Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

xxx11xxx

A paso veloz el caso iba avanzando y las muertes aumentando.

L había ordenado que usaramos alias para protegernos de Kira y con esa indicación, aún más agentes se habían ido, y llegaron otros por parte del FBI.

Llegaste al edificio y no te dieron razón de mí, como las semanas anteriores.

Había mucho trabajo, perfiles, investigación, monitoreo.... No sabía en que momento había pasado de ser un simple recadero professional, a estar en la unidad especial del caso Kira, a veces pienso que solo estaba allí porque estaban cortos de personal.

En mi teléfono, tampoco obtuviste respuesta.

En mi departamento, tampoco había nadie, y me había ido de allí.

Tuve que cambiar de identidad prácticamente.

Qué loco, en el día de mi cumpleaños, y el día en que nació otro agente.

Tampoco en nuestro bar favorito me encontraste.
Recorriste media ciudad para buscarme, pero sin resultado.

Hasta las 11:30 de la noche que volviste a tu departamento.

Allí estaba yo esperándote en las escaleras.

—¡No me vuelvas a hacer ésto!¡Te busqué por doquier!—dijiste lanzandote a mi cuello.— Pensé que Kira... Creí que te había vuelto a perder, y esta vez para siempre.

—Perdoname, no quería preocuparte. — respondí abrazándote con fuerza.— Es el precio de ser agente de la justicia.

—Vamos adentro, ahora solo recibirás la mejor parte de lo que había preparado para tí.—dijiste con una sonrisa.

Entre tanto jaleo había olvidado lo que pensabas hacer ese día, solo había ido a avisarte de los cambios que tendría que hacer, pero esa sonrisa y mirada me lo recordaron.

Me había resistido a ello por mucho tiempo, huir otra vez creo que arruinaría lo nuestro.

Entramos al departamento y encendiste unas velas en la mesa y me ofreciste una copa de vino.

—Felices 25, agente anonimo— brindaste por mí.

Nadie había hecho algo así por mí.

Estaba nervioso, pero a la vez me sentí reconfortado, me sentí como en casa.

—¿Quieres cenar algo?— me ofreciste recargado sobre la barra de tu elegante cocina. —había reservado en un restaurante, pero pues a esta hora ya debe estar cerrado.

—No, está bien, gracias, no debiste hacerlo.— dije con timidez.

— Oye, eres la única persona en mi vida, no  es ningún pesar hacerlo.— te acercaste a mí.— Te amo.

De nuevo empecé a vibrar, yo también te amaba, aunque esas palabras eran demasiado grandes.

Tus labios con sabor a uvas fermentadas rozaron los míos y tus manos acariciaron mi rostro.

Ya estaba allí, te correspondí y enrredé mis brazos en tu cuello.

—Llevo tanto tiempo esperando éste momento — dijiste entre besos y me empujaste contra la mesa. — pero esta vez, no dejaré que nadie te separe de mi.

Con agilidad aflojaste el nudo de mi corbata y comenzaste a desabotonada mi camisa.

¡Debo haber lucido como un tomate por lo sonrojado que estaba!

Tu estabas guapísimo, te quité las gafas y las dejé a un lado.

—¿Y si mejor vamos a mi habitación.....? — dijiste cobtra mi cuello con una voz ronca. — No haré nada que tú no quieras.

—E...Está bien — acepté.

Me tomaste de la mano y me llevaste hasta la cama.

En unos segundos te habías desecho de la mayoría de tus prendas.

Yo solo me mordí el labio mirandote sentado en la cama avergonzado.

—¿Qué pasa? No es la primera vez que me ves así — dijiste juguetón.

Si, te había visto así tantas veces, pero ahora tu cuerpo estaba perfectamente esculpido por tu trabajo en el gimnasio.

—Etto... Si, pero ahora eres todo músculo.

Te acercaste a mí y terminaste de quitar mi camisa.

— Pero si el entrenamiento de los policía, tampoco te cayó mal a ti.– dijiste mientras tus manos bajaban por mi pecho y abdomen hasta llegar a mi pantalón, donde ... ¿Sabes? Me siento raro contabdote ésto.

Ambos estábamos exitados, así que entre besos y caricias, pasó lo que tenía que pasar,  al fin nos hicimos el uno del otro.

— ¡Te amo!— repetiste ahora con una voz grave cuando llegaste al clímax.

—Y yo ... A tí... — también me había venido.

Después de terminar, me abrazaste y te acurrucaate contra mi espalda y besaste mi hombro.

—¿Te sientes bien...? —preguntaste.

—Si....—tomé tu mano.

—De verdad no te vuelvas a desaparecer— dijiste entre pequeños besos en mi espalda. ±— no quiero que ésto termine

— Tu eres quien se ha desaparecido siempre, después de un beso.... Y un "Te amo"— dije algo serio, era verdad,  tu eras quien me abandonaba. — Así que no me reclames a mí.

— Lo sé..... Pero no era mi culpa, yo nunca hubiera querido irme.— cambiaste de posición para quedar frente a mi. — además, ya ninguna injusticia nos va a separar, ¿Eh? — me diste un beso — Ni siquiera mi madre ya está para alejarnos de nuevo.

Después de algunos besos más tiernos,nos quedamos dormirnos.

Supongo que el cansancio era más grande que nuestras calentura.

Al fin éramos uno, de verdad te amaba Teru Mikami, de verdad te amo....

Continuará.....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro