—Tae, ya vamos media hora caminando y no encontramos nada interesante. 

Jimin hizo un puchero, sintiéndose agotado por caminar en círculos por tanto tiempo según él. Taehyung, quien sostenía una pequeña lámpara para guiar el sendero en el que se encontraban, se permitió reír por las ocurrencias del hada de labios rellenos. 

Su amigo podía ser muy dramático cuando quería y eso le divertía más de lo que debería. 

—Me duelen los piecitos, mejor vámonos y le decimos al Señor Kang que no encontramos nada, que lo más probable es que esa criatura fuera parte de su imaginación y ya, ¿sí?

—Ay, pero sí estuviste de acuerdo en venir a acompañarme. Hasta le encontramos el lado bueno y ahora te estás quejando. ¿Cómo es eso, Jiminnie? —le reclamó como si fuera un niño pequeño con el que estuviera hablando. El mencionado soltó un bufido, rodando los ojos, porque su amigo vampiro tenía la boca llena de razón—. Si de verdad no querías estar aquí, debiste esperar por mí en la mansión y hacía esto solo sin problema. 

—O sea me daba igual, aunque justo ahora no aguanto el escozor en mis piecitos—se quejó con dramatismo—. Todo el día nos la pasamos caminando de un lado al otro, por lo que tenía el plan de descansar durante la noche para recuperarme. Pero el señor Kang nos pidió ayuda y aquí estamos...

—Volvemos a lo mismo, Jiminnie—recalcó el vampiro con una de sus encantadoras sonrisas cuadradas—. Ofrecí mi ayuda así que debo de cumplir sí o sí mi palabra. Sin embargo, tú nunca lo hiciste explícitamente. Así que, si quieres puedes irte, no soy nadie para detenerte si quieres parar—aseguró, mientras seguía buscando con la mirada alguna prueba, una huella, un rasguño, lo que fuera que pudiera servirle para comprobar que por ahí paso la dichosa criatura que estaba poniendo de los nervios a todos los habitantes de aquel pueblito.

—Isi qui, si quiiris irti, ni sii nadii piri ditinirti—remedó al vampiro en voz bajita, mientras el contrario seguía concentrado en su exhaustiva exploración—. Puras patrañas, para algo te estoy diciendo esto, genio—balbuceó, esperando que no le oyera—. Si quisiera irme solo, ya lo hubiera hecho, pero me da miedito regresarme a la mansión sin nadie que me acompañe—se lamentó, manteniendo una mueca de disconformidad en su dulce rostro.

—¿Dijiste algo, Jiminnie? No te escuché.

El rubio se sobresaltó, pero rápidamente recuperó la compostura antes de que su amigo, quien iba unos pasos más adelante se diera cuenta. Estaba siendo demasiado infantil.

—Ya estás escuchando voces, TaeTae...

—Bueno, como tú digas.

—Mejor que no me escuchó—susurró Jimin, dejando salir un suspiro de alivio. En ese preciso instante en el que se estiraba un poco mientras caminaba, levantó el rostro, y en una rama de un árbol que estaba cerca de ellos, vio algo que le llamó la atención. 

—¡Tae, mira eso! —llamó la atención de su amigo y este detuvo su andar al igual que el hada para examinar lo que el rubio encontró.

—¿Eso es una mochila? ¿Qué hace ahí? —muchas preguntas, pero ninguna respuesta coherente para algo tan extraño—. Tenme la lámpara.

El vampiro no tardó en acercarse para poder tomarla entre sus manos, ya que, para su buena suerte, no estaba muy alta. Tampoco era pesada, así que eso le dio un poco más de confianza, pues parecía estar llena de ropa, que de cualquier otra cosa que pudiera considerarse peligrosa.

—¿Qué guarda en su interior? —interrogó Jimin ubicándose a un costado de Taehyung.

—Parece ser solo ropa, pero eso lo sabremos cuando la abramos, Jiminnie. 

El rubio asintió, y el vampiro abrió el cierre, encontrándose con un conjunto de ropa como ya había previsto segundos atrás.

—Tuviste razón. ¿De quién será?

—Tal vez alguien despistado que la dejó olvidada por aquí, no es necesario que tenga que relacionarse con lo que estamos buscando, ¿no crees?

—Buen punto. 

Taehyung volvió a cerrar la mochila, para dejarla donde la encontró una vez más. Cuando en ese instante notó como una luz que no provenía de su lámpara, ni mucho menos de la escasa iluminación propinada por la luna que había en esa noche tan preciosa, la cual se iba acercando a ellos, poniéndoles alertas porque les tomó desprevenidos.

—¿Quiénes están ahí? —interrogó Jimin conforme esas figuras comenzaron a hacerse más visibles frente a él y su amigo. A la vez que una voz mucho más profunda que la suya, también se hacía escuchar—. Mocoso, ¿eres tú?

El hada hizo contacto visual con aquel individuo, que también le miraba con intensidad. Poseía una piel pálida, ojos gatunos y el cabello tan negro como el mismo carbón. Además, no era muy alto, seguramente le ganaba con un centímetro de diferencia, pero si poseía un aura que cualquiera podría describir como intimidante y seria.

Demasiado interesante y atrayente para su gusto.

Sin embargo, antes de que alguno de los involucrados pudiera pronunciar palabra, el vampiro y el otro desconocido presente, no demoraron ni una milésima de segundo en reconocerse, y saludarse con entusiasmo.

—¡Hobi!

—¡Tae!

—¿Ustedes se conocen? —cuestionaron al unísono los dos más bajitos, impresionados por la inesperada situación.

— ¿Cómo no voy a conocer al gran brujo Hoseok? Si es el sobrenatural que contribuyó tanto a los vampiros—halagó el peligris con una sonrisa sincera adornando su rostro, mientras se acercaba al castaño que también le sonreía feliz por aquel cumplido—. Pues gracias al desarrollo de una de sus pócimas, evitó que nosotros tengamos la horrible ansia de beber sangre. Por lo que ahora podemos vivir tranquilos sin necesidad de atacar a seres humanos o animales.

—Me das mucho crédito, Tae, pero lo agradezco, fue un golpe de suerte. Ya sabes, un experimento que sin querer dio resultado a otra cosa que nada tenía que ver con lo que quería, pero me hizo feliz que les sirviera de ayuda—comentó el brujo—. Nunca hubiera sido tan egoísta como para negarles esa oportunidad que podría darles una mejor vida.

—Lo fue y mucho, ese fue un gran motivo de peso para que los humanos aceptaran el tratado de paz con nosotros—afirmó orgulloso, porque se trataba de un gran paso para la tranquilidad entre especies. Hoseok asintió con simpleza—. Es bueno verte después de tanto tiempo, Hobi.

—Lo mismo digo, Taehyungie—respondió y luego se concentró en su compañero y mejor amigo, que estaba igual de callado que el hada que estaba a un costado del vampiro, todavía procesando lo que sucedía—. Parece que les comieron la lengua.

—Así parece.

El vampiro soltó una pequeña risita que inundó los oídos ajenos. 

—Pero dejando eso de lado, soy Kim Taehyung 

Se presentó con su nombre completo para que el joven de cabellos negros supiera como referirse hacia su persona. No obstante, este asintió sin quitarle los ojos de encima a Jimin, quien parecía ser mucho más importante que su presentación. 

Por lo que el vampiro casi de inmediato le dedicó una sonrisa divertida al hada, que terminó más avergonzado de lo que ya estaba, por la mirada del pelinegro. - No te cohíbas, preséntate.

—¿Quién dijo que estoy cohibido, vampiro tonto? —reclamó el rubio, con las mejillas coloreando su piel clara. Su amigo optó por cubrirse la boca para no soltar una sonora carcajada, porque era obvio lo que pasaba. 

Había que estar ciego para no notarlo. Amaba verlo avergonzado.

Conocía a Jimin desde hace tanto tiempo, por lo que fue fácil notar que aquel joven de ojos gatunos le descolocó un poco. Lástima que su amigo fuera tan volátil y poco sincero, que lo más seguro es que se hiciera el desentendido al respecto. 

No obstante, Taehyung no desaprovecharía la oportunidad para ponerle nervioso, pues amaba sacarlo de sus casillas, ya que al final del día siempre le perdonaría, porque eso era lo que los buenos amigos como ellos hacían.

¿Quién imaginaría que los papeles cambiarían más pronto que tarde?

—Ya...

—¡Ahhh, de acuerdo! Me llamó Park Jimin, y soy un hada.

—Lo note por tu aura mágica, ya te puedes hacer una idea. Mi especie detecta mucho mejor ese tipo de cosas, por más camuflado que estés—comentó el brujo castaño, haciendo referencia al hecho de que el rubio en ese preciso momento lucía como un simple mortal, porque no tenía sus brillantes alas a la vista. 

—Es un gusto, Jimin. Yo soy Jung Hoseok, pero puedes llamarme Hobi sin ningún problema, porque los amigos de mis viejos amigos, también son los míos—aseveró y Taehyung asintió contento por dicha mención.

El castaño le dedicó una mirada de reojo al más pálido, que parecía seguir sin intención de hablar. Así que, para no perder más tiempo, creyó que lo más prudente sería presentarlo, porque desde que lo conocía, supo de sobra que era alguien de pocas palabras. 

—Y este joven tan callado aquí presente es Min Yoongi, un buen amigo y compañero de aventuras, que vale mencionar es un brujo como yo.

—Es un placer conocerlos—mencionó Jimin haciendo una reverencia, al igual que Taehyung, solo que este se la dedicada directamente al brujo pelinegro.

—Igualmente—Yoongi pronunció esa respuesta tan escueta, molestando al rubio que rodó los ojos. ¿Quién se creía ese brujo para ser tan cortante? El susodicho le llamó la atención a primera instancia, pero si era tan maleducado, ni para que perder el tiempo. 

A él le gustaban los hombres con clase, era alguien con estándares muy altos y eso no cambiaría por nada del mundo.

No había excusa para comportarse así, pues ahora sabía que su compañero conocía a su amigo, por lo que ellos no representaban ningún peligro como para que tomara esa actitud.

En definitiva, lo que tenía de guapo, lo tenía de idiota.

Sin embargo, lo que el hada no sabía, es que Yoongi era muy tímido, aunque no lo pareciera, y se había quedado tan embobado con la presencia mágica y rostro jodidamente angelical del rubio de labios rellenitos y mofletes sonrojados que se encontraba frente suyo.

—Todo esto fue una sorpresa—comenzó a hablar Taehyung, captando la atención de todos, desviando el tema—. Pero, ¿se puede saber que hacen a estas horas y por aquí?

—Podríamos decir lo mismo, Taehyungie—aseguró Hoseok, luego de notar un detalle que pasó desapercibido a sus ojos—. Mucho más ahora que veo que tienes esa mochila contigo—la señaló y el vampiro abrió la boca por la sorpresa de verse atrapado.

—¿Es de ustedes? —inquirió el peligris, muy curioso—. Lamento mucho haberla tomado, pero no pensaba quedármela, solo trae ropa—se la extendió al castaño que la tomó con gusto—. Justo la iba a dejar colgada donde la encontré.

—Lo sé, y por eso es importante—afirmó el brujo de cabellera castaña—. Y respondiendo a tu pregunta, no es de nosotros, pero sí de alguien que nos acompaña.

—Ya veo...

—Sí, para ser más específico, le pertenece a un mocoso que ni siquiera sabe esconder bien sus cosas—puntualizó Yoongi en tono molesto—. Es muy descuidado. Sigue dejando sus cosas regadas por donde se le da la gana.

A Taehyung no le fue difícil deducir que lo más probable es que fuera un cambiaformas, por lo que necesitaría ropa luego de que su transformación acabara.

Ni siquiera sopesando la otra posibilidad que existía.

—¿Es un cambiaformas?

—No, es un lobo—Hoseok respondió con calma y seguridad en su voz—. Un gran e imponente lobo de pelaje azabache.

Y en ese instante, todo se congeló para el vampiro.

¿Cómo no hacerlo con la estampa que tenía frente a sus orbes?

Taehyung se quedó estático en su lugar, sin poder formular palabra alguna luego de ver al susodicho. Como si solo ellos estuvieran ahí presentes, sin que nada más existiera a su alrededor. 

De verdad no quería creer que era una broma de la vida, la cual parecía amar burlarse de su dolor, haciéndole revivir las esperanzas que creyó pérdidas desde hace algunos años atrás cuando sintió que le arrebatan una parte muy importante de su alma.

Porque no todo es para siempre, pero el recuerdo permanecería vivo en su ser por la eternidad.

Existía una posibilidad de que fuera él, y otra que no, pero de verdad quería confiar ciegamente. A la lejanía escuchó el regaño por parte de los brujos hacia el imponente licántropo que se acercaba poco a poco.

Así que, arriesgándose a encontrarse con una respuesta negativa, decidió hablar y no callar más.

—Jungkookie, ¿en serio eres tú? 

Continuará...

Muchas gracias por todos los votos, comentarios, y lecturas, me hacen muy feliz. Espero les guste este capítulo, estamos a un paso del reencuentro. Si todo va bien, antes de que el año finalice tendrán uno más. Pero si se han quedado con ganas de más, pueden darle una oportunidad a mi otro fic llamado Lullaby in the lake, el cual también es kookv y más tranquilo que este, seguramente también les gustará mucho, además se encuentra entrando a su etapa final, por si les interesa.
Felices fiestas cielitos, ¡los quiero!