Capítulo V
Habían pasado las semanas ya se encontraban a principio de julio, y con ello había llegado el verano.
Riku y Asami se encontraban camino a la academia ya que ese día revelarían los resultados de los exámenes escritos. Asami estaba preocupada; si no le iba bien debería rever su vida, buscar que hacer para poder alimentarse el día de mañana. Se sentía triste porque sabía que por más que le dijera a Mifune, nada se podría hacer.
Llegaron a la gran casona y se adentraron directo a las oficinas administrativas. Al estar allí pidieron ver sus exámenes.
ꟷ ¡Vamos! ¡Aprobé! ꟷdijo Riku emocionado al ver su nota de nueve. Las correcciones iban con puntaje del 0 al 10 y a partir de 7 se consideraba aprobado. Riku era un joven muy responsable y a eso sumado que tenía muy buenas capacidades de aprendizaje.
Asami por su lado se alegró por su amigo y festejó junto a él. Ambos se quedaron mirando el examen, realmente era muy buena nota casi perfecta. El joven estaba contento porque sabía que en su casa lo felicitarían. Rápidamente le preguntó a Asami, esta no le dijo nada. Aún tenía el sobre cerrado.
ꟷ Ábrelo Asami.
ꟷ No lo quiero hacer, tengo miedo. ¿Y si desaprobé?
ꟷ No lo sabremos si no lo abres.
Quedó unos minutos pensativa armándose de coraje. Sus manos temblorosas comenzaron a abrir el sobre. Sentía miedo, de esa nota dependía de que su vida económica mejore. No se tenía nada de fe, tenía su percepción muy sesgada por las malas experiencias en el pasado, ella siempre decía que nada le iba bien, que todo le salía mal, que la suerte nunca estaba de su lado. Era cierto que la mayoría de las cosas, no le salían como ella quería. Por más esfuerzo que le ponga, por más dedicación, eran contadas las veces que las cosas le salían bien. Siempre debía repetir las actividades para que le puedan salir bien, y muchas veces repetía, no una, sino varias veces más.
Cuando abrió el sobre y sacó el documento se le llenaron los ojos de lágrimas y rompió en llanto. Su amigo se llenó de tristeza y como un reflejo la abrazó para consolarla.
ꟷ Ay no Asami, no, no ꟷrepetía Riku al verla llorar como una niña pequeñaꟷ No pasa nada Asami, iremos hasta el final para dar vuelta esta situación, mi padre forma parte del comité del Damiyo. Vamos a hacer hasta lo imposible.
ꟷ No Riku ꟷdijo ella separándose de élꟷ No haremos nada.
ꟷ ¡No, si lo vamos a hacer! Son unos desgraciados que no te dejaron rendir como todos. Es un complot esto Asami. ꟷcomentó enojado.
ꟷ No hace falta, aprobé ꟷse secó las lágrimas.
ꟷ Si como que no hace... ¿Qué? ꟷcomentó sorprendido sacándole el examen de la mano. Había aprobado con siete. Nuevamente la abrazó. estaban contentos. ꟷ Esto merece festejarse Asami.
ꟷ No lo puedo creer. Ya me imaginaba revolviendo la basura para vivir.
Su amigo se rio y entregó los exámenes a la secretaria administrativa, no podían llevarse el examen, era un documento y debía permanecer en los archivos de la academia.
El mes pasó y llegó agosto. Entre esos meses Asami no se cansó de practicar para sus clases de yobusame, ya que en septiembre rendiría la prueba.
Luego de un largo año había podido pagar el caballo. La escuela de yobusame le entregaba un caballo a elección, pero no era un regalo, pues ellos debían pagar por la compra de este. Para aquellas personas que no contaban con una economía estable, se les permitían créditos, a lo largo de los meses podían ir cancelando en cómoda cuotas.
Una semana antes de su cumpleaños, Asami había podido pagar la última cuota del caballo. Había logrado un lazo muy bonito con su corcel. Era la primera vez que obtenía algo tan caro por sus propios medios.
Los días pasaron y llegó el 25 de agosto, fecha en que Asami cumplía sus quince años, y como era costumbre lo celebraría como todos los años. Justamente volvía del pueblo vecino, montada en su caballo, luego de haber comprado un salmón, pues tenía ganas de celebrar a lo grande y el salmón era un pez muy caro ya que era exportado de otros países que poseían mares y ríos con agua dulce. Donde el pez, por naturaleza habita.
Al llegar a su casa se dispuso a preparar la mesa para esperar a los invitados que tenían cita a las seis de la tarde. Colocó algunos globos que le habían sobrado del cumpleaños pasado. y comenzó a hacer la cena. El primero en llegar fue su amigo.
ꟷ ¿Y tus papas?
ꟷ No ellos vendrán a la hora que los citaste, yo vengo antes para comer cosas dulces.
ꟷ Esa actitud me agrada, pero no escaparas de ayudarme. ꟷse dirigió a la cocina.
ꟷ Sabía que debería haber venido a la hora pactada ꟷmurmuró molesto ya que no quería trabajar.
ꟷ ¿Dijiste algo?
ꟷ ¿Ah? ¡No, no nada! ꟷse apresuró a ingresar a la cocina.
Las horas pasaron, los invitados no tardaron en llegar. Asami la estaba pasando hermoso.
Por un momento se alejó para traer el pastel que ella misma se había hecho. Pero antes de ingresar a la sala se quedó parada en el lumbral de la puerta con el pastel en mano, observando aquella escena. Como nunca antes, estaban todas las personas que ella había invitado. Mifune y su esposa, Riku con sus padres y hermano menor, el verdulero al que siempre le compraba, junto a su esposa, su sensei y su vecina ya anciana que había quedado viuda ese año y siempre la ayudaba con el cuidado de sus plantas, es más, todo lo que sabía del cuidado de las plantas, lo aprendió por ella. No tenía amigos en la academia más que Riku, y vivía en un barrio de ancianos, por lo que no tenía amigos de su edad. Pero a pesar de no ser un cumpleaños típico de adolescente, estaba muy contenta.
Esa imagen de los presentes platicando entre si alegremente, le llenó el corazón. Por primera vez, luego de muchísimos años se sentía feliz. Se daba cuenta que en su sencillez tenía una vida muy bonita.
ꟷ Traerás ese pastel aquí o te lo comerás sola ꟷdijo el verdulero haciéndole una broma. Asami salió de sus pensamientos y sonrió.
ꟷ Y ganas no me faltan. No me provoquen porque no les convidaré nada ꟷbromeó acercándose a los comensales.
La noche pasó rapidísimo y cada uno se fue despidiendo para partir a sus hogares. Solo quedaba la familia de Riku junto a su sensei. Riku en un momento se acercó a la cocina donde estaba Asami lavando los platos.
ꟷ ¿Asami que haces aquí? Deja de fregar mujer, es tu cumpleaños.
ꟷ Si, pero la que vive aquí soy yo, ꟷcomentaba mientras dejaba los platos en el fregadero para que se sequen. ꟷ y estos platos no se lavaran solos.
ꟷ Yo viviría en la misma mugre y sería feliz ꟷcomentó colocando sus manos en la nuca mientras estiraba su espalda.
ꟷ Lo creo, semejante mugriento ꟷcomentó dándose media vuelta, mientras se secaba las manos con el repasador.
ꟷ Oye Asami ꟷdijo metiendo la mano en su bolsilloꟷ Quería entregarte este presente. No pude hacerlo antes porque me tuviste como esclavo. ꟷle entregó una pequeña cajita de cartón con un lazo azulꟷ Es lo que pude comprar con mis ahorros.
ꟷ ¡Oh Riku! No te hubieses molestado ꟷcomentó sorprendida recibiendo la cajitaꟷ ¿Pero qué digo? ꟷlo miró por un momentoꟷ Claro que te debes molestar con un presente, eres mi amigo y es mi cumpleaños, mínimo un regalo. Semejante tacaño que eres, raro en ti dando regalos ꟷdijo sacándole el lazo. Riku sonrió por el comentario. Ella se sorprendió al ver la pulsera tan delicada. ꟷ Ooh esto debe haberte salido mucho. ¿Qué banco robaste?
ꟷ No robé ningún banco. Yo tengo dinero ꟷcomentó un poco molesto ya que le había herido su orgulloꟷ Quise cómprate esto para que siempre me recuerdes ꟷdecía mientras le sacaba la pulsera y se la colocaba en el brazo izquierdo.
ꟷ No seas tan dramático ꟷsonrióꟷ Nos vamos a seguir viendo, capaz que no estemos en la misma división pero nos podremos ver en nuestros tiempos libres. ꟷle tocó el hombro para intentar consolar a su amigo. El miró su mano y luego la miró a los ojos.
ꟷ Asami, a partir de ahora no sabemos qué futuro nos deparará, lo que vamos a emprender no será un juego. Mi padre perdió a su amigo de toda la vida, en batalla ꟷbajó la mirada. Asami lo miró preocupadaꟷ Y nuestra amistad vale demasiado como para olvidarla ꟷcomentó un poco nostálgico. Ella lo oía con atención. ꟷ Este brazalete simboliza hermandad, bueno eso fue lo que dijo la vendedora ꟷencogió sus hombros.
ꟷ Es muy hermoso ꟷcomentó observándolo.
ꟷ Quise regalarte algo que lleves contigo y en cierta forma me lleves a mí también. Eres mi mejor amiga Asami, nunca antes había conocido a alguien tan genial como tú. ꟷsonrióꟷ Recuerdo cuando siempre horneabas galletas para que comamos en clases, bien gordos los dos.
ꟷ No olvidemos cuando le robamos el pastel al sensei. ꟷrecordó divertida.
ꟷ Si ꟷrioꟷ Que fue a hacer lio en la pastelería porque decía que le habían cobrado y no le habían dado la porción de pastelillo. Y se lo llevaron los de seguridad.
ꟷ Ay sí, que buenos tiempos.
Quedaron en silencio con una sonrisa dibujada en sus rostros mirando hacia el suelo recordando esos buenos momentos de academia. Ella lo miró y se acercó a él sin decir nada y lo abrazó. Riku se sorprendió.
ꟷ Te quiero amigo. ꟷdijo sinceramente.
Riku sintió el cariño de la joven y la abrazó sin decirle nada, apoyando su mentón sobre la cabeza de su amiga. Riku era mucho más alto que ella.
Su sensei giró su rostro en dirección a la cocina y vio esa última secuencia, de ellos abrazados. Se sonrió, era la primera vez que le habían tocado alumnos tan unidos y compañeros como ellos, que se demostraban apoyo como un equipo, y no individualmente como solían hacer todos, pues los samurái trabajaban más en solitario que en equipo, por lo que era normal que atravesaran ese momento de entrenamiento en insolaridad.
Las semanas pasaron y se adentraron a septiembre, donde las temperaturas volvían a descender ya que entraron en la estación otoñal.
Se acercó el examen de yobusame de Asami. En todo ese año que estudió para ser una ito (arquera) no paró de practicar. A parte de sus entrenamientos con Riku y su sensei para la destreza cuerpo a cuerpo que rendiría en noviembre, ella disponía otro momento del día para poder practicar la arquería, por lo que su jornada terminaba a las nueve de la noche.
Estaba tranquila montada en su caballo, lo importante para ella era disfrutarlo, ya que le gustaba mucho la arquería, y lo hacía más por gusto que por una obligación. Era buena, pero no por destreza natural, sino porque vivía practicando. A veces, los días libres que tenían con Riku, que los usaban para jugar, ella se dedicaba a practicar y Riku la ayudaba.
Un día anterior al examen se dirigió hacia las montañas. Había encontrado un valle descampado que le venía muy bien para sus prácticas. Por lo que el terreno un poco rocoso y con desniveles le servía para usarlo como obstáculos. Habían diseñado con Riku unos discos de tiro al blanco, para poder disparar sus flechas.
Riku se bajó del caballo.
ꟷ Bueno ¿vamos a hacer lo de siempre?
ꟷ No, esta vez lo quiero hacer por tiempo.
Riku la miró sonriendo. Lo cierto era que ese examen lo cronometraban. No solo era precisión al momento de darle a los blancos, también se evaluaba la destreza y sutileza para cabalgar, al igual que no estaba permitido ningún movimiento que pudiera lastimar al caballo, otro aspecto que se evaluaba era también rapidez, tenían un determinado tiempo para realizar el circuito. Por ello era su dificultad.
Asami empezó a cabalgar a gran velocidad a medida que saltaba obstáculos con su caballo y apuntaba a los discos al blanco. Al terminar el circuito se acercó a su compañero. Domó al caballo para que frene delante de él.
ꟷ ¿Y?
ꟷ Diecisiete minutos, veintisiete segundos.
ꟷ ¡Maldita sea! ꟷse posicionó nuevamenteꟷ Vamos de nuevo.
Volvió a hacer el circuito, y nuevamente se acercó a su amigo. El resultado había sido el mismo, solo con unos segundos de diferencia. Se enojó consigo misma pues ella en su percepción había notado que fue rápida. Repitió el entrenamiento una vez más. Pero paró a la mitad del circuito, ya que no le había dado a un blanco.
ꟷ ¿Qué hace? ꟷse preguntó al verla detenerse y volver al lugar de salidaꟷ ¡No importa Asami! ꟷle gritó, ya que estaba a una distancia considerableꟷ ¡Cuando te suceda eso continua, no cortes el circuito!
ꟷ ¡Lo quiero hacer perfecto!
ꟷ ¡Pero estamos simulando el examen, no vas a poder pedir regresar y hacerlo de nuevo, debes continuar!
ꟷ ¡Esta bien!
Hubo tres intentos más donde la marca de tiempo no cambiaba mucho. Estaba enojada, porque el resultado que obtenía era por encima de lo estipulado en el examen para considerarse que el examen debía ser aprobado.
Antes de que comenzara el circuito, Riku se acercó a ella.
ꟷ Sabes lo que sucede Asami. Noto que te frenas en la curva de la roca con forma de nube. Eso te quita mucho tiempo ꟷcomentó acariciando al ejemplar.
ꟷ Es que me da miedo, veo el suelo un poco peligroso por las rocas lisas. Tengo miedo que Bandido se caiga.
ꟷ Confía en él.
Volvió a repetir el circuito, y al momento de pasar por donde ella le daba miedo, el caballo no cayó, pero al hacer un mal esfuerzo la terminó tirando al suelo. Riku al ver el accidente se acercó rápidamente a ella para auxiliarla.
ꟷ Estoy bien, ꟷdijo tocándose el hombro izquierdo.
ꟷ No Asami, no estás bien. Dejaremos de practicar.
ꟷ ¡No, mañana rindo! No dejaré de practicar.
ꟷ Asami, tenemos que ir al médico a que te revisen.
ꟷ No. ꟷse levantó con dificultad.
ꟷ ¡No puedes seguir así! ¡Nos iremos ahora mismo! ꟷchifló al caballo para llamarlo.
El animal al escuchar el chiflido se dirigió trotando a donde estaban ambos. Asami estaba negada a ir al médico, ella quería seguir entrenando, pero su amigo se puso firme, la alzó en brazos y la subió al corcel, para luego subir el detrás de ella y agarrar las riendas para llevarla al hospital.
Al llegar dejaron el animal atado a un poste de luz y se acercaron a la guardia. Riku hizo todo el trámite mientras Asami esperaba sentada. Rápidamente la hicieron pasar a una sala. Ingresó el médico.
ꟷ Bien, ¿que tenemos acá? ꟷcomenzó a revisarlaꟷ Coméntenme que sucedió.
ꟷ Me caí del caballo, estaba entrenando. Y me duele demasiado. ꟷel médico le tomó el brazo e intentó movérselo pero Asami se quejó rápidamente.
ꟷ Y como para que no te duela, te has dislocado el hombro. Haremos una placa y te colocaremos una especie de pechera para que inmovilices el brazo y...
ꟷ ¡No por favor! ꟷcomentó rápidamenteꟷ No puedo estar así por mucho tiempo, mañana rindo y necesito estar bien. Por favor doctor. Se lo ruego.
El médico se negó a los pedidos de Asami, pero esta con lágrimas en los ojos le suplicó que pudiera encontrar otra alternativa. El hombre cansado de la terquedad de la chica y al ver que no se quería dejar tocar la lesión, se retiró para ir a buscar a la especialista.
Se secó las lágrimas, no podía creer lo que le estaba pasando, la escuela de yobusame no fue nada fácil, y tuvo que invertir mucho dinero en ella, cosa que no tenía. Riku que estaba parado a su lado intentó consolarla con palabras de aliento. Rápidamente ingresó el médico con otra médica a la par, la traumatóloga, quien habló con Asami amigablemente y la observó sacando su diagnóstico, al igual que con el médico, Asami le rogó que buscara otra alternativa, a lo que la especialista sonrió dulcemente y pidió al médico y a Riku que se retiren para que ella quede a solas con la paciente. Por consiguiente le pidió que se quitara los abrigos y la remera, que quedara con el torso descubierto para que ella pudiera trabajar.
Como pudo se quitó los abrigos y por último la remera mangas largas, quedando solo con su brasier.
ꟷ Bien Asami, te acomodaré el hueso, sentirás mucho dolor. Así que respira hondo.
Asami hizo caso a los pedidos de la médica y rápidamente acomodó el hueso. Era cierto lo del dolor, fue tan intenso que trató de ahogarlo apretando sus labios, pero del mismo modo se sintió la queja. A continuación la médica le colocó el inyectable.
ꟷ Con esto no sentirás nada hasta mañana. Regresa para que te ponga la segunda dosis.
ꟷ Si, doctora, muchas gracias. ꟷse bajó de la camilla y comenzó colocarse sus abrigos. ꟷ Doctora, una pregunta. El médico me dijo que no podré usar mi brazo como antes. ¿Es cierto?
ꟷ Si ꟷdijo arrojando la jeringa al tacho de basuraꟷ Pero hay métodos nuevos que he estado estudiando. Hay varios avances en la ciencia en relación a la traumatología. Bueno esto es así... siempre se reinventa la ciencia. ꟷla miró por un momentoꟷ Podríamos probar si deseas.
ꟷ ¿En serio? ꟷse emocionóꟷ Por su puesto.
ꟷ Bueno. No te olvides de regresar mañana. De todas formas lo harás, el dolor que vas a sentir luego que te pase el calmante te hará volver.
Asami se retiró del hospital. Riku decidió acompañarla. Una vez en la casa de la joven se despidieron. Asami miró a su caballo que lo tenía de las riendas y recordó que mañana rendiría el examen. Miró hacia donde su amigo se había ido, y no lo vio, había doblado la esquina. Pensó por un momento la posibilidad de volver a practicar. Con los calmantes que la médica le había dado no sentía nada, como si nunca se hubiera lesionado. A pesar de los pedidos de la doctora de hacer reposo y de las insistencias de su amigo, Asami hizo caso omiso, y decidió subirse a su caballo y dirigirse a la zona de entrenamiento.
No quería dejar de perfeccionarse hasta el final. Entrenó lo que restó del día con sol, y una vez oculto se retiró hacia su hogar.
Al día siguiente se levantó, se duchó y desayunó. Para luego colocarse su vestimenta típica. El Gi, que es una túnica ligera, que se usa de cualquier color, Asami se había comprado uno color gris claro. Luego se colocó el hakama, una prenda amplia y plisada de color azul oscuro, que se ajusta a la cintura y cae hasta los tobillos, otorgando libertad de movimiento al arquero, así como también el papel de poder ocultar sus piernas y sus movimientos en combate. Ambas prendas reflejan la elegancia y tradición de la cultura samurái, así como la humildad y el respeto que se debe mantener como miembro, o en el caso de Asami, aspirante a Kyudo –Kyudo: camino del arco samurái- A demás se colocó su obi (cinturón) de color gris claro. Y luego prosiguió con los accesorios, el kake, un protector de brazos y dedos, esencial para poder proteger al arquero durante el disparo del arco, y el tsurumaki, que es una cuerda para poder atar el arco a su espalda.
Se acercó a un espejo que tenía en la sala y se recogió su cabello largo. Los peinados típicos tanto para mujer o para hombre, eran coleta alta, o un rodete. Asami odiaba el rodete porque hacía que su cabello quede todo ondulado luego, y amaba el lacio natural que tenía. Por lo que optó por amarrarse el cabello en una coleta alta, bien estirada y prolija. Al peinarse pudo sentir dolor en su hombro, le costó bastante, pero eso le hizo recordar que tenía que regresar al hospital para la segunda dosis del calmante.
Se acercó a la puerta y se colocó sus medias largas blancas y luego sus botas de nieve. Si bien, aún no había nieve, ya hacía un frio considerable y las botas la protegían bastante bien, y le sujetaban el pie.
Partió a la academia, no sin antes persignarse y pedirle a Dios que la ilumine en ese día. Primero pasó por el hospital, la atendió una enfermera, quien se había fijado en la planilla que había dejado la traumatóloga con las indicaciones de la droga, por lo que continuó a inyectarle la segunda dosis.
En el lugar ya estaba su amigo con su sensei. Como todo examen samurái, este podía ser visto por espectadores. Esta era una forma de entretenimiento para todo el pueblo. La academia samurái lo usaba como una forma de marketing, parque que nuevos adeptos decidan sumarse a las tropas, de esta forma inspiraban en sus corazones el deseo de servir a la nación y así renovar el plantel.
Asami llegó a la academia caminando con su caballo a su lado, el cual lo llevaba de las riendas. Cuando llegó se encontró con su sensei.
ꟷ ¿Cómo te sientes?
ꟷ Nerviosa, muriendo por dentro.
ꟷ Tranquila, todo va a salir bien. Yo tengo fe en ti. ꟷle entregó una carpeta finita con dos papeles dentroꟷ Debes llenar esos formularios antes de rendir. Presentarlos a la secretaría para que te anoten, y luego dirígete al cubículo ꟷseñalóꟷ junto a tu caballo para que les tomen una foto. Y luego ellos te explicaran los procedimientos.
ꟷ Gracias sensei por la ayuda administrativa.
ꟷ Sé que no te gusta ꟷsonrió y le palmó suavemente, el hombroꟷ ¡Ah! Lo olvidaba. Ya hablé con ellos por tu situación, ya que para ser un arquero debes ser primero samurái, le expliqué que en noviembre rindes la destreza física. Por lo que, si apruebas, te retendrán el titulo hasta que presentes el certificado oficial que te habilita como samurái.
ꟷ Está bien sensei.
ꟷ Tú puedes Asami.
Se alejó de allí. Ella se quedó observándolo mientras se alejaba. Para luego mirar la carpe en sus manos. Se dedicó a llenar los formularios de información personal que le pedían.
Comenzó el examen, Asami sería la quinta en ingresar a exponer sus conocimientos. Estaba observando a los otros estudiantes, lo hacían bastante bien. Así fueron pasando uno por uno.
ꟷ ¿Tsukikawa, Asami? ꟷse acercó un joven de aproximadamente treinta años. Asami asintióꟷ Bien, eres la próxima en rendir. Recuerda que no puedes pasarte de los puntos blancos, cada obstáculo que no pases son dos puntos menos, y al llegar a la curva debes plantar la bandera roja, no la azul, a ti te toca la roca. Recuerda que al finalizar debes dar vuelta por las verjas blancas. ¿Quedó claro?
ꟷ Si, señor.
ꟷ Bien, súbete al caballo acércate a las rejas negras y cuando suene el silbato saldrás. Mucha suerte.
El hombre se alejó y ella se subió a su caballo. Le tiró un poco el hombro pero respiró profundo para calmarse, ya que sabía que los nervios le provocaban sentir más el dolor. Se acercó a la reja negra cabalgando a su caballo y esperó allí a que el estudiante que estaba realizando el circuito, terminara. Sacó del bolso que tenía su caballo a un costado su yugake, que es un guante de cuero que todo arquero debe usar ya que protege y proporciona estabilidad al tirar de la cuerda. Se lo colocó en la mano derecha. Ajustó el arco, controló tener las flechas. Y esperó su turno.
Sonó el silbato, se abrieron las puertas negras y con un sonido, apretando con sus piernas el costado del caballo y moviendo las riendas, Bandido salió rápidamente cabalgando. La primera zona era de obstáculos que el caballo debe saltar, por lo que Asami tiró su cuerpo hacia delante, manteniendo su espalda en posición vertical para así permitir más velocidad y mejor agarre.
ꟷ ¡Esa es Asami! ꟷdijo Riku señalándola, poniéndose de pieꟷ ¡¡Tú puedes Asami!!
Luego de realizar todo los saltos con obstáculos, Asami se enderezó, sacó rápidamente su arco y apuntó a los tres primero blancos, dando un tiro perfecto, luego domó al caballo para realizar los siguientes obstáculos, entre ellos el más difícil, donde su caballo tenía que saltar y ella a la vez disparar. Era complicado ya que no debía llevar las manos en las riendas, sino en la puntería.
ꟷ Se viene la parte difícil ꟷcomentó su sensei. Al ver a su estudiante acercarse a ese obstáculo.
ꟷ Ella podrá ꟷdijo Riku, sin perderse nada de la presentación de su amiga. Asami pudo realizar el salto y acertar con la punteríaꟷ Vaya... que buena que es ꟷcomentó sorprendido mientras volvía a sentar. Miró a su sensei ꟷNo se equivocó en decirle que se dedique a esto como guerrera.
Su sensei sonrió orgulloso. El vio en Asami una destreza sin igual en el tiro a larga distancia.
Asami logró completar todo el circuito, inclusive aquel que conllevaba realizar disparos pero con la mano izquierda. Al terminar y salir del circuito se bajó de su corcel.
ꟷ Muy bien Asami, felicidades ꟷle dijeron algunos de sus compañeros de arco.
ꟷ Gracias, suerte chicos.
ꟷ Asami ꟷse acercó un coordinadorꟷ Diste a todos los tiros en el blanco, impecable, pero tu tiempo fue de nueve minutos con trece segundos.
ꟷ ¿Eso quiere decir? ꟷse puso nerviosa por un momento.
ꟷ Un tiempo muy bueno, estas dentro de los diez minutos estipulados, pero no llegaste a romper el record de cinco minutos. Sin en cambio, estas aprobada.
ꟷ Que me importa ꟷel coordinador se sorprendió por la respuestaꟷ ¡Aprobé carajo! ꟷgritó emocionada mientras pegaba pequeños saltos de alegría. El coordinador sonrió.
Al fin, después de tanto entrenar y entrenar sus sacrificios tenían frutos. Ese año iba a ser de muchos cambios para Asami.
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