Cap. 25 -CREANDO NUEVAS OPORTUNIDADES-
Después que había ido al comando a buscar unos documentos y buscar a Rodrigo, mi compañero en estos casos, llegamos al penal, pasando todos los protocolos de seguridad, nos colocaron en una habitación grande aparte de las que usualmente se usan para visitas para esperar a Efraín.
—¿Por fin cuando es que nos vas a contar lo que te está ocurriendo con Lu y que decisión vas a tomar?— preguntó Rodrigo de la nada mientras esperábamos a Efraín.
— No te voy a decir nada porque este no es el lugar para... —el ruido de la puerta al abrirse nos interrumpió, viendo a entrar a Efraín. Un Guardia le quitó las esposas y él se sentó frente a nosotros.
—Tienen 30 min agente, debido que hoy no es día de visita—dijo el Guardia.
—No se preocupe será rápido —le conteste, acto seguido cerro la puerta.
— ¡Uy! Por Dios cuanta seguridad— murmuro Efraín.
— ¡Ummm! Por qué será —dijo Rodrigo blanqueando los ojos.
Efraín lo miró con cara de pocos amigos, —Cállate Nerd...Además que hace él aquí Jenni.
—No te metas con él que anda conmigo —le reclamé.
—¡Bueno! A lo que vinimos, Primero, ¿Cómo estás? Y segundo, no se si estas enterado de la resolución del juez con tu caso.
—Bien Jenni, me tocó volver a está pocilga, pero lógico mi trabajo término, y si estoy enterado, pues duraré menos aquí. Gracias Jennifer. —me hizo un gesto de agradecimiento.
—No hice nada, solo se hizo lo que es justo y eso lo tomó en cuenta el juez.
—¿Y ahora que sigue? Imaginó que ya no te voy a ver.
Rápidamente Rodrigo lo increpó, —Y si se va a Estados Unidos menos la verás —Efraín hizo un gesto incrédulo, ¿Cómo? No entiendo... ¿Te vas del país?
A lo que le meto una patada a Rodrigo por bocón. —No, no es solo una posibilidad, una idea que anda en el aire, pero no lo he pensado mucho.
—Si Luis, y las vacas vuelan —dijo Rodrigo en tono de burla.
Fije mi mirada a Rodrigo, —¿Es en serio? Entonces.
—¡Ay! Bueno, no se aguantan una broma. En silencio mejor.— Dijo cruzando sus hombros.
— Bueno sea lo que sea que vayas a iniciar, suerte. —Dándome un apretón de mano.
— Gracias Efraín. Espero que el tiempo aquí pase rápido y lo mejor posible para ti.
—Supongo que no hay más asuntos pendientes y nos despedimos aquí. Un placer conocerte y poder ayudarte a hacer un poco de justicia. ¡Adiós Chicos! —Rodrigo y nos paramos para irnos.
Salí de la habitación y caminando por todo el pasillo me alejaba con una sensación de tristeza, alegría y porque no, nostalgia también. Efraín era un chico que pudo tenerlo todo, era un hombre atractivo para cualquier género, inteligente, carismático pero todas las cosas traumáticas que vivó de chico le hicieron creer que era malo y toda esa personalidad que tenía la utilizó para hacer el mal, ¡Claro! Siempre hay segundas oportunidades y aunque no puede retorcer el tiempo para cambiar los hechos que ocurrieron en el pasado, si puede cambiar su presente y por ende su futuro.
Gracias a él que trabajó junto con la PM ayudo a desmantelar a unas de las bandas más sanguinarias del país, Efraín decidió ser el ¡Chico Bueno! Esta vez, con esto demuestra que si se puede llegar al arrepentimiento, si podemos cambiar el curso de nuestra vida. ¿Ustedes creer que una persona que ha hecho daño puede llegar a el arrepentimiento sincero y llega a hacer el bien? Pues, yo elijo creer que si.
*********
Llegamos al comando Rodrigo fue a su sitio de trabajo recordándome que teníamos una conversación pendiente, el cual asenté con la cabeza y seguí a la oficina del Comisario para hablar con él, la puerta estaba entre abierta y decidí dar un toque leve y asomarme, me di cuenta que estaba en una videollamada y rápidamente me hizo un gesto con su mano para que pasará, entre y me senté frente al escritorio.
—(...) Si claro, de hecho la tengo conmigo al frente, quiero que la conozcas, —Daniel me hizo seña para que fue a su lado.
—Mira John, te presento a la Agente Jennifer Campos, Jenni estas en presencia de John J. Riley, Jefe de Operaciones.
El hombre con aspecto totalmente estadounidense, de un físico robusto con lentes de piel morena, ojos cafés y cabello ondulado negro con unas visibles canas en sus entradas, me saludo muy amable. A pesar que era norteamericano hablaba perfectamente el español, con un toque gringo, pero la charla fue fluida.
JOHN J. RILEY (JJR): ¡Hola! Agente Campos un placer conocerla.
—El placer es todo mío Sr. Riley.
—JJR: He tenido un par de conversaciones con su Comandante sobre el interés que tenemos en ustedes y que sea parte de la DEA, nos gustaría que trabajará con nosotros.
Si mi cuerpo pudiera hablar, gritaría lo feliz y emocionaba que estaba, no podía creer lo que inesperadamente estaba pasando, yo en una conversación con el Jefe de Operaciones de la DEA, ¡Oh! Dios.
—JJR: Creemos que la operación R-21 tuvo un gran éxito, usted y justo a su equipo de trabajo hicieron un gran trabajo, —me decía.
—¡Oh! Gracias Sr. —no podía ni hablar de la emoción.
—JJR: No, no hay nada que agradecer, solo reconozco el trabajo.
—Pero como ustedes saben el crimen organizado no duerme, se desmantelan bandas y siguiente otras, en una historia de nunca acabar. Y sabes que en Estados Unidos no descansamos para contrarrestar a estas mafias.
— Es cierto, hay mucho trabajo por hacer.
—JJR: Verá Agente Campos, estamos tras un cartel que opera en tres países latinoamericanos, unos de ellos es su país, que utilizan a Estados Unidos como su principal contactó con Europa; es decir, que la droga sale de los diferentes puertos de estos tres países llega a Norteamérica y después sale a diferentes rutas a Europa.
— Tienen identificados nombres, ¿Sr. Riley?
—JJR: Si, y cuatro de ellos tienen nacionalidad venezolana. Por eso queremos su colaboración para esto y ofrecemos para que trabaje desde aquí.
¿Tendría algún inconveniente en venirse a vivir a Estados Unidos?
—No Sr. Ninguno.
La conversión se extendió unos minutos más para hablar sobre otros asuntos. La verdad que me hacía mucha ilusión la idea de irme y creo que el haber hablado en esta vídeo llamada improvisada para mi, al menos, me hizo tomar una decisión.Y es que pretendía crear nuevas oportunidades para mi y no solo seria en mi trabajo si no en el amor.
Terminé de hablar por videollamada con el Sr. Riley y me dirigí hacia mi oficina y vi que estaban sentado Beatriz y Rodrigo viendo la tv y estaba viendo la nota anunciando la detención de los tres detenidos en el secuestro del comerciante portugués en días pasado, intente interrumpir, pero los que me gane fue un ¡Shhhh! Por parte de Beatriz, y es que claro justo estaba en el momento donde varios medios la entrevistaban.
Audio del Periodista
"Continuando con las investigaciones en torno al secuestro del comerciante portugués en nuestra entidad federal, la agente Beatriz Sánchez, de la División de Investigaciones Contra Secuestro ofreció unas declaraciones sobre el operativo- "...Si, los nombre de los ya detenidos son Juan Carlos Ardua de 23 años de edad, Carlota de Loaiza de 19 años y Florangel Piñeda de 39 años de edad, todos tienen residencias en la capital federal y fueron trabajadores del comerciante en hace 5 meses.
"Ellos mantenían contacto con la familia del secuestrado y exigían 2 millones de dólares"
"... ya fueron expuestos a la orden de la fiscalía"
Fin del audio.
—Waowww! Qué emoción —me le acerque a Beatriz y justo con Rodrigo nos dimos un abrazo grupal, para después ser separados de Beatriz, por pena, porque estaba feliz de lo que había logrado.
—¡AY! No sean tan melosos, — dijo acomodándose la ropa, esto es mi trabajo.
—No te quites merito, que problema con esta niña, —Rodrigo blanqueando los ojos — será que tienes que ir a terapia.
—Totalmente de acuerdo contigo Rodri, —dije mientras iba al mini bar a sacar unas bebidas, —No es que sea tu trabajo, eres muy profesional con lo que haces y lo hacer porque te gusta, así que esto merece un brindis, —sacando la botella de whisky. —Y tú no, dije señalando a Rodrigo, no me digas que no vas a tomar porque estas en horario laboral, —le di el vaso a él, uno a Bea y otro yo. —¡Salud! Por tu trabajo Bea y por nosotros.
Nos dispersamos un poco y cada uno se sentó en algún lugar de la oficina.
— Bueno Jenni, tu nos debes un cuento— interrumpió Rodrigo — por fin que paso con los de Estados Unidos. Ya estamos los tres.
—¡Oye! Es cierto, me dijo Xiomara que me habías ido a buscar.
Asenté mi cabeza, —Si, ya tomé una decisión con respecto a eso, ya hablé con Luciana, y para mi sorpresa le importa más de lo que imaginaba. —les dije.
—Por favor, dime que vas tomar a tu mujer y te vas a ir a Estados Unidos, esa es la oportunidad de oro Jenni. — dijo Beatriz.
—¡Calma! —sonreí un poco —Y si, de hecho, acabo de hablar con el Jefe de Operaciones de la DEA, y si me quieren allá, y por supuesto tengo chance para irme con Luciana.
—Ahora, lo que no se si ella quiere irse conmigo.
—Yeah! Baby, —Beatriz hizo un gesto de algarabía —Genial Jenni, todo está a tu favor.
—Si, pero, exacto no sabes que va a decir Luciana, —dijo Rodrigo.
—¡Ay! Ya habló el aguasfiesta nerd este, —dijo Bea, haciendo un gesto y llevándose la mano a la frente.
A lo que yo le di la razón a Rodrigo, Es que es verdad, y si de algo estamos seguras es que no queremos llevar una relación a distancia, de hecho, no creemos en ellas. Así que esta es la otra opción que me queda y además la quiero hacer.
—La verdad no me imagino estar separada de ella.
—¡Ahhhh! Yo estoy más que segura que dirá que si, además si es por trabajo, Luciana es una periodista reconocida en su medio y es corresponsal de un medio en Estados Unidos, ¿no? Se le abrirá las puertas allá. — hablaba Beatriz.
—Ahí tienes razón... Qué tal si se lo propones bonito, como si fuera una pedida de mano, no se aquí pensando yo.
— ¡Oye! Si... Es verdad, llévala a un sitio.
Me levante de la silla de mi escritorio y fui directo a servirme más whisky, -Si, sería bonito, lo que pasa que Lu no lo tiene tan asumido en público lo nuestro, ella lo quiere llevar todo discreto. —me senté nuevamente en mi silla.
—O sea, ¿Que ella te tiene en secreto? —pregunto Rodrigo.
—No tanto así, la prensa de espectáculo es muy amarillista y ahora después de lo del secuestro ha estado con el ojo público, ¿Entienden? Por eso también es unas de las razones por la cual me quiero ir.
—Shhh! País de mierda homofóbico, ——dijo Beatriz blanqueando los ojos.
—Perfecto, entonces haces algo más intimido, en casa, una cenita, velas, vino y hablas con ella.... Es más, si quieres te podemos ayudar, verdad, nerd.
—Gracias chicos, si voy a necesitar a ayuda, —dije.
— ¿Tienes fecha para irte?— pregunto Rodrigo.
— Si, para vísperas de diciembre debería de estar allá.
—Niñaaaaaa, —gritó Beatriz—- entonces es para ya. Hay que movernos.
La conversión transcurrió tranquila y planificando ese momento especial, ya estábamos a mediados de noviembre y sí, me tenía que mover, pero me iba a dar unos días para organizar bien las cosas. Lo único que quería era que Lu aceptará y se uniera a esta aventura.
Nuestros celulares empezaron a sonar por una situación de trabajo, el narcotráfico y sus bandas no nos daban tregua.
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