Nota 1: Hola, hola, sí ya sé, no he terminado las otras historias y sigo haciendo más, pero la diferencia es que estas son de un solo capítulo y los otros en especial la de "Reparando Su Corazón " y "Soy Emiliano... Tu Padre" son historias con una estructura, no puedo poner cualquier macanada que luego va a afectar a la historia, en general yo al menos hago así mis historias, prefiero tardarme que hacer algo mal hecho.

Hace un mes a una floristería muy colorida y bonita había entrado un apurado hombre, quien buscaba desesperado un regalo de última hora para su mejor amiga que cumplía años ese día.

Pablo Gavira el amablemente dueño de la tienda, había ayudado al joven hombre, después de haber salido de la ensoñación en la que lo había dejado su llegada

Desde ese momento y como forma de agradecimiento, el hombre pasaba todos los días a saludar y comprar un ramo de flores a esa linda florería. Gracias a esto Gavi, dueño de la tienda había desarrollado un crush bastante fuerte por su cliente.

Quien por cierto no era nada más ni nada menos que el famoso futbolista del Manchester City, Joško Gvardiol.

Cuando Gavi supo quién era el hombre, se sintió muy intimidado, y había tratado  a toda costa de eliminar los sentimientos que estaban floreciendo. Pero a la medida que pasaban los días, Pablo se dió cuenta que ya era demasiado tarde y que ya estaba hasta el fondo en cuanto a Joško se trataba.

Habían forjado una bonita amistad, en dónde cada vez que Joško pasaba por la tienda a saludar, hablaban de su día, de sus familias, trabajos y pasatiempos.

Joško sabía que Gavi era padre soltero. El español se lo había contado en una de su tantas charlas.

A diferencia de lo que Gavi esperaba, Joško no lo había juzgado, como siempre solían hacerlo las personas cuando se enteraban de su situación; al contrario, el mayor había insistido en conocer a su hijo.

Kai como se llama el hijo de Gavi, se había enamorado al igual que su padre de Gvardiol. Desde que lo conoció, el bebé insistía y hacia berrinche a su padre para que esté lo llevará con él a la tienda y así ver al "bonito", que era como lo había apodado.

Con su hijo en brazos, y una rosa en sus manos Gavi se había propuesto esperar como todos los dias con los ojos fijos en la entrada de la florería la llegada de su crush y posible futuro esposo (Eso sí salía todo bien )

Al cabo de unos minutos se escucho el tintineo de la puerta, anunciando la presencia del cliente favorito de los Gavira.

—Hola Gavi, hola Kai.—Saludo el mayor, para luego acercarse a los dos nombrados.

—Hola Još.—Responde Gavi con una cara tonta y un suspiro enamorado.

Kai en brazos de su padre chilla y balbucea  comenzado a removerse emocionado.

—Oww a mí también me alegra verte Kai.—Dice Joško conmovido por el recibimiento que le daba el bebé.

—Mm sí... Él quería verte hoy, así que lo traje conmigo, espero no te moleste.

—¡Claro que no me molesta! Yo también quería ver a este príncipe.—Comenta Joško pellizcando suavemente una de las mejillas de Kai.

El bebé sonrojado, esconde su carita en el cuello de su padre, apenado por las palabras del que él espera sea su nuevo papi.

—Que bueno.—Susurra Gavi.

Pablo estaba nerviosos, el día de hoy había decidido que le pediría una cita al mayor, por eso había traído a su hijo, para que le diera apoyo moral, por si las cosas no salían como el quería.

—Entonces ¿Cómo te ha ido hoy Gavi?

—Mmm y-o, yo bien. Muchos, muchos clientes.

—Ohh, eso es bueno.

—Sí...

Un silencio se extiende por el lugar, provocando que Kai saque su cabeza del cuello de su padre, para mirar curioso de una lado a otro a ambos adultos.

—Mmm yo Još, eh, quería decirte algo.—Dijo Gavi, rompiendo el silencio.

—¿Sí?

—Sí, ve-rás... Y-Yo, tú mmm ¿Hoy?

—No te entiendo Pablo.—Dice Joško preocupado por el sevillano, quien estaba sudando y muy pálido. Parecía que en cualquier momento se podría desmayar.

—Qu-e tú y yo... Invitó yo mmm.—Gavi resopla frustrado conteniendo las ganas de llorar como un bebé. Las palabras simplemente no le salían  y estaba quedando como un idiota delante de Joško.

Kai quien estaba al tanto de la situación y viendo las frustración de su padre, y el desconcierto de Joško, decide intervenir y ayudar un poco a su progenitor.

Asiendo su mayor esfuerzo, y utilizando el escaso vocabulario adquirido a lo largo de sus 3 años de vida, Kai arrebata la flor que descansaba en la mano de su papi, y la ofrece a su futuro padre.

—Salir con papi.

Gavi y Jošco miraban desconcertados al menor, quien no aparta la vista de Joško mientras aún ofrecía la flor al mayor.

—¿Qu-é... Qué dijistes bebé?—Pregunta ahora un nervioso y sonrojado Joško.

—Citaaa, papi y tú, beshito, esposho, papá.—Kai con su dulce voz hacia todo su esfuerzo para comunicarle a Joško lo que su papi había tratado inútilmente hace poco.

Gvardiol se sonrojó más y toma la rosa que insistentemente Kai ofrecía a él.

Gavi quería correr y encerrarse en un lugar para más nunca salir. Su hijo se había atrevido a hacer lo que él no había podido y ahora sentía una vergüenza infinita.

No culparia a Joško si decía que no a la cita, ya era demasiado que su hijo tuviera que intervenir por él, seguro Joško se dió cuenta de lo patético que era.

—Ehm yo acepto.—Dijo Joško en un susurro.

Kai aplaudió contento y Gavi alzó su rostro rápidamente para enfocar la vista en el mayor.

—¿En serio?—Pregunta esperanzado el sevillano.

—Sí.—Responde un sonriente y sonrojado Joško.

—¿Te parece bien hoy?

—Si quieres.

—¡Sí quiero!—Grito emocionado, Joško rio por la emoción del español.

—Entonces me escribes y nos ponemos de acuerdo. Tengo que ir ya al trabajo, voy tarde.

—Sí, sí, sí, no te preocupes.

—Bueno, entonces nos vemos.—Sonríe nervioso.

—Adiós para ti también príncipe.—Se despide de Kai dándole un beso en sus regaderas mejillas.

Kai sonrojado se despide con su manita mientras ve al mayor desaparecer por la puerta de la tienda.

Después de cerciorarse de que Joško se había ido Gavi salta y abraza fuertemente a su hijo mientras le besa la carita y le da las gracias mil veces por su intervención.

Kai chilla emocionado por la muestra de afecto y le devuelve los besitos en la cara a su papi. Era tanta la euforia del momento que no se dieron cuanta que la puerta de la tienda fue abierta nuevamente por Joško quien había vuelto a decirle algo al sevillano, encontrandolo en esta situación.

A Joško se le salió una carcajada que logró  que ambos Gavira voltearan hacia él luciendo apenados.

Joško logró calmar su risa y miraba a ambos con ternura.

—Solo quería volver para decirte Gavi, que tú también me gustas.—Dijo para luego salir de la tienda no sin antes guiñar un ojo hacia el sevillano.

Ambos Gavira se miraron a la cara desconcertados por lo sucedido, para luego de unos segundos comenzar nuevamente la celebración que tenían antes de que Joško los interrumpiera.

Fin

Nota 2: Sehhh esto estuvo raro, pero fue un pedido de alguien especial jajaja.