Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

xxx7xxx

Para Spinoza, la justicia es: "la permanente disposición de ánimo a atribuir a cada uno lo que le pertenece por el derecho civil"

Para Maquiavelo, la justicia surge de observar la ingratitud de la forma de repartir de un benefactor, creando leyes, derechos y sentencias.

La Biblia menciona que no hay nadie justo sobre la faz de la tierra.

Para los samurái la justicia, o義, estaba asociada a la rectitud, siempre hacer lo correcto de acuerdo con su codigo moral.

Pero, ¿para mí que era realmente la justicia?

Estaba por cumplir mi sueño,  había terminado la Universidad y me estaba por unir a la policía, iba a recibirmi nombramiento como agente especial.

Allí frente a todos en la ceremonia de bienvenida, me empecé a cuestionar si así es como yo veía la justicia, ¿cuál era mi defunción? ¿Cuál era tu definición de Justicia?

No era momento de cuestionar mis ideales, había llegado hasta aquí, no podía arrepentirme.

Pero no pidia sacarte de mi cabeza, ¿tu ideal de justicia era superior al mío, o solo era diferente?

—Te-Teru, es-espera... –vagos recuerdos comenzaron a asaltar mi cabeza

Tus manos tocando mi rostro y bajabdo por mi pecho.

¿Qué? Éste no era el mejor momento, había pasado un año de eso, ¿por qué lo estoy asimilando aquí y ahora?

—Te-teru.... Creo que no... Estoy listo— tus besos bajaban de mis labios a mi cuello.

Traté de morder el interior de mi mejilla para borrar esos pensamientos, imagino que mi rostro se había teñido color rojo.

—Por favor, detente.... – traté de alejarte, tu musculoso cuerpo me tenía acorralado.

No podia ser.... La persona que mas crei justa había hecho eso..... No podía ser tenía que recordar.

Tus manos llegaron a una zona peligrosa, comenxaste a masajearme.

Un escalofrio recorriómi espalda.

—¿De verdad quietes que pare? —tu gruesa voz contra miz labios me hizo temblar.

¿De verdad lo habias hecho? Estaba completamebte ebrio ese día, no, tu no eres capaz....

—De-de verdad.... Para por favor—me sentía asustado, si esto pasaba entre nosotros alguna vez, no lo imaginaba así.

No era posible.

—Agente Matsuda—Una gruesa y firmd voz invadió mis pensamientos. —Agente Matsuda....

Era el gran Soichiro Yagami saludando a los nuevos agentes.

La peor verguenza de mi vida....

Me incliné con rrvetencia y pena.

Yagami-san solo me sonrió y siguió saludando.

Después de la ceremonia conocimos las instalaciones de la policia, y nuestras respectivas oficinas.

El asombro y la emoción hicieron que olvidara por un rato el tema, incluso mis nuevos compañeros me invitaron a un bar a celebrar, pero al salir, al salir allí estabas tú.

—Es el día especial, no podía ddjarlo pasar—dijiste con una sonrisa. —Nuestro sueño se está haciendo realidad.

Me entregaste una elegante bolsita de centro comercial.

—No es gran cosa, pero no podia venir con las manos vacías.

Los recuerdos volvieron a inundar mi mente.

¿Te aparecias así como sin nada después de lo sucedido?

Estuve por salir corriendo del lugar, pero ya era un agente, un adulto, no podía quedarcomo un tonto frente a mis nuevos colegas.

—No esperaba verte... —dije sin más y tomé la bolsa. —Arigato.

—¿Y si vamos a celebrar a algún lugar? —Ofreciste.

—Iba asalir con ellos— señale a mis compañeros.

—No te preocupes, sempai— dijo uno de ellos empujandome hacia tí.—Tendremos mucho tiempo para salir.

—¿Entonces vienes?

Acepté incomodo y fuimos hacia tu auto.

El camino fue incomodo, no sabía que decir.

—#Te cortaron la lengua en la ceremonia? —cuestionaste ante mi actitud.

—No, claro que no, es solo....

—¿Es dolo que qué?

—La emoción, y, y que no esperaba verte.

Reiste y acariciaste mi cabello.

—Etto... —moví mi cabeza incomodo. —Supongo que tu también tr has graduado.

—Si, pensé que lo sabías—volviste tu mano al volante.

—Lo siento, tuve que conbinar la Universidad con el trabajo y el entrenamiento, no tenía tiempo ni de pensar en mi mismo.

—No te lo tomes todo tan enserio—reiste, llegamos.

Era un restaurante de lujo.

—Esto es demasiado, no puedo....

—Eh. Yo te invité, así que callate y baja del auto.

Entramos al lugar y ha visto una reservación a nuestro nombre. 

—¿Estàs seguro de que puedo pedir algo? — Ni si quiera sabía que pedir.

—Claro, es nuestra noche, por cierto, ayer tuve mi nombramiento como fiscal.

Ordenamos y nos trajeron vino.

—¡Por la justicia! —levantaste tu copa, pero esas palabras me quebraron.

De nuevo el sabor amargo volvió a mi.

Me levante y corrï hacia el baño.

No podia parar de llorar de rabia, de dolor, de desesperación, frente al espejo.

—¿Estâs bien? — entraste y pusiste tu mano en mi espalda.

Te aparte 𝕚𝕟𝕤𝕥𝕚𝕟𝕥𝕚𝕧𝕒𝕞𝕖𝕟te.

—¿Qué te sucede?

—¿Quieres saber que me sucede? ¡Tu me sucedes! — di un paso atrás y choqué con el lavamanos. —Después de lo que me hiciste la última vez ¡vienes y te aparecrs como sin nada hablando de Justicia!

—¿Touta, de que hablas?

—¿De que hablo? ¿Crees que porque estaba ebrio no recuerdo nada? —solté a llorar de nuevo y cubrï mi rostro con ambas manos.

—Ey, ¿de qué hablas? —quitaste el cabello de mi rostro.

—¡No me toques! —apartes tu mano.

—Matsuda, tranquilo....

—¿Queme tranquilice después que tu abusaste de mi? No se supone que debió ser así....

—Ey, Matsuda...

—No te me acerques....

—¡Matsuda, escucha! —Tomaste mi rostro entre tus manos. —Creo que si estabas bastante borracho,  y no recuerdaa bien....

—¡Claro que lo recuerdo! ¡Cosas así no se olvidan!

Me soltaste y te recargaste de espaldas a los lavabos.

—Al principio pensé que estabas jugando y te estabas haciendo del rogar.... —me miraste algo culpable — Pero esa mirada.... Tus ojos estaban llenos de miedo, no era la verguenza natural que uno siente.... En su primera vez...

—¿Y eso te provocó mas, no?

—Claro que no, después de verte así, me levanté avergonzado, pero cuando iba a disculpame, te habías quedas dormido, solo te arropé y me fuí.

—Que conveniente.... ¿Por qué no esperaste a que despertara al otro día. O al menos lo dijiste en tu nota?

Una parte de mi desesba creerte, pero aún me sentía traicionado.

—Es verdad, estaba avergonzado, y tenía que irme, te estaba esperando y no despertabas.

Empezaron a entrar personas al baño.

—Anda, la cena se va va a enfríar, al menos didfruta lo que pediste. —tomaste mi hobro y me diste tu pañuelo.

Terminamos de cenar en silencio, y nos fuimos del lugar.

Continuará.....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro