31 de diciembre del 2003, habíamos quedado de celebrar el año nuevo juntos.

Iríamos al centro de la ciudad a ver los fuegos artificiales y tomar algo.

Pero ese día conocí a la persona que te hizo poner celoso como nadie más, de hecho nunca te habías puesto así.

Ese día conocí a L.

Los 6 agentes que quedábamos lo conocimos cara a cara.

Al principio del día estaba ansioso de salir del trabajo para verte, pero al verlo, lo olvidé.

Las dudas que tenía sobre él, se disipaban conforme iba hablando, pero esas palabras:

"La just prevalecerá ante todo."

Junto a una sonrisa limpia, me enamoraron.

Si, lo admito, mi admiración por él fue un poco lejos.

Es que, nadie fuera de tí había hablado de justicia con tanta convicción como tú.

Pero de verdad, solo a tí te he amado.

Después de contarnos sus teorías, y enbobarnos con su conocimiento, nos entrevistó personalmente, y fue allí cuando me dí cuenta que ya era de noche, miré por la ventana y la ciudad estaba a oscuras.

De por sí estaba nervioso, al ver eso, me puse peor, ya me quería ir a celebrar contigo.

Al salir, revisé mi teléfono y tenía muchas llamadas tuyas.

—Si que es infantil, por su TOC, no pude contrstar a Teru.— pensé mientras corría entre las calles hasta el centro.

Eran las 11:45, tenía que encontrarte antes de las 12.

Ahora tú no contestabas, corría y gritaba por doquier.

Ahora que lo pienso, no debí de hacer eso, todo el mundo estaba escuchando tu nombre y Kira podría haberlo oído.

Al fin te encontré mientras estaba la cuenta regresiva y me lancé a besarte mientras luces de colores brillaban sobre el cielo nocturno.

—Perdón, tuve que....— traté de excusarme, pero tú me callaste con otro beso.

Después fuimos a un club a celebrar, y luego de varios tragos,  me pediste que fuéramos a mi departamento.

—Ahora toca hacerlo en tu departamento — dijiste.

—Sabes que no puedo, si se ebteran que llevé a alguien...— respondí.

—Lo sé, ya ni tus papás eran tan estrictos cuando dormiamos juntos.

—¡Oye!, Porque solo dormíamos y teníamos 8, 9 años.

Y si, fuimos a tu departamento nuevamente, y nuevamente desde la entrada comenzamos a hacerlo, llegamos hasta tu cama desnudos.

Y de nuevo tu llevabas el control, pero aún así eras demasiado tierno, disfrutaba cada beso y cada caricia.

Sin embargo cuando terminamos, todo terminó mal.

Nos recostamos entedados entre las sábanas, y yo me recargué sobre ti.

—Hoy fue de los mejores días de mi vida – te conté emocionado.

—Tambien mío — respondiste y besastei frente.

—Hoy conocí a....—estuve a punto de decirlo, pero me contuve— a un detective super inteligente.

—¿En serio? Mmmm, que bien — dijiste esquivando el tema. — yo tuve un día muy normal, hasta hace unas horas que te vi . . .

—Ay, hubieras estado en la junta de hoy, es que de verdad es muy inteligente, aportó mucha información al caso, incluso tiene buen humor, cuando llegó nos hizo una broma, que¡Bang! nos hizo paralizar.

—¿En serio?— trataste de ser condescendiente.

—Si, es genial aunque no lleve un traje y corbata, ni siquiera zapatos usa.— continué contando emocionado— y ¿Sabes qué?

—¿Qué? –dijiste ya irritado.

—¡Tambien ama proteger la justicia...

—PueS ¿Sabes qué?— te incorporaste molesto — Yo creo que estabas en tú departamento con él, por eso no quieres que vayamos allá y luego, sin traje y zapatos, ¿Qué hacían?

—Teru, no, es mada de lo que creés, es nuestro nuevo superior a cargo del caso– me acerqué de nuevo a ti.

— Nos vemos por la mañana — te levantaste y tomaste una almohada y la sábana.

—Espera, Teru — traté de detenerte, pero me cerraste la puerta de la habitación.

Ay, Teru, ¿Alguna vez yo me puse así cuando empezaste a obsesionarte con cierto justiciero?

Tal vez si, pero tal vez debí mostrarlo para que te detuvieras.

Pero un tal vez no cambia las cosas...

Un tal vez no me regresará esas noches a tu lado.