Desalineado no. 1
⚠ ADVERTENCIAS ⚠
*AU donde Izuku es pro-hero - Katsuki estudiante 3er año de UA
*Age gap (Dk 22 - Bkg 17)
*DekuBaku
*Smut/lemon
La portada es creación de la talentosa artista Curry en twitter (@currynim_)
Enjoy!
___________________________
Katsuki Bakugo era un genio nato, uno de los estudiantes mejores calificados de la prestigiosa academia UA, además de tratarse de un chico con grandes ambiciones para sus 17 años.
Iniciando su último año en la academia, ya era menos lo que debía prepararse para debutar como un héroe, uno que marque historia como él especulaba, ser exitoso y bastante reconocido por sus futuras hazañas.
Desde luego como alguien que siempre procura lo mejor, sus pasantías debían correr con el mismo estándar, varias agencias lo solicitaron a causa de sus trabajos y excelente manejo de situaciones complicadas, pese a tener un carácter algo tajante, Katsuki sabía trabajar bajo estrés.
Sin embargo él no aceptaría lo mínimo, diversos héroes lo solicitaron para llevar sus prácticas en sus agencias.
¿Mt. Lady la heroína gigante? ¡Bastante poco!
¿Edgeshot el héroe ninja? Ortodoxo, poco llamativo para su gusto.
¿Hawks? No le gustaba su actitud jovial, escuchó quejas de Tokoyami del estilo poco profesional que tiene, le parecía despreocupado.
¿Endeavor? Para nada, Shoto hacía sus pasantías con su padre, irracional lucir como un parásito oportunista.
Katsuki aspiraba a la cima, por supuesto que el primer lugar donde está el mejor héroe en el ranking de Japón de los últimos 10 meses.
El héroe Deku, un sujeto de 22 años que tan solo se graduó de la UA subió su popularidad como espuma, fácilmente logró ocupar el puesto de All Might quien se retiró un par de años atrás. Katsuki quería superar a ese impertinente que llegó de la nada a quitar a su ídolo de la infancia.
No era tan fácil, la agencia de Deku nunca solicitó pasantes, algo que le parecía interesante a Katsuki, ¿acaso ese sujeto se creía la gran cosa como para no aceptar prácticas de novatos? Grotesco.
No se daría por vencido, tomaría oportunidad al estar en tercer año con todos sus antecedentes buenos de pasantías pasadas, su promedio perfecto y algunas referencias de docentes para darle apoyo. Envió su carta de solicitud a la agencia de Deku.
―¿Un pasante? Claro, dile que empieza la siguiente semana.
Fueron las palabras despreocupadas que Deku dio a la persona que le ayudaba con documentación de la agencia. Katsuki no evitó sentirse humillado por la rápida respuesta, estaba seguro que ni siquiera se tomó el tiempo de leer su carta de recomendación y motivos para querer sus pasantías allí.
En fin, era la oportunidad apropiada para ver el modus operandi que tenía el héroe número uno, ¿cómo era su día a día? Tenía bastante curiosidad por conocerlo más allá de los tontos discursos que daba en sus visitas superficiales a la academía o en las entrevistas que veía de él en redes sociales alardeando alguna hazaña. Deku era esa clase de héroe carismático por su empatía y lo servicial que era; con su adorable humildad a Katsuki le producía náuseas.
Llegó puntual al gran edificio portando el uniforme de la academia y llevando su traje de héroe en su respectivo maletín.
El destino le estaba jugando en contra, puesto que desde su primer paso en el lugar todo empezó mal.
―¿Deku? Ah, no ha llegado pero puedes esperarlo en su oficina.
Mencionó la linda recepcionista con una sonrisa tranquila, como si los retardos de Deku no fueran una novedad, eso ya le daba un extraño presentimiento.
Katsuki acató la indicación y subió al piso correspondiente. Al llegar a la oficina le dio cierto escalofrío ver que el sitio estaba plagado de mercancía de All Might, las paredes tapizadas de posters, figuras adornando el escritorio, las sillas con detalles del peinado del héroe, lucía como el cuarto de un friki de secundaria.
Quizás eso era normal en ese edificio, después de todo era la agencia que manejó a All Might. No, para nada lo era, ya que solo esa maldita oficina estaba adornada así.
Observó el entorno mientras tomaba asiento en un sofá, apreció una foto de All Might con un Deku más joven, quizás de su edad llevando pasantías también.
Pasaron 15 minutos, no hubo indicios de nada.
Pasaron 30 minutos, nada aún.
Pasaron 45 minutos, Katsuki tomó un poco de agua de un vaso desechable del garrafón con un gesto irritado.
¿Qué estaba pensando ese engreído? Fue claro en decirle la hora en que lo quería allí. Merodeaba como un león enjaulado en la oficina con una rabieta visible en sus gruñidos.
La puerta por fin fue abierta, el rubio apretó el vaso de plástico en mano y su entrecejo arrugó más que molesto.
―¡Llegas tarde, héroe número uno!
Reclamó dando hincapié a su posición para darle un mayor sentido de culpa. Deku por su lado llevaba una correa cargando su mochila en un hombro, se quitó un cubrebocas y lo miró desconcertado, parpadeó un par de veces enfocando al rubio que le señalaba irritado.
―Lo siento, eh... ¿Quién eres?
Como brasas volviendo a incinerar el enfado de Katsuki, una vena brotó en su sien mirando como Deku le rodeaba para dejar su mochila encima de una silla.
―¡¿Quién soy?! ¡¿Te estás burlando de mí?!
Reclamó con una voz furiosa, el peliverde alzó sus manos al nivel del torso queriendo relajarlo, rió algo nervioso.
―Deku es el pasante que aceptaste la semana pasada, Nighteye te lo dijo ―intervino Bubble Girl asomando de la entrada, una heroína de la agencia.
Deku permaneció estático y bastante pensativo, como si intentara recordar en qué momento accedió mientras divagaba mirando el techo.
―Ah, sí... ―susurró pensativo tratando de recordar el nombre― Kacchan, ¿verdad?
―¡Katsuki! ―Corrigió con enfado, en seguida giró con la heroína de tez azulina.― ¡¿En serio este es Deku?!
Le parecía increíble lo despistado que se veía, no se parecía en absoluto al Deku serio y analítico explicando los casos que resolvía en televisión, ¿cómo es que ese hombre de pecas infantiles y absurdas lograba intimidar villanos? Llegó a dudar que fuera el mismo Deku que esperó conocer.
―Tranquilo, te adaptarás... O eso espero ―siseó Bubble Girl continuando su camino a entregar unas carpetas a Deku en su escritorio. ―Es el reporte de avance.
Deku hizo un gesto de agradecimiento con una apacible sonrisa, la chica se retiró y Katsuki solo gruñía en silencio por ser ignorado, el mayor solo ojeó el expediente inconscientemente dejando de largo al otro.
―Oye, estoy aquí, número uno ―reprochó con queja provocando al peliverde respingar cerrando la carpeta, se llevó una mano al puente de la nariz con un suspiro, ¿realmente había sido buena idea ir a esa agencia?
―Lo siento, he estado algo estresado y... Ah, lamento esa primera mala impresión, ¿por qué no empezamos de nuevo? Soy Deku, bueno mi nombre real es Izuku Midoriya ―siseó moviendo sus manos algo nervioso mirando en más de ocasión la carpeta del escritorio y al pasante.
―¿Qué es esto? ¿El primer día de clases de un colegio? Te conozco bastante bien.
―Me parece correcto que me presente primero si quiero conocerte ―respondió rascando su nuca.
Katsuki suspiró y arrojó el vaso destrozado de su mano hacia un cesto de basura a unos metros.
―Soy Katsuki Bakugo, estudiante de 3-A de la UA, como héroe soy Dios de la gran explosión asesina Dynamight ―presentó con un tono de voz más relajado por fin.
Izuku le observó con un gesto extraño, sus cejas estaban levantadas con cierto asombro.
―Demasiado largo... ―susurró bajito, siendo suficiente para fastidiar a Katsuki.
―¿Tienes algún problema?
―No, quiero decir... Suena genial ―sonrió algo aturdido, Katsuki solo le miró con desagrado por ese entusiasmo.
La expectativa con la que fue a la agencia fue esfumándose conforme pasaron sus semanas de pasantía. El héroe número uno no era nada de lo qué se esperaba.
Deku era bastante amable, muy accesible pero también todo lo hacía de la forma más adecuada.
Tan soñador, a Katsuki le sorprendía como Deku reaccionaba en las visitas ocasionales de Yagi Toshinori a la agencia, como un niño viendo a Santa Claus y el sumo respeto que le tenía.
Desgraciadamente los patrullajes eran aburridos, merodear sin ninguna novedad, eso demostraba el sumo control que Deku tenía de su área de vigilancia. Nunca tuvo un momento de acción para apalear villanos, tan aburrido.
Los compañeros de clases siempre lo abordaron con preguntas frecuentes de qué tal eran las pasantías con Deku, dando a la imaginación de cómo acababan los villanos y las peligrosas misiones clasificadas de tendrían. Katsuki meramente resoplaba con hastío, ¡Nada de eso ocurría! ¡Era tan, tan aburrido!
¿Qué iba a alardear a los zoquetes de sus compañeros? ¿Qué todo el día merodeaba las calles enfocados en quienes querían una foto o autógrafo de Deku? ¿El estúpido papeleo que debía archivar a causa de lo desorganizado que era el pecoso? Era una tortura y una decepción.
Llegó a debatirse en hablar con Aizawa para solicitar un cambio de ubicación a sus pasantías. Que ese héroe estuviera en el top 1 ya no le provocaba curiosidad, ahora solo le generaba lástima, ¿cómo es que alguien como él llegó ahí? ¿Qué prestigio tuvo para escalar donde está?
Con esa sonrisa estúpida y aturdidora solo le enfadaba bastante.
Aunque su perspectiva difirió un día que le vio cambiarse al terminar el turno de patrullaje, encima de ese cuerpo tonificado Deku tenía muchas cicatrices en la espalda y su brazo derecho ni se diga. No podía imaginar que tipo de entrenamiento o accidentes tuvo para estar tan marcado con esas bregaduras.
Una tarde en que Katsuki acudió a su oficina para anunciarle que ya se iría al terminar el patrullaje le miró dormir torcido de forma descuidada en la silla del escritorio abrazando un cojín con detalles de mechones de All Might.
Su rostro lucía tranquilo y plácido, pequeños ronquidos salían de esos labios entreabiertos, se veía cansado.
¿Cansado de qué? El tipo solo estuvo en el patrullaje del mediodía atendiendo fans con autógrafos y discursos burdos de que se portarán bien a los infantes que salían del jardín del niños e iban como estampida hacia él.
Katsuki acercó curioso, quería cerciorarse si realmente estaba dormido o sólo fingía, inclinó curioso con el ceño fruncido, solo notó unas apenas visibles ojeras en la bolsa de los párpados.
Horas más tarde, cuando ya era noche una alarma se escuchó una y otra vez desde los pantalones de Deku, abrió sus ojos adormilados hurgando el bolsillo para desactivar la alarma que le daba aviso de su patrullaje nocturno.
―Ugh... me quedé dormido en la silla... ―se dijo a sí mismo con un bostezo.
Al intentar levantarse se dio cuenta que encima lo arropaba una pequeña y afelpada frazada de colores cálidos. Alzó una ceja extrañado y miró la oficina desolada, no recordaba haberse cubierto.
La mañana siguiente no fue recibido de forma agradable.
―¡Maldito héroe número uno! ¿Por qué no me dijiste que también estabas en los patrullajes nocturnos? ―Escupió Katsuki con fastidio azotando las manos frente al escritorio de Deku.
―Uhm, pero no es para tanto Kacchan-...
―¡Ya te he dicho que no me llames así! ―Intervino furioso, en ese lapso de sus pasantías Izuku llegaba a olvidar su nombre de héroe y lo llamaba así para abreviar. ―¿Por qué no me llevaste a tus patrullajes en ese horario? Te recuerdo que estoy aquí para hacer prácticas.
Izuku espetó un puchero por el regaño, pero pronto se puso firme.
―Tus pasantías solo corresponden en el día con tu horario de clases.
―Claro que no, Tokoyami ha acudido con Hawks en la noche e incluso Todoroki estuvo dos días en una misión con Endeavor. ¡¿Y me dices que tú como el héroe número uno no tienes esa clase de misiones?!
―Sí las tengo, pero... ―balbuceó algo retraído de seguir con esa conversación.
―Carajo, me estoy fastidiando de esto, realmente solo tienes un bonito título pero no eres nada de lo que asomas a los medios ―reclamó iracundo. ―¿Cómo es que tomaste el puesto de All Might?
Izuku frunció el ceño incómodo de las palabras, no se atrevió a silenciarlo, Katsuki lucía bastante frustrado por expresar su decepción.
―Le pediré al director Nezu y Aizawa-sensei cambiar de pasantía ―decretó palmeando la mano de Deku que acercaba peligrosamente a su hombro para consolarlo.
Izuku ladeó la vista abstracta, formuló una mueca y suspiró.
―Bien, te sellaré tu carta de renuncia cuando la traigas, no te preocupes, no daré malas referencias de tu salida.
―Como sí me importara ―gruñó dando media vuelta para retirarse de la oficina.
En su camino encontró con All Might, llevaba un par de cafés cargados que compró a primera hora en la calle, aseguraba que Deku estaría cansado con esa extenuante misión de anoche. Percibió a Bakugo salir a zancadas gruñendo.
Lucía más serio de lo normal, bastante irritado y se cuestionaba el por qué, giró hacia Deku a quien encontró estrechando su palma en el rostro con un suspiro.
Esperó a que Katsuki saliera para cerrar la puerta y adentrarse.
―¿Ves que es difícil la enseñanza? ―Formuló Toshinori con una sonrisa.
Izuku lo miró con cierta tristeza pero asintió la cabeza recibiendo un café en mano.
―Te dije que sería complicado aceptar pasantes en medio de tu labor como héroe número uno.
―Creí que estaría bien, pero parece ser que solo le mostré lo que menos esperaba... ―suspiró con desánimo.
Ese sería el último día en esa agencia, terminaría los últimos pendientes y se iría directamente a la academia a pedir transferirse con otro héroe para hacer sus pasantías, al menos ese era el plan de Katsuki hasta que en la tarde All Might lo interceptó.
Fue una charla discreta, no tomaron nada personal pero quería aclararle el modo en que Izuku se empleaba.
―Estoy seguro que no quiere que te lastimes, las misiones que tiene últimamente son de clasificación S+, un pasante no debería estar en ellas.
Escudó Yagi palmeando los hombros de Katsuki.
―¿También te has dado cuenta, verdad? Que Deku muestra esa sonrisa relajada y brillante pero trae una carga grande que busca contener por su cuenta.
―Me está subestimando.
―Créeme que no lo hace, a pesar de su agenda apretada el joven Midoriya tiene su tiempo para ver a los futuros egresados, en el último festival deportivo elogió tu victoria ―sonrió con orgullo de recordar ver a Izuku mirando las noticias en el teléfono, feliz por el segundo año consecutivo de ese rubio en primer lugar.
Katsuki alzó una ceja de la mención, por la actitud descuidada de Deku al principio pensó que ni siquiera lo ubicaba.
―Sé paciente con él y demuéstrale que puedes continuar su ritmo, así accedería a darte más sus patrullajes interesantes. Además, le sigo diciendo que nunca le vendría de más un poco de apoyo con esos casos... ―dijo con una muestra de negociación intentando empujar a Katsuki.
El menor suspiró con hastío haciendo trizas el papel de renuncia que tenía en manos.
―De acuerdo, hablaré con él ―determinó mientras rodaba los ojos resignado.
Yagi asintió feliz.
―No seas tan duro con él, recuerda que sigue siendo un novato en su puesto número uno.
―Con más razón necesita apoyo, ¿no? Es un idiota.
Esa misma tarde Katsuki caminó hacia la oficina de Deku, esperaba encontrarlo ahí sin embargo el sitio estaba vacío. Nighteye en los pasillos le hizo mención de que usualmente podría encontrarlo en la azotea del edificio.
Subió los escalones hasta la parte superior de la agencia, donde había una larga antena y una explanada vacía. Pretendía dejar bien establecidas las intenciones de su pasantía, le iba a desplomar como en algún momento lo superaría y que estaba bien calibrado para misiones peligrosas.
Empujó la puerta con el nombre de Deku en la boca a punto de llamarlo, pero se llevó una gran sorpresa.
―¡Mierda...! ¡¿También fumas?!
Reclamó con una molestia vigente acercando al peliverde que estaba sentado en el barandal. Izuku tosió torpe por el llamado escupiendo el humo aturdido y rápidamente apagaba el cigarrillo aplastandolo contra el muro.
Tantas campañas contra el tabaquismo daban varios héroes, Deku incluído, como para encontrarlo ignorando las advertencias que daba a las masas de lo nocivo que son.
―Solo lo hago cuando ando atareado o estresado ―reprochó nervioso.
―¿Osea todo el tiempo? ―Carraspeó Katsuki recargando al barandal al lado de Deku.
―Bien, me atrapaste. No soy lo que esperabas para ser un héroe ―susurró culpable echando la cabeza hacia atrás avergonzado.
―No solo eso, el número uno. ¿Quién diría que ese tipo que en los medios luce seguro y agradable es una masa ansiosa andante? Eres desalineado, torpe, olvidadizo y aparentemente sobre piensas las cosas.
Izuku sentía un gran peso caer en sus hombros con cada descripción despectiva que le daba.
―Eres una fachada hipócrita como Deku.
―No es como lo planteas, ambos soy yo, corriste con la mala suerte de verlo, es todo.
Manifestó encogido de hombros mirando el atardecer.
―En realidad, creo que fue buena suerte...
―¿Qué...?
―Fue desagradable ver el caos que tienes, pero eso me brinda oportunidad de demostrarte lo que puedo hacer, desalineado número uno ―espetó con una sonrisa ladina inclinando a mirar de reojo al pecoso.
―Entonces... ¿Terminarás tus pasantías conmigo?
―Lo haré, pero quiero que me aclares un par de cosas.
Izuku ladeó la cabeza curioso hacia el otro con paciencia de lo que diría.
―Apestas a tabaco... ―reprendió con un susurro Katsuki e Izuku retrocedió unos centímetros con vergüenza.
―¿Por qué no quieres que vaya contigo al patrullaje nocturno? Dime la verdad, quiero oírlo de ti. No me vengas con la estúpida excusa que diste en la mañana.
Katsuki se giró a la dirección donde estaba sentado Izuku en el barandal, apoyó los antebrazos a su nivel analizando su reacción. Izuku torció los labios en una mueca difícil de descifrar y evadió la mirada al horizonte.
―¿Realmente me estás subestimando?
―No, para nada... sé bien que Kacchan es fuerte y calibra perfecto su quirk explosivo... ―por primera vez Katsuki no le reprendió por ese infantil mote al estar atento a su confesión―, pero creo que serías una distracción.
―Vaya, sí que me ves como una carga ―gruñó desagradable.
―¡No es así! Es que... creo que te pondría mucha atención y podría desconcentrarme... ―susurró bajito.
―¿Ah? ―Katsuki enarcó una ceja extrañado. Le resultaba nuevo ver a Izuku comportarse tan tímido a la actitud despreocupada que solía mostrarle.
―¡Me temo que no podré evitar elogiarte en cada momento! ―Resopló, apretando los ojos con un liviano tono rojizo en sus mejillas.
―¿Y acaso está mal? Eso se supone que hacen los supervisores, elogian o reprenden a sus pasantes.
―No hablo exactamente de eso...
―Tengo otra cuestión, ¿por qué fingiste todo el tiempo que olvidaste mi nombre?
Izuku abrió sus ojos con sorpresa de eso retomando a ver a Katsuki, su reacción estaba descompuesta.
―¿Eh...? ¿Qué dices?
―Sabías perfectamente quien soy. ¿Correcto? Por eso no rechazaste mi carta de recomendación y ni siquiera la leíste a la mención de mi nombre. ¿Entonces por qué?
Deku pasó saliva por su áspera garganta y rápido intervino una palma para evitar esa diligente mirada escarlata en su contra.
―Kacchan suena lindo... ―respondió con una tímida sonrisa.
Sin embargo, su respuesta quedó hasta ahí al recibir una detonación de la palma de Katsuki cerca del rostro, en consecuencia Deku cayó hacia atrás impactando contra el suelo de la explanada.
―¿Qué? Pensé en mejores razones, además ¿qué fue ese reflejo? ¿Por qué no te moviste?
―Mi sensor de peligro no se activó ―reprochó Izuku aun en el suelo.
―Patético ―suspiró caminando hacia la salida de la azotea. ―En fin, nos vemos mañana.
―¿Entonces si te quedarás en la pasantía?
―Sí, a menos que me digas que vamos a salir en una misión esta noche.
El rostro de Deku se puso serio.
―No, llega mañana a primera hora, hasta luego Kac-...¡Bakugo-kun!
Un tic se reflejó en la ceja izquierda del rubio por esa extraña despedida, fue incómoda y anormal, más de lo que imaginó.
Se giró de inmediato señalando de forma acusatoria a Deku en el suelo.
―¡Kacchan Bakugo para ti, desalineado héroe número uno! ―Gruñó con los ojos en blanco, dio media vuelta y salió con robustas pisadas hasta azotar la puerta tras de sí.
Izuku cargó su peso en sus antebrazos contra el suelo al levantar su pecho, miró confundido lo que acababa de pasar.
―¿Le gusta que le diga así o no? ―Pensó extrañado en voz alta con una ceja en alto.
Aun así, le aliviaba saber que podía convivir un poco más con ese disciplinado pasante gruñón, tal vez debería empezar a dejar ese hábito de fumar en la azotea...
Katsuki bajaba a zancadas los escalones con molestia, no con Deku, sino consigo mismo. Le causó un pánico escucharle más formal, que le asustó la sola idea de que lo tratara como un extraño, como un simple pasante de héroe.
También ese gesto nervioso de Izuku queriendo expresarse con timidez, fue cautivante, tal vez sería interesante hurgar más en la verdadera esencia de Midoriya Izuku de hoy en adelante.
.
.
.
.
.
Personalmente creo que no soy buena para escribir DekuBaku, a pesar de que me gusta mucho como el BakuDeku, pero este año he salido de mi zona de confort escribiendo Mpreg, omegaverse y OC, así que toca intentarlo también con esto.
Será una historia corta de tres partes.
Hasta otra.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro