Mascota
Después de que Julius le diera esa advertencia a Kisaki y lo dejara tirado en la calle junto al otro chico decidió ir a cazar alguna presa que pudiera calmar su hambre que despertó al momento de lamer la sangre de Kisaki, aunque él sea el causante de la angustia de su amado aún así debía admitir que su saber era algo inolvidable. Paseó por las calles de la ciudad sin rumbo fijo, casi como si de un zombie se tratase, sin darse cuenta abandonó el territorio de la toman y valhalla y entró al territorio de los black Dragon's, sin saber en dónde se encontraba llegó a un callejón en dónde justamente había un par de pandilleros siendo golpeados por un hombre alto y fornido de mechas azules, Julius estaba por meter a ese hombre al menú sin embargo al ver sus tatuajes eso lo hizo enojar y en un rápido moviendo se abalanzó contra el de mechas azules y aprovechando la gravedad lo tomó por la cara y estrelló su cabeza contra el suelo provocando que debido a la fuerza del impacto quedé inconsciente, aprovechando la oportunidad se acercó a los dos hombres golpeados en el suelo.
- ¿Están bien? -pregunto en un tono dulce a los heridos.-
Ambos jóvenes, pensando que el albino era su salvador simplemente asintieron con una gran sonrisa esperanzada y esperaron poder irse de ese lugar a salvo.
-¿Alguno de ustedes tiene tatuajes o algún vicio? -pregunto con una gran sonrisa angelical -
Los dos jóvenes se miraron con duda y respondieron negando que alguno tuviera algo perjudicial en sus sistemas, en ese mismo momento al ver sus respuestas Julius rápidamente se abalanzó a los dos jóvenes asesinandolos con su navaja que siempre cargaba y sin esperar siquiera a llegar a su casa comenzó a cortar trozos de carne de los cuerpos y comenzó a devorarlos con desesperación, no le importaba el mancharse de sangre, no le importaba que lo vieran, simplemente sentía una gran desesperación por poder consumir ese líquido carmín que recorría por las venas del par de pandilleros.
Una vez pudo saciar por completo su hambre y sed de carne y sangre se limpió lo mejor que pudo la boca y se dirigió a la salida del callejón en dónde para su desgracia dos hermanos buscaban a su hermano mayor ya que aún cuando los maltrataba se preocupaban por su salud.
Mientras caminaba en dirección a algún parque para poder limpiar aunque fuera un poco la sangre de su cabello y cara fue visto por Hakkai, el cual reconoció al instante la figura del chico que salvó la vida de su vicecapitan, sin embargo se asustó demasiado al verlo cubierto de sangre por todo su cuerpo, temiendo por la salud del albino corrió y lo tomó del brazo para detener su caminata.
Julius al sentir como era tomado del brazo, estaba a nada de apuñalar al valiente que se atrevía a tocarlo, sin embargo antes de poder sacar su navaja se dió cuenta que era un chico con el mismo uniforme que tenía Baji... Hakkai se salvó de la muerte debido a que no se había quitado su chaqueta de la pandilla.
- ¿Quien eres? ¿Qué quieres? -decia el albino con desconfianza e intentado librarse del agarré del más alto -
- Eres amigo de Baji, ¿No es así?, Eres el chico que resultó herido debido a que le salvó la vida a Draken ¿Verdad? -decia Hakkai soltando la mano del albino mientras hablaban-
- Algo así, somos más que amigos y el salvarlo fue accidental, ¿Que asuntos tienes conmigo o por qué me detienes? -decia con cada vez más ganas de apuñalarlo e irse sin embargo se contenía al ver a la chica revisando al hombre en el suelo-
- Estás herido... Estas sangrando, por favor ven con nosotros para poder revisar que estás bien, este no es un buen lugar para que alguien deambule en ese estado - intentaba convencer al albino lo cual consiguió debido a que era más fácil el poder tomar un baño completo en casa de alguien antes de deambular sin rumbo con el peligro de que las autoridades lo detengan para hacer preguntas innecesarias-
- Bien, aceptaré tu amabilidad ya que supongo que eres buen amigo de Baji -comenzo a caminar a la par del calvo peliazul dirigiéndose a la chica y al demayado- ¿Tú casa es muy lejos de aquí? -pregunto viendo como ambos adolescentes batallaban al levantar a Taiju -
- Está al final de la calle, cerca de una iglesia abandonada -mencionó Yuzuha intentando levantar inútilmente al pandillero fornido -
Julius cansado de lo débiles que eran ambos hermanos tomó al hombre del cuello de su gabardina y lo comenzó a arrastrar sin mayor problema comenzando a caminar rumbo al lugar donde había apuntado la fémina.
Ambos hermanos se sorprendieron de la fuerza del escuálido y bajito albino, nadie hubiera pensado que alguien de su complexión pudiera con alguien del porte de Taiju. Al salir del shock provocado por las acciones del albino lo siguieron y le indicaban a dónde ir. Una vez llegados a la casa/guarida de los hermanos y black Dragon's pudieron visualizar a un rubio con cicatriz y a un pelinegro de ojos gatunos parados frente a la puerta de lo que Julius supuso era la iglesia.
Kokonoi e inupi al ver ver a los dos hermanos se preguntaron en dónde estaba su lider ya que debido a que los hermanos estaban frente al albino tapaban por completo su cuerpo junto al de un desmayado y sangrante Taiju.
-¿Dónde está Taiju? Dijeron que irían por él -dijo inupi al ver a los hermanos -
- Él está... -antes de que Yuzuha pudiera responder se escuchó la voz del albino -
- ¿Ya llegamos? La sangre se está secando y mi ropa se está pegando a mi piel -decia con un poco de asco intentando alejar un poco su camisa de su piel-
Fue ahí cuando el par de pandilleros se volteó a ver al albino el cual estaba completamente cubierto de sangre y lo que peor los hizo sentir fue que traía a Taiju arrastrando como si de un trapo viejo se tratase.
-¿Qué le sucedió? -pregunto muy alarmado kokonoi por el estado en el que su líder se encontraba y por la imagen del albino -
-mmh...?.... Se calló -dijo con una gran sonrisa en la cara lo cual en lugar de calmar a los presentes solo les provocó un inmenso terror debido a que seguía cubierto de sangre, una imagen que jamás olvidarán -
Una vez que kokonoi e inupi ayudaron a los hermanos a llevar dentro de la casa a Taiju y Yuzuha le curó su herida sangrante en la cabeza. Hakkai le dijo a Julius dónde podría tomar un baño y quitar toda la sangre seca de su cuerpo, lo cual hizo, sin embargo Yuzuha y Hakkai estaban discutiendo con respecto a la ropa que le prestarían al albino para poder cambiarse debido a que Hakkai era demasiado alto y Yuzuha sabía que era hombre y probablemente no acepte ropa de ella para cambiarse.
- Te digo que me prestes una de tus pijamas, a mazamune no le importará utilizarlas -decia Hakkai intentando convencer a su hermana -
- Es imposible que no le importe, todas son de tonos pastel y con diseños florales o estampados animados, no hay manera de que acepte el utilizar algo como eso -decia Yuzuha sin comprender el razonamiento de Hakkai -
- te digo que si lo aceptará, a el no le importa la ropa que utiliza o el estampado que contiene
-¿Cómo estás tan seguro de eso?
- por qué cuando lo conocimos en el festival tenía un vestido blanco largo y maquillaje en la cara
Al escuchar eso Yuzuha se sorprendió, no esperaba que hubiera un hombre aceptará tan fácilmente y felizmente el utilizar ropa femenina y mucho menos salir en público con ella, decidió hacerle caso a Hakkai y le prestó una pijama rosa pastel con diseños de conejos y un enorme conejo con un corazón en el pecho de la playera.
Una vez que Julius terminó por completo de lavar todo rastro de sangre estaba por salir del baño cuando escuchó unos golpes en la puerta del mismo.
-¿Qué sucede? -pregunto desde adentro -
-eh... Masamune... Intentamos conseguirte algo de ropa, sin embargo la única que podría quedarte por las medidas es de mi hermana, espero no te moleste -decia Hakkai esperando que el albino no se enojara por la sugerencia -
- ¿Tiene delfines o elefantes? - preguntó con genuina duda-
-eh... No, son conejos rosas...- respondió consternado por la pregunta -
- Bien, esos bastardos me aterran -dijo abriendo la puerta con una toalla amarrada a la cintura y con el cabello suelto -
Hakkai se quedó en shock porque no esperaba esa acción de parte del peliblanco, solo pudo entregar las prendas y voltearse debido a que estaba muy sonrojado ya que recordó que cuando lo conoció era una mujer, una muy hermosa mujer, lo cual le hizo cohibirse debido a su problema con las mujeres.
Una vez que ya estuvo cambiando salió del baño y caminó a dónde se escuchaba ruido, al llegar vió que era la sala de estar y Hakkai estaba hablando con Yuzuha mientras estaban sentados en el sofá, dándole la espalda a la entrada.
- ¿Realmente te pusiste de esa manera por un recuerdo? -pense que tú problema había desaparecido ya que sabías que era un chico -decia riendo un poco Yuzuha -
- no es gracioso, si lo vieras vestido como una chica sabrías que se ve muy atractiva -decia muy sonrojado Hakkai -
-¿Así que soy una chica linda? -decia muy sonriente el albino el cual estaba con la pijama de Yuzuha la cual le quedaba un poco suelta y tenía el cabello suelto -
Ambos hermanos se quedaron congelados en sus lugares, efectivamente como decía Hakkai, Julius era una mujer demasiado atractiva.
-cierren la boca que se van a tragar una mosca -les dijo mientras caminaba al sillón individual que estaba en la sala y relajaba sus músculos, había sido una noche muy movida -
Ambos hermanos veían como el albino se sentaba en el sillón de Taiju y se relajaba rápido a tal punto en el que su respiración era tan lenta como si estuviera dormido... Solo pudieron pensar una cosa al verlo dormir... Luce como un ángel...
Se habían centrado tanto en el albino durmiente que olvidaron a Taiju el cual estaba desmayado y con una gran herida en la cabeza. Mientras ellos disfrutaban de la vista que les proporcionaba el albino y Hakkai tomaba fotos para mostrarselos a mitsuya escucharon el gran escándalo que provoca Taiju debido a que al despertar sintió un enorme dolor de cabeza y al tocar el lugar sintió las vendas que le había colocado Yuzuha, eso lo enfureció debido a que aquel misterioso atacante lo hizo ver débil ante los idiotas que estaba intentando educar.
Con una gran ira se dirigió a dónde se escuchaban susurros, encontrando a sus hermanos contemplando algo o alguien sentado en SU sofá, eso lo llenó más de enojo y le hizo caminar a ellos para darles una lección. Al momento que caminaba hacia tanto ruido con sus pisadas que hacía que Julius poco a poco perdiera el sueño.
Taiju llegó frente a sus hermanos los cuales al verlo en ese estado tan enojado solo pudieron temblar esperando lo peor, Yuzuha se puso frente a Hakkai e intentó protegerlo, sin embargo recibió un fuerte golpe en la mejilla lo cual la hizo caer al suelo, seguido a eso intento tomar a Hakkai para golpearlo sin embargo lo único que sintió fue un enorme dolor en el abdomen y como todo el oxígeno abandonaba su cuerpo.
Julius despertó debido a los gritos de Taiju y no estaba para nada contento con eso, primero no puede comer a su presa más jugosa, después los pedazos de carne que encontró en el callejón no tenían un sabor que le complazca, tuvo que bañarse en un sitio que no conoce y utilizar ropa con un olor que detesta y ahora llega este desgraciado ladrando como perro rabioso y lo interrumpe en su tiempo de sueño.
Al ver cómo al albino pateaba sin esfuerzo y miedo a Taiju se congelaron temiendo lo peor por el pequeño albino, sin embargo cuando Taiju estaba en el suelo Julius se sentó en su abdomen y comenzó a golpear su rostro sin importarle la presencia de ambos hermanos los cuales no podían moverse debido al miedo, después de un rato se le ocurrió una mejor idea para domar al perro rabioso que ladra sin que lo ordenen, se paró de encima de Taiju y fue a dónde se encontraba su ropa y sacó su navaja mariposa del bolsillo del pantalón y regreso a dónde Taiju se recuperaba de los golpes, lentamente se intentaba parar debido a que estaba mareado cuando sintió como fue tomado bruscamente del cabello y levantado sin esfuerzo del suelo.
- neh Hakkai, ¿Sabes por qué me gustan los conejos? -decia el albino teniendo la navaja en la mano y posando a Taiju en la pared, Hakkai solamente pudo negar sin decir nada - es por qué son silenciosos, un perro que no sabe controlar el volumen de sus ladridos y mucho menos sabe cuándo ladrar no es un buen perro... Lastima que a ellos no se les puede cortar la lengua para controlar ese sonido, sin embargo con los humanos es diferente, si les cortas la lengua ya no pueden hablar, solamente dar balbuceos o mejor aún, permanecer callados -mientras decía eso abría la boca de Taiju y tomaba su lengua y la sacaba de su boca- dime, Hakkai, Yuzuha ¿Quieren que este perrito malcriado deje de ladrar? -decia con una angelical sonrisa que provocó un gran escalofrío en los tres presentes-
- pog javo, oo... - Taiju intentaba hablar sin embargo como Julius tenía su lengua en la mano no podía decir mucho y tampoco moverse tan bien ya que no se había recuperado de los golpes-
Hakkai y Yuzuha se miraron al mismo tiempo, ese hombre albino estaba dispuesto a cortarle la lengua a Taiju si ellos así lo pedían, sin embargo por más daño que les causaba no podían dejar que nada malo le sucediera al mayor ya que aún así los tenía bien cuidados y alimentados, por lo que ambos negaron mutuamente a la oferta del albino, salvando así la lengua de su hermano mayor.
Julius aceptó su respuesta y soltó la lengua de Taiju, sin embargo aún así debía tener un castigo por haber dañado a Yuzuha la cual amablemente le prestó ropa, le devolvería el favor a Taiju de golpear a Yuzuha, rompiendo sus dedos, así fue como agarró las manos del de mechas azules y comenzó a romper sus dedos uno a uno disfrutando de su dolor y sus agonicos gritos, una vez que intentó pasar a su siguiente mano para continuar el proceso Yuzuha y Hakkai pidieron piedad para su hermano debido a que él era el sostén de la familia y era quien se encargaba de la administración de la casa por lo cual necesitaba su mano con la que era más diestro, aceptando la respuesta dejó de romper los dedos de Taiju y los que había roto los volvió a regresar a su posición original, causando un dolor mucho más agonico.
Una vez que terminó de acomodar los dedos del shiba mayor le dijo una frase que dejó a todos sin palabras.
- a partir de este momento serás mi mascota y como primera orden te ordeno no atacar a tus hermanos, si me entero que vuelves a poner las manos sobre Hakkai o Yuzuha regresaré y te llevaré a la perrera para que te sacrifiquen ya que los perros malos merecen ser dormidos -le decía el albino con una enorme sonrisa en la cara y tomando a Taiju de las mejillas- ahora que esto se resolvió ya tengo sueño -seguido dirigió nuevamente al sofá, se acostó y calló dormido como si nada de lo anterior hubiese pasado-
Ese día el destino de los shiba y de los black Dragon's había cambiado drásticamente, pero no sabían decir si para bien o para mal, para Hakkai y Yuzuha la llegada del albino a su casa fue como una bendición, para Taiju fue como si dios hubiera enviado un ángel para castigarlo por sus pecados.
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