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❁ཻུ۪۪Capítulo 29~良さ

El sol apenas iba tomando su lugar en el firmamento cuando Jungkook abrió los ojos. Con rapidez dejó todo atisbo de pereza atrás, cambiando su pijama por ropa más cómoda y colocándose esas botas que tanto adoraba usar. Tomó un poco de agua para darle ese toque húmedo que hacía lucir más brillante a su cabellera azabache, comprobando de manera fugaz que su aspecto fuera el ideal en el espejo del baño.

Al estar contento con el resultado, y notando que había despertado a muy buena hora, salió de la habitación que le pertenecía por derecho a su vampiro, pero que adoraba poder ocupar porque no había nada mejor que estar rodeado por su exquisito olor a romero. En esta ocasión no quería que el susodicho fuera quien le despertara, ya que quería visitar con urgencia la recámara de sus hyungs con los que ya no pudo conversar en la noche. Por lo que, si el peligris aparecía, lo más seguro es que lo seguiría a donde fuera, olvidando por completo su plan inicial.

Algo que no se podía permitir, por más que quisiera.

Cuando se encontró fuera de la puerta de sus mayores, tocó con suavidad la superficie de madera, esperando que le abrieran; pero al no obtener respuesta, procedió a girar la perilla.

Metió su cabeza por la apertura y se encontró con Hoseok durmiendo en un sillón en posición fetal, apenas tapándose del frío con una fina manta, mientras Yoongi dormitaba en el mullido colchón, cubierto con un edredón hasta la altura de la cabeza. Un hecho que designaron manejar por medio de turnos, ya que un día uno estaría en la cama y otro en el sofá.

Acostumbrado a ser el encargado de a veces despertar a sus perezosos hyungs, no se lo pensó dos veces para abrir la cortina del cuarto, dejando pasar la luz que anunciaba un nuevo día.

—¡Ya es hora de despertar, hyungs dormilones!

La voz estruendosa del lobo fue la que consiguió levantar desorientados al par de brujos, quienes no comprendían que era lo que sucedía.

—¿Qué rayos haces aquí, Kook? —cuestionó con molestia Yoongi, quien restregaba uno de sus ojos con el dorso de su mano—. Mira la hora que es, por un demonio.

—Yoongi tiene razón, Jungkookie. Apenas son las siete de la mañana, ¿qué haces aquí tan temprano? ¿Sucedió algo malo?

—No sucedió nada, Hobi hyung. Ahora yo tengo la culpa por querer venir a verlos, ya que ayer ni siquiera pude darles las buenas noches.

—Algo que no sucedió porque estabas bien entretenido con tu querido vampiro, así que no te quejes—Yoongi lo molestó y el castaño contuvo la risa al ver cómo el joven de piel nívea se indignaba por su comentario.

—¿Es en serio? Yo no tengo la culpa que se vayan a dormir tan pronto como si fueran un par de viejitos—contraatacó el lobo con una sonrisa victoriosa en el rostro. 

Hoseok solo rodó los ojos sin ganas de intervenir, porque así eran ellos. A veces peleaban como perros y gatos, pero a fin de cuentas se querían como hermanos.

—Te recuerdo que Taehyung es igual de viejo que nosotros, otra cosa es que no se le note.

Jeon abrió la boca por la indignación, sin saber cómo refutar a eso. Yoongi se incorporó con mejor humor por darle una lección a su querido dongsaeng por atreverse a interrumpir su sueño.

—Eso es pasarse, hyung—expresó con el ceño fruncido, y el brujo de sonrisa brillante, quien ya se había levantado del sofá, se puso a su lado solo para darle palmaditas en la espalda que lo relajaran.

—Ya chicos, dejen de comportarse como dos mocosos malcriados. Jungkook-ah, ¿qué te pare si mejor nos cuentas lo que sea que querías decirnos antes de esta tonta discusión? Porque a eso viniste, ¿no?

—Sí hyung. Tienes razón, lo siento, Yoongi hyung.

—También lo siento, Jungkook-ah—respondió el mayor de todos, estirándose para alejar la pereza y concentrarse en lo que el azabache les diría—. Hazle caso a Hobi.

—Pues es un poco largo, pero trataré de ser lo más conciso posible, ¿de acuerdo?

Los brujos asintieron de acuerdo, y al menor se le soltó la lengua. Obviamente, cuidando de no contar detalles que eran solo de su interés, es decir, que involucraban las sensaciones que el peligris provocaba en él con la mínima cosa. Todavía sintiendo la electricidad, recorrerle ante la mala pasada que su lobo le jugó, en conjunto a la sensación de haberlo tenido entre sus brazos, mientras su cuerpo le cubría por completo.

Para finalizar con el hecho de cómo Jungkook percibió su corazón más liviano gracias a esa conversación, además de la confianza que el vampiro de ojos escarlatas le entregaba sin vacilar. Haciéndolo sentir bien consigo mismo, con su pasado, con sus costumbres, con sus defectos, con sus heridas, con sus alegrías y demás.

—Estás hasta las patas, Jungkook-ah—afirmó el joven que desprendía el más fresco olor a hierbabuena—. Te volverás un guerrero de esos legendarios si es que logras mantener a tu lobo a raya después de que este apreciara que su pareja lo acepta tal y como es.

—Lo sé, pero dejemos eso de lado para que dejes de ponerte tan rojo como un tomate maduro—puntualizó, al fijarse en el sonrojo que se apoderaba de las mejillas ajenas—. Nos alegra que le hayas contado sobre tu pasado. Era obvio que eso te atormentó por muchos años, porque llegó un momento en donde notaste que debiste ser sincero con quien te acogió sin esperar nada a cambio. Sin embargo, también fue de admirar que Taehyung-ah no te presionara para hablar.

—Sí, ya sé que estoy encantado con Tae, Hobi hyung. Pero como les dije, haré mi mayor esfuerzo para ir lento. Y con respecto a lo que Yoongi hyung dice, no hay mentira en ello, pues viví culpándome por no ser sincero a pesar de la confianza que me dio para abrirme a él. Lo hice sufrir por años, pero repararé esos daños.

—Esa es la clave del éxito, Kook. Desear no querer cometer los mismos errores y tratar de enmendar los que ya están hechos.

Hoseok opinó yJungkook afirmó con un movimiento de cabeza, dándole la razón. 

Los brujos conocían algunas cosas del lobo, pero tampoco tenían todos los detalles acerca de su vida. Por eso, la improvisada charla a la que se sometieron, ayudó mucho para que se aclarara más el panorama sobre su pasado.

—Pero, ¿por qué no aprovechaste a contarle cómo fue nuestro encuentro?

—Desde el principio nos pareció qué lo más adecuado sería conversarlo todos juntos. Ustedes merecen saber más sobre el tema, Hobi. Así que, a eso vamos a dedicar el día de hoy, ¿les parece?

—Ya veo. Me parece una gran idea, de tal forma que cualquier duda que surja pueda ser aclarada ese mismo momento, ¿cierto?

—Así es, Yoongi hyung, por esa razón es que quise adelantarme a hablarles sobre eso para que estuvieran en la misma sintonía. Quizá Tae también hizo lo mismo con Jimin hyung.

—Puede ser, Kook, puede ser—determinó Hoseok, masajeando su mentón—. Estaremos esperando ansiosos a que ese momento llegue, la conversación será larga, pero valdrá la pena.

—Sin duda lo hará—confirmó Jeon con una sonrisa de labios—. Entonces, con eso en mente, los dejo para que se cambien.

—Espera un segundo, Jungkookie—lo detuvo y el menor optó por dedicarle su total atención—. Respecto a lo de la habitación de Taehyung, ¿seguirás ocupándola, la compartirán, te designará otro lugar o te quedarás con nosotros? —cuestionó Jung—. Ya sabes que por eso no hay problema, te juro qué encontraremos la mejor manera para acomodarnos.

—Ni yo mismo sé, Hobi hyung, todavía no lo hablamos. Pero de todas maneras no consentiré la idea de dejarle sin su propia habitación.

—Entiendo, ahí tienes que avisarnos qué mismo harán.

—Sí, no se preocupen, hyungs—respondió, alejándose lo suficiente de los mayores que habían tomado asiento a su lado en el borde la cama solo para charlar con calma. Abrió la puerta y salió despacio—. Nos vemos en un rato.

Después de que el azabache escuchará una respuesta afirmativa por parte de Yoongi, cerró la puerta detrás de él y caminó con dirección hacia su propia habitación. Pues esperaría con paciencia que Taehyung fuera a buscarlo como el día anterior.

No obstante, en ese preciso instante su mirada cayó sobre la puerta que le pertenecía al hada con olores cítricos. La cual fue abriéndose de a poco hasta revelar la presencia de su vampiro y Jimin.

Su lobo interno no pudo reprimir un gruñido. ¿Qué hacía Taehyung ahí?

Jungkook de manera inmediata le regañó. 

Es su mejor amigo, relájate y hazte a la idea porque jamás le prohibiría que se juntara con Jimin hyung.

Igual ayer lo marqué muy bien con mi olor, por lo que el aroma de los cítricos apenas se percibe en él.

Jungkook decidió ignorar el comentario complacido de su animal. Sabía que era territorial, pero debía tranquilizarse y confiar.

—Buenos días, Kookie. Justo iba a ir a verte, pero tal parece que me ganaste.

—Buenos días— saludó a los amigos con cortesía, a lo que el hada correspondió moviendo su mano—. Sí, me levanté temprano. Por lo que aproveché a decirles a mis hyungs acerca de la conversación pendiente que tenemos.

—Eso es genial, Kookie, Justo le platiqué a Mimi que podríamos llevarla a cabo luego del desayuno, ¿verdad?

—Con el estómago lleno podremos hablar por buen rato sin preocuparnos de nada—intervino Jimin con un semblante rebosante de calma—. Y si gustas, puedes acompañarnos a preparar el desayuno.

—Me encantaría—confirmó el menor y su lobo ronroneó feliz por tan acertada decisión—. Vámonos. 

El vampiro asintió despacito, e inició su majestuoso andar, dejando sin aliento al lobo que apenas reparaba en el hermoso conjunto que lucía ese día, el cual estaba conformado por una camisa color blanco y un pantalón de tela negra que resaltaba junto a sus mocasines del mismo tono.

Y aunque el hada iba con el mismo estilo de ropa, con la diferencia de que su pantalón y calzado eran blancos y su camisa era de un azul oscuro, Jeon ni siquiera pudo inmutarse, pues la belleza del joven de ojos escarlatas lo tenía hipnotizado.

Para Taehyung ese hecho no pudo pasar desapercibido, por lo que permitió que una sonrisa se instalara en su rostro. Realmente le gustaba que Jungkook le observara de esa manera, y aunque no comprendía de todo el motivo, se dio el gusto de disfrutarlo en demasía.

Los tres jóvenes fueron camino a la cocina para ayudar al hada a preparar un banquete para todos los presentes, porque no había nada mejor que un buen desayuno para empezar el día con ganas.

Y eso, sin querer, también colaboró para qué revivieron los recuerdos del pasado, que, a pesar de ser contados, seguían manteniéndose en sus corazones.

Dos horas habían transcurrido luego del desayuno en donde los seres sobrenaturales degustaron mucha comida deliciosa. Con el hambre saciada, cada uno se levantó de la mesa para ayudar a limpiar lo que se utilizó mientras iniciaban una amena conversación. 

Hasta que por fin se dirigieron a la sala y se dispusieron a tratar los temas que faltaban por discutir.

—Creo que lo mejor es que yo comience, ¿no es así?

—Sí, en serio nos gustaría saber qué fue lo que pasó a partir de que este lobo travieso se escapó de tu mansión—respondió Hoseok, colocando su mano en el hombro del susodicho, mientras Yoongi que estaba a su otro costado asentía con suavidad—. Y luego nosotros seguiremos con la parte que nos corresponde, a partir de nuestro encuentro con Jungkook-ah.

Taehyung aceptó la idea con gusto, y se aclaró la voz antes de iniciar. Con Jimin a su lado dándole a apoyo, se sentía muy valiente como para hablar de ese tema que lo seguía poniendo sensible a día de hoy.

Jimin poseía un semblante angustiado, pues su mejor amigo estaba devastado. La tristeza podía percibirse en el aire, toda la noche en vela, mientras buscaban desesperadamente al cachorro que había tomado la decisión de irse sin previo aviso. Y el día siguiente no fue la excepción, Taehyung tenía un aspecto descuidado y solo porque el hada le obligaba a que tomara de su pócima, es que no terminaba desmayado.

Las ojeras estaban presentes en la piel que siempre estuvo bien cuidada, pero ni siquiera eso le importó al peligris, quien no estaría tranquilo hasta encontrar a su cachorro. Y aunque el vampiro había descubierto que el lobo se había llevado un poco de comida, sabía que esta no le duraría para siempre y eso era lo que más le afectaba.

Para el joven de ojos escarlatas, Jungkook era solo un niño indefenso, el cual podría ser víctima de cualquier desalmado, porque no todos eran como él.

¿Cuál era la probabilidad de que encontrara a otro ser dispuesto a aceptarlo sin pedir nada a cambio? Definitivamente, era muy baja, y eso era lo que más le asustaba.

Pero para su suerte contó con el apoyo incondicional del rubio, lo que le permitió no dejarse vencer ante las horribles posibilidades.

No obstante, Taehyung no se equivocaba con sus suposiciones, ya que el pequeño Jungkook realmente estaba pasándolo mal. Ya habían pasado cuatro días, y el cachorro de lobo yacía vagando sin rumbo fijo. Temblando por el frío que caló fuertemente en sus huesos cada noche, con el corazón roto por segunda vez y su animal interno aullando por la desolación.

Su cuerpo y pies dolían al no tener un sitio cómodo en donde acurrucarse para poder recuperar energías. Y aunque la naturaleza se volvió su mejor aliada, no podía evitar extrañar la calidez que un lugar con techo podría ofrecerle.

Y cuando se detuvo para tomar el último pedazo de pan que le quedaba, se permitió llorar. A este paso, si no moría de inanición, seguramente lo haría de pena. Jungkook desconocía que los sobrenaturales eran inmortales a menos que fueran heridos gravemente, por lo que no pudo evitar que sus ánimos decayeran cuando imaginó que la remota posibilidad de ver, aunque fuera de lejos, a Taehyung desaparecería de la misma manera en la que lo haría su existencia.

Sollozó sin control, refugiándose detrás de un árbol mientras engullía el pan que había dejado de ser suave. Lo que más quería el azabache en ese instante era estar entre los brazos del mayor, siendo mimado con tiernas caricias o dulces cumplidos.

El menor estaba tan metido en su propia ensoñación, que ni siquiera había notado que dos seres se volvieron conscientes de su presencia al estar recogiendo algunas plantas que ocuparían para sus trabajos.

¿Qué hace un pequeño como tú por aquí?  

Jungkook giró su cabeza y se encontró con un joven de cabellos castaños que poseía una bonita sonrisa, pero no más que la del vampiro, acompañado por un joven de mirada felina. Ambos vestidos de negro, y con un aura que sabía no era de humanos comunes y corrientes, pero, aun así, no pudo controlar sus nervios al imaginar que podría pasar por una traumática situación otra vez.

Para Hoseok fue sorpresivo que aquel infante se asustara con solo verle, por lo que creyó que lo mejor sería mantener distancias con él para que notara por cuenta propia que no tenían ninguna mala intención. Yoongi también percibió el miedo ajeno, razón por la cual se mantuvo igual de impasible que su menor.

Jungkook quiso incorporarse y correr sin mirar atrás, escapando una vez más, de no ser porque su estómago crujió, llamando la atención de los mayores.

Creo que tiene hambremusitó Yoongi, manteniendo un semblante serio—. ¿Tenemos un poco de comida restante? cuestionó a su buen amigo, quien dio un asentimiento—. ¿Quieres comer algo? No queremos hacerte daño.

Los orbes del licántropo iban de un lado al otro, detallando a ese par de jóvenes tan particulares que le ofrecían alimento. A primera instancia no notaba alguna mala intención por parte de esas personas, a pesar de que su temor era grande. Sin embargo, el aroma a hierbabuena del castaño fue capaz de eliminar cualquier barrera, por lo que una vez más decidió confiar como lo hizo con el vampiro.

Con un movimiento de cabeza les dio la razón, y Hoseok se movió rápido para entregarle un pequeño recipiente al azabache que poseía su propio cubierto, bajo la atenta mirada del pelinegro con olor a menta.

—Ten, es una ensalada—informó con cautela, siendo analizado por dos ojos grandes y de iris oscuros—. Tal vez prefieras otra cosa porque los niños rara vez disfrutan de los vegetales, pero estoy seguro de que es mucho más nutritivo que el pan que estabas comiendo.

G-Gracias.

Oh, si hablasoltó Yoongi, avergonzando al azabache, quien decidió concentrarse en abrir la tapa del recipiente—. Por un momento creí que era mudo.

—¡Yoongi hyung! —Hoseok lo regaño, pero el mayor hizo como si no fuera con él—. Por favor, perdónalo. No siempre es así de boca suelta.

El joven de mirada felina rodó los ojos y se cruzó de brazos ignorando dicho comentario.

No importa.

El niño respondió con calma e inmediatamente tomó la cuchara que tenía a su disposición para dar el primer bocado a la fresca ensalada. Su paladar se sintió satisfecho por los sabores, y Jungkook agradeció nunca haber sido quisquilloso con la comida. Sin duda estos alimentos eran mil veces mejor que una masa dura.

Hoseok, que fue el primero en dirigirle la palabra, esbozó una sonrisa al verlo comer tan contento, mientras Yoongi se alegraba para sus adentros al haber empacado un poco de comida extra, pues estaba siendo de ayuda para alguien que lo necesitaba.

Nuevamente, las lágrimas escaparon de los orbes del azabache, quien sintiéndose regocijado, comprobó una vez más que no todos tenían malas intenciones con él.

Todavía existía bondad en el mundo, justo como la que cierto vampiro le demostró sin esperar nada a cambio.

Y eso le tranquilizaba bastante, pues quizá podría seguir contando con la misma suerte hasta lograr valerse por sí mismo y convertirse en alguien que pudiera enfrentarse al mundo cruel que lo esperaba con brazos abiertos desde el instante en que lo perdió todo por segunda vez.

Continuará...

Un capítulo suave, pero informativo ya que es la primera parte del pasado que abarca como Koo se conoció con Yoongi y Hobi. Así que espero les haya gustado mucho, porque aprecio con todo mi corazón a las personitas que siguen aquí a pesar de que puedo tardar en actualizar este fic. Porque aunque no lo crean está historia es más difícil de escribir para mí por todos los detalles ocultos que tiene, y si no tengo el tiempo, concentración e inspiración, no logró un capitulo que pueda dejarme satisfecha, por lo que de antemano les pido su comprensión, todo es para traerles un contenido que puedan disfrutar, ya que definitivamente no quiero dejarla en pausa por nada del mundo. Gracias por leer, los quiero muchísimo. 

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