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-Agente Matsuda, ¿Que haces aquí?, se supone que te irías 15 días.
Allí estaba ese hombre alto y ojeroso parado frente a mí con las manos en los bolsillos del pantalón, con las pantallas alumbrandolo a media luz.
Su tono calmado de voz y el ambiente me hicieron sentir como si me invitara refugiarme en él.
Corrí hacia el y me abracé a su cuello con la cra en su pecho y me solté a llorar.
Él al momento se quedó inmobil e insensible como siempre, pero después correspondió el abrazo.
—Matsuda, los demás van a llegar en cualquier momento — dijo apartandome un poco.
—No estoy bien, no sé que hacer, ni si podré seguir— dije entre lágrimas sin soltarlo—¡no creo en nadie ya!
—Matsuda, integrate al equipo, si quieres no hagas nada, ¿Si?— logró separarme de él y me tomó de los hombros — Al terminar la jornada charlamos, ¿Ok?
Su mirada era como si él supiera lo que estaba pasando.
Solo asentí y me sequé las lágrimas con las mangas de mi saco.
El día transcurrió, tuve que fingir reírme de las bromas de mis compañeros, aunque estaba desecho por dentro, y aguantar lo perfecto que era Light en todo lo que hacía, a pesar de sentirme el pepr detective del mundo. Incluso vé a Misa Misa derrochando amor por su novio, estado decepcionado de la persona que amaba.
Y al fin llegó la noche, traté de escabuirme, pues empecé a sentir vergüenza con Ryuzaki por lo sucedido en la mañana, iría a cualquier motel o a un cibercafé de 24 horas.
Pero Ryuzaki me detuvo.
—¿Te vas? Puedes quedarte aquí.— dijo.—Watari ya preparó la habitación, en un momento voy.
Watari me condujo a una habitación, que wow, era casi un 5 estrellas, pero ¿Qué podía esperar de alguien que viaja en limosina y tiene tecnología de punta por doquier?
Pero mi sorpresa se apagó con un pensamiento que llegó a mi cabeza, me llevó a su habitación y llegaría más tarde... Y ... Esa no era la habitación donde estaba con Light miebtras estaban encadenados....Mi mente malpensada hizo que me sonrojara, ¿Que iba a hacer Ryuzaki? ¿Si era un raro pervertido como lo pensé al principio?
Me senté en la orilla de la cama y me quité la corbata y el saco, fuera lo que fuera ya estaba allí.
—Ya estoy aquí— entró Ryuzaki a la habitación haciendo que me sobresaltara — Eh, tranquilo, ¿Quieres un café o algo? Creo que no has comido nada en todo el día, Watari puede traer algo.
Se sentó a mi lado en la cama y un escalofrío recorrió mi espalda.
—¿Quieres hablar de lo que pasó?— ofreció con un tono más amigable de lo habitual.
No sabía qué responder, necesitaba hablar con alguien, pero tampoco quería contarle sobre tus crimenes. Y solo desvíe la mirada de sus grandes y penetrantes ojos.
—Está bien, si no quieres hablar, solo dime, ¿Es por lo del caso que estás así? Si quieres irte, está bien, has hecho bastante por el caso, nadie te va a juzgar. — puso su mano en mi hombro— ¿O es por tu relación con el fiscal Mikami?
Cuando escuché tu nombre, me solté s llorar de nuevo.
—Creo que ya se la respuesta— sus brazos me rodearon y me acercó a él.—Lo sé, el amor es una mierda...
Watari llegó con un carrito de comida y café, y Ryuzaki le indicó que allí lo dejara.
Se levantó y me preparó un café y me sirvió algo para comer y luego se sirvió otro para él con su exceso de azúcar de siempre.
—Él no es a quién yo conocí — dije de repente después de el silencio que hubo mientras terminaba mi cena. — Hay tantas cosas que no sabía de él... Dejó de ser un defensor a ser un despiadado justiciero.
— ¿Te refieres a lo que hizo de adolescente? — cuestionó.
—Si... ¡Hasta tú lo sabes y yo no me enteré de nada! Se supone era mi mejor amigo y más que eso ¡Y no me dijo nada!— me exalté contandole mi dolor.
— Bueno, lo sé porque investigué a todos los de la unidad y sus familias, no te sientas culpable por eso, sé hasta qué marca de ropa interior usa cada uno— dijo sin pensarlo. — Pero lo que te debería preocupar más, es lo qué es lo que te molesta ¿Lo que hizo o que ye lo haya ocultado?
Eso me hizo pensar.
— No lo sé, es que es la única persona con quién me he sentido alado y apreciado, es quien me ayudó a decidir quién quería, y... Me duele demasiado que no hubiera confiado en mí para decirmelo.
—Si eso es ño que te duele, tal vez es mejor que lo perdones, lo más probable es que te lo ocultó para que no lo rechazaras, pero si te molestan sus crímenes como tal, mejor déjalo y que la justicia se encargue de él.
—Quizas tienes razón...
—Siempre tengo la razón, aunque te moleste, especialmente en que pienso que Light es Kira....—suspiró — ¿Sabes?, incluso yo comencé a sentir afecto por ese asesino.... ¿Por qué no habrías tú de perdonar al amor de tu vida?
Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta.
—Aun tengo trabajo que hacer —dijo con un bostezo. — tú descansa.
—Pero ya es tarde, ¿No vas a dormir?
— Estás ojeras no son gratis —señaló su rostro — en un rato regreso.
Salió del cuarto junto con el carrito de alimento y yoe acomodé en la cama y me quedé profundamente dormido, mi cerebro estaba más cansado que con ganas de seguir sobre pensando las cosas.
A la mañana siguiente, un hombre dormía acurrucado en el sofá que estaba al lado de la cama.
Si, yo había sido un mal pensado, el mejor detective del mundo, solo quiso ser amable conmigo esa noche.
En realidad Ryuzaki era un ser humano como cualquier otro, sentimientos y emociones como cualquier otro.
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