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capítulo 3

Era emocionante para el pelinegro estar en esa situación, pues la última vez que había sido tocado de esa manera fue hace años, aunque debía admitir que en esta ocasión se sentía diferente.

El omega fue posicionado dando la espalda al otro, se apoyaba con sus manos sobre la superficie mientras sentía las ajenas vagando por su trasero.

A ese punto aún seguía estando un poco consciente de lo que pasaba, por lo que le preguntó a Yoongi que estaba por hacer, pero no recibió ninguna respuesta.

—¿Yoongi? Ah… —soltó un gemido sintiendo un dedo siendo ingresado por su entrada, había sido fácil deslizarlo cuando había brotado un poco de lubricante natural gracias a la excitación.

—¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo con tu esposo?

—No lo… —hizo una pequeña pausa, era difícil hablar cuando estaba siendo penetrado por uno de los largos dedos del Alfa —No lo sé… ¿Por qué lo preguntas?

—Estás muy tenso y apretado —dijo antes de reírse un poco, eso hizo que el pelinegro intentara verlo, su expresión era seria, aunque no podía tomarlo como tal gracias a los gestos eróticos que tenía su rostro. A Yoongi le pareció aún más gracioso y lo único que se le ocurrió hacer fue darle una nalgada.

—¡Oye! —se quejó —Vuelve a hacer y te cortaré las bolas —Amenazó serio.

El mayor no dijo nada, solo soltó otra carcajada e ingresó un segundo dedo, ahora hacía movimientos de tijera para preparar mejor la entrada, haciendo que los gemidos de Hoseok se empezaran a intensificar, pues había olvidado lo que era sentirse así.

De pronto sacó sus dedos dejando vacío el agujero de Hoseok, el cual soltó algunos quejidos, estaba a punto de reclamarle cuando fue dado vuelta y empujado contra la mesa de nuevo.

Yoongi se subió como pudo encima de él para volverlo a besar, mientras hacía eso intentaba masturbarlo, pero sus manos regresaban a acariciar los brazos ajenos.

El omega no le dio mucha importancia, únicamente pudo rodear el cuello con sus brazos y aumentaba la intensidad del beso, también intentaba mover sus caderas contra el cuerpo ajeno y hacer fricción en sus partes íntimas.

—Juro que te follaré tan duro… —susurró en su oído —. Olvidarás tu nombre, a tu esposo, y nunca se te ocurrirá acostarte con nadie más —agregó de último.

Antes de que Hoseok pudiera decir algo prosiguió en besarlo de nuevo, en esta ocasión la lengua fue partícipe agregando más emoción.

Yoongi fue bajando y dejó un camino de besos hasta llegar a la polla del otro.

Era común que muy pocos Alfas se atrevieran a romper la masculinidad frágil con tal de complacer a sus omegas, no les importaba nada más que su propio disfrute, pero Yoongi no era como los demás Alfas.

Hoseok tomó del cabello al mayor cuando sintió la boca sobre su pene, también soltó un gemido ahogado ante aquella sensación tan nueva, era difícil explicar lo bien que se sentía, el aliento cálido que envolvía su piel y lo loco que lo empezaba a volver la lengua que se movía a su alrededor.

—Yoongi… —cerró sus ojos y se arqueó un poco, aunque ya no era virgen, parecía que era su primera vez.

Aunque la boca del mayor estaba ocupada, no dejaba de darle placer tocando los pezones con su mano libre, lo que hacía entrar a Hoseok en éxtasis.

Al presentir que el otro estaba por correrse, sacó de su boca el pene para tomar el suyo y direccionar a la entrada. El omega no tuvo tiempo de reaccionar cuando el gran miembro de Yoongi se introdujo en sus entrañas.

—¡Joder! —soltó desgarrándose un poco la garganta y después llevó sus manos de inmediato a su boca, sintiéndose avergonzado.

—No te calles… —dijo tomando sus manos para quitarlas —. Vamos… sigue gritando… gime mi nombre hasta que te quedes sin voz, vamos…

Las embestidas fueron aumentando a medida que los gemidos de Hoseok se iban agudizando.

Todo parecía ser un bello arte para ambos individuos, sus pieles sudadas en constante choque, los sonidos obscenos que salían de sus bocas y las marcas que dejaban al cuerpo ajeno.

El vientre de Hoseok se contrajo al igual que sus paredes, todo indicaba que estaba por llegar al orgasmo y los dos estaban listos para aquello tan anhelado.

Después de unos movimientos salieron los chorros de semen que mancharon no solo a la superficie de madera, sino también sus pieles.

El omega quedó rendido y cansado, sus piernas no dejaban de temblar ante aquella emocionante sensación, por otro lado, Yoongi intentaba mantener la calma y lograr controlarse para no anudar dentro del pelinegro, había sido suficiente con correrse en su interior.

Hoseok cerró sus ojos, se sentía cansado después de toda esa acción y poco a poco su conciencia volvía a la misma.

El Alfa intentó limpiar la escena, se sentía un tanto avergonzado, pues cuando había pensado en llevar a su ex mejor amigo a ese lugar no estaban en sus planes acostarse con él por despecho de este.

—Hoseok… —trató de despertarlo, pero no lo logró.

Un poco frustrado terminó de limpiar el cuerpo del menor, hizo como pudo y también lo vistió. Mientras terminaba de abotonar la camisa, su atención fue al bello rostro, sintiendo pena por él.

En su cabeza aparecían muchas preguntas. ¿Cómo ese Alfa podía engañar a alguien cómo él? ¿Por qué Hoseok simplemente no lo dejaba y pedía el divorcio?

Dejó salir un suspiro y acarició el rostro ajeno sin seguir entendiendo cómo el esposo del omega no podía ver el valor que tenía, era simplemente absurdo.

—Yo no podría hacerte eso… —susurró.

Yoongi había estado enamorado del pelinegro desde hace años, incluso había pensado en declarar su amor, pero su miedo se lo impidió. Ahora se sentía arrepentido de no atreverse a hacerlo, es decir, las cosas serían muy diferentes si Hoseok lo hubiera correspondido.

—Hoseok —volvió a intentar despertarlo, esta vez lo sacudió.

—¿Hmm? —responde aún con los ojos cerrados.

—Te llevaré a casa, vamos, levántate…

En ese momento los recuerdos regresaron a su cabeza, olvidó donde estaba y que acababa de hacer, por lo que se levantó de inmediato asustado.

—¿Todo bien? —pregunta preocupado.

Hoseok no responde, por lo que se limita a mirarse confundido, era imposible para él recordar cómo se vistió, aún no se le daba a pensar que fue el Alfa quien hizo eso por él.

—¿Yoongi? —dice con la mirada baja para proseguir a levantarla con lentitud para ver al mencionado —. ¿Tú y yo…?

—¿Tuvimos sexo? —completa la pregunta —Sí… —sintió un poco de miedo al ver la expresión del omega, entonces la culpa llegó, podía asegurar que después de eso no volvería a ver al menor —¿No estás bien con eso…? Si es así… te pido que me perdones… yo no debí aprovecharme de que estabas despechado y…

El pelinegro consideró que estaba hablando mucho por lo que lo jaló de la camisa para besarlo, de manera inconsciente cerraron los ojos hasta que se separaron de nuevo.

—Espero que con eso sepas que tenías mi consentimiento —dice serio —. Lo único que no te voy a perdonar es que haya estado aquí. —mira alrededor un poco asqueado —Te hubieras molestado por llevarme a un hotel de cinco estrellas.

Yoongi seguía procesando todo hasta que finalmente reaccionó, pero no dijo nada, se limitó a mirarlo.

—Vamos, llévame a casa…

El pelinegro bajó de la mesa tomando de la mano al Alfa para llevarlo afuera, después de que este cerrara el local y se subieran a la moto empezaron a dirigirse a la mansión donde vivía.

Hoseok iba abrazando la cintura del mayor mientras observaba la ciudad desde la carretera en la colina que llevaba a su casa. Aunque no le agradaba mucho ir en moto, de alguna manera esa ocasión era diferente.

El aire en su rostro, la hermosa vista en el horizonte siendo adornada por las luciérnagas y la sensación de haber olvidado la realidad de su vida por un momento, hacía que todo pareciera un sueño, uno del que estaba por despertar.

Llegando al lugar se bajó del vehículo, la casa tenía las luces apagadas por la hora, aunque solo era de acercarse un poco para que detecten movimiento para que se enciendan.

—Fue agradable volver a verte.

Sus palabras eran sinceras, después de tanto tiempo de sentirse solo había vuelto a ver a su mejor amigo de la secundaria y preparatoria.

—Deberías entrar a tu casa, hace frío y tu marido estará por llegar, no quiero causarte ningún problema —dijo quitándose el casco para ver mejor al omega.

—Mi esposo con suerte viene en la mañana —menciona con amargura, había olvidado eso —. Pero entiendo tu preocupación…

—No dejes que él te pisotee, Hoseok… tú eres más de lo que ese Alfa te ha hecho creer.

—Vete con cuidado —dice abrazándose así mismo debido a una pequeña corriente de aire.

—Bien… —se coloca el casco antes de encender su motocicleta y dar la vuelta para irse.

—Oye, Yoongi —lo detiene —¿Nos volveremos a ver?

Una sonrisa se formuló en su rostro y poco después giró su cabeza sobre su hombro sonriendo, aunque por el casco era imposible verlo.

—Cuando quieras —dijo antes de irse.

Hoseok observó cómo la motocicleta se alejaba hasta que finalmente desapareció, dejó salir un suspiro seguido de un bostezo y caminó hacia la entrada.

Al estar en su casa lo primero que hizo fue buscar su baño para darse una ducha, aunque Yoongi lo había limpiado, seguía habiendo partes pegajosas como su interior.

Frente al espejo pudo notar el montón de marcas sobre su pecho, llevó su mano a su boca asustado y cada vez era peor, pues seguían hasta bajar a su abdomen.

—Hijo de puta… —soltó lentamente.

En ese instante entendió que debía borrar muchas evidencias para evitar que su marido se enterara, aunque era un ojo por ojo, no dejaba de hacerlo entrar en pánico.

Buscó en internet tutoriales para deshacerse de los chupetones, hizo algunas de ellos muy apresurado para después meter su ropa a la lavadora, aunque no sabía usarla del todo no podía molestar a su empleada a esa hora de la noche, se podría enterar o sospechar de lo que hizo y entonces todo sería descubierto.

Aunque no todas las marcas desaparecieron, las que se veían con más facilidad sí y con eso bastaba, las otras trató de cubrirlas con base, con eso se dio cuenta de que había olvidado cómo maquillarse, pero con un poco de práctica parecía que nunca dejó de hacerlo.

Finalmente, terminó con perfumarse con un aroma muy ligero que lograba cubrir el resto del aroma que Yoongi había dejado impregnado en él, pues la mayor parte se quedó en la ropa que lavó.

Ya un poco cansado se metió a la cama y apagó las luces, estaba agotado por completo y sus ojos los sentía aún más pesados que antes, logrando dormirse en unos segundos.









































Consejo del día: no confiar en los hombres… y en mí cuando digo que actualizaré tal día.

BROMA

Ok no

Espero les haya gustado el capítulo de hoy 🐢💗 y si no, pues pikense la kola 🗿

Mentiri (es verdad 😺)

No olviden votar y comentar, si gustan pueden compartir la historia me ayudaría bastante, pero no es obligatorio.

Nos vemos en el próximo<33

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