Lo siguiente que recordaba era ser capturados por las chicas y como estas los habían guiado hasta lo que parecía una base del árbol.

—¿Ellos quienes son? —curiosa una pequeña de quizás 6 años, de cabello rubio y coletas los miraba entrar  a la pequeña comunidad.

—ve a casa Lita y dile que capturamos a unos ancianos.

—si —la niña corrió ante la orden.

Todos fueron encerrados en lo que ellos definieron rápidamente como una prisión, No pasó tanto tiempo para que un pequeño niño entrara al área de celdas listo para atender a los heridos. Con mucho cuidado desinfectó y vendó las heridas de todos.

—Debo volver al bosque y buscar a Palmar, no puedo dejar sus restos en ese lugar— el rubio apretó repentinamente su mano y esta volvió a sangrar —¡Quiero salir! —se puso de pie violentamente.

—No saldrán hasta que hablen con ustedes, pero lo más seguro es que los restos de su amigo ya estén en este lugar, es imposible que las chicas lo hayan dejado.

—¿Quién determina que somos buenos o malos? —Abby estaba sentada a un lado de Chad mirando como este era curado

—mi hermano mayor, el determinará si son buenos o no —el pequeño pelirrojo miro detenidamente a Abby.

—¿Ustedes que hace en este bosque? ¿quienes son?

—Somos sobrevivientes, como ustedes lo son —El chico le indicó a Chad sentarse una vez más —Se que solo estarán aquí hasta que demuestren que no son un peligro, a mi ni me parecen peligrosos. Pero mi opinión no cuenta mucho, soy solo un intento de médico.

Una de las compuertas se abrió y dejó ver entonces a nada más y nada menos que a...

—número nueve, hermano mayor

—Travis ¿por qué te encerraste con los...

Abby se quedó fría tras mirarlo frente a ella, después de lo difícil que había sido llegar hasta el —Mauricio —se apresuró hasta los barrotes de la pequeña celda.

—Abigail —el muchacho también se acercó tomando la mano de la muchacha —Chicos, Rachel, sesenta, ochenta y seis.

Todos se pusieron de pie y entonces la puerta de la celda se abrió reuniéndose al fin con el chico que tanto habían estado buscando.

—Te hemos estado buscando amigo, no pensé qué verdaderamente estés en este lugar y con una base del árbol.

—Chad, estás con nosotros —Mauricio saludó al rubio con gran alegría al igual que a Rachel a quien saludó con un adecuado saludo militar —¡trescientos sesenta y dos, Señor!

—Mauricio —la rubia corrió a abrazarlo al igual que ochenta y seis y el muy adolorido comandante sesenta.

—Verdaderamente conoces a todas estas personas —dijo Travis con una ligera sonrisa.

—Son mis compañeros, los chicos del barrio.

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La noche llegó muy pronto y por recomendaciones de Mauricio retomarían todo por la mañana, dejaría a sus amigos descansar y hablarían de todo lo que estaba ocurriendo cuando todos estuvieran más tranquilos.

Rachel podía ver a Fanny velando el sueño de Patton, el chico se veía bastante agotado y ella no quería separase ni un centímetro de él.

El sector V permanecía junto, Kuki preparando una improvisada cena y los demás preparando la habitación que se les había asignado para poder dormir, Chad y Hoagy estaban preparando lo que denominador como la sepultura que merecía Palmar, así llevaban un par de horas desaparecidos junto a las niñas enmascaradas de Mauricio.

Pensativa la líder suprema miraba de lejos a sus compañeros. Kuki sonreía mientras conversaba con el güero. Recordó entonces a Palmar y el terrible acontecimiento que había presenciado horas atras en el bosque. ¿Nunca dejaría de ser una cobarde? No podía deje ser así, todos cuidaban de ella ¿por qué era incapaz de cuidar a la gente que le importaba? Su vista viajó de nuevo hasta Fanny y Patton.

—¿Estás bien?

—Hola Abby.

—Quise acompañar a dos pero no quiso, la muerte de Palamar es un golpe muy fuerte para todos nosotros —bajo la mirada —Es la primera vez que pierdo a alguien tan cercano y de esta manera.

—Abby, yo daría cualquier cosa para que esto fuera diferente.

—mi vida y...

—No digas tonterías —Sonrió  —Tu vida es tan valiosa como la de él.

—Soy demasiado cobarde. No he podido hacer nada por ustedes, no soy más que un estorbo, lo he estado pensando y creo que es hora de que alguien más joven tome el cargo como la líder, sé que cuando tú accedas al poder todo va a ser diferente ¿No es así?

—Rachel

—Yo seré tu guardia personal, recibiré todas las palizas por ti, tú vas a ser a ser un gran líder, el mejor líder supremo.

—No puedo creer que digas eso cundo estamos en este lugar por ti, tu quisiste ir a Canadá, tu decidiste darle el beneficio de la duda a Chad y es por que tú creíste en mí que logramos llegar hasta Mauricio. Todo incluso cuando te escondí la verdad respecto a Nigel.

—No quiero pensar  en el, no por hoy —desvió la mirada. La rubia Nunaca había sentido tanta nostalgia. Nisiquiera cuando supo que número uno se había marchado para siempre al espacio y el sector V se lo ocultó por años. Pero esa noche especialmente sintió mas que nunca que todo aquello que ella había sido había muerto para siempre y solo quedaba el cascaron del buen líder.

—Es muy tarde Abby

—Rachel, descansa mañana va ser un mejor día.

—En realida no estaba a gusto en la cama, no puedo solo dormir—respondió con una calida sonrisa.

—creo que es difícil solo dormir en este momento —Abby sonrió un poco y luego notó como Rachel miraba a Fanny cuidar a Patton, fue que intentó una conversión diferente.

—Están enamorados

—¿Disculpa?

—Como 35 y 23, como Lizzy y Nigi...

—¡Como lo sabes! —se sonrojo escandalosamente.

—¿Tu imaginas a Patton sin Fanny o a Fanny sin Patton? quizás se han separado por sus obligaciones pero no dura mucho y eso que ambos han estado interesados en otras personas. Son como un par de imanes que se atraen.

Rachel pensó en el primer día de reclutamiento y recordó que ellos habían llegado juntos y que él día de la graduación se habían peleado por tener el número 60 siendo Patton el vencedor a pesar de que Fanny había ganado el derecho de tener ese número, ella se lo había cedido a él.
—Pensé que solo yo me había dado cuenta —sonrió la rubia —¿Tú te has sentido así Abby?

—dos veces —sonrojada Abby se rascó la cabeza y se quitó la gorra —la primera vez fue por Mauricio pero era demasiado joven como para comprenderlo y creo que el tampoco estaba interesado como para corresponder —nerviosa reía despreocupada —Pero, después y sin darme cuenta  mis sentimientos comenzaron a guiar a dos, el es como mi complemento y estoy enamorada de él.  ¿Qué hay de ti?

"Tu siempre sabes cuando ponerle cajeta a una galleta" no podía solo confesarle a cinco que ella deseaba ver a... —Yo, creo que no, nunca he tenido el tiempo suficientemente como para pensar en estar enamorada de alguien —se sonrojó

—Dos me dijo que te vio besándote con Chad

—¡Ese ex panzón chismoso! —exaltada se puso de pie.

—No tienes que avergonzarte, es un niño bonito y es normal que te atraiga.

—No me atrae, Chad es importante para mí pero creo que no de esa forma y es más siento que está un poco fuera de lugar tener esta conversación en una situación tan tensa como esta.

—no seas tan severa —Cinco colocó las manos en la cara aprisionando sus mejillas —en eso te preces demasiado a Nigel.

—No quiero recordar a Nigel ahora,

—Rachel

La puerta se abrió y para que Hoagy y Chad entraran a la habitación.
—¡Chad! —Enseguida Kuki saltó sobre el ex líder supremo

—Hola Kuki sanban —este sonrió.

—Que bueno que hayas regresado, estábamos muy preocupados por ustedes. Por ti también panzón.

—Gracias mi chava —Número dos acarició la cabeza de Kuki. Abby se puso igual de pie y Hoagy fue directo a sus brazos como buscando una clase de alivio.

Por su parte Chad fijó sus ojos en solo una persona y ella en respuesta también lo miró.
Con delicadeza bajó a Kuki, luego caminó hasta donde estaba Rachel, ella sonrió y acarició con cuidado el golpe que el muchacho tenía en el rostro —has pasado por mucho.

—Deberías cenar —Kuki lo jaló para alejarlo y que este se sentara junto a ella para cenar y así fue.

Lo demás durante la noche fue irrelevante y así llegó la mañana.  Una mañana que iba a ser muy difícil debido que por fin iba a reunirse con Mauricio para despejar muchas dudas.

Nadie tenía la más remota idea de todo lo que el agente nueve tenía por decir y mucho menos la magnitud de todo lo que se avecinaba.

La reunión ocurriría esa mañana después de dar una digna sepultura a los restos de Palmar. Sería en una pequeña sala acondicionada como laboratorio, por petición de Mauricio solo Rachel, Chad y Abby podían estar presente en esa dichosa plática.

—Estoy demasiado nerviosa —Habló Abby con demasiada inquietud.

—Tranquila, mi intuición me dice que no son malas noticias —dijo Chad mientras esperaban a que Mauricio llegara y para su sorpresa Abby no fue indiferente más bien pudo notar una suave sonrisa en sus labios.

Mauricio llegó casi de inmediato pero lo más extraño fue que no llegó solo. Con él estaba una pequeña niña, la misma niña rubia que habían visto a su llegada.

—Tranquila Lita —la pequeña se escondía detrás suyo como con temor.

—Está niña

—Abby, Rachel, Chad, ella es Lita. Ella es el cerebro de todo esto que ven, ella es la persona que lleva la investigación para encontrar la cura contra los cambiantes.