Mi primer día trabajando para la policía.

Wow, mi primer día trabajando para la policía, no lo podía creer, era el sueño de toda mi vida.

Pero las cosas no eran como lo imaginé.

Al llegar me dijeron el piso en que trabajaría.... Seguido de otros numeros y letras.

Al subir y buscar mi lugar, me dï cuenta que era uno más entre tantas pasillos y cubiculos.

En mi pequeño escritorio me esperaba un alteron de papeleo.

Al terminar (cinco horas después) se supone que lo debía entregar en la oficina del Sr. Yagami, pero al llegar, ni siquiera pude verlo, dejé los papeles con el asistente del asistente.

El sistema de justicia no era como en las series policíacas.

Volví a mi cubículo desencantado. Comencé a recoger mis cosas y al tomar mi pluma, una parte de mí sintió desepsionarte. Tu ya eras un fiscal, y yo, yo solo un agente del montón.

Y así pasaron los días y las semanas, organizando expedientes y cuando algo un poco emocionante pasaba, era ir a otra sede a dejar evidencia clasificada. Fuera de eso, todo era monotonoa, era como cualquier salary men, eso si, por mi promedio en la universidad, un salary men de las fuerzas especiales.

Entre los compañeros se empezó a correr la voz de un nuevo asesino serial.

Si, el comienzo de todo había llegado, pero para mí era una oportunidad de sobresalir.

Comencé a fantasear con que podría resolver ese caso y ser galardonados como agente del año, al fin podría ser quien soñaba ser.

—Matsuda ...—alguien interrumpió mis pensamientos.—Un joven pregunta por tí en la recepción.

Era Mogi, uno de mis compañeros.

—Gracias Sempai, ahora bajo.—respondí, pensé que sería mi cena a domicilio.

—No sé en qué andes metido o que cobtactos tengas, pero es el fiscal Mikami, así que baja rápido.

Me paralicé, y probablemente mi cara pasó por todos los colores.
¿Qué hacias allí?

—Etto.... Gracias —respondí y recogí mis cosas.

—Ay Matauda-kun, eres todo un caso.—el agente me dió una palmada en la espalda.

Salí a recepción y efectivamente, estabas allí, tan elegante y formal como siempre.

—Touta, ¿Por qué no me has hablado?— rreclamaste sin más.

—Apenas y tengo tiempo de comer y dormir.—respondí mientras saliamos del edificio.

Subimos a tu auto y fuimos a un izakaya, hablamos de cosas random y nos pusimos al corriente con nuestras vidas, ignorando lo sucedido entre nosotros, la platica era algo incómoda por lo mismo, hasta que salió a relucir ese tema:

El supuesto asesino de la región de Kanto.

—¿Ya investigan los asesinatos de criminales sucedidos recientemente?—pregintaste.

—¿Crees que son asesinatos? Pero si son aislados y fueron paros cardíacos todos—respondí de inmediato.

—Es mucha coincidencia, ¿no lo crees? Ay, Touta, ya sé que no puedes cobtarme nada de lo que hacen en tu unidad, y menos por nuestros puestos, pero extraño debatir sobre éstos temas contigo.

—¿Ah, si? ¿Y cuál es tu opinión al respecto?—Lo que no sabías, o yo trataba de disimular, es que yo no sabía nada de los casos a gran escala de mi unidad.

—Los criminales tienen que pagar como sea—espetaste sin más.

—Pero para eso estamos nosotros como sistema de justicia, no se puede tomar quien quiera ésto en sus manos.—contesté.

Y así siguió el debate entre ramen tarros de cerveza, hasta la media noche.

Me llevaste a mi apartamento y me acompañaste hasta la puerta.

—Espero ya no me dejes de hablar por meses de nuevo — dijiste muy cerca mi.

—Tu siempre has sido el extrovertido y el que toma la iniciativa de la relación... —el calor subió a mi rostro.

—¿Estamos en una relación...?—te acercaste más a mí, a lo que dí un paso atrás chocando con la puerta.

—Sabes a lo que me refiero....— a ese punto creo que estaba completamente rojo.

Sonreiste y te acercaste a mis labios, no sabía que hacer.
Depositaste un beso y acariciaate mi cabello.

Solo miré a otro lado avergonzado y reí nervioso.

—Tranquilo, esperaré a que estés listo, no quiero herirte de nuevo.—dijiste con una sonrisa tierna.

—¿Quieres .... Pasar?—te invité.

—Mejor te veo la próxima semana.—te alejaste un poco.— Ya sabes, tenemos que luchar por la justicia.

Nos despedimos y te observé hasta que subiste al auto y te fuiste.

Tus palabras de ese día sobre Kira me debieron haber hecho sospechar durante la investigación, pero, ¿Qué haces cuando la persona que amas es parte de un crimen?