehyung, queriéndole transmitir el agradecimiento y cariño que le tenía. El vampiro estaba hecho un desastre, pues su cabello se desordenó gracias a los juegos, sin contar el hecho de que, a esas instancias, se encontraba riendo y llorando por las cosquillas que le hacía la lengua áspera del licántropo. Motivo por el cual, se dejó llevar por el dulce y tierno gesto del azabache hacia su persona.
Se sentía tan contento como tiempo atrás, sin embargo, sucedió algo tan inesperado para los sobrenaturales que se encontraban en su propio mundo. Una sorpresa capaz de dejarles congelados a los dos en su lugar.
—Tae, ¿qué está sucediendo aquí?
Oh, mierda.
Continuará...
Intriga encendida luego de que este capitulo fuera pura dulzura, hagan sus apuestas sobre quién hizo su esperada aparición. Si les gustó mucho, háganmelo saber en los comentarios o dejándome sus estrellitas.
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