CAP. 23 -REACCIONES INESPERADAS-
Fui a buscar a Luciana al canal para ir a almorzar y poder compartir un tiempo con ella ya que estas semanas han sido de mucho trabajo para las dos...También estaba decidida a contarle lo qué me había propuesto el Comandante sobre la posibilidad de un traslado a Estados Unidos. Instaladas en la mesa de ese bonito sitio en el centro de la ciudad no dejaba de mirarla, realmente estaba muy bonita como de costumbre, con su cabello color castaño claro, suelto lizo, con unas pequeñas ondas, ella también me miraba y mientras estábamos esperando nuestro pedido tomaba una copa de vino.
—¿Vamos a estar así, Jenni? ¡Sácalo! Te pasa algo y no me digas que no, creo que te he dado suficiente espacio y tiempo. -dijo colocando la copa en la mesa.
—No, a mí no me pasa nada, solo te estoy admirando, hoy estas muy linda- todavía me negaba a tocar el tema.
—Lo se estoy muy linda, de hecho, todos los días estoy linda, —lo dijo con exceso de seguridad. —Deja de dar vueltas y dime lo que te pasa... ¿Te gusta otra persona?, ¿Es de trabajo? En fin, cuéntamelo todo bebe.
En realidad, no sabía por dónde empezar, pero había dado en el clavo, se trataba de mi trabajo.
—Me gustas tú, así te equivocas si creés que te voy a dejar libre.
—risas— creo que si me dejas voy a estar detrás de ti por un buen tiempo.
Ella asentó con la cabeza, —Eso espero Agente Campos —me tomó la mano fuertemente y me dio un beso a la distancia. Tomé una respiración para contarle y cuando lo iba a hacer el mesero llegó con nuestro servicio.
—¡Disculpen la demora! Aquí esta su pedido, —colocando todo con cuidado en la mesa —Si necesitan algo solo me avisan, ¡Buen Provecho!
Ambas le agradecimos y Luciana dijo, —¡Muy amable, gracias!
Tratando de zafarme de la situación y hacer tiempo le dije, —Bueno a comer, ¡Buen provecho!, —ella me miró diciendo, —Ok a comer y empezando a contar lo que traes.
Como buena sagitariana no tenemos filtros para decir las cosas, pero ya tenía que acabar con esto, —Hay la posibilidad que me vaya a los Estados Unidos para trabajar en la DEA— hubo un momento de silencio y hubiese dado lo que sea por estar en la mente de Luciana. El único gesto que hizo fue abrir sus ojos como platos asentando su cabeza con mucha delicadeza y un poco de asombro, mientras llevaba a un bocado a su boca y después tomando un sorbo de vino.
Estaba a la espera de cualquier gesto, frase de reclamos de ella.
—¡Waoww! ¿En serio? Qué bien, qué bien — dijo como sin darle importancia. Me le quede viendo e hice un gesto con mis manos para que siguiera hablando, esperaba que la niña explorara, al menos.
—Ok...Bien, bien y nada más. —Estaba asombrada y seguía a la expectativa.
— Me alegro porque esta es una excelente oportunidad para ti, Jenni, así que vamos a hacer un brindis. —tomó su copa y la alzo— Por tus logros y que te llegue lo que te convenga, ¡Salud!
Tenía mi copa levantada también, pero la sensación de asombro que habitaba en mi cuerpo era indescriptible. Luciana podría ser un tanto...bastante fría, ella protegía mucho sus emociones, y a pesar de que ya teníamos unos meses de relación era muy controladora de lo que sentía. Guardaba mucho como la apariencia y eso a veces me desesperaba porque sabía que me quería y si le importaba nuestra relación. Así que decidí darle su tiempo y que lo procesara, así como ella me lo dio a mi.
Opté por jugar su juego y la seguí.
—La verdad es que si que me sorprendes porque pensé que lo tomarías de otra forma, pero que grata sorpresa. ¡Salud!— dije.
—¡Ah! ¿Cómo debía tomarlo? —Risa— Para nada mi Jenni, es una hermosa oportunidad para ti, es como si a mí me llamarán, no se de CNN o alguna otra cadena internacional.
El resto de nuestro encuentro paso sin ningún contratiempo, pasamos entre risas y anécdotas y claro... Yo hablando de esa posibilidad de trabajar en la DEA, tratando de llevar al límite a Luciana, porque, así como ella conocía mis puntos débiles yo conocía los suyos y sabía que se estaba controlando.
************
Llegué a la oficina a las 3:00 PM un tanto desencajada y decidí ir a ver si Beatriz estaba, porque quería contarle, pero al ver a su oficina vacía les pregunté a su asistente por ella, —¡Hola! Xiomara, y Bea?— a lo que ella me respondió. —La agente Beatriz ha salió por lo del secuestro del comerciante portugués que fue liberado hoy.
—¡Ah! Si, ¿ya lo liberaron? Qué bien-... Bueno dile cuando la veas que quiero hablar con ella. —La chica asentó y me dio un gesto de afirmación.
Beatriz Sánchez, estaba en el equipo anti secuestro de la Policía Militar, tenía mucha experiencia a pesar de su corta edad era muy preparada en su campo. En vista de eso me fui a mi oficina para arreglar la visita al penal a ver a Efraín y darle la noticia de la resolución del juez sobre su caso.
Encendí la televisión y busqué el canal de noticias 24h y estaban dando un avance informativo.
Voz del Periodista.
"... En horas de la mañana de este viernes fue liberado sano y salvo, el comerciante de nacionalidad portugués Adelino De'Olivera, luego de permanecer 14 días en cautiverio.
En declaraciones de la Agente Beatriz Sánchez, del cuerpo anti secuestro de la PM, indico que el hombre habría sido liberado cerca de la 7:30 de la mañana hacia las afuera de la ciudad capital..."
Fin de la voz del Periodista.
Mientras dejaba encendida la tv en volumen bajo fui interrumpida por un chico con un estilo muy nerd, con su peinado de medio lado y cabello mojado. Rodrigo.
—¡Hola! ¿Interrumpo?-pregunta.
— Claro que no pasa, más bien creo que te llame con el pensamiento. —el chico me dio una sonrisa de medio lado. —Necesito que me saques una cita al penal para visitar a Efraín y contarle lo de la resolución del juez.
—Ok. Ya me ocupo de eso. —Se me queda mirándo parado frente a mí —¿Estas bien?— preguntó a mi visible cara de desconcentración.
Alzó la mirada, —Si, todo bien. ¿Por qué? —regreso la mira a mi laptop.
—Te veo como rara, pero debo malinterpretar tu cara.
Pare en seco el trabajo y me dirigí nuevamente el él, —No Rodrigo, no estas malinterpretando, estoy desconcentrada en una cosa, pero cuando llegue Bea se los cuento.
—¡Ahhhh! Entonces esto es de sentarse con Nancy Alvares en ¿Quién tiene la razón?, es pa' largo... Ya le dijiste a la Periodista, ¿No?, —me pregunta.
—Sí, pero quiero hablarlo con ustedes —le respondí.
—Ok, ok. Me avisas. Voy a sacar la cita.
Pasaron las horas y sin darme cuenta ya eran casi las 8 de la noche, salí al pasillo y noté que solo me acompañaba la soledad y me alumbraba algunas luces de los escritorios que quedaron encendidas, tome un poco de agua en el bebedero y luego volví a mi oficina quería adelantar algunos asuntos con los expedientes.
Cuando escuché el repique de mi celular y me fije y era Luciana, decidí responder:
Inicio de la llamada:
—¡Hola! Bebé— le respondo a Luciana emocionada.
—¡Holaaaaa!
—Mi amor. Te extraño— le exprese con ternura.
— ¡Ummm! ¿En serio?..Pues no lo parece.
Me quede pensando y tarde un poco en responder.
— ¿Cómo quieres que te lo demuestre?
—Sabes que estoy sola en esta habitación, pensando en ti y quería escuchar tu voz, Jenni.
A estas altura había perdido la concentración en lo que estaba haciendo. Y decidí dejar la laptop cerrada y concentrarme en la llamada con Luciana.
— Ah! Si. ¿Y en que estaba pensando? —me empezaba a animar esta conversación.
— ¿Te interrumpo Jenni?
Fruncí mi ceño y solté una media sonrisa de lado.
—¡Ummm! No, no hay nada más importante que tú. ¿Pero dime en qué pensabas?
—En lo mucho que me gustaría que estuvieses aquí a mi lado. Y si te vas, mi cama quedará vacía, sin sentir tu respiración, sin sentir la suavidad de tu cuerpo pegado al mío... —Me recosté en mi silla y cerré misa ojos.
— Siempre estaré contigo.
De repente sentí como un gemido salió de su parte y volví a fruncir mi ceño.
—¡OMG! ¿Qué estás haciendo Luciana Ríos?— Claramente sabía que estaba haciendo y mientras le preguntaba me levanté de mi silla y fui directo a cerrar la puerta con seguro, bajé la intensidad de la luz de oficina quedando en penumbras y me volví a sentar en mi escritorio... Esto sería interesante.
—Estoy con muchas ganas de ti Jenni. —Abrí mis ojos, su voz era tímida pero sensual.
—Me gustaría sentirte, quiero hacerlo ahora. ¡Ya!— dijo con una voz urgida y sexy.
Con solo escuchar eso me dio un escalofrío en todo mi cuerpo, mi centro empezó a arder.
—¡Umm! Me estaba provocando señorita Ríos. —trague grueso.
Volví a escuchar más gemidos y me estaba erizando, así qué me empecé a tocar, metí mis manos por debajo del pantalón hasta llegar a mi centro.
— Eso es lo quiero que reacciones... ¿Te confieso algo? Te llamé porque empecé a tocarme y necesitaba escucharte mientras lo hago.
—¡Ay! Carajo. —al escuchar aumenté la intensidad de mis toques. —Dime lo que estás haciendo Lucy. —se escuchó un gemido de las dos.
—Ahora tengo mis dos dedos dentro de mí...Oh! Jenni... Si, que rico se siente...Ummm
En eso use mis dedos para introducirlos en mi centro, sentían una sensación tan intensa, era increíble como por una llamada telefónica de Luciana me podría encender. Estar con ella hacia que experimentara nuevas experiencias y sensaciones.
—Estoy muy mojada Lu...Mmmmm
Mmmmm Lucy Mmmmm.
Comencé a mover mis caderas, haciendo que los dedos de mis manos entraran y salieran de mi interior. —Piensa que son mis dedos que están entrando y saliendo de ti Lucy.
—¡Ay! Si bebé, que rico Jenni... Así, así, así sigue.
Pasaron varios segundos en este fuego devorándonos vía telefónica.
—¡Oh! Dios Jenni creo que me voy a correr. Si, si, sí
—Dale mi amor lléname de ti Lu, córrete para mí, quiero escucharte.
—¡Ay! Dios Jenni si, si hay viene... ¡Ahhhhh! ¡Ahhhhhhh!
Solo segundos después sentí lo mismo en mi interior que se estaba formando ese delicioso orgasmo y escuchar la voz de Luciana hizo que lo acelerara más.
—Diosssss, Lu....Ahhhhhh.
El silencia se hizo presente y solo se escuchaba nuestras respiraciones aceleradas.... Cuando pude retomar la comunicación me reí y le dije —¡Ay! Lu... Lo acabamos de hacer por teléfono, —risas— lo que ella respondió.
—Siiiii y que rico fue, —risas.
—Si, pero esto solo hace que quiera continuar— respondo con el deseo quemandome la piel. Necesitaba sentirla.
— Entonces trae tu trasero a esta cama ahora mismo porque ya quiero sentir tu cuerpo.
Lo que me hizo sacudir mi cabeza, despedirme y cortar la comunicación y salir corriendo hacia el apartamento para continuar lo que había empezado con esta hermosa mujer.
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