Capítulo 3: ¡¿Academia!?
¡Por fin! ¡Después de tanto caminar, heme aquí! ¡Y...WOW, que grande está la entrada de la aldea! ¡Es mucho más grande de lo que se veía en el anime!
Me quedé embobado viendo esa gran entrada, que no me di cuenta que Kakashi se me adelantaba para irse. Yo creo que a la torre Hokage para reportar sobre su misión que tuvo. Con mis píes cortos corro hasta quedar al lado de Kakashi-Sensei.
—¡Kakashi!—. Escuché una voz mas adelante de nosotros, pero a la vez conocida. —¡¿Cómo te fue en la misión, eh?!—. NO. ME. LO. CREO. PERROS.
¡ES KOTETSUUU~!
¡NO PUEDE SER!
¡De nuevo y repito! ¡Voy a desmayarme! ¡ME DARÁ UN PARO CARDÍACO Y... Y MORIRÉ EN PAZ!
—Lo de siempre.— Le dice Kakashi con su tono de siempre, pero con una respuesta seca. —¿Dónde está Izumo? Por cierto.
—Está con el Hokage, Kakashi.— Responde Kotetsu sonriéndole, luego pone su vista en mí, haciendo que su sonrisa desaparezca y me mire confundido. —¿Quien es él?
No pude evitar ponerme nervioso ante su mirar, osea. ¡CUANTOS MÁS PERSONAJES QUE ADMIRO Y CONOZCO ME MIRAN, MÁS HACEN QUE ME PONGA NERVIOSO!
Odio ser muy tímido
—Ah, es sólo un acompañante. Me lo topé en el camino cuando iba de regreso a la aldea.— Me mira y sonríe debajo de su máscara. —Además me dijo que quería hablar con el Hokage. Nada más. –Vuelve a mirarlo con su típica mirada de huevon.
A veces me pregunto, como mantendrá Kakashi su semblante de chico calmado. Incluso cuando Gai-Sensei le dice un sinfín de cosas y retos para desafiar al peliplateado. Me da gracia.
—Vaya, bueno. Está bien.— Se me comienza acercar, me siento intimidado. —Pequeño, yo soy Kotetsu Hagane. Es un gusto.— Me soba la cabeza, yo inflo los cachetes en forma de puchero. ¡No soy tan pequeño! —Bueno, si van a ir de paso diganle a Izumo que lo sigo esperando para irnos a entrenar. Por favor.— En serio, ¿a entrenar? Un momento...
···Tengo una mente pervertida. 7v7···
¡IZUTETSU!
Se me ocurrió un shippeador muy shipp, una imagen pasa por mi cabezirijilla.
Izumo podría ser el Uke, y Kotetsu podría ser el seme. ¡Síp, mi mente pervertida y yo! ¡Juntando parejas yaoi!
De pronto, la voz de Kakashi me hizo reaccionar, sacándom de la pervertida fantasía que tenía.
—Sí. Vámonos Kai.— Me dice el canoso. Yo TRATO de seguirle el paso.
—Amh, hasta pronto Kakashi, y Kai.— Alcanzo a oír que se despide Kotetsu. Kakashi sólo levanta la mano en forma de despedida. Mientras que yo la agito.
(...)
Llegamos a la torre Hokage, Kakashi tocó tres veces la puerta para después ponerse (de manera floja) firme de la espalda. No escuchamos nada al principio hasta que alguien abrió la puerta. Era Izumo.
—¡Oh! ¡Buenos días Kakashi! Y...— Se me queda mirando. Debería de presentarme después de que se queden con la duda.
—Jeje, perdón por no presentarme. Soy Kai, mucho gusto.— Le tiendo la mano en forma de saludo, él acepta con una sonrisa. Parece que ya están acostumbrados a las reverencias.
—Jaja, ¿vienen a ver al Hokage o...?—. Miré a Kakashi quien miraba neutral al pelimarrón. Siempre tiene esa mirada que a veces, hasta intimida a alguien.
—Bueno, yo iba ha avisar al Hokage sobre la misión mientras que el pequeño muchacho; viene a hablar con él.— Habla calmadamente mientras se cruzaba de brazos. —¿Y a dónde vas exactamente?
—Voy con Kotetsu, para seguir vigilando la entrada.
—Ah, él nos mandó un mensaje para ti.— Le sonríe debajo de la máscara. —Nos dijo que si llegas con él; entrenarían juntos.
Vi que Izumo se sonrojó un poquís... ¡SÍ HAN DE TENER ALGO ELLOS DOS!
—¿E-En serio? ¿Sólo eso les dijo?—. Tal parece que no se lo cree aún, hasta parece que lo invita a salir o algo.
—Amh, sí. Ahora si nos disculpas. Tenemos que pasar.— Decía con su voz casi demandante, me pareció raro ya que nunca lo he oído hablar así, menos con Izumo.
—A-Ah claro, sí. Con permiso.— Se retira ahora sí, dejándome a mí confundido. Pues nunca había visto (y no literalmente) en vivo a Izumo comportarse de esa manera.
Hasta que por fin “entramos” a la oficina de Hiruzen. No sé si ustedes han estado nerviosos o miedosos al estar con alguien intimidado, y no es que yo vea al Sarutobi así, no. Sino que, como esto ya es real y todo lo demás, etc.
Osea... ¿Cómo creen que mi reacción hacía Kakashi fue como...? *Pooof~*.
Y por poco, me iba a quedar mudo. Pero gracias a mi otro yo de los anti-nervios pudo controlarlo a tal perfección.
¡Ahora! Estoy aquí. Parado, en la entrada de la oficina del más viejo y más “respetado” de la hoja. Quien es un viejo para nada. ¡OSEA, AQUÍ MERO! ¡ESTOY HASTA LOS NERVIOS!
¡POR ESO NO QUIERO ENTRAR A LA FUCKING OFICINA!
¡Pero no~! ¡Kakashi tenía que llamarme! ¡¿QUÉ NO VE QUE ME VA DAR UN PARO!?
—Vamos Kai, el Hokage nos espera.— Genial, simplemente genial. De seguro voy a ser algo estúpido de lo que arrepentirme.
Cerré los ojos. Inhale y Exhale. Luego dejé que todo mis miedos y nerviosismos se fueran en un 2x3.
Con pasos algo torpes y lentos me adentraba más a la habitación, ¿cómo que hay mucha tensión en está oficina no? Porque creo que el Hokage debe de estar hecho mierda.
Miércoles, ahora tengo los píes hechos de gelatina. Si otra vez me encuentro con alguien que no sea el Hokage. Valí KK. ¡¿Y SÍ...!?
—Oh, hola Kakashi, no sabía que vendrías, ¿que se te ofrece?—. ¡La voz de Hiruzen! ¡Oh, mi dios!
—Hola.— Levanta su mano en forma de saludo. —Sólo vine avisar que la misión fue un éxito.
—Me alegra oír eso. ¿Por cierto Kakashi? ¿Quién es él?—. Me mira curioso el Hokage. ¡Qué nervios!
—Ah, él vino a hablar con usted mi lord, dijo que tenía que decirle “algo.”— Eh, yo no dije eso. —Así que los dejo para que hablen en paz.
—Muchas gracias Kakashi, y hasta pronto.— Se despide de él serenamente con su voz ronquida.
Kakashi asintió a su despedida y dirigió su mirada en mí, dándome una mini sonrisa debajo de su máscara. Para luego revolverme el cabello medio-largo que tengo. Hasta parece que la traigo más o menos cómo la de Toriko.
—Nos vemos luego pequeño. Si necesitas algo o tienes algún problema, no dudes en llamarme. ¿Está bien?—. ¿Me dice generoso? Bueno, no esperaba esa actitud viniendo de él, pero tal como sea me agrada. Hasta se preocupa por mí. Creo que ya nos agarramos cariño.
—Jiji, de acuerdo Kakashi-san, hasta luego.— Me despido igual, alzándonos la mano del uno al otro.
De pronto el silencio se reina en la oficina del Hokage. Que incómodo. Lo digo porque el viejo no paraba de mirarme. ¿Traigo algo en la cara? ¿O qué le pasa?
—¡Ahem!—. “Tosí” para quitar el ambiente. —Me presento, mi nombre es Kai.— Me acerco un poco hacia donde está su escritorio de mucho papeleo y hago una reveren... —¡Auchis!
—¿Estás bien, Kai?—. Me pregunta preocupado.
Es que, cuando iba a hacer la reverencia ante el Hokage (en forma de respeto según), que por menso no medí bien la distancia entre la mesota y yo, que hasta me golpeé la cabezota. ¡Y dolió muchísimo!
Con una vena en la frente miré mal el escritorio. Siempre miro de reojo a las personas que me golpean “accidentalmente.” Chasqueo un poco al tocarme la frente por el golpe, pero no fue nada. He resistido peores.
—Eso me pasa por Baka.— Susurré para mis adentros, ahora ya abriendo los ojos en par viendo al Hokage quien me miraba todavía preocupado. —Jeje. No se preocupe Hokage, estoy bien. De hecho he tenido peores.— Le sonrío todavía sobándome la cabeza.
—¿Seguro que estás bien?—. ¡Ya le dije que sí!
—Sí, ya no se preocupe jeje.
De nuevo reina el silencio, la verdad no soy muy bueno comenzando conversaciones triviales.
—¿No querías hablar conmigo jovencito?—. Me dice el Hokage con una mirada seria, como queriendo sacar información con sólo la mirada, yo asiento con la cabeza. — ¿Entonces?
—E-Eh, etto bu-bueno yo... amh.— Me quedé callado hasta que quité de nuevo los nervios en mi interior, armándome de valor. —Quise sólo charlar con usted. La verdad no sé como decirlo pero... confío en que usted podrá confiar en mí.— El Hokage me mira confundido. Me dice con la mano que prosiguiera. —Verá... yo soy de otro planeta y... conozco lo que pasará en este mundo. Y lo que pasará con todos, además eso también lo perjudica a usted.— Aún no puedo creer que haya dicho eso.
—Jmm, la verdad pienso que lo que me dijiste se oye muy falso, es imposible que haya alguien que pueda leer el futuro... o el pasado.
—Ah, bueno. ¡Tal vez no me crea pero lo que digo si es verdad!—. Le digo casi gritando, pero bajo la voz. —Al menos puedo decirle que... ¿Si me deja quedarme en Konoha? Sólo por está vez, ¿sí?—. Le hago ojitos de perrito en modo chibi.
—Bueno, eso si te lo puedo permitir. Sólo faltaría que me respondieras unas cuantas preguntas que te haré personalmente.— Espero y no sean preguntas ajenas porque... Bhr~, me da un escalofrío en la espina dorsal.
(...)
Eso no me esperaba del Hokage, y no creí que sería muy a la ligera lo que se me hizo muuuuuy~ raro de él. Aunque no dudé en responder las preguntas que me hizo.
Porque, imaginense.
Yo estando parado y respondiendo todo con la verdad mientras que Hiruzen solamente asentía con la cabeza también haciéndome una que otra pregunta. Y en tan sólo poco tiempo me dice que vaya a la academia. ¡OSEA, A LA ACADEMIA! ¡ESO SI QUE NO ME LO ESPERÉ DE ÉL! ¡Sinceramente creí que me mandaría a la fregada y que me fuera de la aldea pero...! ¡Al contrario!
Le pregunté si todavía estaban los equipos para la próxima evaluación (graduación) de Genin, me dijo:
—Será en una semana, creo que eso te dará tiempo de que puedas entrenar.— Y cuando finalizó de hablar, se me vino un aura oscura. Suerte que el Hokage no me la vio.
Hasta quedé mudo al oír eso. El hecho de que sea de un nuevo mundo, que ya he visto muchas veces como pelean y como hacen los sellos. No me convierte en un ninja nuevo quien apenas apareció hace como 3 horas y media. ¡TENGO TIEMPO! ¡PERO DE VERGÜENZAS EXTREMAS!
En ese momento, sabía que estaba muy azul, que hasta parecía una total mora para comer. Sólo el Hokage me miraba con el ceño fruncido por cada una de mis reacciones. ¡Si supiera...!
Cuando ya iba saliendo de la Torre Hokage soltando suspiros de frustración, miré hacia atrás encontrándome con los cuatro rostros de roca de los antes líderes de esta aldea. Giré en total mi cuerpo para verlos mejor cada uno.
Hashirama, Tobirama, Hiruzen, y el Cuarto; Minato Namikaze.
Aún sin ellos, Konoha a estado libre de todo mal. Llenando de paz y libertad a todos de aquí. Sólo a esperar que la siguiente (y muy pronto) sea Tsunade Senju. Y creo que también la nieta de Hashirama si no me equivoco. Bueno, cada uno lo suyo. Pero me dará un poco de pena al saber que... muy pronto... el tercero ya no estará para disponerlos.
—Espero. Y no me odien en un futuro.— Dije entre murmullos para mí mismo, y lo que dije no quería que pasara.
Soltando un último suspiro miré la llave de mi ahora departamento, para lanzarlas al cielo como medio metro y después atraparlas decidido. Girando ya mis talones mientras sacaba un pequeño mapa que me había dado el Hokage, supongo que para orientarme más si llego a vivir mucho más tiempo de lo que pienso. Viendo el círculo rojo de una pequeña casa donde el viejo antes lo había marcado como mi nuevo hogar. Así que sin esperarme, memoricé un poco la dirección del mapa para después correr a ella como si de un maratón se tratase.
•|Narra Hiruzen|•
Ése chico se miraba entre confundido y en Shock, creo que por ser nuevo en la aldea tal vez llegó a tener desconfianza. Pero cuando observé a Kakashi sonriéndole debajo de su máscara, se me hizo algo raro. Conozco a Kakashi desde ya hace mucho tiempo, y su comportamiento con los desconocidos no es muy creíble para mí. Incluso le acarició el cabello desordenado que traía. Sinceramente ese niño ya le agarró cariño.
Cuando ya se retiró de mi oficina, me dediqué a pensar un poco sobre su comportamiento y complexión al hablar, también he observado que es muy tímido y nervioso pero veo que tiene como un tipo de autocontrol contra el nerviosismo que lo hace un bipolar. Pero no de esa forma, sino teniendo que aclarar sus cosas. Además vi que me miraba muy nervioso y temeroso (que es la primera vez que alguien en la vida me ha mirado así) que hasta miraba mi escritorio o veía para otro lado queriendo apartar su mirada de mí. Me dio curiosidad preguntarle del porqué pero... me sonaría atrevido.
Pensando de nuevo. También tenía un aspecto un tanto particular que las demás personas. Tenía TODO el cabello lleno de un color azul muy fuerte, pero se miraba como si veías el cielo del mediodía. Sus ojos son los que me llamaron la atención, los tenía medio rasgados al igual que sus pupilas. Que hasta me recordaron de cierto ex-alumno mío: Orochimaru.
Pero llevando de nuevo el tema, su físico se miraba. Bueno... no miento, pero pareciera que no ha comido en horas o en días por lo flaco (y no exageradamente) que estaba.
Por eso no dudé en darle dinero, que hasta por lo menos le durará un mes o dos máximo. Hasta me dio algo de pena.
—Sinceramente, ése chico se me hace familiar. Pero a la vez algo oculta.— Y no miento, sino que si se miraba sospechoso en mi punto de vista. Espero que no esté perjudicado en algo que no le convenga. Porque lo presiento. —Mejor lo dejo para más tarde, debo de terminar con todo este mundo de papeles.— La verdad, niños y niñas. No les recomiendo ser Hokage dos veces, y menos para un viejo como yo. Es muy~ cansado.
No sé porque Naruto eligió este sueño de ser Hokage. Pero... ¿Quién soy yo para impedirlo? Me daría mucha felicidad si él se pone feliz.
Y creo que sus padres estarían orgullosos de él.
(...)
—¿Quiere inscribir a un nuevo alumno en la Academia Ninja?—. Pregunta el Chūnin y maestro de la escuela de Konoha, Umino Iruka. Quien me miraba con los ojos abiertos por lo dicho. —P-Pero, Hokage-Sama, el examen Genin será en una semana, ¿y usted quiere inscribir a un muchacho recién ingresado?
—Es lo apropiado Iruka.— Levanto la vista fatigado. —Además no creo que sea muy difícil, si lo que quiero es ver las calificaciones al final de curso.— Digo serio cerrando los ojos.
—L-La verdad no me esperaba eso de usted pero... si quiere poner a un nuevo alumno a mi cargo, está bien. No hay problema.— Sonríe nervioso, creo que mi noticia no se lo esperaba. También puede parecer pronto pero, si se quedará aquí al menos tiene que llevar algo que lo represente. —Y bueno, ¿cómo se llama el chico?
—Su nombre es Kai, sólo que no tiene un apellido siquiera.— Iruka, confundido me mira. —Kakashi (quien lo escoltó), me dijo que él no tenía apellido de un clan o uno de su familia.
—Entiendo, pero... ¿Para cuándo vendría él a la escuela, Hokage?
—Mañana, obviamente. Le di la hora de entrar si lo iba a preguntar, también la hora de salida.— Asiente el pelicastaño. —Si pasa algo sospechoso, no dudes en venir personalmente hacía aquí Iruka. ¿Entendido?
—¡Sí, señor!
—Muy bien, puedes retirarte.— Asiente de nuevo y sale de mi oficina en una bomba de humo.
Suspiré cansado. —Espero que todo vaya bien con Iruka enseñándole a Kai y a los otros. Tengo un presentimiento algo raro.
•|Narra Kai|•
¡VAYA! ¡No me lo esperaba! ¡Si afuera se miraba muy pequeña, adentro es muy~ amplio el espacio!
Tiene lo de siempre, aunque se me afigura que es identica a la de Naruto pero más ordenada. ¡QUE ILUSIÓN! ¡AÚN NO PUEDO CREER QUE ESTÉ AQUÍ! ¡HE LLEGADO HASTA TANTO!
Pero primero veré todo mi departamento, para memorizar mis “cosas” supuestamente.
(...)
—Ahh~.— Suspiré. —Mejor voy a bañarme. Apesto.
Después de tener 1 hora en el “lujoso” baño y hacer mis necesidades. Fui a ver en el armario de mi nueva habitación a ver si traía un nuevo cambio de ropa. Y si que tenía un montonal.
—Hum, ¿qué me pondré?—. Una de las desventajas sobre mí, es que soy muy indeciso, a veces.
Como ya es de noche y a estás horas no es de salir, supongo que ya es hora de ponerme una pijama, ¿no? Bueno.... opté por ponerme una camisa gris con algunas cuantas lunas menguantes. También un pant's que traía las mismas figuras sólo que ésta era de lunas llenas. Me puse las pantuflas para encaminarme a la cocina y ver si había algo de cenar.
¡ALELUYA~! ¡Si había algo de comer! ¡Por lo menos hay un vaso de ramen instantáneo pero bue'! Ya pensaba yo que moriría de desnutrición.
Ya calentando mi agua y servirlo en el vaso de ramen me esperé unos cinco minutos en que se me calentara y servirme mejor en un plato.
Junté mis manos en forma de aplauso para después decir. —¡Ittadakimasu!
Para ya por fin saborearla, claro no sin antes decir lo mencionado. Por que ya yo sabía por estarlo oyendo en los animes e imágenes que significaba. Después de tantos meses anhelando este momento. ¡POR FIN PUEDO SABOREARLA~!
Y... ¡DIOS, ESTÁ MUY BUENA~! ¡MUCHO MÁS DE LO QUE IMAGINÉ!
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¡Como envidio a Kai! ¡¿Pa' qué lo creé!?
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