Abrió los ojos con lentitud siendo el techo blanco lo primero que ve por la mañana, con un poco de fatiga gira su cuerpo a la izquierda topándose con su esposo que aún seguía durmiendo.

Hoseok se irritó al ver que ni siquiera se había cambiado de ropa, todo indicaba que no llevaba mucho tiempo en la cama.

Sin aguantar tanto las ganas de darle una bofetada, se levanta de la cama para tomar su bata y bajar a la cocina por su café habitual.

—Buenos días, señor… —saludó la sirvienta entregando la taza.

—Llévame el desayuno afuera ¿Quieres?

Después de decir eso salió al jardín con su taza de café en mano, había olvidado lo que era salir afuera a disfrutar de la vista que la locación de su casa le brindaba.

No lo entendía, siempre estaba esa área de la mansión a su disposición ¿Por qué había dejado de ir allí?

—Oh, es cierto… —soltó al recordar algunas cosas.

Hace años, cuando el matrimonio Kim llevaba apenas unos pocos meses, la pareja solía desayunar en ese sitio, pero cuando más apagada y rota estaba la relación menos uso le daban hasta que finalmente dejaron de comer ahí, ya ni siquiera compartían una comida juntos.

Los recuerdos pasaron por su mente, incluso podía escuchar las risas de fondo y una melodía melancólica les hacía compañía.

Una pequeña lágrima cayó por su mejilla y después de regresar a la realidad se limpió de inmediato.

—Provecho, señor —dice la sirvienta dejando el plato frente al omega.

—Gracias… —musita y toma los cubiertos —. Por cierto… ¿Taehyung ya…?

—Dijo que iba a desayunar en la oficina.

Hoseok soltó una pequeña carcajada al escuchar eso y negó con la cabeza ligeramente mientras trozaba sus panqueques.

—Cuando termine de comer quiero que vengas aquí, necesito pedirte algo.

—Como usted diga, señor.

La beta se retira dejando a su jefe desayunar solo, en momentos como eso todos sabían que Hoseok se ponía irritable y no le gustaba a nadie cerca.

Después de unos minutos miró su desayuno, apenas había comido tres trozos pequeños y ya se sentía lleno, incluso con un poco de culpa, tan solo de mirar la Nutella que cubría los panqueques y las fresas cortadas como decoración hizo que le diera náuseas.

Dejando los cubiertos a un lado se levantó de la mesa para correr a su baño y vomitar todo lo que desayunó, se había vuelto su rutina desde hace unos años, pero ya estaba acostumbrado.

Hoseok se lavó la cara y después los dientes, miraba su reflejo sin pensar en nada, se limitó a verse en el espejo notando cada vez más imperfecciones en su rostro.

Casi por impulso buscó un labial rojo intenso que tenía guardado en algún lugar de su tocador, después de encontrarlo y abrirlo empezó a aplicarlo en los labios. Una vez más se miró en el espejo, Su sonrisa se desvaneció lentamente, pues se dio cuenta de una cosa… era el mismo tono de labial que aquella mujer que lo enfrentó en la gala estaba usando.

—¿En serio tuviste el descaro de comprarle el mismo labial que me regalaste?

Ahora entendía que ese “detalle” que había tenido Taehyung no era más que una burla a su persona, claro, debía suponerlo ¿Por qué le regalaría un labial cuando lo había convencido de que se veía mejor sin maquillaje? ¿Acaso había sido su forma silenciosa de decir que lo engañaba?

Hoseok pasó su mano regando el labial y empezó a llorar, mientras su llanto aumentaba, se limpiaba con más brusquedad.

Las personas que trabajan en la casa podían escuchar sus lamentos, pero involucrarse estaba prohibido, al menos bajo órdenes del Alfa de la relación, ya era una situación que se solía repetir a menudo.

—Recuerden, no lo miren por mucho tiempo o sentirá que lo estamos juzgando —hablaba el ama de llaves a las criadas —. Preparan el té frutal con extracto de rosas.

Las puertas de la cocina fueron abiertas, las betas en la cocina miraron a esa dirección para saludar a su jefe, el cual como ya era habitual, tenía los ojos con una tonalidad roja y sus párpados un poco hinchados.

—Salgan todas, menos tú Jerna —ordena y sus empleadas se retiran dejando a él solo con el ama de llaves.

—¿En qué puedo servirle? —pregunta viéndolo sentarse, después de que tomara asiento le señaló la silla enfrente, ella de inmediato se sentó.

—¿Qué tan buena eres para investigar?

La mujer quedó confundida ante tal pregunta, no sabía qué favor le estaba por pedir su amo.

—Depende de que es lo que busca…

—A una persona… bueno, el número telefónico de una persona.

Después de haberlo pensado tanto había decidido verse de nuevo con Yoongi, pero no tenía ningún número telefónico con el que contactarse con el Alfa.

—Si me da los detalles suficientes podría obtenerlo.

—Es alguien que trabajó en la gala de anoche como mesero, su nombre es Min Yoongi.

—Yo me encargo —dice sonriendo.

—¿No vas a preguntar por qué quiero su teléfono?

—Mi señor, no porque seamos simples empleadas significa que no estamos al tanto de lo que pasa en esta casa, de hecho me alegro de que quiera recuperar un poco su vida después de tantas prohibiciones.

—¿Prohibiciones? No sé de qué hablas…

El ama de llaves colocó su mano sobre la ajena proporcionando consuelo, nadie más que ellas sabían la verdad que se ocultaba detrás del matrimonio “perfecto” de ellos, era bastante enfermizo que el Alfa le haya prohibido el uso de teléfono y redes sociales, tenía muy controlado a su esposo, y este trataba de ignorar esa realidad.

—Solo para que lo sepa, tiene mi apoyo absoluto, recuerde que somos sus empleadas, no del señor Kim.

La mujer se levantó de la silla para dejar a solas al omega, el cual seguía sintiéndose un poco confundido por las palabras de ella, pero en el fondo sabía que tenía razón.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando él timbre de su casa fue tocada, se levantó de inmediato para ir a ver de quien se trataba, pero una de sus empleadas se adelantó.

—¿Lo puedo ayudar en algo?

—Oh, sí… —decía tratando de ver al interior del sitio —. Estaba buscando al señor Hoseok…

El mencionado al escuchar la voz que provenía de afuera se apresuró a recibirlo, al llegar abrió un poco más la puerta dejándolo a él a la vista.

—¿Yoongi? —dice y el Alfa sonríe al verlo de nuevo.

—Traté de contactarme, pero olvidé que no te pedí ningún número y no encontré nada más que tus perfiles inactivos en redes sociales.

—Oh… no uso redes sociales… —mira a su sirvienta —Ve y prepara té helado, llévalo al jardín.

—Sí, señor. —la mujer hace una leve reverencia y se retira dándoles privacidad.

—¿Quieres pasar? —pregunta a Yoongi y se hace a un lado para dejarlo entrar.

—Permiso…

Después de que entrara el Alfa, Hoseok cerró la puerta un poco contento y después se aproximó al mayor para llevarlo a la mesa del jardín.

El camino hasta ahí había sido en silencio, era un poco incómodo, pero claro, habían tenido sexo la noche anterior siendo mejores amigos y uno de ellos está casado.

—¿Desayunaste? Si quieres mando que te preparen algo para ahora y para qué puedas almorzar y cenar.

—Estoy bien, estás siendo muy amable cuando ayer me amenazabas con meterme un palo por el…

—Cállate —interrumpe volviéndose un poco serio —. Intentaba ser amable, pero haces que me arrepienta, por mí puedes joderte.

Yoongi rió al escuchar sus palabras, ante sus pensamientos era tierno la forma en la que reaccionaba.

—Aunque no lo creas, me gustas más así, con tu carácter pesado.

—Jódete —repitió antes de mirar a otro lado.

—Ayer me pedías algo similar, pero al revés…

Hoseok rió antes de mirar fijamente al Alfa, el cual notó la hinchazón en sus ojos, un poco preocupado tomó la barbilla del otro.

—¿Estuviste llorando? —Pregunta, haciendo que Hoseok intente ocultar su rostro.

—No, estoy bien…

Yoongi suspira y se levanta de la silla, extiende su mano para que el omega la tome y también se levante.

—¿Quieres ir a algún lado?

—A mi habitación… —Con eso sonríe y se levanta para guiar al Alfa por la casa.

Llegando a la habitación Hoseok besó de inmediato al Alfa empujándolo contra la pared. Ahora intentaba desprenderse de sus ropas y claro que Yoongi no se negó, ambos estaban deseosos por volver a hacerlo.

Yoongi terminó cambiando las posiciones, ahora él que ejercía dominio era él. Besaba el cuello ajeno como si estuviera hambriento.

—No dejes más marcas… —Regañó al mayor, el cual no pudo evitar reír antes de volver a besar los labios de Hoseok.

El beso era apasionado, Yoongi era sincero respecto a sus sentimientos, saber que esto podría ser un error en el futuro no le importaba, no le importaba cuando finalmente tenía al omega.

Hoseok era ajeno, ajeno en muchos sentidos, por más que lo desee, mientras esté casado con Taehyung lo seguiría siendo, mientras tanto tendría que conformarse con amarlo en secreto.

Los jadeos estaban presentes desde el momento en que Yoongi empezó a tocar los pechos de Hoseok, en cuanto tocaba y rozaba los pezones que sobresalen de la camisa que llevaba puesta.

Ambos amantes terminaron completamente desnudos, tanto de cuerpo como de alma, se tocaban como si fuera la última vez que lo hicieran y se besaban sin intenciones de separarse de los labios del otro.

Yoongi penetraba a Hoseok llegando a lo más profundo de su Inter, dando de manera continua en la próstata y llegando al éxtasis al omega.

—Hoseok… —susurra sobre sus labios y lo veía con una mirada que derrite a cualquiera, pero Hoseok estaba tan sumergido en el placer que no se dio cuenta.

Ambos pegaron sus frentes mientras los movimientos se intensifican, deseaban más, deseaban que ese momento fuera para siempre, pero todo tenía que acabar en algún momento ¿No?

¿Qué les dije antes? no confiar en los hombres y en mí cuando digo que actualizaré tal día.

Que vergüenza desaparecer por meses y volver como si nada, ya sé, me quieren linchar, pero en mi defensa han sido meses difíciles y he batallado con un bloque INMENSO.

En fin. Espero les haya gustado, gracias por su apoyo a la historia, los quiero mucho muack muack. 🐢💖

No olviden votar y comentar, si gustan pueden compartir la historia me ayudaría bastante, pero no es obligatorio.

Nos vemos en el próximo, creo… JAJAJAJAJAJAJAJA

no, enserio, espero poder actualizar pronto.

Los quiero, bye <3