Siempre me he preguntado... ¿Podría ir a una dimensión que he querido, aunque sea ficción?

Eso no podría cumplirse así de fácil, aunque siempre lo deseo con toda mi alma. No se hace realidad.
Claro que para algunos se les hace imposible, pero yo siempre he tenido fe, seguridad, y confianza de que algún día llegara a pasar. Lo sé.

Y gracias a confiar en mí mismo y a tenerle fe, pasó lo siguiente.

Un Bijū, se hizo presente.

Una bestia, del anime Naruto que he llegado a ver, solo la primera y segunda temporada nada más. Se hizo presente al final de mi cumpleaños número 12. Al principio, creí que era un sueño que no quería despertar, pero para mi suerte. Era real.

Lo que me dijo ese Bijū quien no he mirado en la serié y eso, se me hacía raro que a la vez impresionado me dijo éste, que era el hermano menor, de Kurama.
Pero lo más raro era, que él era un lobo, y Kurama un zorro.

Me dijo que yo era el único, y salvador para que yo, fuera al mundo de Naruto y le diera un giro de 180° grados, a cambiarlo. Claro que como era mi sueño estar ahí, no dudé dos veces y fui con el lobo: El Bijū de Una Cola, a parte del mapache Shukaku.

Si quieren saber.. Lo que en realidad paso, debería comenzar a decir el día... El día de mi fiesta, de mi cumpleaños número 12.
Doce años en mi vivienda solo, doce de... de soledad.

Pero les diré que, a los diez años descubrí dos géneros de unos cuantos animes que vi, Yaoi y Yuri.

Jeje~, tan solo recordarlo me da mucha nostalgia. La primera vez que tuve una erección y me masturbe, ha~. Que recuerdos.

¡P-pero estoy cambiando de tema! ¡Me-Mejor continúo!