Abrí mis ojos con gran felicidad, me estiré en la cama, mi mano derecha buscaba el cuerpo de Luciana, pero no la conseguí, entonces volteé y ella no estaba en la cama, de hecho, se sentía la habitación vacía solo había un rayito de sol que chocaba en mi pierna descubierta.

Me incorporé y me senté en la cama llamándola, —¡Lu!—con la esperanza que me contestará, pero sin obtener respuesta me puse de pie y me di cuenta de una pequeña nota que había sobre la mesa de noche que decía, "¡Buenos días! Agente Campos, salí a comprar suministros, regreso en un momento... trata de sobrevivir sin mí".

PD: Ahí tienes una franela mía por si te quieres ponerte cómoda

Tomé su franela y me la coloqué, tenía su olor, estaba extasiada. Después tomé mi celular, lo encendi y me di un pequeño paseo por el apartamento, tenía una decoración no ostentosa, todo estaba ordenado y el ambiente era muy relajado, observé un estante con unas fotos, imagino que serían entre familiares y amigos, también tenía 3 premios de periodismos.

Escuché la puerta abrirse y era ella con algunas bolsas.

—¡Hola! ¡Hola! Despertó la Agente.

Se dirigió directo a la cocina, y más atrás fui ayudarla.

—¡Hola! Buen día— le di un besito en la mejilla —¡Oye! Gracias por la franela.

—Un placer, veo que te quedó perfecta... Traje comida porque como no contaba que iba a tener visita —sacaba todo lo que había traído.

—Traje frutas, pan, cereal, leche, en fin... ¿Cómo dormiste?— me preguntó, acercándose a mi para darme un sutil beso en los labios.

—Como tenía que años que no lo hacía—le di un beso.

—Me voy a bañar— dijo —no se si me esperas o empiezas a desayunar— caminó hacia su cuarto y yo la seguí para bañarme con ella. 

                                                                               ***********

Era sábado mi reloj de pulsera marcaban las 11y30 AM, me dirigía hacia mi casa, me había despedido de Luciana y quedaríamos en hablarnos más tarde.

El día estaba lindo, había como un brillo especial en el ambiente, el cielo estaba despejado, un clima fresco, de pronto empecé a bajarle la velocidad porque me encontré con tráfico en la autopista y no me refería el tráfico normal de la semana, no, pasaban muchas motos de la PM (Policía Militar), dos ambulancias por lo menos las que visualice. En eso recibo una llamada en mi celular, en pantalla se refleja del Comando. Era Beatriz Sánchez, atendí con atención.

Entra llamada.

 —¡Aló!

—¡Hola! Jenni. Buen día. —su voz era exaltada—¿Dónde estás?

—Voy por la 47 vía a mi casa, ¿Qué paso te escuchó alterada?—le preguntó.

—No, Jenni. Te necesito aquí en el comando, este hdp voló parte de Mercado Principal, hay muchos heridos y hay enfrentamientos entre la banda de los zurdos... Vente para acá.

—Claro. Dame chance y estoy allá.

Fin de la llamada.

Colgué la llamada, le di un par de manotazos al volante de la importancia, mi respiración se comenzó a acelerar, traté de salir del tráfico de la autopista para irme por un atajo y llegar más rápido al comando.

Encendí la radio para saber que estaban diciendo.

Sonido de radio

"... un artefacto explosivo fue colocado en unos de lo puestos de comidas del Mercado Principal de la Zona 35, hasta ahora las víctimas fatales se puede contabilizar con 35 personas adultas y 5 niños. Heridas todavía no tenemos el número definitivo..."

Continúa fondo de sonido de radio.

Me interrumpe el sonido de mi celular era el Comandante Daniel Mendoza, —¿Por qué no estás aquí Campos?—me dice en tono de reproche.

—Estoy en la ruta Daniel, escucho las noticias... ese hijo de la #€@2_4—grité —Avísame cuando llegues porque te tengo otra noticia—me dice Daniel para cortar la llamada.

45 minutos después llegó a la estación, era todo un caos, paso por el cubículo de Rodrigo y pregunto por Beatriz o Daniel, Rodrigo me dice que estaban en la Sala de Juntas, y me estaban esperando.

Abrí la puerta y estaban todos sentados en una gran mesa ovalada. —¡Hola!— Dije.

—(...) Esto es un desastre, hizo explotar un artefacto, Romeo esta en la zona 35 hay que atraparlo si o si, este es nuestra oportunidad. Ya hay un gran lote de efectivos policiales en el lugar— Dijo Daniel en su intervención.

—Por otra parte, quiero informarles sobre la extradición de...— un subalterno nos dejaba un expediente sobre la mesa, era de Alber Falú, abogado y empresario con nexos del Gobierno, el cual estaba acusado de corrupción por el Gobierno de Estados Unidos.

—(...) Falú como saben presenta cargos de lavado de dinero, tráfico de armas, drogas y el principal responsable de la corrupción de distribución del programa de alimentos subsidiados del gobierno.

—AGENTE 1: Este pajarito ya va a empezar a cantar —risas.

—AGENTE 2: Tenía una notificación roja de Interpol y estaba detenido en Cabo Verde desde el 2020.

—Ahora esperar que caiga uno por uno— añadi a la intervención de los agentes.

—Jennifer necesito que tu, Beatriz y Rodrigo vayan a la zona 35 y te encargue de la situación... bueno esto es todo— dijo Daniel.

Todo nos paramos de nuestras sillas y fue cuando Daniel se me acercó —Campos necesito que saques provisionalmente a Efraín, hay que armar una emboscada ¡Ya!

Le respondí— Si Claro Daniel... Yo me ocuparé de eso.

Me puso la mano en mi hombro derecho y me dijo con voz optimista, —Lo vamos a lograr Jenni, a este hdp lo atrapamos. Ya cayó uno Estados Unidos.

Salí de la sala de juntas y fuí directo a mi oficina y pasó por el cubículo de Rodrigo, —Te necesito en mi oficina ahora mismo— en eso él levanta la mirada y asienta con le cabeza.

Una vez en ella, revisó en mi correo la boleta de excarcelación provisional de Efraín Rodríguez, escucho cuando abren la puesta y levanto mi mirada era Rodrigo.

—Jenni ya tenemos la orden de excarcelación de Efraín por parte del Tribunal— la traía en físico.

—Si, justo la estoy viendo en mi correo... hay que ir al Penal. ¿Qué hora es? ¡Podemos ir ya! ¿No?—la impaciencia me ganaba.

—No, no, no, calma, que temos que seguir protocolos, iremos mañana a primera hora. Imaginó que le deben dar la noticia a Efraín.

— ¡Uju! Si claro.

Me paré de mi escritorio y caminé hasta el mini bar, —¿Quieres un tragó Saya?

—No, gracias no suelo tomar en horario de trabajo... pero te acompaño con agua, para no ser maleducado.

Sonreí un poco y dije —¡Claro! O sea, es Rodrigo Saya, pues...

Me coloqué frente a la ventana y Rodrigo me preguntó —Por cierto, cambiando el tema un poco de tanto caos que hay afuera... ¿Qué tal tu noche con la Periodista?

—¡Ja! Sabía qué esto estaba latente—dije—caminé feliz y me senté al lado de la silla de Saya.

—¡Fue mágico!— en eso interrumpió Beatriz y pregunto de qué hablábamos...

Rodrigo contestó con algarabía—Llegas justo a tiempo, siéntate.

Beatriz se sentó en el escritorio y dijo con tono picaron, —¡Ajaaaa! Te la cojiste—risas— dime que si, ¡Por favor! Juntando sus manos.

A lo que comente, —Qué ordinaria eres, ¡Coger! ¡Coger!

—Ay! No pues la Princesita Campos— responde Beatriz y mira a Rodrigo. —¡Siiiii!—risas de los dos.

—De verdad, que clase de agentes somos, afuera un caos y nosotros emocionados porque por finnmm esta, tuvo su noche hot con la Ríos. — dijo con una fingida indignación.

— Mi amor, así es la vida— dijo Beatriz.

Acto seguido Beatriz tomó mi mano y me dijo: —Mana, estoy feliz por ti, sabes que no todo es trabajo, uno tiene que tener su corazoncito, su intimidad, alguien que te caliente, en fin.

—Si, es así chicos, pero no se a dónde va a llegar esto. Tampoco me quiero ilusionar... —antes de seguir me interrumpió Beatriz— No, no, no, relax deja que todo fluya y ver hasta donde llegas. Por el momento, DIS-FRU-TA-LO... ¡Fin de la historia!

Rodrigo interrumpió y se paró, —El chisme muy bueno y todo, pero hay un psicópata allá fuera que esta matando gente y narcotraficantes a quién encarcelar. ¡Me retiro!

—¡Ayyyy! Habló el aguafiestas del nerd... pero si odio tener que darle la razón—Beatriz se paró de la silla y se fue hasta la puerta, dando la media vuelta.

Por cierto, ¿Vas a ir a la zona 35? —preguntó.

Le respondí en negativa, —No, tenemos que preparar todo para la salida de Efraín, pasaré después seguro. Me quedaré haciendo unas llamas.

—Ok, entonces nos estamos viendo, yo si iré— dijo Beatriz y la vida desaparecer se mi oficina.