Entrando a mi oficina con un termo de café escuchó los pasos pesados y la voz de una persona que me dice, —¡Buenos días! Agente Campos la estaba esperando —entró a mi oficina y me situó frente a mi escritorio con la vista puesta fijamente en Rodrigo.

—Saya hazme un favor.—lo dije con autoridad.

—¡Si, Claro! Lo que usted quiera.— el chico esperaba atento mi orden.

—Primero, quítame el usted que me haces sentir vieja, yo apenas tengo 27 años y segundo, abre esas persianas que todo está oscuro... Me enferma la oscuridad.

Rodrigo hizo todo lo que le dije y finalicé diciendo —Siéntate y vamos a tomar un poco de café que traje de la casa. ¡Cuéntame! ¿Qué tienes?

Rodrigo era veía muy meticuloso para hacer sus casas, lo observaba en su escritorio y siempre estaba organizado, limpió, andaba con sus lentes y un peinado de medio lado, vamos el tipo era nerd.

— Ok. Bueno agente, cómo usted sabe... ¡Perdón, perdón! Cómo tú sabes, —¡me miró a los ojos—entre las pertenencias de los dos detenidos de anoche estaban dos laptop y 4 celulares que posteriormente los revisé y por ejemplo en los celulares habían nombres que Efraín en su momento nos había dado. (personajes públicos) que están directamente relacionados con Romeo.

—Perfecto. ¿Los investigaste?

— Estoy en eso.

Hice un gesto de aprobación con mi cabeza.

—En los mismos celulares hay muchas llamadas provenientes de México y las últimas cómo de 2 semanas para acá son de Colombia, aquí está la dirección exacta de las llamadas— el muchacho me entregó una hoja con cada detalle de las llamadas.

Mientas Rodrigo me daba parte de su investigación me acordé que en una visita que le hice a Efraín en el penal me había dicho que Romeo estaba en México.

—(...) estamos rastreando la localización exacta de Colombia, pero hasta ahora no ha sido posible— dijo Rodrigo.

—Y de las laptops, ¿Qué sacaste?

—Hay pura porquería... Lo que sacamos de las laptops fue muchos vídeos de pornografía infantil.

Escuchar de la propia boca de Saya esa información me provocó náuseas, es que tenías que ser un enfermo, una escoria humana para traficar con niños inocentes. «Un motivo más para encarcelar a este maldito delincuente» —pensé— también hay documentación con algunas fechas de pagos efectuados desde el extranjero con algunas coordenadas —finalizó Rodrigo.

—Ok. Quiero que por favor me averigües bien los nombres y qué clase de vínculos tienen con Romeo... Necesito más evidencias Rodrigo porque tenemos y no tenemos nada. Por favor ¡Muévete!

Rodrigo se paró de la silla comprometido en buscar más evidencias porque me preocupaba que pasará otro año más y no pudiéramos concretar nada.

Estaba intranquila y caminé por toda la oficina hasta que me paré en toda la puerta que dividía mi oficina con el amplio balcón que tenía a mi disposición y que lamentablemente no podría disfrutar porque sufría de acrofobia, podía pasar horas en ese sitió, me daba paz divisar la espectacular vista que me regalaba mi ciudad, ¡Claro! Si me pasaba unos centímetros más allá ya comenzaba mi calvario. Pensando en miles de cosas y en nada a la vez, me acordé que tenía que comunicarme con Luciana Ríos para una fulana entrevista que quería, tomé mi celular y empecé a buscar en mi agenda para llamarla, dejando repicar 3 veces y contestó, tenía nervios en mi estomago.  ¡Oh! Dios.

Entra llamada telefónica.

— ¡Hola! Pensé que me ibas a dejar como novia de pueblo. — dijo Luciana.

—¡Hola! ¿Cómo estás?.. ¿Yo? Jamás, siempre cumplo lo que prometo. ¿Y en que te puedo ayudar? — respondí.

—¡Si, quiero unas declaraciones tuyas sobre el operativo de anoche y tus impresiones sobre unas declaraciones que dio el dueño de la cadena de restaurants Epa! FoodTuck, sobre su presunta implicación en el lavado de dólares. Y habla de ti, porque según lo están involucrando sin pruebas.

— ¡HDP! —salió de mi boca en un tono suave y bajo.

—¡Bueno! Si también pienso eso.

—Ok. Vamos a hacerlo bebé.

—Dame un chance, la entrevista te la va a hacer unos se los reporteros del noticiero.

—Ok. Perfecto

—Qué linda. ¡Gracias!... Por cierto, ¿Qué vas a hacer está noche? ¿Me aceptarías una invitación a tomarnos una copa?

Mi cara cuando escuché lo de la invitación fue todo un poema, mi corazón empezó a latir rápidamente tanto que pensé que me daba un infarto, estaba feliz porque en mucho tiempo nadie me había hecho sentir de esa forma. Aun que me tarde para darle la respuesta porque en realidad no podía, terminé por aceptar su invitación y le dije: —Sí, claro que podemos ir a tomarnos esa copa; es más, dime y te paso buscando dónde estés. ¿Te parece?

Terminamos de hablar y por whatsapp me pasó la dirección, me quedé hablando con unos de los chicos reporteros para hacer la entrevista qué sería trasmitida en el noticiero de la tarde.

Fin de la llamada telefónica.

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6:55 de la noche, mi teléfono literalmente iba a explotar, no dejaba de sonar, estaba saliendo de darme un baño para alistarme para salir con Luciana, —¡Dios mío! Pero no me puedo tomar unos minutos para mí, es insólito— dije— Tome el teléfono pensando en que podría ser Luciana, aún que pensé que era demasiada insistencia. Vi la pantalla y era mi Jefe Daniel Mendoza.

Entra llamada telefónica.

—¡Aló!

—¡Hola! Jenniffer, ¿Dónde estás, vistes las noticias? —me dijo muy alarmado.

—¡Hola! ¿Estoy en mi casa pero qué paso? —mientas que él hablaba busqué y luego prendí mi laptop.

—Acaban de encontrar asesinado al dueño de Epa! FoodTruck, con 4 disparos y uno específicamente en la frente con una nota, te la paso por mensaje— dijo Daniel.

Entre a ver los titulares de algunos Portales web, la tv estaba encendida, me enteré del brutal asesinato del empresario en el rubro de la gastronomía en el país. En eso escuchó el sonido del mensaje de Daniel dónde me manda la nota dejada en el pecho del occiso toda ensangrentada, 

"Dejen de buscar lo que no se les ha perdido...Atte: El Romeo"

PD: ¿Quieres bailar el vals conmigo Jennifer Campos?

Leer está nota me daba escalofríos, ya que el modo de matar de este tipo era de un forma despiadada y escandalosa, esto solo me hizo recordar la masacre en mis 15 años, hasta me dio náuseas y dolor de cabeza.

—¿Jennifer estás ahí? — me preguntó Daniel, a lo que le respondí toda desencajada.

—Si aquí estoy, disculpa es que esto ya me tiene al límite, quiero atrapar a ese malparido Satanás.

 —Te necesito urgente en el comando por favor—a lo que respondí afirmativamente diciendo que allá estaría.

Entre la confusión del momento,  el hecho me había acordado que este hombre de nombre Jhonny Smith era unos de los que trabaja con Efraín y de hecho lo nombraba mucho en sus historias de Instagram y desde hace un par de meses estaba diciendo investigado por la Fiscalía por enriquecimiento ilícito y lavado de dólares.

Ahora me preguntó yo, ¿Por qué ROMEO lo había mandado a matar? —¡Oh! Luciana, se me había olvidado, no voy a poder ir, la voy a llamar para explicarle, aunque ya debe de estar más enterada qué yo.

Inició de llamada

— ¡Hola! Tranquila imaginó que no puedes venir, es lógico yo también estoy buscando fuente para hacer una nota.

— Si, así es mil disculpas, ahorita tengo que ir al comando, imagino que es un revuelo.

— De hecho, estoy llamando a tu jefe y no logró que me conteste, necesito una declaración. ¿Podrás hacerlo tú? Por favor.

— No... todavía es muy temprano para darte una declaración, déjame ir y ver como esta todo. Ok.

—Ok. Me llamas cualquier cosa... quiero la exclusiva Jennifer Campos.

—Siiii, si está en mis manos la tendrás. ¡Besos!

Fin de la llamada.

Colgué la llamada con una rabia porque estaba muy emocionada por mi encuentro con Luciana, pero no, se desató el demente este y tengo que dejar mi vida personal a un lado. Me terminé de arreglar rápidamente y tomé las llaves de mi camioneta y salí de la casa al comando.