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→Two

Las partituras, las frías teclas de aquel desgastado piano de color negro. Era la primera vez desde que su madre había muerto que estaba dispuesta a tocar aquel instrumento, los recuerdos de una vida feliz y plena invadieron su mente sin piedad le recordaron a Kira lo que había perdido hace pocos meses. Su madre solía aplaudir cada vez que terminaba de tocar cualquier instrumento, le acariciaba la cabellera rubia le sonreía dulcemente y con ternura le decía: "Tienes un don con la música, nunca dejes de hacerlo"

Pero el solo estar frente a un piano o violín le provocaba un sentimiento de pérdida enorme, lo mismo pasaba con la medicina, cada que un paciente le agradecía sus cuidados y atenciones sele encogía el corazón porque su madre siempre le dijo "El amor que le das a tu trabajo lo hace valer, mientras ames lo que hagas nadie va a brillar más fuerte que tu mi pequeña luciérnaga"

Acaricio las teclas con suavidad perdiéndose en la fina y fría superficie de las teclas, su estado de nostalgia surgía de los recuerdos de su madre que había decidido por alguna extraña razón atacarla sin piedad ese día. Un día que al parecer prometía más pérdidas que alegrías.

Los Cullen no le hablaban, Rosalie no le contestaba las llamadas, Jasper o Alice tampoco, y el doctor Cullen no había asistido días al hospital con la excusa de estar enfermo. Pero claro que Kira sabía que eso era mentira por lo que abandono el salón de música donde la dejaban entrar por pagar cada mes una cuota, y se encamino hacia la residencia del clan Cullen. Por supuesto de Jace la seguía podía distinguir su aura cerca de ella pero no la dejaba sola, le daba su espacio para que no se sintiera agobiada pero cerca por si se presentaba algún peligro.

Llego después de una hora caminando en silencio por el bosque, y lo que vio hizo que su corazón se encogiera.

— ¿Se van Rosalie? — La vampira bajo la mirada — ¿No pensabas decirme?

La vampira miro a su amiga con angustia y dolor por dejar a tras a su familia porque Kira era y será siempre su familia

—Tenemos que irnos Kira — Kira alzo una ceja interrogante — Las personas empiezan a sospechar.

Kira negó con la cabeza la ira recorrió todo sus sistema circulatorio —Esto es por Bella ¿Verdad?, es por ella

—Kira...

— ¡Contéstame Rosalie!

— ¡Si Kira es por ella! — Exclamo la rubia vampiro — ¡Edward...!

Rosalie hizo una mueca, dándose cuenta del error que había cometido al mencionar a su hermano

— ¿Edward? — Kira jadeo —Esto es idea de el ¿cierto?

—Kira...

— ¿Dónde está tu estúpido hermano Rosalie? — Kira ardía en furia, Jasper a pesar de querer calmar a su amiga no pudo usar su don en ella. No cuando portaba su collar que la protegía

—Fue a hablar con Bella — Sin decir palabra alguna, Kira se adentró al bosque. Uso su nueva descubierta habilidad para rastrear al estúpido vampiro. Y lo encontró lamentándose sentado en un tronco caído sin dudarlo corrió 'por el bosque en su encuentro.

[...]

— ¡No eres más estúpido por que no puedes he Cullen! — Edward se sobresaltó antes de sentir que lo empujaban con mucha fuerza — ¡Me estas quitando a mi familia Edward!, ¿Qué hice para merecer esto Edward? ¿No te basto con destrozar mi corazón?

Edward no hizo nada para detener los golpes que Kira le daba necesitaba desatar todo lo que llevaba dentro.

— ¡Confié en ti! — Kira golpeo su pecho con lágrimas en los ojos — ¡Te deje ver mi alma!¡Te conté mis miedos!¡Te amo y por eso te deje ir!¡¿Por qué me quitas ahora a mi familia?!¡Contéstame! ¡¿Por qué?!

¡Le amo Kira! ¡Tengo que protegerla! Y si eso significa irnos pues lo hare sin dudarlo un segundo Kira. — Le grito Edward — La amo Kira

Kira siguió golpeado su pecho, porque a pesar de todo Kira seguía queriendo al vampiro, a pesar de todo lo seguía amando.

— ¡Te odio! — Kira lo golpeo más fuerte — ¡Te odio Edward Cullen!

Edward impulsado por la marca de Afrodita, tomo las muñecas de Kira con demasiada fuerza y le grito — ¡No me importa lo que sientas Kira!¡Entiéndelo no te amo!¡y nunca te amé!

Kira sollozo por la nueva herida que el vampiro había causado en su corazón y por el dolor que le estaba causando en las muñecas. — ¡Suéltame me estas lastimando!

Edward sintió que lo empujaban con mucha fuerza — Vuelve a ponerle una mano encima y te mato Vampiro

Jace estaba frente a Edward y detrás estaba Kira, un escudo humano. Edward trato de dar un paso hacia la rubia pero Jace se lo impidió — No te le acerques. — Amenazo el rubio seriamente obstruyéndole el paso.

—Espero que entiendas por fin que no te amo Kira — Hablo Edward mirando fijamente al general pero sabiendo que la rubia lo escuchaba perfectamente — Y dejes de ser tan patética, fuiste mi diversión nada más.

Edward desapareció con velocidad. Kira cerro lo ojos con fuerza en su mente se repitió lo que Edward le había dicho "Fuiste mi diversión nada más". Su respiración se aceleró, las lágrimas no tardaron en aparecer la ira de haber sido solo un objeto para él la invadió. Kira no se pudo controlar, no cuando sus emociones estaban desatados.

Con un grito de frustración Kira golpeo con fuerza el otro del árbol que estaba más cerca, golpeo repetidas veces sin importar que sus nudillos le dolieran y sangraran. Golpeo hasta que Jace la rodeara con sus brazos, fuertes como piedra los brazos de Jace impidieron que se lastimara más.

— ¡Suéltame! — Kira se removió con fuerza — ¡Jace suéltame!

Jace hablo en su oído — No voy a permitir que te lastimes a ti misma — Jace la hizo voltearse y la toco de los brazos sacudiéndola — Pelea conmigo

— ¿Qué? — Jadeo Kira, las lágrimas empañaban su vista, su corazón retumbaba en sus oídos. — No voy a pelear contigo.

—Vamos Princesa, desata tu ira — Jace la soltó para ponerse en guardia — ¿O me tienes miedo Amorcito?, demuéstrame que eras más que su juguete. Vamos princesa, ¿o él tiene razón?

Kira lo ataco, entre movimientos estratégicos, patadas y golpes planeados, entre la frescura del bosque Kira se dejó llevar por su ira, dejo que s corazón dominara su cuerpo, dejo de guardarse su sentir y mientras trataba de derribar a Jace Kira lloraba. Un sollozo hizo que Jace dejara de atacar antes de ver como Kira caía de rodillas en el suelo. Jace la abrazo y la pego a su pecho.

Kira sollozo aún más, Jace jadeo de sorpresa al ver el tenue brillo dorado que el cuerpo de Kira desprendía, como con cada sollozo el brillo se extendía. Abarcando varias áreas del bosque, mientras Kira lloraba desconsoladamente la fauna del área rodeada por el brillo dorado de Kira crecía con un brillo mágico singular. Vida se estaba creado con el dolor de la rubia.

Jace aferro más a su pecho a su protegida, ella era vida. Una delicada flor expuesta al frio invierno, una flor que estaba dispuesto a cuidar con su vida.

[...]

Kira ni siquiera lo pensó, no le importo que Jace la estuviera observando, no le importo tan solo se sentó en el taburete que estaba frente al piano desgastado, ni siquiera fue necesario observar las partituras. Toco el instrumento y dejo que fuera el corazón que hablara por ella, dejo a su dolor salir en forma de notas y estrofas. Canto con el corazón dejando que el guiara sus dedos y los tonos de su voz.

Jace jadeaba y se resistía a llorar como magdalena, Kira era una verdadera artista. Alguien que con su dulce voz te llegaba al corazón, pero estaba haciendo un esfuerzo descomunal al no dejarse influenciar por su voz, su canto podía obligar a cualquiera a hacer lo que ella quisiera o simplemente volver al más fuerte el más débil de los guerreros.

Say something fue la canción que hablo por el corazón de Kira. Un corazón que había sido roto tantas veces que los pedazos eran irreconocibles, un corazón guerrero que fue derrotado en la batalla. Un corazón con demasiadas heridas por curar.

Un corazón fragmentado en millares de pequeñas esquirlas.

[...]

(Escena un poco subida de tono, lo siento pero si se debe leer para entender más la historia. Perdón de antemano si eres alguien sensible a este tipo de escenas)

Afrodita gimió de placer, sus concubinas daban el mejor sexo que pudiera existir y en ese justo momento su favorita besaba con deleite sus senos al descubierto mientras otra de ellas le hacía un oral, ella tan solo estaba quieta disfrutando del placer que sus concubinas le daban, gimió más alto al sentir los característicos espasmos y corrientes eléctricas de un orgasmo, acaricio el cabello de la concubina que le estaba haciendo el oral.

—No pares querida — Susurro jadeante Afrodita, estaba excitada — Has feliz a tu diosa y dale un orgasmo.

—Como mi diosa desee — Las concubinas eran marionetas sexuales, les daban placer a las personas que quisieran un buen polvo, pero a pesar de eso las concubinas y seguidoras de la diosa del amor eran guerreras experimentadas, las almas de las humanas que decidieron servirle.

Todos los ejércitos de los dioses eran eso, las más puras y fuertes almas humanas que murieron sacrificándose por alguien más. Seles deba a elegir a quien querían servir de los 12 olímpicos, y cuando decidían a quien querían servir se les borraba la memoria para que cuando hicieran una misión en el mundo humano no se descarrilaran y buscaran a sus seres queridos. Seles daba el entrenamiento y creaban su propia vida con esposas del mismo ejército del dios al que le servían y sus hijos eran entrenados como guerreros para su señor.

Una nueva vida después de su muerte

Afrodita gimió más alto y arqueo la espalda, estaba a punto de tener su orgasmo hasta que el furioso dios del sol interrumpió.

— ¡Afrodita! ¡Te advertí que dejaras de usar al vampiro! — Afrodita gimió con frustración se apartó de sus dos concubinas y les ordeno que se fueran pero antes las dos mujeres cubrieron a la diosa con una capa de seda blanca que se sujetaba de sus hombros con decoraciones de plata. La tela de seda transparentaba los pezones excitados de la diosa y dejaba a la vista el sexo húmedo de la misma.

— ¿No pudiste buscar otro momento para molestar Apolo? — Se quejó la diosa mientras caminaba hacia el dios del sol que ni siquiera se inmuto ante la desnudes de Afrodita — Al menos que quieras terminar el trabajo de mis concubinas mi querido Apolo

Afrodita acaricio el pecho del dios con deseo — Hay algo que mis concubinas no tienen y estoy segura que tú tienes y de sobra

Apolo sujeto con fuerzas las muñecas de Afrodita y las quito de su cuerpo — No eres mi Miranda, no tendré sexo contigo.

Afrodita chasqueo la lengua — Entonces a que has venido, ¿Ha interrumpir mi orgasmo?

—El vampiro lastimo a mi hija — Apolo abrió los brazos señalando el lugar — Y tu aquí tranquila teniendo sexo. Te advertí que dejaras tu jueguecito.

Afrodita sonrió con malicia — Es mi marca en el que lo impulsa a tratar a tu hija como una zorro

—Me las vas a pagar Afrodita — Advirtió Apolo — No vas a sentir llegar mi espada.

—Adiós Apolo — Afrodita agito su mano — He ganado querido, y si no vienes a tener sexo no eres bienvenido aquí ¡fuera de mi territorio!

Apolo, Ethon se posó en su hombro — ¿Qué es lo que quiere que haga?

Apolo miro al ave con determinación — Busca a su hija, Acacia es la única capaz de remover la marca de Edward Cullen y avísale a los generales que estén preparados.

— ¿Es inevitable?

—Apolo asintió — Es inevitable Ethon — el dios suspiro — Habrá guerra

Las banderas de guerra se podían observar en el horizonte.

La diosa del amor con la hija del sol se metió.

El dios del sol que amaba con todo el corazón el único pedazo vivo de su Miranda, prometió tomar venganza por su hija.

Esto es lo que el Oráculo de Delfos puede ver, la decisión no cambión las acciones no lo hicieron

Hola hola, Comenten por favor. voten tambien. lo de negro que vieron en el epigrafe  y tambien aqui es las visiones del oraculo de delfos. 

Nos leemos pronto

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