Después de aquel encuentro con el moreno y que no pudiera conseguir a una nueva víctima se resignó a seguir su camino a casa y pasar a una tienda cualquiera por un poco de carne animal.

Al día siguiente en la escuela se volvió a encontrar con su amigo pelinegro y con el rubio del cual se estaba encariñando un poco debido a que le hizo caso y dejó de peinar con tanta gel, se fajaba bien el uniforme y dejo de hablar mal.

En el salón de clases ambos amigos se llevaban de maravilla y cada vez tenían mejor relación, aprovechando los recesos entre clases y cuando se quedaban a solas ambos en el salón el pelinegro se soltaba el cabello y se quitaba las gafas para enamorar más a su amigo, lo cual funcionaba bastante debido a que cada vez que lo hacía "la chica" le tocaba el cabello y jugaba con el mismo, causando intensos sonrojos en Baji.

Pero aún queriendolo no podían estar todo el día juntos y al finalizar las clases cada uno debía de tomar rumbos separados.

Ambos pandilleros tenían una reunión con su pandilla esa misma tarde y debían ir a cambiarse y el plateado simplemente paseaba buscando nuevas sensaciones, estaba pensando en asesinar a alguien durante el día y a plena luz con el riesgo de que alguien pueda verlo, el solo pensar en eso lo hacía emocionarse más de lo que debería, fue a casa y se preparó colgando su navaja en su muslo y después la ocultó con una falda 4 dedos por encima de la rodilla, se puso una blusa un poco escotada y se peinó con una coleta alta.

Una vez listo y como la carnada perfecta se dirigió al centro de la ciudad en dónde más rumores habían de una pandilla, caminaba llamando la atención de cualquiera que la viera, sin tomar importancia de las miradas ajenas espero el momento adecuado para atacar o más bien a la presa adecuada.

Se paró cerca de la entrada de un callejón a propósito ya que quería ver quién era tan valiente de secuestrarlo. Al mismo tiempo y sin que el peliplata se diera cuenta un par de pandilleros caminaban justo por esa zona antes de llegar a la reunión de su pandilla, así es como Baji y Chifuyu se dieron cuenta de la presencia de la platinada en esa zona, al igual que se percataron de como fue arrastrada dentro del callejón por alguien que no lograron visualizar.

Baji con el corazón en la garganta al presenciar como Julia desaparecía dentro del callejón instintivamente salió corriendo siendo seguido de su vicecapitan el cual presenció lo mismo y temia lo peor por su nueva amiga.

Corrieron tan rápido que en un parpadeo ya estaban en la entrada del callejón viendo como la platinada estaba siendo sometida por un hombre con chamarra blanca, un integrante de Moebius que vió a la joven y se le cruzó la idea de jugar un rato antes de ir a su guarida.

La imagen de ver a la platinada Acostada boca abajo en el suelo con un hombre arriba de ella mientras intentaba arrancar su falda y ropa interior les hizo hervir la sangre a ambos pandilleros los cuales rápidamente y sin pensar arremetieron contra el hombre golpeando su cara incontables veces hasta que las ropas de ambos quedaron manchadas de sangre al igual que sus caras, una vez que el hombre dejó de moverse debido al desmayo que tuvo Baji se dirigió a la platinada que solo podía ver a ambos en estado de shock.

No era un shock provocado por verlos llenos de sangre, no, era por los uniformes que portaban, el cual había visto con anterioridad en una de sus víctimas pasadas, no podía creerlo, su amigo y más recientemente su interés amoroso era un pandillero, al igual que el nuevo amigo el cual juraba no serlo.

- Julia, ¿Estás bien? ¿No te hizo daño?- preguntó acercándose a la chica que seguía sentada en el piso con unas cuantas lágrimas en los ojos, acercó su mano intentando inspeccionar si estaba herida-

-NO ME TOQUES - gritó, golpeando la mano del contrario provocando que se aleje sintiendo dolor en el pecho debido a su rechazo - son unos malditos mentirosos, NO SON MAS QUE UNOS MALDITOS MENTIROSOS, YO CONFÍE EN USTEDES, CONFIABA EN TI BAJI KEISUKE - gritaba mientras se levanta a del suelo mientras ambos pandilleros solo podían ver a su amiga con una mirada muy triste y dolida debido a que no esperaban esa reacción de su parte-

- Espera, puedo explicarlo - decía Baji en un intento de que no se valla y lo deje excusarse -

- Aléjate de mí - dijo mientras corría al final del callejón y tomaba rumbo a una bodega abandonada en la cual guardaba los restos de sus víctimas-

Una vez dentro del lugar comenzó a golpear cualquier cosa que encontraba, mesas, sillas, frigoríficos, todo era golpeado con el hueso de alguien que había sacado de una de las bolsas, seguido de eso comenzó a sacar cráneos y los empezó a golpear con un fémur hasta agrietarse o romperse.

- ¿POR QUÉ!?, MALDITA SEA ¿¡POR QUE DEBÍAS SER UNO DE ESOS MALDITOS!? - gritaba hasta desgarrar su garganta y tener las manos sangrando debido a que el hueso que utilizaba para golpear se astillaba y se clavaba cada vez más profundo en su piel-

Una vez que terminó de golpear cráneos se dispuso a salir de la bodega y buscar a alguna víctima con la que saciar su odio y como si de un milagro se tratase no fue uno, si no que fueron cinco pandilleros los que se adentraron a esa bodega abandonada en la cual escucharon ruidos y decidieron explorar.

Ese fue su último acto de Valentina, al momento en el que vió a los chicos entrando por la puerta y seguidamente cerrarla fue cuando en un movimiento rápido sacó su navaja del escondite y corrió lo más rápido posible y teniendo ventaja en la semi oscuridad del edificio comenzó a apuñalar a cada uno in-utilizando sus piernas debido a que apuñalaba los ligamentos, haciendo que caigan al suelo sin posibilidad de volverse a parar.

Esa noche en esa misma bodega abandonada durante gran parte de la tarde y noche se escucharon lamentos, nadie se atrevió a averiguar que pasaba en la misma.

El platinado después de haber desmembrado en vida a los chicos unos frente a otros se dirigió a su casa en dónde dejó el agua recorrer su cuerpo mientras contemplaba el como la cristalina agua se volvía carmesí al tocar su cuerpo.

Al mismo tiempo un pelinegro lloraba en su habitación debido a que después de que su único amor lo rechazará de una manera tan cruel no se atrevió a ir a la reunión al igual que su vicecapitan, ambos sentían sus corazones rotos debido a mentirle a su única amiga.